Tema 7. El imperialismo y los conflictos internacionales.

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1 Tema 7. El imperialismo y los conflictos internacionales. 1. ORIGEN Y FORMACIÓN DE LA EXPANSIÓN IMPERIALISTA. 2. EL REPARTO SOBRE EL MAPA ( ) 3. LA OCUPACIÓN EFECTIVA Y LOS CONFLICTOS ( ) 4. CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO 1. Origen y formación de la expansión imperialista. 1. Causas o factores del imperialismo La reactivación de los intereses coloniales de los países desarrollados desde mediados del siglo XIX, se debe a la conjunción de diversas explicaciones, sin que ninguna de ellas por si sola pueda explicar este fenómeno que marcará especialmente el final del siglo XIX y los inicios del siglo XX Explicación económica Las explicaciones económicas son las que más peso van a tener en el desarrollo de este fenómeno, siendo dos los elementos más importantes: Las necesidades del capital. Algunos autores consideran que el capital financiero empieza a buscar nuevos mercados donde invertir el capital excedente, puesto que, especialmente desde finales del siglo XIX ha bajado la tasa de beneficio que bancos y empresas conseguían dentro de su propio país. Comenzará así una lucha entre las viejas potencias europeas por conquistar nuevos mercados industriales y nuevas zonas en las que invertir, lo que llevará en muchos casos a la anexión directa de territorios como único medio de asegurar las inversiones realizadas. Las necesidades comerciales. La extensión de la Revolución Industrial por el resto de países europeos, e incluso extraeuropeos como los EEUU o Japón, hará vital el control de nuevos territorios donde asegurar el abastecimiento de materias primas y la venta de la producción industrial. Así, el miedo a que se impusiera el proteccionismo en territorios hasta ese momento abiertos al comercio, alentó un imperialismo defensivo entre estados industrializados que da lugar a una carrera por el control de las regiones sin colonizar del planeta Explicación política Este tipo de explicación parte de la idea, extendida en el siglo XIX, de que para ser una gran potencia es preciso tener colonias, y, como en el caso anterior, también se mezclan dos elementos: Los gobiernos del siglo XIX juzgaron necesario adquirir posesiones ultramarinas como parte de sus maniobras diplomáticas, como estatus simbólicos o, simplemente para que no fueran ocupadas por otras potencias. De este modo, una vez que las potencias europeas comenzaron a dividirse el mapa de África o Asia, cada una intentó que fuera a parar a otra potencia la menor porción posible de territorios. Pero, sobre todos, los estadistas del siglo XIX comenzaron a identificar 1

2 el status de gran potencia con la posesión de un imperio colonial: un país fuerte tenía que tener colonias y las colonias hacían fuerte a un país. Por otro lado, diferentes grupos sociales reclaman, de una u otra forma, la expansión imperialista, desde los grupos nacionalistas hasta sociedades geográficas (Livingstone) o las misiones cristianas (Hermanos Blancos Franceses). Tras sus expediciones, en muchas ocasiones surgen peticiones a los gobiernos para que asuman el control de los territorios en los que trabajan misioneros, maestros, doctores, etc 2. Fases y caracteres generales de la expansión colonial europea Fases del colonialismo En la expansión europea por el mundo y el desarrollo de colonialismo hay que distinguir tres etapas que están relacionadas con la evolución general del mundo occidental y en especial, con sus transformaciones económico-sociales y políticas: La primera fase se extienden desde principios del siglo XVI a finales del XVII caracterizada por la iniciación y desarrollo de la expansión colonial sobre una base económica de tipo mercantil, constituyendo un tipo de colonialismo comercial precapitalista. La segunda fase comprende desde principios del siglo XIX hasta Se caracteriza por estar directamente relacionado con los avances de la industria y el asentamiento del capitalismo. A esta fase la podemos denominar como colonialismo industrial. La tercera fase se extiende desde