DOCE DÍAS PRELIMINARES. Tema: El espíritu del mundo

Transcripción

1 ROSAL MISIONERO Preparación para la Cnsagración Ttal a María Santísima Según San Luís María Grignión de Mntfrt Institut del Verb Encarnad INTRODUCCION Cnsiste en dce días preliminares para que el alma trate de vaciarse del espíritu del mund, que es td l puest al espíritu de Jesucrist. A ésts seguirán tres semanas de ración y meditación, durante las cuales el alma buscará un mejr cncimient de si misma (primera semana) de María (segunda semana) y de Jesucrist (tercera semana) (1). Primera Parte DOCE DÍAS PRELIMINARES Tema: El espíritu del mund Examina tu cnciencia, reza, practica la renuncia a tu prpia vluntad; mrtificación, pureza de crazón. Esta pureza es la cndición indispensable para cntemplar a Dis en el ciel, verle en la tierra y cncerle a la luz de la fe. La primera parte de la preparación la emplearems en vaciarns del espíritu del mund, que es cntrari al espíritu de Jesucrist. El espíritu del mund cnsiste en esencia en la negación del dmini suprem de Dis, negación que se manifiesta en la práctica del pecad y la desbediencia; pr tant es ttalmente puest al espíritu de Jesucrist, que es también el de María. Est se manifiesta pr la cncupiscencia de la carne, pr la cncupiscencia de ls js y pr el rgull cm nrma de vida, así cm pr la desbediencia a las leyes de Dis y el abus de las csas creadas. Sus bras sn el pecad en tdas sus frmas; en cnsecuencia td aquell pr l cual el demni ns lleva al pecad; bras que cnducen al errr y scuridad de la mente y seducción y crrupción de la vluntad. Sus pmpas sn el esplendr y las artimañas empleadas pr el demni para hacer que el pecad sea deleits, en las persnas, sitis y csas. 1

2 ORACIONES QUE SE OFRECEN DURANTE LOS DOCE DIAS PRELIMINARES Veni Creatr Espiritus Ven Espíritu creadr; visita las almas de tus fieles. Llena de la divina gracia ls craznes que Tú mism has cread. Tú eres nuestr cnsuel, dn de Dis altísim, fuente viva, fueg, caridad y espiritual unción. Tú derramas sbre nstrs ls siete dnes; Tú el ded de la man de Dis, Tú el prmetid del Padre, pnes en nuestrs labis ls tesrs de tu palabra. Enciende cn tu luz nuestrs sentids, infunde tu amr en nuestrs craznes y cn tu perpetu auxili, frtalece nuestra frágil carne. Aleja de nstrs al enemig, dans prnt tu paz, siend Tú mism nuestr guía evitarems td l que es nciv. Pr Ti cnzcams al Padre y también al Hij y que en Ti, que eres el Espíritu de ambs, creams en td tiemp. Glria a Dis Padre y al Hij que resucitó de entre ls muerts, y al Espíritu Cnsladr, pr ls sigls infinits. Amén. 2

3 Ave Maris Stella Salve, estrella del mar, Madre santa de Dis y siempre Virgen, feliz puerta del ciel. Aceptand aquel Ave, de la bca de Gabriel, afiánzans en la paz al trcar el nmbre de Eva. Desata las ataduras de ls res, da luz a quienes n ven, ahuyenta nuestrs males, pide para nstrs tds ls bienes. Muestra que eres nuestra Madre, que pr ti acja nuestras súplicas Quien nació pr nstrs, tmand el ser de ti. Virgen singular, dulce cm ninguna, líbrans de la culpa, hazns dóciles y casts. Facilítans una vida pura, prepárans un camin segur, para que viend a Jesús, ns pdams alegrar para siempre cntig. 3 Alabems a Dis Padre, glrifiquems a Crist sberan y al Espíritu Sant, y dems a las tres Persnas un mism hnr. Amén. Magnificat Prclama mi alma la grandeza del Señr, se alegra mi espíritu en Dis, mi Salvadr; prque ha mirad la humillación de su esclava. Desde ahra me felicitarán tdas las generacines, prque el Pders ha hech bras grandes pr mí: su nmbre es sant, y su misericrdia llega a sus fieles de generación en generación. El hace prezas cn su braz: dispersa a ls sberbis de crazón, derriba del trn a ls pderss y enaltece a ls humildes, a ls hambrients ls clma de bienes y a ls rics ls despide vacís. Auxilia a Israel, su sierv, acrdándse de la misericrdia cm l había prmetid a nuestrs padres en favr de Abrahán y su descendencia pr siempre. Amén.

4 Día 1º Meditar de San Mate capítul 5 versículs del 1-19 Las bienaventuranzas. Viend la muchedumbre, subió al mnte, se sentó, y sus discípuls se le acercarn. Y, tmand la palabra, les enseñaba diciend: «Bienaventurads ls pbres de espíritu, prque de ells es el Rein de ls Ciels. Bienaventurads ls manss, prque ells pseerán en herencia la tierra. Bienaventurads ls que llran, prque ells serán cnslads. Bienaventurads ls que tienen hambre y sed de la justicia, prque ells serán saciads. Bienaventurads ls misericrdiss, prque ells alcanzarán misericrdia. Bienaventurads ls limpis de crazón, prque ells verán a Dis. Bienaventurads ls que trabajan pr la paz, prque ells serán llamads hijs de Dis. Bienaventurads ls perseguids pr causa de la justicia, prque de ells es el Rein de ls Ciels. Bienaventurads seréis cuand s injurien y s persigan y digan cn mentira tda clase de mal cntra vstrs pr mi causa. Alegras y regcijas, prque vuestra recmpensa será grande en ls ciels; pues de la misma manera persiguiern a ls prfetas anterires a vstrs. Sal de la tierra y luz del mund. «Vstrs sis la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, cn qué se la salará? Ya n sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisteada pr ls hmbres. «Vstrs sis la luz del mund. N puede cultarse una ciudad situada en la cima de un mnte. Ni tampc se enciende una lámpara y la pnen debaj del celemín, sin sbre el candeler, para que alumbre a tds ls que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de ls hmbres, para que vean vuestras buenas bras y glrifiquen a vuestr Padre que está en ls ciels. Cumplimient de la Ley. «N penséis que he venid a ablir la Ley y ls Prfetas. N he venid a ablir, sin a dar cumplimient. Os l asegur: mientras duren el ciel y la tierra, n dejará de estar vigente ni una i ni una tilde de la ley sin que td se cumpla. Pr tant, el que traspase un de ests mandamients más pequeñs y así l enseñe a ls hmbres, será el más pequeñ en el rein de ls Ciels; en cambi, el que ls bserve y ls enseñe, ése será grande en el rein de ls ciels.1 Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 4

