La Obediencia: Clave para la Conquista

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Alicia Correa Juárez
hace 7 años
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1 La Obediencia: Clave para la Conquista Serie La Conquista, Parte 9 Introducción El pueblo de Israel ya ganó la batalla en Hai. Han salido victoriosos, venciendo y destruyendo totalmente al enemigo. Estas tierras ya pertenecen a Israel como herencia. Es interesante notar que en seguida después de la conquista de la ciudad de Hai, Josué guía al pueblo a cumplir las palabras que Dios había hablado a Moisés muchos años antes. Le instruyó lo siguiente: Deuteronomio 27:11-14: 11 Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo: 12 Cuando hayas pasado el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín. 13 Y éstos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. 14 Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz Es tiempo de recordar las promesas de Dios, tanto la positivas como las negativas. Y recordar también que la bendición viene por causa de la obediencia, mas la maldición por causa de la desobediencia. I. El tiempo de este acontecimiento El pueblo de Israel apenas había conquistado dos ciudades. Israel todavía no tenía casas en las cuales morar ni habían trabajado los campos para producir una cosecha; estaban a penas comenzando a conquistar. Ahora todo se detiene mientras el pueblo busca a Dios con sacrificio y la lectura de la Ley. Pudieron haber aplazado esta ceremonia para otra ocasión, ya que no era el momento más conveniente para hacerlo. Pudieron haber creído que no estaban seguros haciendo esto en este momento, ya que había enemigos alrededor de ellos. Nunca habrá un momento conveniente para buscar a Dios; tenemos que hacerlo aún cuando no sea tan conveniente por obediencia a Dios y a nuestros principios. Sin embargo, pusieron a Dios primero y su obediencia al mandamiento dado por medio de Moisés. 1

2 Debemos poner a Dios siempre en primer lugar, antes de intentar avanzar con nuestras vidas o agendas personales. Es el tiempo adecuado porque ahora que están empezando a conquistar, deben recordar lo que Dios dijo acerca de las condiciones que Él puso para que el pueblo pudiera permanecer en la tierra. II.Josué edificó un altar a Jehová. Josué 8:30-31: 30 Entonces Josué edificó un altar a Jehová Dios de Israel en el monte Ebal, 31 como Moisés siervo de Jehová lo había mandado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y sacrificaron ofrendas de paz. Un altar es un lugar de sacrificio y adoración. Hay dos aspectos importantes acerca del altar que Dios pidió: 1. Debía ser un altar de piedras enteras. No debían ser piedras rotas o quebradas. Tenían que mantener su forma natural y rústica. 2. La piedras no debían ser trabajadas por mano del hombre y sus herramientas. Esto es significativo porque el altar debía ser natural, no una gran obra de arte. Los toques del hombre no pueden embellecer las instituciones de Dios. (MH) No debían gastar tiempo, dinero y esfuerzo en construir el altar porque el altar era simplemente un lugar en donde poner el sacrificio; mas bien, debían poner toda su atención en el Dios a quien sacrificaban y a quien hacía propiciación por sus pecados. Esta instrucción fue dada para evitar la idolatría entre el pueblo. 3. No debían subir por gradas al altar. Éxodo 20:25-26: 25 Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás. 26 No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él. Esta instrucción va en contra de la costumbre de las naciones pagadas que siempre levantaban sus altares en lugares altos, y los altares los hacían altos para que estuvieran más cerca del cielo y de su dios. 4. El altar fue levantado sobre el Monte Ebal. El Monte Ebal fue el monte de la maldición. El Monte Gerizim fue el monte de la bendición. Dios le instruyó a levantar el altar sobre el monte 2

3 de la maldición porque el sacrificio vino por causa de la maldición que que pudiésemos pasar de maldición a bendición. (En el monte de la bendición no hay necesidad de un altar ni de un sacrificio.) III. La importancia de la Ley. A. Josué escribió sobre las piedras una copia de la Ley. Josué 8:32: También escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la cual escribió delante de los hijos de Israel. Esto lo hace como testimonio. Es como si las piedras fueran testigos del pacto de Dios entre Israel y el pueblo. La ley estaba puesta en un lugar visible para todo el pueblo, para que cualquiera pudiera leerla por sí mismo. B. Todo Israel estaba presente en este acto solemne. Josué 8:33: Y todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a uno y otro lado del arca, en presencia de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, así los extranjeros como los naturales. La mitad de ellos estaba hacia el monte Gerizim, y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel. Todo el pueblo estaba de pie con sus líderes y oficiales, desde los más grandes hasta los más pequeños, mujeres y niños. Todos debían saber qué es lo que la ley decía. Salmos 33:12: Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí. Salmos 144:15: Bienaventurado el pueblo que tiene esto; Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová. El Arca del Pacto estaba en medio de ellos. La mitad del pueblo estaba de un lado del arca, hacia el monte de la maldición, Ebal, y la otra mitad al otro lado del arca, hacia el monte de la bendición, Gerizim. El arca estaba en el valle entre los dos montes. 3

4 C....para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel. La intención de Dios para su pueblo era BENDICIÓN. La bendición viene por mandato de Dios. La maldición es la consecuencia del pueblo, por su falta de obediencia a la Palabra de Dios. i. El éxito y la bendición vienen por la obediencia. Mientras el pueblo obedece a Dios, hay bendición. Esto lo vemos a través de la historia del pueblo de Israel. Hay ciclos de bendición y maldición a través de la historia de pueblo. Mientras obedecen a Dios hay bendición. ii. La maldición y la derrota vienen por consecuencia de la desobediencia. El ciclo de bendición se tornaba en un ciclo de maldición cada vez que el pueblo se volvía de en pos del Señor y servía a otros dioses, en desobediencia a los mandamientos del Señor. Nosotros, también, podemos tener bendición, paz y victoria en nuestras vidas, o maldición, angustia y derrota. Depende de nosotros, si es que obedecemos o desobedecemos. Deuteronomio 30:19: A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; D. Josué leyó la ley delante de la congregación. Josué 8:34-35: 34 Después de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. 35 No hubo palabra alguna de todo cuanto mandó Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel, y de las mujeres, de los niños, y de los extranjeros que moraban entre ellos. 1. Josué lo consideró un honor leer públicamente la ley de Dios. Era un lector en medio de la congregación. 2. El pueblo debía decir Amén cada vez se leía alguna ley. Esto implica una participación personal en las promesas del pacto. Estaban haciendo las palabras de ley suyas propias. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén. Dt. 27:15 en adelante. 3. Leyó tanto las bendiciones como las maldiciones. No brincó la parte de las maldiciones porque era algo incómodo. No hubo ninguna parte de la ley de dejó fuera de la lectura. 4

5 Dijo el Apóstol Pablo: Hechos 20:26-27: 26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. 4. Leyó todo esto delante de todos, incluyendo las mujeres, los niños, y los extranjeros que moraban entre ellos. Conclusión En la obediencia hay bendición. En la desobediencia hay maldición. Muchos de los aspectos de la vida en las cuales somos bendecidos o maldecidos vienen por causa de nuestra obediencia o desobediencia a la palabra y los principios de Dios. Proverbios 26:2: Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa. Deuteronomio 11:26-28: 26 He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. Escojamos vivir en obediencia a Dios y Su Palabra; escojamos la bendición. 5

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