hasta la Segunda Guerra Mundial y corresponde a la plenitud del colonialismo e imperialismo europeos relacionado con la gran expansión económica e industrial del gran capitalismo monopolista occidental: es la fase plena del dominio político y explotación económica del gran capitalismo e imperialismo. Aun podríamos hablar de una cuarta fase, posterior a la Segunda Guerra Mundial cuando los países hasta entonces colonizados acceden a la independencia política aunque no económica ya que pasan a padecer lo que se ha denominado "NEOCOLONIALISMO", un colonialismo económico más o menos solapado La administración de los territorios ultramarinos. Ante la decadencia de las "compañías" que tradicionalmente habían explotado económicamente las colonias, desde el siglo XIX encontramos nuevas formas de administrar y explotar estos territorios: a. En función de la administración política COLONIAS. Territorios que por el derecho de ocupación han caído bajo la órbita de la metrópoli que impone sus funcionarios e instituciones, organizando la administración. Ha perdido cualquier tipo de gobierno indígena anterior a la conquista. PROTECTORADOS. Se respeta el gobierno indígena que sin embargo ha de seguir las directrices de política exterior marcadas por la metrópoli y en la práctica cae en la sumisión total al gobierno de la potencia con la que ha pactado. Los protectorados suelen darse en zonas que por el choque de intereses muy diversos o por evitar guerras con los indígenas no interesa la conquista: en este caso se procede a un pacto entre la potencia imperialista y el gobierno indígena. A los que se pueden 2

3 3 Historia del Mundo Contemporáneo - 1º Bachillerato llegar, bien porque los gobiernos indígenas se ven impotentes ante la presencia de un ejército europeo, bien porque se ha planificado desde Europa: Por ejemplo tras la Conferencia de Algeciras de (1906) se decidió dividir Marruecos en dos protectorados, uno bajo influencia francesa y otro bajo la española. En la práctica, la diferencia entre protectorado y colonia era casi inexistente. CONCESIONES. Grado menor de presencia europea que consiste en un acuerdo de tipo comercial por el que se produce un asentamiento generalmente en una zona compuesta de mar, para facilitar los intercambios (Hong Kong). TERRITORIOS METROPOLITANOS. Administrativa y jurídicamente son iguales a la metrópoli, formando parte de ella a todos los efectos como una o provincia más, como los dominios ingleses de Canadá y Australia, o el caso de Argelia para los franceses. MANDATOS. Creados por la Sociedad de Naciones, tras la Primera Guerra Mundial, para administrar territorios hasta entonces dependientes de los países vecinos en el conflicto. Suponía la tutela de un país colonizador sobre otro colonizado, de cuya administración debía dar regularmente cuenta a la SDN. Se mantendría únicamente hasta que la población indígena fuera capaz de autoadministrarse. b. En función de su actividad económica Durante la primera fase de la expansión colonial (ss.xvi-xviii) el sistema dominante fue el colonialismo mercantilista basado en el gran comercio, cuyo ejemplo paradigmático sería el comercio triangular. Sin embargo, desde el despegue industrial del siglo XIX las colonias pasaron a dividirse en dos tipos: Colonias DE POBLAMIENTO: de abundante y mayoritaria población de origen europeo, tendente a establecerse de forma permanente, imponiéndose sobre la minoría de población indígena. La colonización británica seguirá este modelo dando lugar a los Dominios: un ejemplo fue la colonización británica en Canadá o Australia, donde, bajo la soberanía de la corona, disfrutaban de total autogobierno, organizado según el patrón de la metrópoli. Colonias DE EXPLOTACIÓN: sometidas a estructuras económicas y administrativas metropolitanas, que explotan sus recursos naturales. La población indígena, mayoritaria, queda sometida a una minoría europea de funcionarios que sólo permanecían allí temporalmente. 