ASPECTOS COMUNES EN LA MISIÓN CONTINENTAL Mayo 4 de 2010.

Transcripción

1 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO-CELAM DEPARTAMENTO DE MISIÓN Y ESPIRITUALIDAD ASPECTOS COMUNES EN LA MISIÓN CONTINENTAL Mayo 4 de Leonidas Ortiz L. Observatorio Pastoral del CELAM Para la elaboración de estos aspectos comunes relacionados con la puesta en práctica de la Misión Continental a la luz de Aparecida, he tenido en cuenta los informes sobre la MC presentados por los Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales en la reunión convocada por el CELAM en el mes de Marzo de Además, he tenido en cuenta los informes que presentan las CCEE en su respectiva página de internet. OBJETIVO GENERAL Hay un enfoque claro de los diversos países en la comprensión de la Misión como un abrirse al impulso del Espíritu Santo e incentivar, en las comunidades y en cada bautizado, el proceso de conversión personal y pastoral hacia un estado permanente de Misión, para una Vida plena. Por eso, hay que poner mucho énfasis, como lo hace Brasil en su lema, en: La alegría de ser discípulo misionero. CRITERIOS Las CCEE han ido precisando algunos criterios que guían la acción misionera. Algunos de estos criterios son: Promover el conocimiento y estudio de la realidad. Conocer y estudiar la realidad de las jurisdicciones eclesiásticas de cada país: vida socioeconómica y política, Educación y Cultura, pero también la situación del Clero, de la Vida Consagrada, Movimientos y Asociaciones Laicales, nuevas comunidades o grupos y otros, con una matriz común para detectar las tendencias y sus causas. Promover el encuentro personal con Cristo. Promover el encuentro personal con y en Cristo. No se comienza a ser Cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un Acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva. (DA.243). Tener en cuenta la dimensión mariana en todo el proceso misionero. 1

2 En todas las programaciones, tanto a nivel nacional como local, se ha tenido en cuenta la dimensión mariana, expresada tanto en los guiones formativos como las actividades diseñadas, especialmente en la inauguración o cierre de las diversas etapas de la Misión. Fortalecer la formación de comunidades cristianas vivas y dinámicas. Uno de los ejes que recorre los proyectos misioneros es la animación y formación de comunidades cristianas en diversos niveles: familia, grupos, pequeñas comunidades, comunidades de base, movimientos, asociaciones, parroquias. Priorizar un estilo misionero en la pastoral orgánica y diocesana, en especial desde la Parroquia Para que la Misión no quede sólo en un gesto misionero, el gran desafío es el de renovar la pastoral ordinaria desde un nuevo estilo misionero. Para ello es fundamental poner la mirada en la Parroquia como institución pastoral esencial en la tarea evangelizadora. Priorizar una pastoral misionera desde la catequesis de iniciación. La novedad misionera debe estar en agregar a la preparación pre-bautismal, una pastoral post-bautismal, donde la Iglesia haga visible que se hace cargo de los hijos que engendra. Que este camino post-bautismal pueda terminar vinculándose con la catequesis de iniciación para la Comunión y la Confirmación. Esta pastoral bautismal debe atender también la celebración litúrgica del sacramento, donde se experimente de verdad que es la comunidad eclesial que recibe a sus nuevos miembros. La novedad misionera de esta pastoral bautismal, también está en el desafío de sostener a lo largo de la vida la conciencia de la vocación bautismal de discípulos misioneros, ayudando a desarrollar el potencial misionero que hay en cada bautizado. Priorizar la realización periódica de gestos misioneros programáticos Junto con la Misión entendida de modo paradigmático (un estilo que debe impregnar toda la pastoral ordinaria), sin oponerse, sino complementándose, la Misión debe concretarse necesariamente en acciones misioneras programáticas, es decir en misiones organizadas, con objetivos puntuales, destinatarios y contenido. Este es el ámbito que más reclama una pastoral de conjunto diocesana. Es todo el presbiterio, junto a su obispo, que deciden cuáles van a ser las características de esta misión ya que es un servicio a la Iglesia toda, a la diócesis. Todos tienen que participar con gestos misioneros comunes: parroquias, movimientos laicales, pastorales específicas, etc. Priorizar el compromiso misionero hacia una sociedad justa y responsable. Pastoral Familiar y Doctrina Social de la Iglesia (DSI). La Misión Continental no puede estar separada del Bicentenario de la Independencia de nuestros países, ampliando el espacio de tiempo de su celebración. Esto permite trabajar 2