5 Día 2º Meditar San Mate capítul 5, 48 y Vstrs, pues, sed perfects cm es perfect vuestr Padre celestial. La limsna en secret. «Cuidad de n practicar vuestra justicia delante de ls hmbres para ser vists pr ells; de l cntrari n tendréis recmpensa de vuestr Padre que está en ls ciels. Pr tant, cuand hagas limsna, n l vayas trmpeteand pr delante cm hacen ls hipócritas en las sinaggas y pr las calles, cn el fin de ser hnrads pr ls hmbres; en verdad s dig que ya reciben su paga. Tú, en cambi, cuand hagas limsna, que n sepa tu man izquierda l que hace tu derecha; así tu limsna quedará en secret; y tu Padre, que ve en l secret, te recmpensará. La ración en secret. «Y cuand réis, n seáis cm ls hipócritas, que gustan de rar en las sinaggas y en las esquinas de las plazas bien plantads para ser vists de ls hmbres; en verdad s dig que ya reciben su paga. Tú, en cambi, cuand vayas a rar, entra en tu apsent y, después de cerrar la puerta, ra a tu Padre, que está allí, en l secret; y tu Padre, que ve en l secret, te recmpensará. La verdadera ración. El Padre nuestr. «Y, al rar, n charléis much, cm ls gentiles, que se figuran que pr su palabrería van a ser escuchads. N seáis cm ells, prque vuestr Padre sabe l que necesitáis antes de pedírsel. «Vstrs, pues, rad así: Padre nuestr que estás en ls ciels, santificad sea tu Nmbre; venga tu Rein; hágase tu vluntad así en la tierra cm en el ciel. Nuestr pan ctidian dánsle hy; y perdónans nuestras deudas, así cm nstrs hems perdnad a nuestrs deudres; y n ns dejes caer en tentación, mas líbrans del mal. «Que si vstrs perdnáis a ls hmbres sus fensas, s perdnará también a vstrs vuestr Padre celestial; per si n perdnáis a ls hmbres, tampc vuestr Padre perdnará vuestras fensas. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 5

6 Día 3º Meditar San Mate capítul 7, 1-14 N juzgar. «N juzguéis, para que n seáis juzgads. Prque cn el juici cn que juzguéis seréis juzgads, y cn la medida cn que midáis se s medirá. Cóm es que miras la brizna que hay en el j de tu herman, y n reparas en la viga que hay en tu j? O cóm vas a decir a tu herman: `Deja que te saque la brizna del j', teniend la viga en el tuy? Hipócrita, saca primer la viga de tu j, y entnces pdrás ver para sacar la brizna del j de tu herman. N prfanar las csas santas. «N deis a ls perrs l que es sant, ni echéis vuestras perlas delante de ls puercs, n sea que las pisteen cn sus patas, y después, vlviéndse, s despedacen. Eficacia de la ración. «Pedid y se s dará; buscad y hallaréis; llamad y se s abrirá. Prque td el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. O hay acas algun entre vstrs que al hij que le pide pan le dé una piedra; si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vstrs, siend mals, sabéis dar csas buenas a vuestrs hijs, cuánt más vuestr Padre que está en ls ciels dará csas buenas a ls que se las pidan! La Regla de r. «Pr tant, td cuant queráis que s hagan ls hmbres, hacédsel también vstrs a ells; prque ésta es la Ley y ls Prfetas. Ls ds camins. «Entrad pr la entrada estrecha; prque ancha es la entrada y espacis el camin que lleva a la perdición, y sn muchs ls que entran pr ella; mas qué estrecha la entrada y qué angst el camin que lleva a la Vida!; y pcs sn ls que l encuentran. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 6

7 Día 4º Que ningún bien tiene el hmbre de suy ni csa alguna de qué alabarse Señr, qué es el hmbre para que te acuerdes de él, el hij del hmbre para que le visites? Qué ha merecid el hmbre para que le dieses tu gracia? Señr, de qué me pued quejar si me desamparas? O cóm justamente pdré cntender cntig, si n hicieres l que pid? Pr ciert, una csa pued y pensar y decir cn verdad: Nada sy. Señr, nada pued, nada buen teng de mí; mas en td me hall vací, y camin siempre a la nada. Y si n sy ayudad e instruid interirmente pr Ti, me vuelv enteramente tibi y disipad. Mas Tú, Señr, eres siempre el mism, y permaneces eternamente, siempre buen, just y sant, haciend tdas las csas bien, justa y santamente, y rdenándlas cn sabiduría. Per y, que sy más inclinad a caer que a aprvechar, n persever siempre en un estad, y me mud siete veces cada día. Mas lueg me va mejr cuand te dignas alargarme tu man auxiliadra; prque Tú sl, sin human favr, me puedes scrrer y frtalecer, de manera que n se mude más mi semblante, sin que a Ti sl se cnvierta y en Ti descanse mi crazón. El que quisiere estar muy segur en tiemp de paz, se encntrará abatid y temers en tiemp de guerra. Si supieses permanecer siempre humilde y pequeñ para cntig, y mrar u regir bien tu espíritu, n caerías tan prest en peligr ni pecad. Buen cnsej es que pienses cuand estás cn fervr de espíritu, l que puede currir cn la ausencia de luz. (Nº 2) Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 7

8 Día 5º Delante de Ti y sy vanidad y nada, hmbre mudable y flac. Pr l cual, si y supiese bien desechar tda cnslación humana, ya sea pr alcanzar devción pr la necesidad que teng de buscarte, prque n hay hmbre que me cnsuele, entnces cn razón, pdría y esperar en tu gracia, y alegrarme cn el dn de la nueva cnslación. Gracias sean dadas a Ti, de quien viene td, siempre que me sucede algún bien. Prque delante de Ti y sy vanidad y nada, hmbre mudable y flac. De dónde, pues, me pued glriar, pr qué dese ser admirad? Pr ventura de la nada? Est es vanidad. Verdaderamente, la glria frívla es una verdadera peste y grandísima vanidad; prque ns aparta de la verdadera glria y ns despja de la gracia celestial. Prque cntentándse un hmbre a sí mism, te descntenta a Ti; cuand desea las alabanzas humanas, es privad de las virtudes verdaderas. La verdadera glria y alegría santa cnsiste en glriarse en Ti y n en sí; gzarse en Tu nmbre, y n en su prpia virtud, ni deleitarse en criatura alguna, sin pr Ti. Sea alabad Tu nmbre, y n el mí; engrandecidas sean Tus bras, y n las mías; bendit sea Tu sant nmbre, y n me sea a mí atribuida parte alguna de las alabanzas de ls hmbres. Tú eres mi glria. Tú eres la alegría de mi crazón. En Ti me glriaré y ensalzaré tds ls días; mas de mi parte n hay de qué, sin de mis flaquezas. (Nº 3) Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 8