3. Áreas geográficas de expansión e imperios coloniales. Las áreas geográficas conocidas y dominadas como consecuencia de la expansión europea durante los primeros siglos de la acción colonial (siglos XVI al XVIII) abarcan los grandes océanos, Atlántico, Indico y Pacífico pero no comprendían todos los continentes limitándose a establecerse en las costas de África, Asia y Norteamérica y también en algunos territorios interiores de América del Sur. Tras la independencia americana y durante todo el siglo XIX la expansión colonial europea se intensificó por todos los océanos y continentes produciéndose así la penetración y ocupación de la totalidad de los territorios interiores de tales continentes, especialmente de África, y Asia, y llegándose a finales de siglo a los repartos coloniales entre las potencias, que mantendrán su hegemonía sobre las áreas coloniales hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Los imperios coloniales se van constituyendo durante estos siglos teniendo los primeros tiempos un carácter oceánico ya que se configuran y extienden siguiendo las rutas marítimas y asentándose en las costas: sólo desde el siglo XIX tendrán una base continental al producirse las

4 penetraciones hacia el interior de los continentes. Pueden distinguirse varios tipos imperios coloniales: Los viejos imperios que sobreviven de épocas anteriores aunque disminuidos en su extensión, son los de España y Portugal y también Holanda y Dinamarca. Los grandes imperios. Inglés y francés, aunque sufrieron pérdidas a fines del siglo XVIII fueron renovados y reconquistados durante el siglo XIX llegando a ser los más ricos y extensos. El imperio inglés es el más importante con posesiones en todos los continentes. El imperio francés también se extendía por todo el mundo principalmente en Asia, América, Oceanía y África Los nuevos imperios. Formados por nuevas potencias europeas con afanes expansivos: Bélgica (Congo), Alemania e Italia. Además, el tradicional imperio ruso de carácter continental extendido por Asia central y los más recientes imperios, resultado de la expansión de Estados Unidos y de Japón. 2. El reparto sobre el mapa ( ) Los ocho años que siguen a 1883 fueron los más importantes para la segunda expansión europea. En 1890 la mayor parte de África y del Pacífico había sido ya reivindicada por esta o aquella potencia. El reparto del sudeste asiático estaba casi completado y era evidente que muy pronto el resto del mundo independiente caería bajo el predominio Europa. 1. El reparto de África desde 1883 a 1890 La crisis que condujo al reparto nació de la situación instaurada en el Congo y del desacuerdo anglo-francés a propósito de Egipto, pero fue Bismarck quien la hizo estallar. Aunque hacia 1880 el interior de África era prácticamente desconocido para los europeos, que sólo habían establecido enclaves portuarios a lo largo de la costa, en 1914 todo el territorio africano se hallaba repartido entre las diversas naciones europeas, salvo dos países: Liberia, creado por iniciativa de EE.UU., y Abisinia. Las ocupaciones y actividades europeas más importantes ya se habían realizado con anterioridad a la Conferencia de Berlín de , donde las potencias europeas llegaron a unos acuerdos para repartirse el control del continente africano. Norte de África. Francia y Gran Bretaña ya se habían instalado en los territorios dependientes del Imperio turco: Argelia (1830) y el protectorado de Túnez (1881) para Francia, mientras los británicos establecían un protectorado sobre Egipto (1882). África Occidental. Venían actuando Francia (en Senegal y Gabón=Congo Francés), Inglaterra (Sierra Leona, Nigeria y Costa de Oro=Ghana), Portugal en Guinea y España en Río de Oro (Sáhara Español) y en el golfo de Guinea (Río Muni o Guinea Española). África Oriental. Inglaterra se hizo presente en la zona penetrando desde Egipto en dirección sur hacia Sudán, mientras franceses e italianos se establecieron en las costas del mar Rojo (Somalia y Eritrea). Sur de África. Portugal poseía desde siglos anteriores las fachadas marítimas de las colonias de Angola y Mozambique. Sin embargo, la situación se complicó con la presencia de dos poblaciones europeas, holandeses (los boers o afrikáners i ) e ingleses. Los holandeses, a mediados del siglo XVII, se habían establecido en la colonia de El Cabo y, tras las guerras napoleónicas, la colonia pasó a los ingleses, obligando a los boers a desplazarse hacia el norte (Orange y Transvaal). África central. Alemania e Italia, al realizar tarde su unificación territorial, accedieron con retraso al reparto colonial cuando las mejores piezas del botín estaban ya distribuidas. Pero fue el 4