3 desde la DSI en un camino formativo y de compromiso con la construcción de la sociedad y en especial poniendo énfasis en la pastoral familiar y educativa. MISIÓN CONTINENTAL Y PLAN PASTORAL Tanto en las orientaciones pastorales emanadas desde las Conferencias Episcopales como en los planes pastorales de las diócesis se constata, en primer lugar, una incorporación de las conclusiones de Aparecida; y, en segundo lugar, una implementación de la Misión Continental en sus proyectos. ETAPAS En general, en casi todos los países, en el Itinerario de la Misión se siguen cuatro etapas etapas básicas, con un tiempo introductorio: el período introductorio: sensibilización y concientización la primera dedicada a los agentes pastorales (obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicas y laicos más coprometidos). la segunda a los grupos prioritarios más cercanos en la acción eclesial. la tercera, dedicada a la Misión sectorial y territorial la cuarta etapa es una declaratoria del carácter permanente de la Misión en todo el país. ELABORACIÓN DE SUBSIDIOS Cada país e incluso cada diócesis ha elaborado subsidios para la Misión, además de la publicación de algunos de los materiales publicados por el CELAM. Entre esos subsidios hay que destacar: Cartas Pastorales de las Conferencias Episcopales con ocasión de la Misión Continental. Catequesis y Guiones bíblicos Guía litúrgica Spots publicitarios, videos, himnos, logos CONCLUSIONES 1 En una primera evaluación podemos sacar algunas conclusiones iniciales: Se está entendiendo cada vez más que la Misión es un proceso: la sensibilización para la Misión Continental es un proceso lento que no debe decaer, que ha 3

4 entusiasmado pero que, sin duda, no termina ni este ni el próximo año. La Misión Continental debe ser entendida como un proceso en que cada etapa no sustituye a la anterior sino que amplía la profundización hacia otros lugares de encuentro personal y comunitario con el Señor. Este proceso está tensionado además por los obstáculos que se visualizan en torno a un estilo de hacer las cosas y de una actitud que debe cambiar. Persiste en no pocos la sensación de que la MC es otra actividad paralela a la pastoral ordinaria. La Misión Continental en un proceso que se vive en todas las diócesis, aunque con diferente intensidad. Lo que más caracteriza este período introductorio ha sido la incorporación de una nueva semántica, en la que se incorporan nuevos vocablos como estado permanente de misión, discípulos misioneros, proceso de conversión personal, pastoral, eclesial, interlocutores en vez de destinatarios, entre otros Este proceso se ha dado en continuidad de un tiempo de gracia, desde la preparación de los aportes para la V Conferencia de Aparecida y su llamado a recomenzar desde Cristo que se plasma en el proyecto de la Misión Continental. Sin embargo, el impulso que se venía experimentando en este tiempo de gracia se enfrenta al desafío muy concreto de plasmar los llamados de Aparecida en las realidades locales. Este proceso implica un cambio de mentalidad: Se trata de comprender que: o es indispensable hacerse discípulo para hacerse misionero, o los ámbitos de misión serán los mismos que se viven cotidianamente pero ahora dando testimonio de la propia conversión por desborde de gozo y alegría, o la parroquia debe salir al encuentro de los interlocutores, especialmente, de los más alejados, lo cual incluye la Misión ad gentes. En todo este proceso es indispensable la gran ayuda del método de la Lectio Divina que debe entrar decididamente en nuestra pastoral ordinaria, como una dimensión que nos irá acompañando en los años sucesivos. La figura del Obispo es crucial. El obispo diocesano es un impulsor altamente determinante de la Misión continental. Su rol protagónico y su presencia efectiva en las actividades y encuentros, así como su modo de comunicar en clave misionera, están directamente relacionados con una introducción más efectiva del proceso de MC en las diócesis y con una mayor vivencia de su espiritualidad. Las necesidades más sentidas: 4

5 o a) insistir en la animación de la Misión Continental para aprender a apoyar, animar y realizar procesos pastorales pedagógicos, aún en la Catequesis sacramental, para evitar quedarnos sólo en la dimensión de eventos y acciones aisladas; o b) aprender a sistematizar la experiencia individual y grupal para que rinda frutos verdaderos y permanentes en los agentes evangelizadores; o c) promover el reencantamiento y formación paciente, progresivo y permanente en los agentes evangelizadores, sobre todo en la persona del sacerdote. El rasgo esperanzador con que se evalúa este caminar es un aliciente poderoso a la hora de decidir prioridades o enfoques. Desde las diócesis se percibe que la Iglesia está viviendo, en cada país y en América Latina, un tiempo de gracia, un momento histórico. Sus protagonistas se sienten bendecidos por ello: esto es, sin lugar a equívocos, un factor determinante en la mística del proceso, que es, a fin de cuentas, su mayor propósito. Bogotá, Mayo 4 de