9 Día 6º El ejempl de ls Sants de la Iglesia. Cnsidera bien ls herics ejempls de ls Sants de nuestra Iglesia, en ls cuales resplandece la verdadera perfección y religión, y verás cuán pc casi nada es l que hacems. Ay de nstrs! Qué es nuestra vida cmparada cn la suya? Ls sants verdaders amigs de Crist le sirviern en hambre, en sed, en frí y desnudez, en trabajs y fatigas, en vigilias y ayuns, en racines y santas meditacines, en persecucines y muchs prbis. Oh! Cuán graves y muchas tribulacines padeciern ls apóstles, mártires, cnfesres, vírgenes y tds ls demás que quisiern seguir las pisadas de Jesucrist! Pues en esta vida abrreciern sus vidas para pseer sus almas en la eterna. Oh! Cuán estrecha retirada vida hiciern ls Sants Padres en el desiert! Cuán largas y difíciles tentacines padeciern! Cn cuanta frecuencia les atrmentó el enemig! Y a fuerza de hacer el bien venciern las tentacines del mal! A Dis frendarn racines cntinuas y fervientes! Pr amr a Crist crucificad y resucitad se entregarn a genersas enmiendas! Cuán gran cel y fervr pusiern en su aprvechamient espiritual! Cuán fuertes peleas pasarn para vencer ls vicis! Cuán pura y recta intención tuviern en buscar la mayr hnra y glria de Dis! Al igual que Jesucrist de madrugada rezaban, durante el día trabajaban, y pr la nche se cupaban en dulces clquis cn Dis; vidas precisas iluminadas pr la fe, embriagads del divin amr. Td el tiemp l gestaban para hacer el bien; y las largas hras les parecían crtas para entregarse al servici de Dis; almas magnas y felices sustentadas pr el aliment sólid de la divina cntemplación. Pr seguir más de cerca de Crist que enseñó -felices ls pbres de crazón prque de ells es el rein de ls ciels- desprendiern su crazón afectiva y efectivamente n sl a tdas las riquezas, sin también a las hnras, dignidades, cmdidades, dejarn parientes, amigs, casa, patria; y al igual que Pedr, dijern a Jesús -Señr nstrs l hems dejad td y te hems seguid-. De md que eran pbres de l tempral, per riquísims en gracia y virtudes; cm ls apóstles ells también ns dicen -en nuestra pbreza enriquecems a muchs- -llevams tesr en vasija de barr-. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 9

10 Día 7º Meditar de Primera a ls Crintis 2, 1-16 La sabiduría del cristian es la cruz de Crist. Pues y, hermans, cuand fui a vstrs, n fui cn el prestigi de la palabra de la sabiduría a anunciars el misteri de Dis, pues n quise saber entre vstrs sin a Jesucrist, y éste crucificad. Y me presenté ante vstrs débil, tímid y temblrs. Y mi palabra y mi predicación n se apyaban en persuasivs discurss de sabiduría, sin en la demstración del Espíritu y de su pder para que vuestra fe se fundase, n en sabiduría de hmbres, sin en el pder de Dis. Sin embarg, hablams de sabiduría entre ls perfects, per n de sabiduría de este mund ni de ls jefes de este mund, abcads a la ruina; sin que hablams de una sabiduría de Dis, misterisa, escndida, destinada pr Dis desde antes de ls sigls para glria nuestra, descncida de tds ls jefes de este mund -pues de haberla cncid n hubieran crucificad al Señr de la glria-. Más bien, cm dice la Escritura: l que ni el j vi, ni el íd yó, ni al crazón del hmbre llegó, l que Dis preparó para ls que l aman. Prque a nstrs ns l reveló Dis pr medi del Espíritu; y el Espíritu td l sndea, hasta las prfundidades de Dis. En efect, qué hmbre cnce l íntim del hmbre sin el espíritu del hmbre que está en él? Del mism md, nadie cnce l íntim de Dis, sin el Espíritu de Dis. Y nstrs n hems recibid el espíritu del mund, sin el Espíritu que viene de Dis, para cncer las gracias que Dis ns ha trgad, de las cuales también hablams, n cn palabras enseñadas pr la sabiduría humana, sin enseñadas pr el Espíritu, expresand realidades espirituales en términs espirituales. El hmbre naturalmente n acepta las csas del Espíritu de Dis; sn lcura para él. Y n las puede entender, pues sól espiritualmente pueden ser juzgadas. En cambi, el hmbre de espíritu l juzga td; y a él nadie puede juzgarle. Prque quién cnció la mente del Señr para instruirle? Per nstrs tenems la mente de Crist. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 10

11 Día 8º Cn la gracia de Crist resistims y vencems las tentacines Mientras en el mund vivims n pdems estar sin tribulacines y tentacines. Pr l cual ns está dich en la Sagrada Escritura -tentación es la vida del hmbre sbre la tierra-; y en tra parte -hij si te entregas al servici de Dis prepárate para la prueba-. De aquí se sigue que cada un debe tener precaución y cuidad acerca de la tentación, y velar en cnstante ración, de tal manera que n le encuentre el malign descuidad drmid (n hay lugar pr tan secret que sea, adnde n se acerque a engañar y tentar); y pr es advierte San Pedr que el diabl anda cm león rugiente buscand a quien devrar resistidles firmes en la fe; pr l tant n existe hmbre algun en la tierra pr más sant que sea; que n padezca grandes y muchas tentacines, y es pr ell que much debems rgar a Dis que ns libre de caer, ya que n pdems vivir sin ellas. Mas las tentacines sn sbremanera utilísimas al hmbre, aunque sean recias y pesadas (espinsas, amargas) prque en ellas es un humillad, purificad y enseñad; Dis permite la prueba para hacerns entender que cn nuestras prpias fuerzas, sin la ayuda de su crecida gracia, nada valems, sin mí nada pdéis hacer; y al mism tiemp quiere ver cuant pesa y vale el quilate de nuestr amr pr Él. Cuand nstrs n cnsentims la tentación siempre es la gracia de Crist la que realmente triunfa y ns hace participar de la victria; de esta manera Él humilla a Satanás, que ante su infinit pder abslutamente nada puede. Tds ls sants, pasarn pr muchas tribulacines y tentacines, y aprvecharn venciend. Cóm se vence a este cruel enemig? La tentación se vence imitand a Crist que hiz ración, vigilancia, ayun, penitencia, mrtificación, bras de bien; hems de meditar la palabra de Dis, recurrir al sacrament de la cnfesión, recibir la santa Eucaristía; rezar el sant Rsari, etc. Mt 4, 1-11 Tentacines en el desiert. Entnces Jesús fue llevad pr el Espíritu al desiert para ser tentad pr el diabl. Y después de hacer un ayun de cuarenta días y cuarenta nches, al fin sintió hambre. Y acercándse el tentadr, le dij: «Si eres Hij de Dis, di que estas piedras se cnviertan en panes.» Mas él respndió: «Está escrit: N sól de pan vive el hmbre, sin de tda palabra que sale de la bca de Dis.» Entnces el diabl le lleva cnsig a la Ciudad Santa, le pne sbre el aler del Templ, y le dice: «Si eres Hij de Dis, tírate abaj, prque está escrit: A sus ángeles te encmendará, y en sus mans te llevarán, para que n trpiece tu pie en piedra alguna.» Jesús le dij: «También está escrit: N tentarás al Señr tu Dis.» De nuev le lleva cnsig el diabl a un mnte muy alt, le muestra tds ls reins del mund y su glria, y le dice: «Td est te daré si pstrándte me adras.» Dícele entnces Jesús: «Apártate, Satanás, prque está escrit: Al Señr tu Dis adrarás, y sól a él darás cult.» Entnces el diabl le deja. Y he aquí que se acercarn uns ángeles y le servían. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 11