5 problema de la ocupación de los territorios centroafricanos lo que llevó, por iniciativa de Bismarck, a reunir en la Conferencia de Berlín, donde las potencias europeas llegaron a unos acuerdos para repartirse el continente africano: Se decidió la libre navegación por los ríos Congo y Níger y la libertad de comercio en África central entre el Atlántico y el Índico. Se acordó que sólo la ocupación efectiva, y no el descubrimiento previo, daba derecho a considerar un territorio como colonia propia, lo que dio lugar a una auténtica carrera colonial para conquistar África. Para evitar tensiones entre las potencias europeas por el control del África central, se decidió crear el llamado Estado Libre del Congo como propiedad de Leopoldo II de Bélgica ( ), que a su muerte legó a Bélgica. Desde ese momento, Alemania pudo ocupar Tanganica, Camerún y África del Suroeste. En el siglo XX, el káiser Guillermo II consideró este lote insuficiente, pero sus planes para acrecentarlo sólo tuvieron como resultado aumentar la tensión precursora de la Primera Guerra Mundial. Italia obtuvo Somalia y Libia, y aspiraba a Túnez pero Francia se le adelantó. También, su intento de conquistar Abisinia terminó en un gran fracaso: la derrota de Adua (1896). 2. India y Sureste de Asia La expansión europea en Asia se desarrolló paralelamente al reparto de África. Francia actuó con éxito en Indochina. En , durante el Imperio de Napoleón III, ocupó la Cochinchina (región meridional de Vietnam=delta del Mekong con su capital Saigón). Tras enfrentarse a China ( ) y salir ésta derrotada ello le permitió ampliar su presencia creando la Unión Indochina (1887), formada por Cochinchina y los territorios de Annam, Tonkin, Camboya y, más adelante, Laos. En la India la presencia británica era una realidad desde finales del siglo XVIII. En el siglo XIX la administración inglesa se acentúa, sobre todo tras la revuelta de los cipayos (indios que formaban parte del ejército británico) en Los ingleses practicaron una política de aislamiento de la India frente a otros imperialismos. Así, para contrarrestar la hegemonía francesa en el sudeste de Asia, Inglaterra procedió a la anexión de Birmania y de la extremidad sur de la península de Malaca, convirtiendo a Singapur en uno de los puertos más importantes del Extremo Oriente. En otra dirección, frente al Imperio ruso, que estaba extendiéndose por tierras del Asia central, ocupando todo el Turquestán, Gran Bretaña consideró que sus intereses en Persia y la India podían verse afectados; al final, los dos Imperios (ruso y británico) permitieron que Afganistán cumpliera el papel de Estado-tapón, independiente, para separar a ambos Imperios. Por último, los holandeses que, a principios del siglo XIX, ocupaban poco más que la isla de Java, afirmaron su administración sobre las Indias Orientales Holandesas (Java, Sumatra, Borneo y parte de las islas Célebes) totalmente ocupadas en El imperialismo en China Los historiadores chinos denominan a la época en que se desarrollaban los distintos imperialismos como época de los tratados desiguales. China, en efecto, no fue ocupada, como ocurrió con la India, pero si fue violentada, saqueada, repartida. China venía mostrando un carácter cerrado y autosuficiente. Los europeos la habían visitado desde la Edad Media, pero los chinos se resistían a relacionarse con los bárbaros del Oeste y del Sur. 5

