En Chile no da lo mismo dónde se nace

Transcripción

1 Nueva Agenda Regional: En Chile no da lo mismo dónde se nace Ø Actualmente el des-no de las chilenas y chilenos depende en buena medida del lugar donde nacen, crecen y viven, y no tanto de sus capacidades y esfuerzo. Esto, porque las oportunidades de desarrollo y bienestar están concentradas en unos pocos territorios, en desmedro de otros. Ø Con esta premisa, el Programa de Cohesión Territorial para el Desarrollo, coordinado por Rimisp- Centro La-noamericano para el Desarrollo Rural, convocó a expertos de diversos ámbitos, para elaborar una serie de propuestas en materia de desarrollo económico y social y descentralización, que confluyen en la llamada Nueva Agenda Regional. El obje5vo de esta inicia5va es avanzar en soluciones contra las brechas territoriales, más allá de un proceso de descentralización. Rimisp propone que Chile requiere un desarrollo integral bajo el concepto de la cohesión territorial, es decir, que las personas tengan similares oportunidades de desarrollo sin importar el territorio del país en que viven y que ninguna localidad tenga niveles de bienestar por debajo de los mínimos que como sociedad consideremos indispensables. Fomentar la cohesión territorial en el diseño de polí5cas, significa otorgar a las regiones mayor autonomía, con derechos y responsabilidades en decisiones importantes que afecten su des5no o los del bien común del país. Esto requiere un sistemá5co esfuerzo de apoyo a sus capacidades colec5vas, de emprendimiento, innovación, ejercicio de la ciudadanía y de una eficiente y transparente ges5ón pública. Las propuestas de la Nueva Agenda Regional han sido elaboradas por Andrea Bentancor, en Empleo; Hernán FrigoleX, Desarrollo Produc5vo; Juan Carlos Feres, en Pobreza; Ricardo Fábrega, en Salud; Miguel Crispi, en Educación Superior; Gonzalo Muñoz y César Muñoz, en Educación Escolar; Gonzalo Delamaza en Capacidades Territoriales; Egon Montecinos en Descentralización Polí5ca y Capacidades Públicas; y Sergio Granados y Jorge Rodríguez, en Descentralización Fiscal. Estas propuestas están siendo presentadas a dis5ntos actores sociales y polí5cos, incluyendo a los candidatos presidenciales oficialistas y de oposición, así como a candidatos al Congreso que han manifestado una sensibilidad especial por el desarrollo regional y territorial. La intención es que el tema del desarrollo territorial ocupe un lugar importante en el debate programá5co con mo5vo de la campaña electoral 2013 y, luego, sea incorporado como parte de las prioridades del nuevo gobierno. agenda- regional Síguenos en: Coordinado por: Financiado por: Contacto: Danae Mlynarz Secretaria Ejecu5va NAR dmlynarz@rimisp.org

2 Desigualdad Territorial en el Mercado Laboral Andrea Bentancor Foto Ciat CONTEXTO A nivel regional, Chile sobresale por su polí5ca macroeconómica, por el desarrollo de sus mercados financieros y por la calidad de sus ins5tuciones. El desempeño en esas tres áreas le posibilita al país situarse en el lugar 33 de los 144 países evaluados por el Índice de Compe55vidad Global (ICG) En cambio, el funcionamiento del mercado laboral aparece sistemá5camente rezagado, entre otros mo5vos debido a la persistente desigualdad que se detecta entre hombres y mujeres, ámbito en el cual el país se sitúa en el lugar 110, si se considera par5cipación económica y oportunidades para las mujeres 2. Junto con la desigualdad de género, las desigualdades territoriales representan un desaeo indiscu5ble, por cuanto las personas de diferentes territorios se enfrentan a brechas significa5vas en materia de par5cipación laboral, desempleo, formalidad del empleo, nivel de salarios, entre otras, las cuales en lugar de desaparecer, persisten en el 5empo. La estructura produc5va de las regiones y el tamaño de las empresas, entre otros, determinan las caracterís5cas del mercado laboral