12 Día 9º El fueg prueba al hierr, y la tentación al hmbre just. Alguns padecen graves tentacines al principi de su cnversión, y trs al fin; más hay trs que sn mlestads casi pr tda su vida. Alguns sn tentads blandamente, según la sabiduría y el juici de la divina Prvidencia, que mide el estad y ls mérits de ls hmbres, y td l tiene rdenad para la salvación de sus escgids. Es pr es que n debems descnfiar cuand sms tentads, sin antes rgar a Dis cn mayr fervr que sea servid de ayudarns en tda tribulación; el cual, sin duda, según el dich de San Pabl, ns dará el auxili junt cn la tentación para que la pdams resistir. Humillems, pues, nuestras almas baj la man de Dis en tda tribulación y tentación, prque El salvará y engrandecerá a ls humildes de espíritu. En las tentacines y adversidades se ve cuánt un ha aprvechad y en ellas cnsiste el mayr merecimient y se cnce mejr la virtud. Mt 17, El endemniad epiléptic. Cuand llegarn dnde la gente, se acercó a él un hmbre que, arrdillándse ante él, le dij: «Señr, ten piedad de mi hij, prque es lunátic y sufre much; pues muchas veces cae en el fueg y muchas en el agua. Se l he presentad a tus discípuls, per ells n han pdid curarle.» Jesús respndió: «Oh generación incrédula y perversa! Hasta cuánd estaré cn vstrs? Hasta cuánd habré de sprtars? Traédmel acá!» Jesús le increpó y el demni salió de él; y quedó san el niñ desde aquel mment. Entnces ls discípuls se acercarn a Jesús, en privad, y le dijern: «Pr qué nstrs n pudims expulsarle?» Díceles: «Pr vuestra pca fe. Prque y s asegur: si tenéis fe cm un gran de mstaza, diréis a este mnte: `Desplázate de aquí allá', y se desplazará, y nada s será impsible. El cmbate espiritual; de San Pabl a ls Efesis 6, Pr l demás, frtaleces en el Señr y en la fuerza pdersa. Revestís de las armas de Dis para pder resistir a las acechanzas del diabl. Prque nuestra lucha n es cntra la carne y la sangre, sin cntra ls principads, cntra las ptestades, cntra ls dminadres de este mund tenebrs, cntra ls espíritus del mal que están en el aire. Pr es, tmad las armas de Dis, para que pdáis resistir en el día funest, y manteners firmes después de haber vencid td. Pnes en pie, ceñida vuestra cintura cn la verdad y revestids de la justicia cm craza, calzads ls pies cn el cel pr el Evangeli de la paz, embrazand siempre el escud de la fe, para que pdáis apagar cn él tds ls encendids dards del malign. Tmad, también, el yelm de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dis; siempre en ración y súplica, rand en tda casión en el Espíritu, veland junts cn perseverancia e intercediend pr tds ls sants, y también pr mí, para que me sea dada la palabra al abrir mi bca para dar a cncer cn valentía el misteri del Evangeli, del cual sy embajadr entre cadenas, y pueda hablar de él valientemente cm cnviene. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 12

13 Día 10º En despreciand el mund, es dulce csa servir a Dis Oh Señr, cuán grande es la abundancia de tu dulzura, que escndiste para ls que te temen! Per, qué eres para ls que te aman, y qué para ls que te sirven de td crazón? Verdaderamente es inefable la dulzura de tu cntemplación, la cual das a ls que te aman. En est me has mstrad singularmente tu dulce caridad, en que cuand y n existía me creaste, y cuand erraba lejs de ti, me cnvertiste para que te sirviese, y me mandaste que te amase. Oh fuente de amr perenne! Qué diré de Ti? Cóm pdré lvidarme de Ti, que te dignaste acrdarte de mí aun después que y me perdí y perecí? Usaste de misericrdia cn tu sierv sbre tda esperanza, y sbre td merecimient me diste tu gracia y amistad. Qué te vlveré y pr esta gracia? Pr ventura es gran csa que y te sirva, cuand tda criatura está bligada a servirte? N me debe parecer much servirte, sin más bien me parece grande y maravills que Tú te dignaste recibir pr sierv a un tan pbre e indign y unirle cn tus amads siervs. Tuyas sn, pues, tdas las csas que teng y cn qué te sirv. Per, pr el cntrari, Tú me sirves más a mí que y a Ti. El ciel y la tierra que Tú creaste para el servici del hmbre, están prnts, y hacen cada día td l que les has mandad; y est es pc, pues aun has destinad ls ángeles para servici del hmbre. Más a tdas estas csas excede el que Tú mism te dignaste servir al hmbre, y le prmetiste que te darías a Ti mism. Qué te daré y pr tants millares de beneficis? Oh! Si pudiese slamente, siquiera un sl día hacerte algún dign servici! Verdaderamente Tú sl eres dign de td servici, de tda hnra y de alabanza eterna. Verdaderamente Tú sl eres mi Señr, y y sy un pbre sierv tuy, que esty bligad a servirte cn tdas mis fuerzas, y nunca deb cansarme de alabarte. Así l quier, así l dese; y l que me falta, rueg que Tú l suplas. Grande hnra y gran glria es servirte, y despreciar tdas las csas pr Ti. Pr ciert, grande gracia tendrán ls que de tda vluntad se sujetaren a Tu santísim servici. Hallarán la suavísima cnslación del Espíritu Sant ls que pr amr tuy despreciarn td deleite carnal. Salm 1, 1-6 Ls ds camins. Feliz quien n sigue cnsejs de malvads ni anda mezclad cn pecadres ni en grups de necis tma asient, sin que se recrea en la ley de Yahvé, susurrand su ley día y nche. Será cm árbl plantad entre acequias, da su frut en sazón, su frnda n se agsta. Td cuant emprende prspera: per n será así cn ls malvads. Serán cm tam impulsad pr el vient. N se sstendrán ls malvads en el juici, ni ls pecadres en la reunión de ls justs. Pues Yahvé cnce el camin de ls justs, per el camin de ls malvads se extravía. Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 13

