" el Mundo Es La Metáfora De Otra Cosa?"

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Sandra Sandoval Piñeiro
hace 7 años
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" el Mundo Es La Metáfora De Otra Cosa?" (2010) Elizabeth Vita Dios mueve al jugador, y este, la pieza, Que Dios detrás de Dios la trama empieza?... J.L. Borges. El poeta de la mujeres.

1 " el Mundo Es La Metáfora De Otra Cosa?" (2010) Elizabeth Vita Dios mueve al jugador, y este, la pieza, Que Dios detrás de Dios la trama empieza?... J.L. Borges. El poeta de la mujeres. Así nombraba Mario a Pablo Neruda en la película El Cartero. Mario, personaje entrañable interpretado maravillosamente por Troissi, es un hombre que vive en una isla de pescadores en Italia, pero a él no le gusta pescar, sueña con irse de ese lugar hasta que en un momento arriba a la isla Pablo Neruda, exiliado de Chile por razones políticas. A partir de la aparición del poeta en la isla, la vida de Mario se modifica significativamente. Empieza a llevarle la correspondencia todos los dias y comienza una relación entre ellos. Mario observa, con curiosidad de niño, como este hombre trata y nombra a su mujer, lo espia, lo busca, lo escucha: se nota que es un hombre especial, sabes como llama a su mujer?, le cuenta maravillado a su jefe del correo, La llama amor, aunque este lejos le dice amor Mario está convencido que Neruda sabe como enamorar a una mujer con palabras, está convencido que él sabe del amor, es esa a mi entender, la suposición de saber que le otorga Mario al poeta y es ese saber el que le demanda que le transmita, ese saber de conjugar las palabras de tal modo que provoque un efecto en el cuerpo, ese saber que un poeta tiene para enamorar a una mujer. Empieza a leer sus poesías y a interrogar al poeta en relación a algunas cosas: - Página 1 de 5 -

2 Qué es una metáfora?, Cómo uno se convierte en poeta. Le dice que él ha decidido convertirse en un poeta. El quiebre de alguna manera se produce cuando Mario conoce a Beatrice, de su tímida y sumisa forma de dirigirse a Neruda, irrumpe en su casa desesperado porque le había pasado algo muy grave: se había enamorado! Hay remedio, le dice Neruda pero él afirma que no quiere ningún remedio, que es maravilloso sentirse enamorado, y que necesita imperiosamente que lo ayude, le pide explícitamente que componga un poema para Beatrice a lo que Neruda le responde que no la conoce y por lo tanto no puede inspirarse. Esta respuesta provoca indignación en Mario: Tanta alharaca para escribir un poema!, le dice, Neruda le responde obsequiándole un cuaderno en blanco, y en la taberna, delante de Beatrice se lo dedica y le dice: Ya encontraste tu poesía, esto es para que escribas tus metáforas Creo que cuando uno intenta hacer una lectura, en este caso de una película, es inevitable cierto forzamiento, o quizás no, lo cierto es que me suscito a pensar en las posiciones de Eromenos-Erastes, Amante-Amado. Del mismo modo que Sócrates se dice enamorado de Alcibiades y éste, igualmente le pide, le demanda, casi desesperadamente un signo de su deseo, en la película Neruda se confiesa en reiteradas ocasiones amigo entrañable de Mario, da evidencias de ello, lo acompaña a la taberna para conocer a Beatrice, le dedica libros donde escribe a mi íntimo amigo, hasta acepta ser testigo de su boda, pero Mario siempre espera algo más. Qué es ese algo?, qué sería ese signo tan valioso que nunca llega? Lacan, en el seminario 8 La transferencia, nos habla del Agalma, como ese objeto precioso, esa joya que esta en el interior de un continente o de una envoltura, un Sileno, nos dice. Siguiendo este análisis nos dice también que Sócrates es todo, menos bello, podría decir que Neruda en la película también, pero no se trata de eso, entonces de qué se trata? Lacan nos da la pista, en el momento en donde Alcibíades, en El banquete hace la comparación de Sócrates con el sátiro Marsias, en tanto que cuando este sátiro entra en - Página 2 de 5 -

