Rom 13:11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.

Transcripción

1 Noviembre 01 de 2014 YA ES HORA DE LEVANTARNOS DEL SUEÑO Rom 13:11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos. Rom 13:12 La noche ha pasado, y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz, Cuando escuchamos este pasaje, pensamos que no se aplica a nosotros, que son otros los que andan dormidos, creemos que nosotros andamos despiertos. Sólo la misericordia y fidelidad del Señor para alumbrarnos con Su luz, para darnos oídos para oír, ojos para ver, mostrarnos nuestro corazón y guiarnos a un verdadero arrepentimiento para Vida. El sueño es para la noche al igual que las obras de las tinieblas, ya la noche ha pasado y ha llegado el día, la hora de la Luz, la hora de andar despiertos. 1 / 9

2 El Señor toca la trompeta anunciando la llegada de un nuevo día, del día del Señor, toca la trompeta para que estemos apercibidos y para que echemos las obras de las tinieblas y nos vistamos con las armas de la luz. En el libro de Mateo encontramos el conocido pasaje acerca del ojo como la lámpara del cuerpo, escuchemos: Mat 6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano 1, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Mat 6:23 Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, cuán grande no será la oscuridad! Es claro, conforme se encuentre nuestro ojo, estaremos llenos de luz o llenos de tinieblas. Si nuestro ojo está sano, andaremos en la luz, y si está malo en las tinieblas. Pues el ojo nos habla de hacia dónde estamos mirando, en que estamos enfocados, cuáles son nuestras metas. Si estamos enfocados en las cosas del mundo, nuestro ojo es malo, estaremos apuntando al blanco equivocado, y estaremos llenos de tinieblas. Sólo el Señor para examinarnos, escudriñarnos y mostrarnos. 2 / 9

3 Si se nos advierte en el pasaje de Romanos a despertar y a echar las obras de las tinieblas, es precisamente porque hemos estado dormidos y apuntando a la meta errada. Hemos vivido para nosotros mismos y verdaderamente no hemos estado enfocados en los deseos del Señor; hemos incluso deseado ser bendecidos pidiendo que nos vaya bien en el mundo. Nuestro intento ha sido salvar nuestras vidas y conformarnos a este siglo, pero eso sí, decimos Señor, Señor. Es decir, hemos amado al Señor de palabra, pero no de hecho y en verdad. En el salmo 4, leemos: Sal 4:2 Hijos de los hombres, hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.) Ese es el clamor del Padre que busca una novia limpia y pura para Su Amado Hijo; un pueblo sin mezcla ni contaminación, sin revuelto. 3 / 9

4 Miremos ahora el contexto del pasaje del ojo como lámpara del cuerpo en Mateo; los tres versículos anteriores dicen lo siguiente: Mat 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; Mat 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan: Mat 6:21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. Es decir, cuando andamos buscando hacer tesoros en la tierra, tenemos el ojo malo y andamos en oscuridad; pero si estamos haciendo tesoros en el cielo, andaremos en la Luz; porque donde está nuestro tesoro, está nuestro corazón; y nuestro corazón está en las cosas de arriba o está en las cosas de abajo. El Señor se encargará de que no haya corazones divididos, queriendo lo de arriba, pero sin soltar lo de abajo, pues no es posible tener las dos cosas. Los tibios serán vomitados. Miremos ahora el versículo siguiente al del ojo como lámpara: 4 / 9

5 Mat 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas. Si servimos a las riquezas, tenemos ojo malo y andaremos en tinieblas, dormidos; pero si servimos al Señor haciendo Su voluntad andaremos en Luz. La solución nos ha sido dada y anunciada una y otra vez, el asunto es que somos hombres incrédulos, de poca fe. Y no es casual que son precisamente los versículos siguientes al pasaje en que hemos estado meditando: Mat 6:33 Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. La solución es buscar primero hacer lo que el Señor pide y quiere; pero nosotros hemos estado súper ocupados buscando primero la añadidura, el sustento diario; hemos estado turbados por el mañana, aunque el Señor nos ha dicho que Él sabe de que cosas tenemos necesidad y que todos nuestros cabellos están contados. Creo que hemos andado como los paganos, pendientes de las cosas de abajo, el Señor nos perdone y limpie de nuestra maldad. 5 / 9