14 Día 11º Dis n quiere la muerte del pecadr sin que se cnvierta y viva Lc 7, La pecadra perdnada. Un farise le rgó que cmiera cn él, y, entrand en la casa del farise, se pus a la mesa. Había en la ciudad una mujer pecadra pública. Al enterarse de que estaba cmiend en casa del farise, llevó un frasc de alabastr de perfume y, pniéndse detrás, a ls pies de él, cmenzó a llrar, y cn sus lágrimas le mjaba ls pies y cn ls cabells de su cabeza se ls secaba; besaba sus pies y ls ungía cn el perfume. Al verl el farise que le había invitad, se decía para sí: «Si éste fuera prfeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tcand, pues es una pecadra.» Jesús le respndió: «Simón, teng alg que decirte.» Él dij: «Di, maestr.» «Un acreedr tenía ds deudres: un debía quinients denaris y el tr cincuenta. Cm n tenían para pagarle, perdnó a ls ds. Quién de ells le amará más?» Respndió Simón: «Supng que aquel a quien perdnó más.» Él le dij: «Has juzgad bien.» Y, vlviéndse hacia la mujer, dij a Simón: «Ves a esta mujer? Entré en tu casa y n me diste agua para ls pies. Ella, en cambi, ha mjad mis pies cn lágrimas y ls ha secad cn sus cabells. N me diste el bes. Ella, desde que entró, n ha dejad de besarme ls pies. N ungiste mi cabeza cn aceite. Ella ha ungid mis pies cn perfume. Pr es te dig que quedan perdnads sus muchs pecads, prque ha mstrad much amr. A quien pc se le perdna, pc amr muestra.» Y le dij a ella: «Tus pecads quedan perdnads.» Ls cmensales empezarn a decirse para sí: «Quién es éste, que hasta perdna ls pecads?» Per él dij a la mujer: «Tu fe te ha salvad. Vete en paz.» Lc 8, 1-3 Mujeres que acmpañaban a Jesús. Recrrió a cntinuación ciudades y puebls, prclamand y anunciand la Buena Nueva del Rein de Dis; le acmpañaban ls Dce, y algunas mujeres que habían sid curadas de espíritus maligns y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salid siete demnis, Juana, mujer de Cusa, un administradr de Herdes, Susana y tras muchas que les servían cn sus bienes. Qué he hech pr Crist? Qué hag pr Crist? Qué he de hacer pr Jesucrist? Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 14

15 DIA 12º De la fervrsa enmienda de nuestra vida Qué he hech pr Crist? Qué hag pr Crist? Qué he de hacer pr Jesucrist? Hechs 8, 1.3 Saul aprueba la muerte de Esteban. Entretant Saul hacía estrags en la Iglesia; entraba pr las casas, se llevaba pr la fuerza hmbres y mujeres, y ls metía en la cárcel. Cnversión de San Pabl Hechs 9, 1-25 Entretant Saul, respirand tdavía amenazas y muertes cntra ls discípuls del Señr, se presentó al sum sacerdte, y le pidió cartas para las sinaggas de Damasc, para que, si encntraba alguns seguidres del Camin, hmbres mujeres, ls pudiera llevar press a Jerusalén. Sucedió que, yend de camin, cuand estaba cerca de Damasc, de repente le envlvió una luz venida del ciel, cayó en tierra y yó una vz que le decía: «Saúl, Saúl, pr qué me persigues?» Él preguntó: «Quién eres, Señr?» Y él: «Y sy Jesús, a quien tú persigues. Per levántate, entra en la ciudad y te dirán l que debes hacer.» Ls hmbres que iban cn él se habían detenid muds de espant, pues ían la vz, per n veían a nadie. Saul se levantó del suel, y, aunque tenía sus js bien abierts, n veía nada. Le llevarn de la man y le intrdujern en Damasc. Pasó tres días sin ver, y sin cmer ni beber. Había en Damasc un discípul llamad Ananías. El Señr le dij en una visión: «Ananías.» Él respndió: «Aquí esty, Señr.» Y el Señr: «Levántate y vete a la calle Recta y pregunta en casa de Judas pr un de Tars llamad Saul; mira, está en ración y ha vist que un hmbre llamad Ananías entraba y le impnía las mans para recbrar la vista.» Respndió Ananías: «Señr, he íd a muchs hablar de ese hmbre y de ls muchs males que ha causad a tus sants en Jerusalén y que aquí tiene pderes de ls sums sacerdtes para apresar a tds ls que invcan tu nmbre.» El Señr le respndió: «Vete, pues éste me es un instrument elegid para llevar mi nmbre ante ls gentiles, ls reyes y ls hijs de Israel. Y le mstraré cuánt tendrá que padecer pr mi nmbre.» Fue Ananías, entró en la casa, le impus las mans y le dij: «Saúl, herman, me ha enviad a ti el Señr Jesús, el que se te apareció en el camin pr dnde venías, para que recbres la vista y te llenes del Espíritu Sant.» Al instante cayern de sus js unas cm escamas, y recbró la vista; se levantó y fue bautizad. Tmó aliment y recbró las fuerzas. Fervrsa reparación: Predicación de San Pabl en Damasc. Estuv alguns días cn ls discípuls de Damasc, y en seguida se pus a predicar a Jesús en las sinaggas: Éste es el Hij de Dis. Tds ls que le ían quedaban atónits y decían: «N es éste el que en Jerusalén perseguía encarnizadamente a ls que invcan ese nmbre, y ha venid aquí cn el bjet de llevársels encadenads a ls sums sacerdtes?» Per Saul se frtalecía y cnfundía a ls judís que vivían en Damasc demstrándles que éste es el Crist. Al cab de bastante tiemp ls judís tmarn la decisión de matarle. Per Saul tuv cncimient de su cnjura. Hasta las puertas estaban vigiladas día y nche para pderle matar. Per ls discípuls le tmarn durante la nche y le desclgarn pr la muralla dentr de una espuerta. Qué me es un pc de sufrir en cmparación cn la glria venidera? Rezar: Veni Creatr Espiritus Ave Maris Stella Magnificat 15

16 En ls dce días preliminares (Primera Parte), rgams a Dis pr mediación de María Santísima ns alcance gracia suficiente para que nuestra alma se purifique y vacíe del espíritu del mund, que es td l puest al espíritu de Jesucrist. Ahra en estas tres semanas de ración y meditación, nuestra alma buscará un mejr cncimient de sí misma (primera semana = Segunda Parte). de María (segunda semana = Tercera Parte). y de Jesucrist (tercera semana = Cuarta Parte). Segunda Parte Tema: NUESTRA ALMA BUSCARA UN MEJOR CONOCIMIENTO DE SI MISMO Durante este períd, cnsiderarems tant la psición que existe entre el espíritu de Jesús y el nuestr, cm el miserable y humillante estad en que ns han reducid ls pecads. Pidams pr mediación de María Inmaculada, la gracia de una verdadera y fructusa cnversión. ORACIONES QUE SE REZARAN DESDE EL DIA 13º AL 19º, INCLUSIVE LETANIA DEL ESPIRITU SANTO (sól para devción privada) Señr, ten piedad (bis) Crist, ten piedad (bis) Señr, ten piedad (bis) Crist, óyens (bis) Crist, escúchans (bis) Dis Padre Celestial, Ten misericrdia de nstrs. Dis, Hij, Redentr del mund Dis, Espíritu Sant, Trinidad Santa, un sl Dis, Espíritu que prcede del Padre y del Hij, Ilumínans y santifícans. Espíritu del Señr, que al cmienz de la creación planeand sbre las aguas las fecundaste. Espíritu pr inspiración del cual han hablad ls prfetas. Espíritu cuya unción ns enseña tdas las csas. Espíritu que das testimni de Crist. Espíritu de verdad que ns instruyes sbre tdas las csas. Espíritu que sbreviene a María. Espíritu del Señr que llena td el rbe. Espíritu de Dis que habita en nstrs. Espíritu de sabiduría y de entendimient. Espíritu de cnsej y de frtaleza. 16