de cada territorio y condicionan las posibilidades de desarrollo de sus habitantes. A pesar de la existencia de un marco norma5vo nacional, no hay un mercado laboral uniforme a lo largo de Chile, sino que hay varios según el territorio de que se trate. Una doble desigualdad se registra, entonces, en las regiones y comunas del país: por un lado, algunos territorios concentran más empleo y de mejor calidad, mientras otros carecen significa5vamente de él o 5enen alta precariedad; y por otro, algunos territorios concentran de manera más aguda las desigualdades de género presentes a nivel nacional. Se requiere de un nuevo impulso en materia de polí5ca laboral que contribuya a la reducción de estas desigualdades y que promueva que trabajadores y trabajadoras de las dis5ntas regiones tengan similar probabilidad de acceder a trabajos de calidad. 1 Global Compe55veness Report hxp://www3.weforum.org/docs/ WEF_GlobalCompe55venessReport_ pdf. 2 The Global Gender Gap Index 2012 expone la evolución que ha mostrado el índice de igualdad de género de Chile y de los demás países analizados: hxp://www3.weforum.org/docs/gggr12/mainchapter_gggr12.pdf. Andrea Bentancor Es Directora de Estudios de Comunidad Mujer. PhD en Economía Aplicada, University of Wisconsin- Madison, Estados Unidos. MSc en Economía, University of Wisconsin- Madison, Estados Unidos. Economista, Universidad de la República Oriental del Uruguay. Profesor Adjunto de la Universidad Adolfo Ibáñez. Promueve la incorporación de las mujeres al mercado laboral en igualdad de condiciones con los hombres. Su principal área de inves-gación es mercado de trabajo y género, además de pobreza y desigualdad. DIAGNÓSTICO Desigualdades persistentes en el mercado laboral en Chile 1. Par<cipación laboral y desempleo Las estadís5cas de par5cipación y desempleo correspondientes a 1996 y 2011 evidencian una importante y persistente heterogeneidad a lo largo de Chile, pudiendo iden5ficarse grupos de regiones con similar desempeño, pero con diferencias entre grupos. A nivel nacional la par5cipación laboral es del 56%, sin embargo, existen regiones que no alcanzan el 52% (Coquimbo, Biobío, Araucanía y Los Ríos) y otras que superan el 58% (Aysén, Magallanes y la Región Metropolitana). Asimismo, la desocupación promedio del país es de un 7,7%, sin embargo, en Biobío y La Araucanía se sitúa por encima del 12% y en Los Ríos alcanza un 10%. Las regiones de Biobío y La Araucanía concentran una tasa de desempleo femenina significa5vamente más alta que en las demás regiones. Todo lo anterior en un contexto de crecimiento del PIB cercano al 6%. La par5cipación laboral femenina ha crecido desde un 37% a un 44% entre 1996 y 2011, sin embargo, dicha cifra oculta una brecha que antes separaba el 29% de Antofagasta y el 47% de Magallanes y ahora va desde el 36% en Los Ríos al 48% en la Región Metropolitana. La población de ocupados y ocupadas está concentrada en la Región Metropolitana (44%), siendo esta concentración mayor entre las mujeres (47%). En el resto de las regiones, con excepción de Valparaíso y Biobío, que acumulan cada una aproximadamente un 10%, la proporción de trabajadores y trabajadoras es muy baja. 2

3 La estructura produc-va de las regiones y el tamaño de las empresas, determinan las caracterís-cas del mercado laboral de cada territorio y condicionan las posibilidades de desarrollo de sus habitantes 2. Dualidad del mercado laboral y mayor informalidad en algunas regiones Chile cuenta con un mercado de trabajo dual, en el que dos segmentos operan de modo paralelo: el formal y el informal 3. Quienes están en el primero acceden a través del sistema previsional a una pensión y a un conjunto de prestaciones, mientras que los que se encuentran en el mercado informal, no cuentan con esa cobertura 4. Esta dualidad, se plasma de manera desigual entre regiones. En este documento, el indicador