Ernesto de Estrada. Curar con arcilla. Propiedades terapéuticas y técnicas de aplicación

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Rosa Juárez Soriano
hace 7 años
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4 Curar con arcilla es editado por EDICIONES LEA S.A. Av. Dorrego 330 C1414CJQ Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Web: ISBN Queda hecho el depósito que establece la Ley Prohibida su reproducción total o parcial, así como su almacenamiento electrónico o mecánico. Todos los derechos reservados Ediciones Lea S.A.

5 CAPÍTULO 1 La arcilla, características, historia y propiedades E l conocimiento del poder curativo de la arcilla se remonta a los comienzos de la civilización. Los egipcios la utilizaban en la momificación de los cuerpos, ya que conocían sus principios purificadores. Por su parte, los griegos la utilizaban para el tratamiento de las fracturas. Entre los pueblos primitivos, que vivían en contacto directo con la naturaleza, la utilización de la arcilla era moneda corriente. Sin ir más lejos, en nuestra tradición americana es muy popular aplicar barro en las picaduras de insectos, por ejemplo. Pero los responsables del renacimiento de la fangoterapia, como se denomina comúnmente a las terapias con arcillas y fangos, han sido los naturópatas alemanes, Kneipp, Kuhn, Just, y Felke. Qué es y de dónde viene

6 La arcilla es un mineral que puede estar en la montaña como rocas de feldespatos y micas, o bajo tierra como sedimento. Composición química: óxido de aluminio, silicio, hierro, calcio, potasio y rastros de magnesio. Características: plástica, elástica, manuable, homogénea y lo más importante: absorbente. Su coloración varía; puede ser verde, roja, marrón, amarilla, gris, blanca, negra. La diferencia de color nos revela variantes en la composición, y por ende, tendrá distintos usos, propiedades y fines. En Europa su utilización está ampliamente desarrollada, tanto es así, que podemos comprar la arcilla terapéutica en supermercados, y se emplea corrientemente en hospitales y consultorios médicos. La arcilla que encontramos en la Argentina es de excelente calidad, ya que proviene, casi siempre, de la cordillera de los Andes. La amplia variedad existente nos brinda una herramienta afinada para cada tipo de dolencia, y se puede conseguir en dietéticas y proveedores de productos naturales. Existen diversos tipos de arcilla, con diferentes cualidades. Su calidad está determinada por la composición química y la presencia de cuerpos

7 extraños. Cuanto más virgen y puro sea el lugar de extracción, mayor será su acción. Un análisis constante de la composición química nos revelará su grado de pureza y la posible presencia de arena y otros cuerpos extraños, especialmente no recomendados en las arcillas de uso interno. Es muy común asociar esta arcilla con la empleada en alfarería, que no tiene uso terapéutico. Los tres fangos Hay tres tipos de fango que pueden conseguirse en la Argentina: 1. Arcilla Existe en varias zonas del país. La Cordillera de los Andes, Córdoba, San Luis, Entre Ríos y otras provincias argentinas son muy ricas en arcilla. Lo mejor es recolectarla directamente en su lugar de origen y, en lo posible, utilizar la de la zona en la que uno vive. Estas arcillas pueden presentar distintas coloraciones como marrón, rojo, verde, negro, blanco-caolín, y otros. La ventaja de la arcilla es que se puede mezclar con los dos fangos que veremos a continuación, y que se pueden hacer

8 cataplasmas. 2. Fango termal volcánico Se lo encuentra en los pozos termales que fluyen naturalmente en la cordillera, y pueden ser fríos o calientes. Estos pozos suelen aparecer y desaparecer sin dejar rastros. Por lo general es de color gris. Una zona muy rica en fango termal volcánico es Copahue, en las termas de Neuquén. 3. Fango del fondo de los lagos salados Es el fango o barro que se encuentra en el fondo de los lagos y lagunas de agua salada. Los más conocidos son: Laguna de Guatraché, La Pampa: contiene un fango muy potente, de características similares al que se obtiene en el Mar Muerto. Una técnica adecuada para disfrutar de sus beneficios, es embarrarse por completo y permanecer durante varios minutos. Luego, ducharse. Lago Epecuén, Carhué, Buenos Aires. Laguna de Mar Chiquita, Miramar, Córdoba. En estos tres sitios hay termas, spas y hoteles especializados con tratamientos en Fangoterapia.

