Cristo, nuestro Sacerdote

Transcripción

1 RECURSOS ESCUELA SABÁTICA Bosquejo para el Repaso de la Lección de Escuela Sabática IV Trimestre de 2013 El Santuario Lección 8 23 de noviembre de 2013 Cristo, nuestro Sacerdote Dr. J. Joaquín Cazares Carreón VERDAD CENTRAL: Jesús está en el Santuario celestial delante de la presencia de Dios Padre, ministrando los méritos de su sacrificio en nuestro favor como Sumo Sacerdote. La necesidad en la vida de mis alumnos es: Aceptar el gran sacrificio de Cristo por nuestro pasado y su intercesión por nosotros en el presente. Objetivos especiales: a. Cognoscitivo: Comprender el significado del ministerio de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario celestial. b. Afectivo: Sentir agradecimiento a Jesús por su maravilloso ministerio en nuestro favor. c. Psicomotriz: Vivir feliz y seguro que tenemos un abogado que se compadece de nosotros. Ilustración: Un dibujo de Jesús como Sumo Sacerdote. Escudriñar las Escrituras: Hebreos 7:25; 8:1, 2. Aplicación: Muchas gracias Señor por haber muerto por mí, limpiar mis pecados y ser mi Sumo Sacerdote en el Santuario celestial! BOSQUEJO I. INTRODUCCION A. Es maravilloso saber que en este momento Jesús esta delante de nuestro Padre celestial ministrando los méritos de su sacrifico en nuestro favor, y nos ofrece esperanza a ti y a mí, que somos los más débiles de sus hijos. B. De qué tres facetas del ministerio de Jesús en el Santuario celestial nos habla la lección de esta semana? C. Hoy analizaremos tres facetas del ministerio de Jesús en el Santuario celestial: a. Es nuestro Sumo Sacerdote; b. Es nuestro Abogado e Intercesor; c. Es nuestro sacrificio único. II. CRISTO, NUESTRO SACERDOTE 1. Es nuestro Sumo Sacerdote

2 A. Cristo nuestro sacerdote. a. El libro de hebreos es el libro que más nos habla de Jesús como nuestro sacerdote. La columna vertebral de este libro es el Salmo 110. Enfatiza la divinidad y calidad de Mesías que es Jesús. Muestra que fue exaltado sobre todo porque se sentó a la diestra de Dios. b. Salmo 100:4 se usa para demostrar que el Sacerdocio de Cristo fue prefigurado por Melquisedec. c. Nuestro Señor Jesús cumple completamente lo prometido del sacerdocio según el orden de Melquisedec. Génesis 14:18-20; Salmo 110:4; Hebreos. 7:13. d. El libro de hebreos describe a Cristo como el nuevo Sumo Sacerdote. Él es de un orden mucho mejor que el de Aarón. No solo cumple los requerimientos del sacerdocio aarónico, sino que también los destaca: no tuvo pecado, fue obediente y no necesito traer ofrendas para sí mismo. El mismo fue la ofrenda perfecta. e. Jesús cumplió tanto el Sumo sacerdocio aarónico como el de Melquisedec. Ambos tipos se encontraran con el anti tipo: Cristo. B. El gran Sumo Sacerdote. a. Jesús es el Gran Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14). Él es superior a todos los Sumos Sacerdotes y gobernantes de la tierra. b. Cualidades de Jesús como Sumo Sacerdote. Misericordioso y fiel (Hebreos 2:17). Nos otorga sus dones a nosotros porque es misericordioso; Es fiel a su Padre. c. Con nosotros. Jesús simpatizo con nosotros (Hebreos 2:18; 5:2, 7). Vivió como humano, el simpatizo con nosotros. Es un ayudador compasivo y perfecto, sin pecado (Hebreos 4:15). d. Esta sobre nosotros (Hebreos 3:6). e. Según nuestra semejanza. Fue tentado como nosotros (Hebreos 4:15). Fue tentado en lo mental, físico y espiritual (Mateo 4:1-11). f. Por nosotros. Él está delante de la presencia del Padre intercediendo por nosotros (Hebreos 9:24; 7:25). 2. Es nuestro abogado e intercesor A. La gran esperanza y promesa (Romanos 8:3-34). a. Pablo nos presenta una escena de juicio que nos debe hacer pensar profundamente. Nosotros como pecadores, somos los acusados. b. Se nos hacen preguntas serias: Quién está contra nosotros? Quién nos acusa? Quién nos condena?

