Ministerio de Niños Iglesia Cristiana Mega Zoe Tema: Cántico de alabanza de David

Transcripción

1 Ministerio de Niños Iglesia Cristiana Mega Zoe Tema: Cántico de alabanza de David I. Objetivo: Que los niños aprendan que: 1) Dios preserva para su reino celestial a los que son suyos. 2) Debemos agradecer los cuidos y todos los beneficios que nos otorga Dios. 3) Invoquemos a Jehová para ganar cualquier batalla. II. Lectura Bíblica: (El maestro debe estudiar para preparar la clase) 2 Samuel 22 III. Versículo Bíblico: Hebreos 13:15 IV. Repasar clase anterior. V. Desarrollo de la clase. Este capítulo no es una historia como los demás que hemos discutido; es así, como un Salmo o cántico de alabanza. En el Salmo 18, se encuentra luego aunque con algunas variaciones. Es un cántico de gratitud entre las muchas veces que David fue librado o preservado de las manos de sus enemigos. Se cree que David lo escribió cuando ya era viejo, como un repaso general de los muchos favores y de las grandes preservaciones con que Dios le había bendecido; desde la primera hasta la última. Los hijos del Señor, por años han vivido con muchos enemigos y están en inminente peligro de caer en manos de ellos.

2 David era muy amado y era escogido por Dios, pero siempre está el que odia y porque odian buscan la ruina de los que ellos odian. (Juan 15:18 y 19) No te asombres si te odian y el mundo te aborrece. Aquellos que confían en hacer lo que Dios les envía, encuentran el socorro no en las fuerzas de uno sino en la de Él. Como David, los hijos de Dios nunca se encuentran libres por completo de los enemigos; sólo lo estaremos cuando vayamos al cielo. (2 Timoteo 4:18) Dios preserva para Su reino celestial a los que son suyos. Dios con su mano de poder salía a defender a David; por tal razón, David tenía cántico y manos para adorarle. Acción de gracias para el Padre era lo que David hacía cada vez que escribía y sacaba el arpa para entonar cada cántico por los cuidos de Dios. Debemos ser agradecidos a Dios por todos los beneficios que nos otorga. David agradecía a Dios en sus cánticos como Dios lo libraba de sus enemigos cada día. Eran muchos los enemigos que tenía David. (2 Samuel 22:1) David adora a Dios y le alaba por sus perfecciones infinitas. (2 Samuel 22:32) No hay nadie que se pueda comparar con Él: Quién es Dios, sino sólo Jehová? Todo lo que fuera de Jehová se adora, es tan sólo pretensión vana y falsedad inútil. Toda imagen, toda estatua o ídolo es pretender lo que no es. Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Los dioses ajenos están muertos, pero Jehová vive.

3 La obra que Dios ha comenzado la terminará (Filipenses 1:6) y su Palabra es firme, porque podemos confiar en Él, como David confió y lo adoró. En su angustia invocó a Jehová, se gloriaba que Jehová era Dios y mantenía una relación con Él. (2 Samuel 22:7) Y si es mi Dios, es mi roca; por tal razón, esa confianza de David dice en Él (2 Samuel 22:33) Él que me ciñe de fuerza y quien despeja mi camino. Él descansaba solamente en Dios, ni sus fuerzas, ni en sus jinetes, ni en sus soldados, ni en su pueblo, confiaba solo en Jehová. Es la roca en la que me refugio y en la que pongo mi confianza y edifica su esperanza. Era el Dios de su salvación; no miraba absolutamente a nadie más que a Dios. Su principal refugio era Dios Su fortaleza, su torre de salvación, aunque se escondió más de una vez en una roca, Dios era su fortaleza. Era su torre, donde ningún enemigo podía subir tan alto a esa torre que era Jehová; ni podía escalarla ni abatirla. Pudo pensar David: Estoy cargado, Voy a hundirme? No! Jehová es mi apoyo. (2 Samuel 22:19). Se puede encontrar en oscura, perdido en las tinieblas de la duda y de la ansiedad. (2 Samuel 22:29) Tú eres mi lámpara, oh Jehová; mi Dios alumbrará mis tinieblas y disipará la nube de la ansiedad y de la desesperación. (2 Samuel 22:29) David se beneficia de la comunión que tenía con Dios; así que no había en él dificultad. Decía David, Él es mío, En Él confiaré, Invocaré a Jehová, porque David veía a Dios tan poderoso, grande;

4 nadie lo podía derrotar, decía es digno de ser alabado A Él le daré gracias públicamente: Yo le confesaré entre las naciones. (2 Samuel 22:50) David le da la gloria a Dios, no sólo de sus liberaciones, sino también de sus éxitos. David expuesto a tantos peligros sabe que Jehová le ha dado salvación. Los enemigos se levantaron contra él (2 Samuel 22:39,49). Le aborrecían (2 Samuel 22:41). Dios lo había librado del varón violento; de todos aquellos enemigos que mal le deseaban. Esos ataques tan violentos eran para él como ondas de muerte y torrentes de perversidad (2 Samuel 22:5) lazos del Seol y trampas de muerte (2 Samuel 22:6). Se encontraba tan impotente como un pájaro en la trampa y un cadáver en un sepulcro. Como era de oración, tenía liberación. En mi angustia invoqué a Jehová (2 Samuel 22:7). Esa es la forma de ganar cualquier batalla, invocando a Jehová. David dice, Me libró porque puso en mí su complacencia, esto era el pacto de amor de Dios hacia David. David engrandece los grandes éxitos con que Dios le había favorecido. No sólo le había preservado, sino que le había prosperado. Le había bendecido: (2 Samuel 22:20) Me sacó a lugar espacioso. Anchura. Con talento militar, aunque se había criado como pastorcillo, se instruyó bien en las artes de la guerra y se adoptó a la vida de fatiga y peligro que la guerra trae. El mismo Dios que le llamó para que luchara la batalla de Jehová, le cualificó para este servicio.

5 Luchó con violencia contra sus enemigos: sobre Saúl, Absalón, filisteos, moabitas, amonitas, sirios y otros pueblos vecinos. (2 Samuel 22:38-43) (2 Samuel 22:33) Despeja mi camino de obstáculos. (2 Samuel 22:34) Le sostuvo en las alturas, esto es en las difíciles fortalezas que ocupó. Hasta Dios llevarlo al trono de Israel. Hace reflexiones sobre su integridad. (2 Samuel 22: 21-25) Como se conducía con Saúl, Absalón, Is-boset, Seba y demás que se oponían a que subiera al trono de Israel o aquellos que querían destronarle. Le acusaban falsamente, pero su testimonio era su propia conciencia de que no era un ambicioso ni sanguinario como le llamaban. Su conciencia le daba tranquilidad que había guardado los caminos de Jehová. (2 Samuel 22:22) Se había guardado de la maldad, no apartándose de los mandamientos divinos (2 Samuel 22:22, 23, 24). Un cántico de gozo y esperanza, como deberíamos hacer también nosotros, con la mira puesta en el gran Redentor. VI. Actividad sugerida: Colorear un dibujo de la clase.