Evangelio del Domingo, 03 de agosto 2014 COMPARTIR EL PAN

Transcripción

1 Evangelio del Domingo, 03 de agosto 2014 XVIII Domingo del Tiempo Ordinario CICLO A v. 13 Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. COMPARTIR EL PAN v. 14 Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y compadeciéndose de ella, curó a los enfermos. v. 15 Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos". v. 16 Pero Jesús les dijo "No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos". v. 17 Ellos respondieron: "Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados" v. 18 "Tráiganmelos aquí", les dijo. v. 19 Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos y ellos los distribuyeron entre la multitud. v. 20 Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. v. 21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Introducción: Mateo 14, Este texto está incluido en la parte narrativa del Evangelio de Mateo que precede al cuarto discurso de Jesús, llamado "discurso Eclesiástico", que está redactado para enseñar a la Iglesia a seguir las huellas de su Maestro. En este contexto se encuentra el relato del milagro conocido como "la multiplicación de los panes". Este milagro es uno de los que más impresionó a los cristianos de los primeros años de la Iglesia. Una prueba de ello es el hecho de que es el único de los milagros de Jesús que se encuentra narrado en los cuatro Evangelios. 1

2 El relato tiene, además, un fuerte valor simbólico y recuerda la intervención especial de Dios al darle al pueblo, durante la dolorosa travesía del desierto, lo necesario para saciar su hambre. (Ex. 16,1-5). Jesús repite el milagro alimentando a la multitud que lo siguió. Aportes para la Lectura: v. l3 La noticia de la muerte de Juan el Bautista, en manos de Herodes, lleva a Jesús separarse de la gente y a buscar un lugar apartado para estar a solas en íntima oración con el Padre. Con la muerte del Bautista la situación política se había puesto por demás tensa. Juan era muy querido y respetado por el pueblo. Jesús que no quiere exponerse a ningún desorden popular, decide retirarse a un sitio solitario donde no existieran problemas. Para eso sube a una barca en Cafarnaún con destino a ese lugar solitario. v.14 Pero la retirada de Jesús en la práctica no se concretó, porque la gente supo donde estaba y corrió a su encuentro, esperando seguramente, escuchar un mensaje reformista y nacionalista. Al llegar a la orilla y ver la gran cantidad de gente que le esperaba y en las condiciones en que se encontraban, nos dice el relato que se "compadeció" de ellos. (compadecer = padecer con... es ponerse en la piel del otro, compartir sus sufrimientos) El texto evangélico no nos dice que Jesús haya enseñado a la multitud. Seguramente para Mateo la enseñanza a la gente terminó con el relato de las parábolas. Lo que dice es que empleó su tiempo en curar a los enfermos. v. l5 Mateo señala el momento del día: "al atardecer", es decir la hora de la comida. Los discípulos se preocupan por esto y mostrando su falta de solidaridad y pensando solamente en la comida material, piden a Jesús que "despida a la gente para que se compren algo para comer". v.16 Ante el pedido de los discípulos, Jesús les hace una inesperada contrapropuesta: "denles de comer ustedes mismos" Este "dar" que les pide Jesús, se opone a la propuesta de los discípulos de que la multitud vaya a "comprar" los alimentos. Este comprar implicaba que cada uno debía resolver su problema por si mismo. El dar, en cambio, implica una aptitud solidaria y generosa. Se trata de dos planteamientos diametralmente opuestos: el de los discípulos, que se conforman con que cada cual busque satisfacer sus necesidades materiales por medio del dinero ("comprar") y el de Jesús que propone una alternativa diferente, la de "compartir". v.17 Los discípulos estiman que no tienen lo suficiente. Cinco panes son muy pocos en relación a los cinco mil hombres que tenían que alimentar. La multiplicación se hizo con cinco panes; para los judíos, el cinco era un número simbólico importante: representaba al Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia) que contenía la Ley de Moisés y que era el alimento de su fe. 2