3 c. Pero la gran noticia es, que aunque el gran enemigo de Dios y de sus hijos, nos acusa de día y de noche, tenemos un gran abogado que nos defiende e intercede por nosotros. d. Dios está a nuestro favor (Romanos 8:31). Dios entrego a su Hijo por nosotros (Romanos 8:32). Dios nos justifica (Romanos 8:33). Jesucristo está a nuestro lado, y esta las 24 horas intercediendo por nosotros en el Santuario celestial (Romanos 8:34). e. No hay la menor duda de que Dios nos ama mucho, y que nada puede haber que cambia su manera de ser para con nosotros (Romanos 8:35:39). Así que debemos estar seguros que en el tribunal divino, tenemos al juez y abogado de nuestra parte, y debe ser un lugar de gozo y regocijo, no de miedo. f. 1 Juan 2:1 y 2 nos corrobora que tenemos un abogado, intercesor maravilloso que nos defiende y nos perdona todos nuestros pecados. B. El Único Mediador (1 Timoteo 2:4-6). a. Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres. No hay otro, porque no se necesita ningún otro. b. Por medio de Cristo como mediador, la salvación y el conocimiento de la verdad están asegurados (1 Timoteo 2:4). c. Un mediador es un árbitro que negocia entre dos partes con el propósito de eliminar un desacuerdo o alcanzar una meta en común para iniciar un contrato o pacto. d. Jesús es el mediador perfecto porque es hombre y divino (1 Timoteo 2:5). e. Jesucristo vino para que el pudiera vincular al hombre finito con el Dios infinito, y conectar la tierra, que se había divorciado del cielo por el pecado y la transgresión (Elena G. de White; Sermons and Talks, tomo 1, p. 253). f. Por un momento pensemos que tú y yo, tenemos un mediador en el cielo, un ser maravilloso que nos conoce a la perfección y que siempre está dispuesto a mediar y defendernos de nuestro enemigo. 3. Es Nuestro sacrificio único A. Los sacerdotes tenían dos funciones (Hebreos 5:1-3): a. Ofrecer sacrificios b. Instruir al pueblo. c. Debían de ser pacientes y no cansarse por ofrecer sacrificios por los pecados de los extraviados e ignorantes. d. Un sacerdote que no tuviera ofrenda sacrificial, no merecía ni siquiera estar cerca del Santuario. e. Cada sacerdote era tan proclive a la maldad como la del resto del pueblo, así como tú y yo. De ahí, que el primer deber del sacerdote consistía en ofrecer sacrificios por sus propios pecados. Pues no hay un ser humano que no peque (1 Reyes 8:46). f. Como hemos estado estudiando el propósito vital del Santuario terrenal era revelar en símbolos, tipos y mini profecías de la muerte y el ministerio Sumo Sacerdotal de Jesús. El pecado es algo demasiado terrible para resolverse meramente con la muerte de animales (por tristes y lamentables que sean esas muertes).

4 En cambio, toda esa sangre derramada era para señalar la única solución para el pecado, que era la muerte de Jesús mismo. g. Qué cosa maravillosa, era necesario la muerte de uno igual a Dios (Filipenses 2:6) para poder expiar el pecado! Esto nos muestra cuan malo es el pecado y cuán grande fue el precio que se pagó. B. La muerte de los animales era insuficiente para expiar los pecados (Hebreos 10:1-4). a. La muerte de los animales solo señalaban a la solución misma. b. La solución era Jesús, su muerte, y luego su ministerio en el Santuario celestial en nuestro favor. c. Solo la muerte de Cristo era totalmente suficiente una sola vez para cubrir los pecados de toda la humanidad. Jesús entro en el Santuario celestial con su propia ofrenda para ministrar por nosotros. Cuando Jesús murió en el calvario se desgarro el velo del Santuario terrenal, demostrando que todos esos rituales llegaban a su fin (Mateo 27:37). d. La conciencia puede ser liberada de condenación. Mediante la fe en su sangre, todos pueden encontrar la perfección en Cristo Jesús. Gracias a Dios porque no estamos tratando con imposibilidades. Podemos pedir la santificación. Podemos disfrutar del favor de Dios. No debemos inquietarnos por lo que Cristo y Dios piensan de nosotros, sino que debe interesarnos lo que Dios piensa de Cristo, nuestro Sustituto (Mensajes selectos, tomo 2, p. 37). III. Conclusión A. Hemos estudiado tres facetas del ministerio de Jesús en el Santuario celestial: a. Es nuestro Sumo sacerdote; b. Es nuestro Abogado e Intercesor; c. Es nuestro Sacrificio único y perfecto. Al estudiar el ministerio maravilloso de Jesús en el Santuario celestial, no debemos inquietarnos por lo que Cristo y Dios piensen de nosotros, sino que debe interesarnos lo que Dios piensa de Cristo, nuestro sustituto. Jesucristo es la garantía de nuestra salvación, y el administra los efectos y los beneficios de su sacrificio y de su sangre, con El de nuestro lado, no tenemos nada que temer. B. Nuestra única seguridad espiritual es aceptar el gran sacrifico de Cristo por nuestro pasado, y su intercesión por nosotros en el presente. Aceptas la intercesión de Jesús como tu Sumo Sacerdote? C. Oración Dr. J. Joaquín Cazares Carreón Compilación: Rolando D. Chuquimia

5 RECURSOS ESCUELA SABÁTICA