6 Sin embargo, a mediados del siglo XIX, el aislamiento chino estaba llegando a su fin. La dinastía Manchú, reinante desde el siglo XVII, era incapaz de controlar el país. Los occidentales se aprovecharon de la debilidad de los emperadores chinos y les forzaron a hacer concesiones comerciales y territoriales. Como el gobierno chino se oponía a abrir su territorio al comercio extranjero, los comerciantes ingleses recurrieron entonces al contrabando, vendían opio indio a cambio de plata y té chinos. La confiscación del opio en Cantón por las autoridades chinas fue el pretexto que esgrimió Inglaterra para atacar a China, dando lugar a la primera guerra del opio ( ), que obligó a China a ceder Hong Kong, totalmente, a los ingleses y abrir varios puertos del sureste a las mercancías inglesas. Nuevos tratados firmados por China, durante la segunda mitad del siglo XIX, le obligaron a seguir abriendo su mercado y aceptar el establecimiento en sus ciudades de colonias propias, ajenas a toda ley china, por parte de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia, Japón y EE.UU. Ante tales abusos, se comprende que se desarrollaran levantamientos populares contra los extranjeros. En 1900 tuvo lugar la revuelta de los boxers (boxeadores), ultranacionalistas chinos, que llegaron a dar muerte a unos 300 extranjeros. Las potencias europeas, junto con Japón y EE.UU., respondieron con el envío de una fuerza internacional que acabó con la revuelta. 3. La ocupación efectiva y los conflictos ( ) Sobre 1890 la primera fase del reparto había concluido y se delineaban las grandes líneas de los imperios coloniales modernos. La segunda fase que duró hasta 1914 fue consecuencia de la primera. El reparto sobre el mapa fue fácil económicamente y amigable relativamente. Esta segunda fase fue difícil y costosa y provocó graves fricciones entre los países. Este período tuvo 2 características principales: Los países que habían participado en la primera fase vieron la necesidad de ocupar territorios cercanos a sus intereses para no verlos reivindicados por otros, ocupación que comportó encuentros armados con los pueblos autóctonos. Fueron pequeñas guerras para los europeos, pero con nefastas consecuencias para las sociedades indígenas. La necesidad de obtener beneficios inmediatos impuso el gobierno directo de las nuevas posesiones. La otra característica de esta fase fue el empeoramiento de las relaciones entre las grandes potencias, por varias causas. En 1904 la hostilidad fue el reflejo de las tensiones europeas y tuvo poco que ver con las colonias. El Chovinismo ii se extendió a la esfera colonial porque en casi todo Europa se estaba desarrollando un entusiasmo imperialista cada vez más ardiente agravando los conflictos en torno a los territorios para el colonialismo. 1. Los conflictos generados en África En la conferencia de Berlín ya se planteó el problema de los imperios coloniales continuos, con la formación de ejes coloniales en sentido horizontal (dirección Oeste-Este) o vertical (dirección Norte-Sur). Francia aspiraba a crear un eje O-E desde Senegal y Gabón por el Sáhara y Sudán hasta Somalia. Portugal deseaba igualmente conseguir su eje O-E entre Angola y Mozambique. Ambos ejes horizontales chocaban con el pretendido por Gran Bretaña en sentido N-S, entre El Cairo y El Cabo. La primera rivalidad colonial se produjo entre Inglaterra y Portugal en África del Sur al querer Portugal unir Angola con Mozambique incorporándose el territorio entre ambas y que desembocó en la crisis del ultimátum o del mapa rosa (1890), por la que Portugal, una vez recibido el ultimátum británico, decidió desistir de su proyecto. 6

7 La segunda rivalidad tuvo lugar entre Francia y Gran Bretaña en 1898 al chocar ambos imperialismos en Sudán (en Fashoda, a orillas del río Nilo) y que puso a ambas potencias al borde de la guerra. Francia terminó cediendo a las presiones inglesas renunciando a su imperio colonial en sentido Oeste-Este. La tercera rivalidad aparece cuando parecía que se habían resuelto las tensiones coloniales. Francia y Alemania se enfrentan como consecuencia del intento de Francia de establecer un protectorado en Marruecos, en el que participaría España asignándosele la parte norte de Marruecos (el Rif). Alemania se opuso, ya que ahora pretendía una mayor presencia colonial en África. Consiguió que estallaran dos crisis por Marruecos con la consiguiente tensión, contribuyendo a caldear el ambiente que desembocó en el estallido de la Primera Guerra Mundial. Una última rivalidad sería la de los ingleses con los afrikaners, cuando Inglaterra ocupa definitivamente la república de los Boers), dando lugar a la Guerra de los Boers iii ( ). 