9 La arcilla que cura Rica en sílice, silicato de alúmina, cal, magnesio, óxido de hierro y óxidos alcalinos, la arcilla es un verdadero aliado de la salud. El sílice es fundamental para el buen funcionamiento óseo, vascular, nervioso y respiratorio, y es un agente antitóxico que fortifica todos los tejidos del organismo, en particular en los casos de reumatismos, arteriosclerosis, artrosis, tuberculosis. También actúa como reparador de fracturas y colaborador de las células. La arcilla es absorbente y desinfectante, y su poder terapéutico la hace ideal para tratar contusiones, llagas, heridas con pus, picaduras de insectos, mordeduras de animales, incluso si se encuentran afectados con rabia. Al aplicarla sobre la piel, el cuerpo absorbe los minerales. A su vez, absorbe del organismo todas las sustancias que pueden resultar perjudiciales. Como desinflamatorio, actúa sobre los focos infecciosos eliminando el pus. Además, estimula las funciones de la piel, favorece la fijación y destrucción del ácido úrico, y es muy recomendada para ayudar en los tratamientos contra la gota. El doctor Raymond Dextreit, creador de uno de los métodos de fangoterapia más exitosos, no dudaba

10 en afirmar que todo elemento tóxico del cuerpo que tenga radiaciones negativas, es absorbido y expulsado por la arcilla. Es que su poder de absorción es tan potente que es útil, incluso, para quitar espinas de la piel. Cuando hay retención de líquidos, es ideal para movilizar el agua corporal. Uno de los tratamientos más saludables contra la inflamación de tobillos o rodillas por esta causa, es colocar un poco de arcilla durante algunos días. Pronto comenzará a fluir el líquido hasta reducir la inflamación. Un poco de historia A través de la historia de la humanidad, el hombre ha aprendido a utilizar la arcilla, la tierra y el barro para convertirla en una herramienta más en la sanación. Pero fue el médico francés Raymond Dextreit, autor de El poder curativo de la arcilla, quien comenzó a utilizarla en un sistema de compresas y cataplasmas. Mediante gasa de algodón, realizaba aplicaciones en diferentes áreas del cuerpo. Toda dolencia es resultado de una fiebre gastrointestinal en grado variable, de manera que no existe enfermo sin fiebre. Cuando la temperatura

11 no aparece en el exterior, es porque está refugiada en las entrañas. La temperatura anormal del tubo digestivo favorece la putrefacción intestinal y es causa de enfermedades. Así como toda alteración de la salud tiene su origen y punto de apoyo en desarreglos digestivos, todo restablecimiento orgánico debe fundamentarse en la normalización de la digestión, para lo cual es preciso combatir la fiebre del interior del vientre. Esto es lo que entendió Dextreit al utilizar arcilla para lograr refrescar el organismo, alcanzando su descongestión y provocando el flujo de sangre a la piel para obtener el equilibrio térmico, lo que se traduce en salud integral. Las propiedades curativas de la arcilla y el barro se fundan en el poder regenerador, refrescante, desinflamante, descongestionante, purificador, cicatrizante, absorbente y calmante que posee la tierra. En ciertos casos, como en el tratamiento de inflamaciones agudas como picaduras, golpes o quemaduras, la arcilla pierde su acción descongestionante a medida que se calienta. En cambio, en las congestiones de los órganos internos del cuerpo, mientras mayor temperatura alcance aplicada directamente sobre la región afectada y manteniéndola constantemente en el

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