3 Jesús con los cinco panes, les quiere decir que El es el nuevo alimento que reemplazará a la antigua Ley. v. l8-19 Lo que pidió Jesús a la multitud, no iba a ser fácil de cumplir. Por eso, para vencer la posible resistencia, actuó con autoridad: "les ordenó" que se sentaran sobre el pasto. Al sentarse los cinco mil hombres hicieron un verdadero acto de fe común. En lugar de ponerse en camino para llegar cuanto antes a donde pudieran comprar alimentos, optaron por la "locura" de obedecer a quien era más pobre que ellos. "Sentarse" para comer era propio de los hombres libres (los esclavos comían de pie). Con esta actitud Jesús está invitando a todos a gozar de la libertad. Jesús toma las provisiones que le ofrecían los discípulos y pronuncia la bendición (en hebreo = dar gracias a Dios). Según la costumbre judía, el que preside la mesa, toma el pan y dice: "Bendito seas tú, Señor, Dios nuestro, Señor del universo, que produces el pan de la tierra" y luego lo parte y se lo da a cada uno de los que están sentados a la mesa. Para pronunciar la bendición, Jesús alza la mirada al cielo, al contrario de los padres de familia judíos, que bajaba la mirada para pronunciarla. Jesús no hace ninguna petición, solo bendice a Dios, dándole gracias por el don del alimento, que ofrece generosamente a todos los presentes. Al decir que Jesús "partió el pan" se estaba usando una forma de hablar que para los primeros cristianos tenía un significado muy especial. En los primeros tiempos de la Iglesia, lo que hoy se llama "Eucaristía" se llamaba "Fracción del Pan". Después de partir el pan, Jesús se los da a los discípulos para que junto con los pescados lo distribuyan a la gente. Jesús no da a sus discípulos ningún poder, sino que les asigna un servicio, poner a disposición de los demás todo lo que en ese momento tenían. v.20 El alimento que Dios da no excluye a ninguno ("todos") y cubre plenamente las necesidades humanas ("hasta saciarse") y recuerda el hecho cuando los hijos de Israel fueron alimentado en el desierto (Ex. 16,4-l2) Para decir que todos quedaron "saciados" el autor utiliza el mismo verbo que aparece en el Salmo 78, 29 cuando se describe la saciedad de los israelitas después de comer el maná. Mateo destaca la abundancia del alimento distribuido y para ello utiliza la expresión "perisseuô" (sobreabundar) que indica algo más que sobrar. Los "doce" canastos que menciona el texto para hacer referirse al pan que había sobrado, alude seguramente a las doce tribus de Israel alimentadas en el desierto. v.2l En la multiplicación, nos dice el texto, comieron cinco mil personas. Cantidad a la que se llega por medio del simbolismo de los números: cinco que es número sagrado judío, multiplicado por mil que significa "multitud". Lo que puede llegar a significar es que los que comieron fueron una multitud de judíos. 3

4 Aportes para la Meditación: Jesús le asigna un servicio a sus discípulos, distribuir el alimento entre la gente. Entendemos nuestra vida de cristianos como un servicio a los demás? De qué manera servimos a los demás? También Jesús nos enseña a ser discípulos solidarios, atentos a las necesidades de los demás. Estamos dispuestos a compartir lo que tenemos para que otros no pasen necesidades y sufrimiento? Sabemos animar a aquellos que como los discípulos, piensan que tienen muy poco para ofrecer a la comunidad? Encuentras alguna relación entre este texto y la Eucaristía? Cuál? Aportes para la Oración: En la oración, el diálogo se realiza, en primer lugar, en intimidad personal con el Señor, luego se pone en común (en el caso de hacerlo comunitariamente). Damos solamente dos ideas posibles para estos pasos: Una pequeña oración, o un signo. Señor: Aquí están nuestros cinco panes; lo poco que tenemos frente a las necesidades del mundo. aquí están las capacidades, los bienes, el tiempo que tú nos das. Multiplícalos para que puedan ayudar a muchos. Regálanos un corazón generoso para entregarnos y buscar con sinceridad el bien de los demás. Si el encuentro se desarrolla a nivel comunitario puede servir hacer un signo: se podría pedir que cada uno traiga un alimento de su casa y dejándolo todos juntos, llevárselo a alguien a quien sepamos le va a venir muy bien. Contemplación Acción: En el último paso de la Lectura Orante nos parece bueno recomendar que dejemos unos buenos minutos para contemplar todo lo que el Señor nos ha dicho con su Palabra, lo que le hemos dicho a través de la oración, y sobre todo descubrir a qué nos comprometemos, qué acción para transformar nuestro pequeño mundo realizaremos. Siempre debe ser algo muy concreto y en coherencia con lo que el Señor nos pide en su Palabra...:::.. 4

5 Material realizado por el Equipo Diocesano de Animación Bíblica de la Pastoral de la Diócesis de Gualeguaychú Servidores de la Palabra. Los textos bíblicos están tomados de la Biblia "ElPueblo de Dios". Bibliografía consultada: AA.VV, Comentario Bíblico Internacional; Cisterna, F. E., El Evangelio de Marcos, Ed. Claretiana; Cisterna, F. E., El Evangelio de Mateo, Ed. Claretiana; Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal Uruguaya, Boletín Clam, Escuela Gráfica Don Orione; Drane, John., Jesús, Verbo Divino, Navarra; Fernández, Víctor. M., El Evangelio de cada día, Ed. San Pablo; Gergolet, José L., Una buena noticia, una gran alegría, Ed. San Benito; Gutierrez, Gustavo, Compartir la Palabra, Ed. Sígueme; León-Dufour, X., Lectura del Evangelio de Juan, Ed. Sígueme; Lona Horacio, El Evangelio de Juan, Ed. Claretiana; López, M. A., El Evangelio de Lucas, Ed. Claretiana; Maggioni, Bruno, El relato de Mateo, Ed. Paulinas; Martini, Carlo Ma., El Evangelio eclesial de san Mateo, ed. Paulinas; Mateos, J-Camacho, F, El Evangelio de Mateo, Ed. Cristiandad; Mateos, J.-Camacho, F, El Evangelio de Marcos, Ed. El Almendro; Murúa, Marcelo, Dios nos habla hoy, APC; Poittevin Charpentier, El Evangelio según san Mateo, VD; Rivas, Luis H., Jesús habla a su Pueblo, CEA; Rivas, Luis H, El Evangelio de Juan, San Benito; Rivas, Luis H, La obra de Lucas. I El Evangelio, Agape. 5