2. El sudeste asiático A partir de 1890 Siam ocupó en el Sudeste Asiático más o menos el mismo lugar que Afganistán en Asia Central; el de un estado independiente de importancia para las potencias europeas. Servía de estado cojín entre Indochina y Birmania. Los franceses estaban decididos a asegurarse el pleno control de Indochina en Laos que estaba bajo la soberanía de Siam, y en 1892 propusieron a Gran Bretaña una línea de demarcación. Esa propuesta generó una crisis, los ingleses no podían aceptar tal expansión de los dominios de Francia, tenían además intereses comerciales en Siam. Éstos en 1893 enviaron tropas a Laos y efectivos navales al río Menam con el fin de plantear sus exigencias, que era la cesión casi total del territorio siamés al Este del Mekong incluido la mayor parte de Laos. Siam había podido negarse a las exigencias si hubiese contado con el apoyo británico pero el primer ministro inglés Roseberry se lo negó ya que consideraba Egipto más importante que Laos y quería evitar una crisis a escala europea. Con lo que Francia obtuvo lo que deseaba. Gran Bretaña no salvó Laos pero sí a Siam, en 1896 Francia firmó un tratado por el que Gran Bretaña reconocía el control francés sobre Laos pero garantizaba la independencia del resto de Siam. El entendimiento anglo-francés de 1909 consolidó el acuerdo. Este fue seguido del tratado francosiamés que resolvió diversas cuestiones de límites y del trato anglo-siamés Siam había perdido su imperio. 3. China También el imperio Chino sobrevivió a la expansión de los imperios europeos, China no podía escapar de las ambiciones europeas, era un país vasto, relativamente rico y políticamente débil. Europa ambicionaba colonias nuevas donde poder comerciar y realizar nuevas inversiones. En 1895 las fuerzas Chinas fueron vencidas por Japón en Corea. En 1900 ya habían planteado sus reivindicaciones Francia, Gran Bretaña, Rusia, Alemania, Japón y en menor medida EE.UU e Italia. Todas obtuvieron derechos a comerciar y a realizar inversiones en determinados puertos, a residir en zonas internacionalizadas que estuvieran fuera de la jurisdicción de los tribunales chinos, a mantener misiones cristianas y a pagar tarifas aduaneras no superiores al 5% sobre las importaciones. Obtuvieron casi todas el arriendo de pequeñas bases por periodos de 99 años y el reconocimiento de esferas de influencia mucho más amplias. Los rusos ocuparon Corea del Norte y se aseguraron el predominio sobre el Norte y la región de Pekín. Alemania, Francia, Inglaterra obtuvieron territorios. Japón obtuvo el protectorado de Corea del Sur, incluso Italia obtuvo una concesión en Tientsing. Únicamente EE.UU no se llevará nada. 7

8 8 Historia del Mundo Contemporáneo - 1º Bachillerato Eran los primeros pasos hacia un reparto oficial, no se llegó a más por la reacción de China y las rivalidades europeas. El gobierno imperial de Pekín y los gobiernos provinciales continuaron sometidos a presiones. A partir de 1902 Pekín se volvió más fuerte políticamente, influyó en la rebelión de los Bóxer de , que hizo comprender a los europeos lo difícil que les hubiera resultado gobernar. Las demás potencias estaban dedicadas a no consentir la exclusiva del control político de importantes regiones de China a nadie. Aunque no deseaban grandes territorios chinos. Se interesaban por el comercio, por las inversiones y por los préstamos al gobierno imperial. Ninguna de ellas era lo bastante fuerte como para asegurar el monopolio de toda China con lo que tenían que elegir entre el reparto o la política de puertas abiertas. La última parecía ser la única salvación para todos porque era más rentable para los europeos los préstamos a Pekín en plena bancarrota. China fue por eso la región donde el Imperialismo Económico actuando a través del control no oficial de un gobierno nativo, pudo sobrevivir en la forma típica de mitad del S. XIX. La política de puertas abiertas se firmó entre 1899 y Propuesta por EE.UU en 1899 fue aceptada en principio por todas las potencias con exclusión de Rusia. Un acuerdo anglo-germano de 1905 obligaba a ambas potencias a no proceder unilateralmente a adquisiciones territoriales y a mantener las puertas abiertas en sus respectivas posesiones. Japón se comprometió a no apoderarse de territorios en China y alejó la amenaza Rusa gracias a su victoria sobre ella en Hasta 1914 China estuvo segura bajo la protección de Gran Bretaña, Alemania y EE.UU siendo explotada por las finanzas. 