de informalidad se construye agregando a quienes se encuentran trabajando sin imposiciones previsionales. No solo se incluye a trabajadores por cuenta propia y a familiares no remunerados, también se incorpora a asalariados y servicio domés5co sin imposiciones (pudiendo tener o no contrato). Los empleos formales cuentan con cobertura de accidentes de trabajo, de enfermedades profesionales y de derechos asociados a la maternidad y el cuidado de los hijos e hijas menores. Los trabajadores y trabajadoras que están en el mercado informal, por el contrario, no cuentan con esa cobertura. Con un promedio nacional de 36%, la informalidad fluctúa desde los registros de O Higgins y Antofagasta en torno a un 29%, hasta el 47% de la Araucanía. Maule, Los Lagos y Los Ríos también presentan niveles importantes de informalidad, en torno a 40%. Salvo en los casos de Aysén y Los Lagos, donde la proporción de hombres informales es ligeramente superior a la correspondiente a las mujeres, puede afirmarse además que la informalidad es mayor entre las mujeres (en varias regiones la diferencia se sitúa entre los tres y los cuatro puntos porcentuales). No obstante lo anterior, la precariedad entre las mujeres es significa5vamente mayor en cuatro regiones: Antofagasta (la diferencia es 13 puntos porcentuales), Valparaíso y Magallanes (con una brecha de 7 puntos), y Arica y Parinacota (11 puntos porcentuales más alta entre ellas). Relacionado con la informalidad entre las mujeres, la proporción que trabaja menos de 30 horas a la semana (5empo parcial) se ha más que cuadruplicado en los úl5mos 15 años, acercándose a 27%. Mientras la informalidad promedio se sitúa por debajo de 40%, entre estas trabajadoras se ubica en niveles cercanos a 70%, la mitad de las cuales querría trabajar más horas. También en esta materia la heterogeneidad entre regiones es muy alta, mientras en la Araucanía 32% trabaja menos de 30 horas a la semana, en la región de O Higgins solamente 21% lo hace. Cuadro 2: Ocupados y ocupadas según condición de informalidad Ocupados y ocupadas por condición de formalidad Total país Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo Valparaíso Libertador Bernardo O Higgins Maule Formales 64,2% 62,7% 71,0% 68,0% 62,0% 62,9% 71,1% 58,1% Informales 35,8% 37,3% 29,0% 32,0% 38,0% 37,1% 28,9% 41,9% Ocupados y ocupadas por condición de formalidad Biobío La Araucanía Los Lagos Aysén Magallanes y Antártica Chilena Región Metropolitana Los Ríos Arica y Parinacota Formales 63,5% 53,4% 60,2% 63,8% 68,1% 66,1% 60,7% 62,8% Informales 36,5% 46,6% 39,8% 36,2% 31,9% 33,9% 39,3% 37,2% 3 En este documento, el indicador de informalidad se construye agregando a quienes se encuentran trabajando sin imposiciones previsionales. No solo se incluye a trabajadores por cuenta propia y a familiares no remunerados, también se incorpora a asalariados y servicio domés5co sin imposiciones (pudiendo tener o no contrato). 4 Los empleos formales cuentan con cobertura de accidentes de trabajo, de enfermedades profesionales y de derechos asociados a la maternidad y el cuidado de los hijos e hijas menores. Los trabajadores y trabajadoras que están en el mercado informal, por el contrario, no cuentan con esa cobertura. 3

4 3. Categoría ocupacional y nivel de salarios La mayoría de los trabajadores del país se ocupa como empleado u obrero (70,8%), sin embargo, en algunas regiones esta categoría alcanza al 82% (O Higgins) y en otras al 60% (Araucanía). De igual modo, la proporción de trabajadores por cuenta propia se maximiza en La Araucanía (30%) y resulta mínima en O Higgins (12%). En relación a los ingresos percibidos por el trabajo, las mujeres son penalizadas, así como los indígenas, exis5endo en ambos casos una heterogeneidad territorial importante. En el caso de género, en las regiones de Antofagasta, Maule y Metropolitana las mujeres recibirían en