El Sínodo sin rodeos. Dr. Óscar Perdiz Figueroa. Sínodo sobre la familia de octubre de El documento no ha cambiado la doctrina de la Iglesia

Transcripción

1 El Sínodo sin rodeos Dr. Óscar Perdiz Figueroa El Sínodo extraordinario sobre la familia tuvo como resultado un documento de trabajo que contempla a quienes no están casados, a los divorciados que sufren la injusticia del abandono, a los divorciados vueltos a unir civilmente con otra persona y a las personas homosexuales, a tantas mujeres que sufren violencia o abandono, este documento prepara el Sínodo sobre la familia de octubre de El documento no ha cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia para decepción de muchos ni sobre la necesidad de arrepentimiento y confesión sacramental para acercarse a comulgar si existe conciencia de pecado grave. En medio de todo esto no hay que olvidar a los millones de familias que enfrentan con amor la lucha diaria de la vida, sobre todo

2 en los países y comunidades pobres. Todo lo anterior revela que el punto central es sin duda, el amor pues las crisis de los matrimonios y de la familia no se evitarían pero se superarían, con un poco de amor y que el amor nos introduce en el misterio de Dios. 1. Problema: qué es el amor? Por lo pronto, una palabra que significa muchas realidades muy diferentes: sentimientos, pasiones, afectos, enamoramiento, donación, relaciones sexuales, posesiones y dependencias y en algunas lenguas, hasta a cosas y animales. Ello exige descubrir el orden que hay en él. Amor est velle bona amato, amor es querer (buscar) bienes para el amado, escribió Tomás de Aquino. Y para ello es el matrimonio. El amor es fruto de la necesidad de recibir y de donarse a alguien, libremente. El riesgo de la libertad en el fondo consiste poder negar el amor. 2. Cuáles son los grados del amor? El primer grado y el más tenue es el afecto, es el más humilde de los amores. Como el que debe haber ante los extraños que uno encuentra a diario: son más dignos de amor lo uno piensa. Por ello el afecto debe ser cultivado e incluye las buenas maneras. El segundo grado de amor es el eros es un amor que se sitúa dentro de un ámbito sagrado que tiene que ver con la unión íntima entre un hombre y una mujer envueltos en el misterio de la vida y que de suyo implica fidelidad corporal absoluta, sabiendo que no todo en la vida de pareja se reduce a goce. El mayor enemigo del eros es el egoísmo que se centra sólo en el placer de la persona y no en la persona del placer, quien ama hacer el amor y no amar al otro, en realidad no ama pues no sale de sí mismo. Estos dos se manifiestan en el enamoramiento., el sentimiento de querer vivir con alguien para siempre. Pero contradictoriamente es solo eso, un sentimiento. Por eso es una manifestación de la grandeza y pequeñez humanas y de la necesidad de ir más allá, a la donación. Se puede amar para siempre a una persona? La decisión libre de amar es el siguiente grado. El tercer nivel del amor es la amistad. Los esposos están llamados a la amistad y la

3 familia es su primera escuela. Ante el gran misterio de la vida humana no queda sino buscar quien tenga la misma mirada para dirigirla juntos hacia delante. Es inconcebible una relación amorosa como el matrimonio, sin amistad, no va a ningún lado pues no tiene proyecto ni futuro, lo curioso es que muchas no llegan al nivel de amistad. El cuarto y más elevado grado del amor es la donación o benevolencia lo que nos hace como Dios: dar y crear gratuitamente (caritas en latín y ágape en griego). Consiste en amar al otro como Dios lo amaría y quererlo como como se amaría a Dios. Por eso el ateísmo actual es sinónimo de incapacidad para amar. Amar a alguien sobre todo en el matrimonio y la familia, implica una continua lucha y un sobreponerse a sí mismo. En ello está la búsqueda de la perfección y la medida del amor es amar sin medida, decía san Agustín. El amor de donación en el matrimonio, integra todos los otros grados: se manifiesta en amistad y afirma: porque quiero lo mejor para ti porque te amo y lo demuestro con manifestaciones concretas de eros y afecto. Un gran error del que arrepentirse no es el de haber amado demasiado a las personas, sino el de no haberse dado cuenta de a quién se amaba, afirmaba C: S: Lewis. 3. Tres errores en el amor. El primero es creer que amar consiste en recibir. Es la causa de los fracasos en el amor pues está basado en sentimientos pasajeros. Se puede pasar la vida esperando recibir de los demás, a salto de mata, sin proyectos, cosechando solo insatisfacción, fingiendo una vida de matrimonio donde no la hay. Es propio de la masa creer en la mentira de que amar equivale a ser amado, el inicio del fracaso. Por ello muchos se obsesionan en ser sexies, en ligar y tener mayor sex appeal, en ganar amigos, seducir, por libros superficiales, etc. Las redes sociales están plagadas de estas autopistas al basurero del amor. El segundo error es creer que no hay que prepararse al amor, que en cuestiones de amor no hay nada que aprender y que éste se puede dejar al azar y al tiempo. Si el amor es un arte, éste requiere de teoría y práctica: ejercitar los músculos del amor, donándose. Amar es la actividad más