4. La organización del Pacífico De 1890 a 1898 no se produjeron modificaciones territoriales importantes en el Pacífico; las potencias se dedicaron a consolidar las esferas de influencia ya obtenidas. La organización definitiva se hizo tras 1898 como resultado directo de la guerra entre EE.UU y España. La guerra fue provocada por la situación de Cuba. EE.UU ocupó Manila en 1898, no tenían intención de apoderarse de las Filipinas aunque luego se decidió no devolvérselas a España con lo que se liquidó el Imperio español del Pacífico. Los EE.UU se asomaban al escenario imperialista, procedieron a la anexión de Puerto Rico, de las Filipinas y de Guam. Alemania pudo comprar el resto de las posesiones españolas. Las Carolinas, Las Marianas, y las Palaos. La rapidez con la que los Norteamericanos se apoderaron de las colonias provocó nuevos cambios. En el caso de Samoa, EE.UU se negó a aceptar el reparto, pero en 1899 un acuerdo tripartito con Gran Bretaña y Alemania dividió a las Samoa en protectorados de Alemania y América. Gran Bretaña ocupó las Tonga, varias islas en las Salomón y otras posesiones. El reparto del Pacífico se completó en 1906 cuando una convención anglofrancesa hizo permanente el condominio sobre las Nuevas Hébridas. Hacia 1914 la expansión de los imperios coloniales se había detenido. A partir de 1900 fueron pocas las anexiones, tan solo el Imperio Otomano no se había visto afectado pero también el equilibrio de los intereses internacionales en una zona de importancia vital para muchas potencias, impedía una división formal o una anexión unilateral. Alemania se llevó la mejor parte. El derecho a construir un ferrocarril a Bagdad 1899, oficiales alemanes adiestraban a las tropas turcas y diplomáticos y financieros alemanes dominaban la corte del sultán. Alemania no podía ir más allá. El imperio turco sobrevivió porque era demasiado débil y demasiado importante. El sucesor de Bismarck, Von Caprivi abandonó la alianza con Rusia convencido de que nunca llegaría a un acuerdo con la Francia republicana. Ésta, aprovechó y admitió en la bolsa de París la cotización de los títulos de deuda rusa lo que en 1892 dio sus frutos con el acuerdo de una convención militar contra Alemania. De los conflictos coloniales sustituyeron a los europeos de los Balcanes.

9 Las potencias pusieron ahora sus ojos sobre Asia. Rusia se lanzó a la construcción del Transiberiano chocando con los intereses japoneses y preocupando a Inglaterra. Ésta, viendo el ascenso comercial, industrial y naval alemán y preocupada por la expansión colonial francesa y rusa, rompió su aislamiento que mantenía desde Firmó un acuerdo con Japón (1902) y después la Entente Cordiale con Francia por la que se confirmaba su derecho al protectorado de Marruecos y renunciaba a Egipto. En 1907, Inglaterra firmaba un acuerdo militar con Rusia. Prácticamente los bloques quedaban ya definidos pero aun se darían cuatro crisis sucesivas antes del enfrentamiento generalizado. Los conflictos serían de dos tipos: nacionalistas (Austria-Hungría y en el Imperio Otomano) y coloniales. 