3 acción desprende un encanto de su canto, y es un encanto tal que incurrió en los celos de Apolo, quien lo hace despellejar por haberse atrevido a rivalizar con la música suprema, la música divina. La única diferencia, dice Alcibiades, entre Sócrates y Marsias es que, en efecto Sócrates no es flautista, su encanto no se desprende de las notas musicales, sino de las palabras. Eso que provoca tanto la flauta de Marsias como las palabras de Sócrates, nos dice Lacan es el efecto de la Posesión, seria el mismo que produce la poesía. Mario queda poseído por las palabras de Neruda. Lacan nos dice que es ahí precisamente donde está situado el punto de experiencia que haría que Alcibíades considere que en Sócrates esta ese tesoro, ese objeto indefinible y precioso que va a fijar su determinación tras haber desencadenado su deseo (1) Alcibiades como Mario quieren apoderarse de ese objeto, suponen que el Otro lo tiene y no se los quiere dar. Ahora bien, de que objeto se trata? Se tata de un objeto tan particular que en tanto propiedad no lo tiene nadie, ni el analista, ni Sócrates ni Neruda ni nadie, es un objeto del que se hace semblant. Neruda cuando Mario le pide que lo ayude a conquistar a Beatrice, no se ubica como el poeta que sabe como escribirle a una mujer, por el contrario, le dice que el ya esta viejo para esos asuntos, que no sabe como podría ayudarlo. Cuando le pregunta que tiene que hacer para hacerse poeta le dice que camine por la bahía y que algo se le va a ocurrir, no lo envía a estudiar ortografía o gramática. De la misma manera, Sócrates no considera tener el saber, de ahí su famosa frase solo se que no se nada. Ninguno de los dos hace gala del saber, usan palabras sencillas pero esto hace sentir al otro profundamente interrogado Es la presencia de Neruda lo que causa el decir de Mario, mientras está presente la cosa funciona. Pero en un momento, Neruda se vuelve a Chile y Mario queda esperando un signo, una carta, algo, no puede seguir deseante si no hay presencia, en ese punto podría decir que se identifica a ese Otro, tomando como propios sus emblemas políticos y por esto Mario muere. Ni su amada Beatrice ni su hijo en camino sustituyen a ese Otro. No hay distancia entre el ideal y el objeto que le permita transitar los vericuetos del deseo, gozar de sus conquistas. - Página 3 de 5 -

4 Mario se fija a los ideales de Neruda como una manera de hacerse un lugar en él. No se produce la metáfora del amor, la sustitución de la posición del amado por la del amante. Lacan nos dice que el amante sabe que algo le falta y lo va a buscar, y que el amado sabe que tiene algo valioso pero no sabe que es, los dos están en falta, la diferencia es que el amante asume su falta y activamente busca, y el amado estaría en una posición pasiva esperando que el amante le de eso tan precioso que lo hace inmensamente valioso. La trampa neurótica es que eso que supuestamente tiene el Otro, ese objeto, no es un objeto especularizable ni empirizable ni intercambiable, es un vacio, un agujero. En El banquete tampoco se produce la metáfora del amor, tampoco hay sustitución. Qué es lo que hace que Sócrates no ame? Se interroga Lacan, Por qué no se produce la sustitución? No se produce porque Sócrates considera que no hay nada en él que sea amable, su esencia es ese vacío, ese hueco. Mario no pudo separar el ideal del objeto, es una lectura que hago, ya que no es un análisis de lo que trata el vinculo entre Neruda y Mario en el film, justamente, al tratarse de una transferencia salvaje, o sea, por fuera del analisis, creo que no hubo tiempo de que ese Otro caiga como objeto, del mismo modo que el analista debe caer al final de un análisis, y él, pase al lugar de erómenos, de amante, así como la posición analizante tiene que advenir posición analista. Mario se queda capturado, poseído, encantado por ese Otro y perece. El titulo de este escrito es una frase que Mario dice en el momento que descubre lo que es una metáfora, están en la orilla del mar entonces el sorprendido le dice a Neruda: A ver si entendí, Sería como que el mundo es la metáfora de otra cosa?. El poeta le dice que le de un tiempo para contestarle pero nunca lo hace. Esta pregunta me toca, me interroga y, si tuviera la oportunidad de contestarle a Mario, le diría que si, que el mundo es la metáfora de otra cosa. Pero inmediatamente se me arma otro interrogante un poco más complejo: De que será entonces metáfora el mundo? Se me ocurre que el mundo seria una metáfora del deseo, que posiblemente el final de un - Página 4 de 5 -

5 análisis nos permita hacer del mundo una metáfora de nuestro deseo. Y nuevamente viene a imponerse otra pregunta: Qué sería el deseo? Ahí la pista me la da Borges, tomando prestadas sus palabras, las del epígrafe y al modo metafórico que a Mario le gustaba tanto respondería: Ese Dios, detrás del Dios que mueve al jugador, que mueve la pieza, ese Dios insondable que la trama de la vida empieza, ese Dios seria el deseo. Del lado del sujeto lo encontramos en las vueltas de la demanda, del lado del analista deseo sin demanda, el analista desea que el analizante desee y desde esa posición funda su acto. Ese Dios detrás del Dios, me gusta nombrar asi al objeto a que causa el deseo. - Página 5 de 5 -

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