4 importante de cada uno y requiere de una educación. La violencia, la prepotencia y los abusos vienen de personas que no aprendieron a amar. El tercer error es concebir el matrimonio como renuncia. La sociedad actual está atenazada entre el deseo de amar sinceramente y el prejuicio de que el matrimonio deja fuera el amor. en realidad el matrimonio y la familia son el lugar privilegiado para amar a los demás, por ello son el núcleo y célula de la sociedad. Hay que tener claras estas tres cosas: la primera, el amor no es solo sentimiento, que requiere de preparación, trabajo y entrega; la segunda, que consiste en integrar los cuatro grados desde la donación, amistad, eros y afecto y la tercera, que amor y matrimonio son inseparables. Fromm dividía así el amor: el amor infantil: quiero porque me quieren, el amor adulto: me quieren porque quiero, el amor inmaduro: te quiero porque te necesito y el amor maduro: te necesito porque te quiero. Pasos para amar. El primer movimiento es reconocerse amado. Aprender a ser hijo, reconocerse como hijo: ser hijo significa concebirse como fruto de un amor absolutamente gratuito. Sin duda, «hay más dicha en dar que en recibir». Alguien puede decir con tristeza, que no ha tenido la experiencia de ser hijo, que ha tenido una infancia desgraciada e incluso concebirse uno como no deseado o producto de la violencia. Por el hecho de vivir, tengo una misión insustituible depositada en mí por una mano amorosa, eso es la existencia y mientras se viva hay posibilidades, satisfacciones, fracasos, penas y alegrías, retos, caídas y nuevas luchas. En la medida que uno se posee a sí mismo es capaz de amar. El segundo movimiento es identificar los cuatro grados del amor y saber en qué nivel se está viviendo el matrimonio. Si ambos están en el mismo nivel. Uno puede estar en el nivel del afecto y el otro en el del eros, uno busca amistad y otro espera una relación sexual, uno se dona y el otro espera solo recibir, uno quiere un

5 proyecto para la vida y el otro sólo una experiencia pasajera. Viceversa, auténticas muestras de cariño, fruto de la donación pueden ser interpretadas por el otro como meros afectos rutinarios. El amor es un misterio que descubrir y realizar juntos. El tercer movimiento es recordar que el matrimonio y la familia son un proyecto, una historia hacia la plenitud de ambos que ambos tienen que escribir con la vida. El principal quehacer, la principal tarea y el proyecto por excelencia es el otro. Cuando no se tiene claro esto, se introducen grietas en la relación, sospechas y desconfianza, que es el veneno del amor, no en balde la desconfianza es el pecado más fuerte en las Escrituras, Satán significa acusador o introductor de la desconfianza en la relación de amor. Si el amor es querer el bien del amado, amar requiere de humildad, fe, coraje y disciplina. Son las cualidades indispensables que Fromm enumera para no fracasar en el amor. Esto a su vez significa cuidado responsabilidad, respeto y conocimiento mutuo. El amor es un misterio que convierte al hombre a la mujer que se donan mutuamente, en parientes de Dios y lo hacen presente en la vida cotidiana. El camino del amor normalmente comienza en el noviazgo, es un tiempo de mutuo conocimiento y preparación. Se realiza en plenitud con el sacramento del matrimonio, en él Dios acompaña con su presencia y la fuerza de su gracia. El amor de eros, los afectos y la amistad van más allá de los primeros años, pues el amor por naturaleza aspira a ser eterno. Este amor es fecundo pues engendra y genera, es decir acompaña toda la vida por la educación completa a través de los valores y la convivencia familiar. 4. Solo desde el amor Solo desde el amor se pueden afrontar el cansancio de la propia existencia, el sufrimiento de un hijo con capacidades especiales, la enfermedad grave, el deterioro de la vejez y la muerte de un ser querido. Tantas familias que viven estas pruebas con fortaleza, fe y amor, son un verdadero testimonio para la sociedad egoísta de hoy. Viven las pruebas como un don y descubriendo a Cristo sufriente en esos cuerpos frágiles con amor de donación.

6 Solo desde el amor se pueden sobrellevar las dificultades económicas causadas por el capitalismo perverso, por la idolatría del dinero y la dictadura de la economía que imponen los gobiernos y que humilla la dignidad de las personas. Desde el amor, los padres y madres sin trabajo o con trabajos precarios sacan adelante a sus hijos, infundiéndoles valores y salvándolos de las drogas, del vacío y la criminalidad. El amor lleva a superar las distancias en las familias prófugas o separadas por la emigración, en medio de los desiertos y de países extraños. El amor une a las familias perseguidas por su fe y valores espirituales y a las familias golpeadas por la brutalidad de las guerras y de distintas opresiones. Solo desde el amor se puede reclamar a los gobiernos que abandonen la corrupción y cumplan con sus responsabilidades, promoviendo los derechos de la familia para el bien común. Solo el amor puede rescatar a tantas mujeres que sufren violencia y diversas formas de abuso como la trata de personas; a los niños y jóvenes víctimas de abusos también por parte de quienes deberían cuidarlos y hacerlos crecer en la confianza. Solo el amor puede superar la indiferencia y el atontamiento ante las desgracias que los medios nos presentan como mero espectáculo. El amor resplandece desde los hogares por modestos que sean, donde hay una madre preocupada por sus hijos, son su cálida luz; donde un padre se desvive por sacar adelante su familia y lucha por ser fiel; donde los niños estudian y juegan a veces con graves dificultades. El amor es el verdadero calor que necesitan los cuerpos. Dios ama a todos y la Iglesia ha de ser un hogar para todos, tal como la quiso Cristo. Por eso más que decirle a la gente lo que tiene que hacer la ha de acompañar en el drama de la propia vida. Son las familias, fundadas en el amor del matrimonio, las que día a día construyen el reino de Dios en la tierra. Por ello los esposos y las familias han de orar, para no perder el brillo y recordar siempre su insustituible misión. Para descargar este artículo en Formato PDF, da clic en el siguiente vínculo: Informes: comunicacion@familia.edu.mx

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