17 Espíritu de ciencia y de piedad. Espíritu de temr del Señr. Espíritu de gracia y de misericrdia. Espíritu de fuerza, de dilección (amr reflexiv) y de sbriedad. Espíritu de fe, de esperanza, de amr y de paz. Espíritu de humildad y de castidad. Espíritu de benignidad y de mansedumbre. Espíritu de multifrme gracia. Espíritu que escrutas ls secrets de Dis. Espíritu que ruegas pr nstrs cn gemids inenarrables. Espíritu que descendiste sbre Crist en frma de palma. Espíritu en el cual renacems. Espíritu pr el cual se difunde la caridad en nuestrs craznes. Espíritu de adpción de ls hijs de Dis. Espíritu que en lenguas de fueg sbre ls Apóstles apareciste. Espíritu cn el cual fuern ls Apóstles henchids. Espíritu que distribuyes tus dnes a cada un cm quieres. Sedns prpici, Sedns prpici, perdónans, Señr. escúchans, Señr. De td mal, líbrans, Señr De td pecad, De tentacines e insidias del demni. De la presunción y desesperación. De la resistencia a la verdad cncida. De la bstinación y de la impenitencia. De la impureza de la mente y del cuerp. Del espíritu de frnicación. De td espíritu del mal. Pr Tu eterna prcesión del Padre y del Hij. Te rgams óyens. Pr Tu descens sbre Crist en el Jrdán Pr Tu advenimient sbre ls discípuls. En el día del juici, nstrs pecadres. Para que así cm vivims del Espíritu, brems también pr El. Para que recrdand que sms templ del Espíritu Sant, n l prfanems. Para que viviend según el Espíritu, n cumplams ls deses de la carne. A fin de que pr el Espíritu mrtifiquems las bras de la carne. Para que n te cntristems a Ti, Espíritu Sant de Dis. Para que seams slícits en guardar la unidad del Espíritu en el víncul de la paz. Para que n creams a td espíritu. Para que prbems a ls espíritus si sn de Dis. Para que te dignes renvar en nstrs el Espíritu de rectitud. Para que ns cnfirmes pr tu Espíritu Sberan. Crder de Dis, que quitas el pecad del Mund, Crder de Dis, que quitas el pecad del mund, Crder de Dis, que quitas el pecad del mund, perdónans, Señr. escúchans, Señr. ten piedad de nstrs. 17

18 Asístans, te pedims Señr, la virtud del Espíritu Sant, que purifique clemente nuestrs craznes y ns preserve de td mal. Te l pedims pr el mism Jesucrist nuestr Señr. Amen. Letanía de nuestra Señra Señr, ten piedad. Señr, ten piedad. Crist, ten piedad. Crist, ten piedad. Señr, ten piedad. Señr, ten piedad. Crist, óyens. Crist, óyens. Crist, escúchans. Crist, escúchans. Dis Padre Celestial. Dis Hij Redentr del Mund Dis Espíritu Sant. Trinidad Santa un sl Dis. Ten misericrdia de nstrs. Santa María Ruega pr nstrs Santa Madre de Dis, Santa Virgen de las vírgenes, Madre de Crist, Madre de la Iglesia, Madre de la divina gracia, Madre purísima, Madre castísima, Madre invilada, Madre virgen, Madre inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del buen cnsej, Madre del Creadr, Madre del Salvadr, Virgen prudentísima, Virgen digna de veneración. Virgen digna de alabanza, Virgen pdersa, Virgen clemente, Virgen fiel, Esclava del Señr, Espej de justicia, Trn de sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vas espiritual, Vas hnrable, Vas insigne de devción, Rsa mística, Trre de David. Trre de marfil, Casa de r, Arca de la alianza, Puerta del ciel. Estrella de la mañana, Salud de ls enferms, Refugi de ls pecadres, Cnsladra de ls afligids, Auxili de ls cristians, Reina de ls ángeles, Reina de ls patriarcas, Reina de ls prfetas, Reina de ls apóstles, Reina de ls mártires, Reina de ls cnfesres, Reina de las vírgenes, Reina de tds ls sants, Reina cncebida sin mancha riginal, Reina asunta a ls ciels, Reina del Santísim Rsari, Reina de la familia, Reina de la paz, 18

19 Crder de Dis, que quitas el pecad del mund. Perdónans, Señr. Crder de Dis, que quitas el pecad del mund. Escúchans, Señr. Crder de Dis, que quitas el pecad del mund. Ten misericrdia de nstrs. Ruega pr nstrs, Santa Madre de Dis, para que ns hagams digns de las prmesas de Nuestr Señr Jesucrist. Te pedims, Señr, que nstrs, tus siervs, gcems siempre de salud de alma y cuerp; y pr la intercesión glrisa de Santa María, la Virgen, líbrans de las tristezas de este mund y cncédens las alegrías del ciel. Pr Jesucrist Nuestr Señr. Amén. AVE, MARIS STELLA Salve, estrella del mar, Madre santa de Dis y siempre Virgen, feliz puerta del ciel. Aceptand aquel Ave, de la bca de Gabriel, afiánzans en la paz al trcar el nmbre de Eva. Desata las ataduras de ls res, da luz a quienes n ven, ahuyenta nuestrs males, pide para nstrs tds ls bienes. Muestra que eres nuestra Madre, que pr ti acja nuestras súplicas Quien nació pr nstrs, tmand el ser de ti. Virgen singular, dulce cm ninguna, líbrans de la culpa, hazns dóciles y casts. Facilítans una vida pura, prepárans un camin segur, para que viend a Jesús, ns pdams alegrar para siempre cntig. Alabems a Dis Padre, glrifiquems a Crist sberan y al Espíritu Sant, y dems a las tres Persnas un mism hnr. Amén. 19

20 Día 13º San Lucas, capítul 11, versículs 1-13 El Padre Nuestr. Estaba él rand en ciert lugar y cuand terminó, le dij un de sus discípuls: «Señr, enséñans a rar, cm enseñó Juan a sus discípuls.» Él les dij: «Cuand réis, decid: Padre, nuestr que esta en el ciel santificad sea tu Nmbre, venga a nstrs tu Rein, dans hy nuestr pan de cada día, perdna nuestra fensas, cm también nstrs perdnams a td el que ns fenden, y n ns dejes caer en tentación. El amig inprtun. Les dij también: «Si un de vstrs tiene un amig y, acudiend a él a medianche, le dice: `Amig, préstame tres panes, prque ha llegad de viaje a mi casa un amig mí y n teng qué frecerle', y aquél, desde dentr, le respnde: `N me mlestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijs y y estams acstads; n pued levantarme a dártels', s asegur que si n se levanta a dársels pr ser su amig, se levantará para que deje de mlestarle y le dará cuant necesite. Eficacia de la ración. «Y s dig: Pedid y se s dará; buscad y hallaréis; llamad y se s abrirá. Prque td el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán. Qué padre hay entre vstrs que, si su hij le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra;, si pide un huev, le da un escrpión? Si, pues, vstrs, aun siend mals, sabéis dar csas buenas a vuestrs hijs, cuánt más el Padre del ciel dará el Espíritu Sant a ls que se l pidan!» Oración al Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 20