6 Mat 6:25 Por tanto os digo: No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mat 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. No sois vosotros mucho mejores que ellas? Mat 6:27 Más quién de vosotros podrá, acongojándose, añadir a su estatura un codo? Mat 6:28 Y por el vestido por qué os acongojáis? Aprended de los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; Mat 6:29 más os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fue vestido así como uno de ellos. Mat 6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mat 6:31 No os acongojéis pues, diciendo: Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Mat 6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas tenéis necesidad. 6 / 9

7 Notemos la palabra POR TANTO, después de decirnos que no se puede servir a dos señores, después de decirnos que hagamos tesoros en el cielo y no en la tierra; es la palabra clave para tener el ojo sano y estar llenos de luz, para no andar en las obras sin fruto de las tinieblas. Gracias al Señor que Su palabra es viva y eficaz y penetra hasta las coyunturas y tuétanos para separar la luz de las tinieblas y hacer manifiestas las intenciones del corazón. Necesitamos esa separación. Hermanos, el Señor nos ha elegido para llevar fruto, para que Su Nombre sea glorificado; por eso nos limpia, por eso sus tratos y el fuego, para quitar la escoria, para que no haya mezcla, sino oro puro, fe verdadera. El Señor ha determinado hacernos bien y ha dicho que no descansará hasta completarnos y perfeccionarnos, hasta desatarnos y llevarnos a la libertad y el reposo. Nuestro Padre celestial no descansará hasta que Su Amado Hijo aparezca y sea manifestado en nosotros, hasta que despertemos a Su semejanza. Pero Él lo hará con quienes se lo pidan, pues ha dicho pedid y se os dará, buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá. Ahora, el Señor conoce nuestro corazón, él no puede ser engañado, él conoce todas las cosas y nada hay oculto delante de él. Todo lo que el hombre segaré, eso recogerá; si pedimos, buscamos y tocamos por las cosas de abajo, eso será lo que se nos dará; pero si pedimos y buscamos las cosas de arriba, recibiremos el galardón; sabiendo eso sí que el camino es estrecho, en medio de fuego para consumir toda nuestra maldad e iniquidad. Hermanos, que no nos conformemos con nuestra herencia antes de cruzar el Jordán, que no seamos profanos desechando a Cristo y cambiándolo por las cosas terrenales, por comodidad 7 / 9

8 y vanidad. Oremos: Oh Señor, pedimos que nos perdones por nuestra incredulidad, por nuestra dureza e infidelidad, pues hemos andado en pos de nuestros inventos y de salvar nuestras vidas conformándonos y siguiendo la corriente de este siglo. Rogamos nos libres del temor y de nuestros enemigos para servirte en santidad y justicia, para vivir para ti y no para nosotros mismos; para ser completos en tu amor y entregar la vida por los hermanos, como tu entregaste tu Vida por nosotros. Llévanos por amor de tu Nombre a la perfección, a la obra del ministerio (servicio), para edificación de tu cuerpo, hasta que todos lleguemos a tu estatura, a tu medida, a tu fe, a tu plenitud. Clamamos por tener un ojo sano, que nos des la pureza de intención y estemos apuntando al blanco correcto y completamente enfocados en lo que tú quieres, al igual que con gozo al participar de tus padecimientos. Haznos de los valientes y vencedores, que seamos fieles y verdaderos ocupados en hacer tu voluntad, hasta que tu Reino sea establecido en la Tierra. Que seamos dignos de la batalla. Santifica tu Nombre. Despiértanos del sueño por amor de tu Nombre y vístenos de las armas de la luz. Pedimos que envíes obreros a la mies. 8 / 9

9 Bendito tu Nombre por los siglos de los siglos amén 9 / 9