4. Consecuencias del imperialismo Las consecuencias del imperialismo fueron numerosas y su análisis muy complejo. De hecho, dependiendo del lado que se realiza el estudio desde las metrópolis o desde las colonias-, su balance final será positivo o negativo, pero nunca coincidente Consecuencias positivas Para los países europeos fue claramente beneficiosa pues les aportó gran rentabilidad, ya que obtenían materias primas muy baratas y con una mano de obra prácticamente gratuita. Además, las colonias fueron mercados idóneos para sus excedentes, y sirvieron para aliviar la explosión demográfica de las metrópolis. Las colonias, que siempre se llevaron la peor parte, vieron como demográficamente la población aumentó, debido a la erradicación de epidemias y la consiguiente reducción de la mortandad a causa de las medicinas llevadas por los europeos. Económicamente, el aumento de los cultivos y la introducción de otros hizo que aumentara la producción agrícola, aunque fuera para abastecer al país colonizador. Socialmente destaca el retroceso del analfabetismo, gracias a los misioneros y las escuelas Consecuencias negativas. Para los países europeos, los beneficios de la expansión colonial no afectaron por igual a todos los grupos sociales de la potencia colonizadora, en general sirvieron sólo para el enriquecimiento de la burguesía industrial y financiera. Para las colonias fue todavía peor, soportando una forma abusiva de explotación y sometimiento de unos pueblos atrasados por otros más avanzados. Las poblaciones indígenas sufrieron el expolio de sus tierras por parte de los colonizadores. Los colonizadores provocaron, en muchos casos, la destrucción de la lengua y la cultura de los colonizados y de su sociedad, creencias y tradiciones. En muchos casos habrá una fuerte segregación racial por parte de los europeos que todavía subsiste hoy en día. Por último, las fronteras que establecieron los europeos serían totalmente arbitrarias, sin tener en cuenta a los pueblos indígenas. Cuando se produzca la descolonización serán esas fronteras las que se mantengan y dentro de los nuevos países se darán tribus enemigas desde tiempos inmemoriales (véase el caso de Ruanda y Burundi con los enfrentamientos de hutus y tutsis) y una misma tribu se verá repartida entre varios estados distintos, generando multitud de conflictos que hoy persisten. 9

10 10 Historia del Mundo Contemporáneo - 1º Bachillerato

11 Conceptos Historia del Mundo Contemporáneo - 1º Bachillerato i Afrikáner o bóer: grupo étnico de origen neerlandés cuya área de asentamiento se extiende fundamentalmente por territorios de Sudáfrica y de Namibia. Los bóeres lograron establecer varias repúblicas independientes que sin embargo fueron aplastadas por el Reino Unido durante la segunda guerra de los bóeres. No obstante,los afrikáneres pronto lograron sobreponerse a la derrota y se hicieron con el control de la nueva Unión Sudafricana, dominio británico fundado en 1910 como federación de las colonias del Sur de África ii Chovinismo o chauvinismo: actitud de quien considera que su país es un compendio de cualidades y virtudes y desprecia las de los otros. El término proviene de Nicolás Chauvin, supuesto soldado que sirvió en el ejército napoleónico, haciendo alarde de un notorio celo patriótico.el imperialismo alentó el nacionalismo exaltado, como forma de confrontación entre las potencias. iii La guerra anglo-bóer: los Boers eran granjeros de origen holandés que se habían establecido en la zona de El Cabo a mediados del siglo XVII. De fe calvinista y profundamente racistas, habían despojado a los aborígenes de sus tierras. Entre 1835 y 1845 hubieron de retirarse de esos territorios ante la presión de los colonos británicos y se establecieron en las zonas más norteñas de Orange y Transvaal. Es en esta zona donde chocaron de nuevo los intereses de los colonos británicos (en su mayoría mineros) y los de los bóers (fundamentalmente ganaderos y agricultores). El conflicto se inició tras el descubrimiento en 1886 de ricos yacimientos de oro y diamantes en los territorios bóers, dando lugar a una guerra que pasó por diversas fases: desde las iniciales victorias de los afrikaners (bóers) cuyo presidente Kruger declaró la guerra a los británicos, hasta la derrota de éstos tras una sangrienta guerra de guerrillas. En 1902, por el Tratado de Vereeniging se puso fin a las hostilidades y los bóers quedaron bajo el dominio del Imperio Británico, aunque conservando una amplia autonomía en las provincias de Orange y Transvaal. 11