21 Día 14º Humildad y bediencia a ejempl de Jesucrist Filipenses 2, 1-18 Así pues, si hay una exhrtación en nmbre de Crist, un estímul de amr, una cmunión en el Espíritu, una entrañable misericrdia, clmad mi alegría, teniend un mism sentir, un mism amr, un mism ánim, y buscand tds l mism. Nada hagáis pr ambición, ni pr vanaglria, sin cn humildad, cnsiderand a ls demás cm superires a un mism, sin buscar el prpi interés sin el de ls demás. Tened entre vstrs ls misms sentimients que Crist: El cual, siend de cndición divina, n cdició el ser igual a Dis sin que se despjó de sí mism tmand cndición de esclav. Asumiend semejanza humana y apareciend en su prte cm hmbre, se rebajó a sí mism, haciéndse bediente hasta la muerte y una muerte de cruz. Pr es Dis l exaltó y le trgó el Nmbre, que está sbre td nmbre. Para que al nmbre de Jesús tda rdilla se dble en ls ciels, en la tierra y en ls abisms, y tda lengua cnfiese que Crist Jesús es el Señr para glria de Dis Padre. Trabajar en la bra de la salvación. Así pues, querids mís, de la misma manera que habéis bedecid siempre, n sól cuand estaba presente sin much más ahra que esty ausente, trabajad cn sum cuidad pr vuestra salvación, pues es Dis quien, pr su benevlencia, realiza en vstrs el querer y el brar. Hacedl td sin murmuracines ni discusines para que seáis irreprchables y sencills hijs de Dis sin tacha en medi de una generación perversa y depravada, en medi de la cual brilláis cm estrellas en el mund, manteniend en alt la palabra de la vida. Así, en el Día de Crist, seréis mi rgull, ya que n habré crrid ni me habré fatigad en van. Y aunque mi sangre se derrame cm libación sbre el sacrifici y la frenda de vuestra fe, me alegr y cngratul cn vstrs. De igual manera también vstrs alegras y cngratulas cnmig. Letanía del Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 21

22 Día 15º Necesitams a María para mrir a nstrs misms. Lc 13, 1-5 Invitación a la penitencia. En aquel mism mment llegarn alguns que le cntarn l de ls galiles, cuya sangre había mezclad Pilat cn la de sus sacrificis. Les respndió Jesús: «Pensáis que ess galiles eran más pecadres que tds ls demás galiles, prque han padecid estas csas? N, s l asegur; y si n s cnvertís, tds pereceréis del mism md. O aquells diecich sbre ls que se desplmó la trre de Silé y ls mató, pensáis que eran más culpables que ls demás hmbres que habitaban en Jerusalén? N, s l asegur; y si n s cnvertís, tds pereceréis del mism md.» Tds ls días ayudads cn la gracia de Dis debems mrir a nuestr egísm (que se manifiesta de diferentes maneras), sberbia, envidia, ira, avaricia, lujuria, pereza, gula; vanaglria, falsedad, hipcresía, cels, riñas, discrdias, burlas, peleas, chismes, habladurías, mentiras, deslealtad, infidelidad, incnstancia, impureza, medicridad, superficialidad; incredulidad, desesperación, presunción, rencr, dureza de crazón etc., cm dice San Pabl "mrir cada día" "Si el gran de trig n cae en tierra y muere, queda sl y n prduce frut"... Si n mrims a nstrs misms y si nuestras devcines n ns llevan a esta muerte necesaria y fecunda, n prducirems fruts que valgan la pena y nuestras devcines serán inútiles. La cnsagración que harems a la Santísima Virgen, ns tiene que llevar lgrar esta muerte prpia, per cn el bjetiv principal de santificarns más, imitand sus magníficas virtudes que están arraigadas en Jesucrist: humildad, pbreza, silenci, ración, paciencia, sencillez, alegría, pureza, fe, caridad, esperanza, sabiduría, dulzura, etc. Letanía del Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 22

23 Día 16º Dis ha mirad la humillación de su esclava El que dice que n cmete pecad es un mentirs y la verdad n está en él El que está libre de pecad que tire la primera piedra. Ante Dis tds sms grandes pecadres. Felices ls limpis de crazón prque ells verán a Dis El farise y el publican. 18, 9-14 A alguns que se tenían pr justs y despreciaban a ls demás les dij esta parábla: «Ds hmbres subiern al templ a rar; un farise, tr publican. El farise, de pie, raba en su interir de esta manera: ` Oh Dis! Te dy gracias prque n sy cm ls demás hmbres, rapaces, injusts, adúlters, ni tampc cm este publican. Ayun ds veces pr semana, dy el diezm de tdas mis ganancias.' En cambi el publican, manteniéndse a distancia, n se atrevía ni a alzar ls js al ciel, sin que se glpeaba el pech, diciend: ` Oh Dis! Ten cmpasión de mí, que sy pecadr!' Os dig que éste bajó a su casa justificad y aquél n. Prque td el que se ensalce será humillad; y el que se humille será ensalzad.» Jesús y ls niñs. 18, Le presentaban también ls niñs pequeñs para que ls tcara y, al verl, ls discípuls, les reñían. Mas Jesús llamó a ls niñs, diciend: «Dejad que ls niñs vengan a mí y n se l impidáis; prque de ls que sn cm ésts es el rein de Dis. Y s asegur: el que n reciba el Rein de Dis cm niñ, n entrará en él.» Letanía del Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 23

24 Día 17º Derriba del trn a ls pderss y enaltece a ls humildes. El ric mal y Lázar el pbre. Lc 18, «Había un hmbre ric que vestía de púrpura y lin, y celebraba tds ls días espléndidas fiestas. Y un pbre, llamad Lázar, que, echad junt a su prtal, cubiert de llagas, deseaba hartarse de l que caía de la mesa del ric...per hasta ls perrs venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pbre y ls ángeles le llevarn al sen de Abrahán. Murió también el ric y fue sepultad. «Estand en el infiern entre trments, levantó ls js y vi a l lejs a Abrahán, y a Lázar en su sen. Y, gritand, dij: `Padre Abrahán, ten cmpasión de mí y envía a Lázar a que mje en agua la punta de su ded y refresque mi lengua, prque esty atrmentad en esta llama.' Per Abrahán le dij: `Hij, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázar, al cntrari, sus males; ahra, pues, él es aquí cnslad y tú atrmentad. Y además, entre nstrs y vstrs se interpne un gran abism, de md que ls que quieran pasar de aquí a vstrs, n puedan hacerl; ni de ahí puedan pasar hacia nstrs.' «Replicó: `Pues entnces, te rueg, padre, que le envíes a la casa de mi padre, prque teng cinc hermans, para que les advierta y n vengan también ells a este lugar de trment.' Abrahán le dij: `Tienen a Misés y a ls prfetas; que les igan.' Él dij: `N, padre Abrahán, que si algun de entre ls muerts va a ells, se cnvertirán.' Le cntestó: `Si n yen a Misés y a ls prfetas, tampc se cnvencerán aunque un muert resucite.'» Letanía del Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 24

25 Día 18º A ls hambrients ls clma de bienes y a ls rics ls despide cn las mans vacías. San Lucas, 7, El escándal Dij a sus discípuls: «Es impsible que n haya escándals; per, ay de aquel pr quien vienen! Más le vale que le pngan al cuell una piedra de mlin y le arrjen al mar, que escandalizar a un de ests pequeñs. Andad, pues, cn cuidad. Crrección fraterna. «Si tu herman peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca cntra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciend: `Me arrepient', le perdnarás.» Pder de la fe. Dijern ls apóstles al Señr: «Auméntans la fe.» El Señr dij: «Si tuvierais una fe cm un gran de mstaza, habríais dich a este sicómr: `Arráncate y plántate en el mar', y s habría bedecid.» Servir cn humildad. «Quién de vstrs que tiene un sierv arand pastreand y, cuand regresa del camp, le dice: `Pasa al mment y pnte a la mesa?' N le dirá más bien: `Prepárame alg para cenar, y cíñete para servirme y lueg que y haya cmid y bebid cmerás y beberás tú?' Acas tiene que dar las gracias al sierv prque hiz l que le mandarn? De igual md vstrs, cuand hayáis hech td l que s mandarn, decid: N sms más que uns pbres siervs; sól hems hech l que teníams que hacer.» Letanía del Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 25

26 Día 19º Felices ls pbres de espíritu prque de ells es el rein de ls ciels Prclama mi alma la grandeza del Señr Se alegra mi espíritu en Dis mi Salvadr El hmbre ric. San Lucas, 18, Un de ls principales le preguntó: «Maestr buen, qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Le dij Jesús: «Pr qué me llamas buen? Nadie es buen, sin sól Dis. Ya sabes ls mandamients: N cmetas adulteri, n mates, n rbes, n levantes fals testimni, hnra a tu padre y a tu madre.» Él dij: «Td es l he guardad desde mi juventud.» Al írl, Jesús le dij: «Aún te falta una csa: vende td cuant tienes y repártel entre ls pbres, y tendrás un tesr en ls ciels; lueg, ven y sígueme.» Al ír est, se pus muy triste, prque era muy ric. Peligr de las riquezas. Al verl, Jesús dij: «Qué difícil es que ls que tienen riquezas entren en el Rein de Dis! Es más fácil que un camell entre pr el j de una aguja que el que un ric entre en el Rein de Dis.» Ls que l yern, dijern: «Y quién se pdrá salvar?» Respndió: «L que es impsible para ls hmbres es psible para Dis.» Recmpensa prmetida al desprendimient. Dij entnces Pedr: «Ya l ves, nstrs hems dejad nuestras csas y te hems seguid.» Él les dij: «Y s asegur que nadie que haya dejad casa, mujer, hermans, padres hijs pr el Rein de Dis, quedará sin recibir much más al presente y vida eterna en el mund venider.» María Inmaculada di a luz a su hij primgénit, le envlvió en pañales y le acstó en un pesebre, prque n tenían siti en el albergue Lc 2, 7. Letanía del Espíritu Sant Letanía de Nuestra Señra Ave, Maris Stella 26

27 Tercera Parte NUESTRA ALMA BUSCARA UN MEJOR CONOCIMIENTO DE MARÍA Prcurarems hacer acts de amr, y de afects piadss hacia la Santísima Virgen. Imitar según San Luís María de Mntfrt, sus diez virtudes principales: su humildad prfunda, su fe viva, su bediencia herica, su cntinua ración mental, su mrtificación en tdas las csas, su pureza incmparable, su caridad ardiente, su paciencia herica, su dulzura angelical y su sabiduría divina. Tenems que unirns a Jesús pr María, ésta es la característica de nuestra devción; pr tant, cn alegría, sencillez, humildad, empeñarems td nuestr crazón, alma, fuerza, ser para tratar de adquirir un cncimient gusts, sentid y prfund de la Virgen Inmaculada. María es nuestra Reina sberana y nuestra Medianera, nuestra Madre y nuestra Señra. Esfrcémns, pues, en cncer ls efects de esta realeza, de esta mediación, y de esta maternidad, así cm las grandezas y prerrgativas que sn ls fundaments cnsecuencias de ell. Pidams a María Santísima cuy Crazón Inmaculad es un mlde perfect de Jesucrist, ns alcance la gracia de mldear nuestr crazón en el mlde purísim de su Crazón; de tal manera que nuestra vida llegue a ser también una imagen perfecta de Crist; que pdams decir cm San Pabl Ya n sy y el que vive es Crist quien vive en mí ya n sy y el que vive es María quien vive en mí. 27

28 ORACIONES QUE SE REZARAN DESDE EL DIA 20º AL 26º, INCLUSIVE -Invcación al Espíritu Sant de San Luís María G. M. -Oración a Nuestra Señra de San Luís María G. M. -Sant Rsari -Magnificat Invcación al Espíritu Sant Ven, h Padre de las luces!; Ven, h Dis fuente de amr!; frja tu plegaria en mí, enséñame la verdad, haz descender a mi alma una chispa de tu fueg que la inflame y la penetre cn la presencia de Dis. Ven, Espíritu, que frmas mártires y cnfesres, apóstles y prfetas, héres y grandes almas. Cnducid pr ti mism, vivió Jesús, mi Señr; a fin que y l imite, cndúceme cm a Él. Tu que realizas milagrs pr persnas limitadas y das mensajes de vida pr persnas sencillas, dame fuerza cn tu gracia -fuerza, prque desfallezc-, habla en el fnd de mi alma para fundir mi frialdad. Habla, Espíritu, y mi pech será fuente de agua viva; de agua pura y abundante que salve a ls pecadres... sstén mi incapacidad -sy frágil cm un bas de barrcrrige mi incnstancia, pues cambi más que la brisa. Mi alma, sin ti, está desierta, vacía de tda virtud; sin ti, camin al fracas y td me hace caer; n pued pensar, ni hablar, ni brar para bien, Dis mí, a n ser que tú me ayudes siempre y en td lugar. Dame tu sabiduría para gustar la verdad, dame tu amr que impulsa sin frzar la libertad, dame tu gracia fecunda y tu atracción pdersa, dame tu ayuda ptente, tu íntima y excelsa paz. Haz que te ame intensamente. y entnces sí te amaré; Cnviérteme del pecad, y y me cnvertiré; si a la atracción de tu gracia me he puest tantas veces, hy me smet a tu imperi para amarte sin temr. Haz de mi pech un santuari; de mi lengua, un instrument, para dar ejempl a tds y hablar cn tda elcuencia. Pr Jesús y pr María reina en mi cn tu pder, para que así glrifique a Dis pr la eternidad. Y tú, Santísima Virgen, fiel Espsa del Espíritu Sant cnvierte mi rebeldía en cntrición y humildad haz dócil mi crazón, hazl fiel al mensaje de Crist, haz que viva el Evangeli, sus cnsejs y su ley. Amén. 28