promedio salarios 13% menores que los hombres, mientras que en Tarapacá, Atacama, Coquimbo, O Higgins y Magallanes dicha brecha supera el 17%. Respecto de la brecha indígena, sólo 5 regiones concentran brechas superiores al 8%: Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Aysén, Magallanes y Antár5ca Chilena. Cuadro 3: Ocupados y ocupadas según categoría ocupacional Ocupados y ocupadas Total país Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo Valparaíso Tipo de trabajo Libertador Bernardo O Higgins Patrón o empleador 1,9% 4,1% 1,3% 1,4% 1,3% 2,0% 1,6% 1,4% Cuenta propia 20,3% 23,4% 17,4% 19,8% 21,1% 20,1% 12,1% 18,5% Empleado u obrero 70,8% 67,7% 77,6% 74,5% 71,0% 70,5% 81,9% 74,8% Servicio doméstico 5,4% 2,7% 2,8% 3,2% 5,6% 6,2% 3,6% 4,2% Otros 1,6% 2,2% 0,9% 1,0% 1,1% 1,3% 0,8% 1,1% Ocupados y ocupadas Bío Bío La Araucanía Los Lagos Aysén Tipo de trabajo Magallanes y Antártica Chilena Región Metropolitana Los Ríos Maule Arica y Parinacota Patrón o empleador 2,0% 3,0% 1,9% 2,6% 2,4% 1,8% 2,0% 3,0% Cuenta propia 19,1% 29,8% 24,5% 22,1% 18,3% 20,2% 22,4% 23,0% Empleado u obrero 73,1% 60,1% 67,6% 64,1% 68,5% 69,9% 67,6% 66,5% Servicio doméstico 4,6% 6,0% 4,2% 5,9% 5,6% 6,3% 6,4% 2,9% Otros 1,2% 1,1% 1,8% 5,3% 5,2% 1,8% 1,6% 4,6% 4. Estructura produc<va y <po de empresas En el norte, debido a la fuerte presencia minera, se ocupan en esta ac5vidad el 20% de los trabajadores de Antofagasta, el 16,3% de los de Atacama, el 8% de los de Tarapacá y el 6% de los de Arica y Parinacota, representando aproximadamente el 7% de los ocupados y ocupadas del país. Allí se detectan las mayores diferencias entre hombres y mujeres: las mayores brechas en cuanto a par5cipación laboral, precariedad y de las más altas en cuanto a salarios. En el sur, por su parte, es muy importante la agricultura, especialmente en O Higgins (22% de los ocupados de la región), Maule (29%), Araucanía (18%) y Los Ríos (19%). Cuadro 4: Ocupados y ocupadas según tamaño de empresa Ocupados y ocupadas por tamaño de empresa en que declaran trabajar Total país Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo Valparaíso Libertador Bernardo O Higgins Maule Unipersonal 19,9% 18,7% 15,1% 17,3% 18,5% 20,3% 13,0% 19,5% Microempresa 15,6% 18,9% 11,5% 14,9% 17,2% 16,4% 16,4% 17,2% Pequeña 28,8% 37,4% 23,7% 29,1% 29,5% 29,6% 34,6% 28,4% Mediana 14,4% 11,2% 18,2% 10,4% 14,9% 13,9% 18,5% 14,9% Grande 13,4% 9,6% 22,9% 17,3% 12,8% 12,2% 15,0% 10,9% No sabe 7,8% 4,2% 8,6% 11,1% 7,1% 7,7% 2,4% 9,2% Nota: unipersonal (1 persona), microempresa (2 a 5), pequeña (6 a 49), mediana (50 a 199), grande (200 o más). Ocupados y ocupadas por tamaño de empresa en que declaran trabajar Bío Bío La Araucanía Los Lagos Aysén Magallanes y Antártica Chilena Región Metropolitana Los Ríos Arica y Parinacota Unipersonal 18,4% 27,5% 25,7% 23,1% 22,1% 19,9% 24,6% 20,6% Microempresa 18,9% 20,7% 20,1% 22,4% 14,2% 13,2% 17,4% 18,6% Pequeña 31,6% 25,2% 26,2% 32,0% 27,7% 27,9% 31,0% 26,4% Mediana 11,7% 10,7% 11,7% 10,6% 14,2% 15,4% 14,3% 11,0% Grande 8,5% 7,4% 11,2% 9,3% 12,0% 15,4% 11,5% 16,9% No sabe 11,0% 8,5% 5,0% 2,6% 9,9% 8,2% 1,1% 6,6% Nota: unipersonal (1 persona), microempresa (2 a 5), pequeña (6 a 49), mediana (50 a 199), grande (200 o más). En cuanto al tamaño de las empresas, más de dos tercios del total de ocupados del país trabajan en micro y pequeñas empresas. En Antofagasta 23% trabaja en grandes empresas y 18% en medianas. En el otro extremo, en La Araucanía, 7% y 11% respec5vamente lo hacen en grandes y medianas. Atacama (17%) y Arica y Parinacota (17%) siguen a Antofagasta como las regiones con mayor proporción de trabajadores en empresas grandes. En cambio, en Maule (11%), Biobío (9%) y Aysén (9%) el porcentaje es bajo. En contrapar5da, la presencia de trabajadores y trabajadoras en empresas unipersonales es muy alta en La Araucanía (28%), Los Lagos (26%) y Los Ríos (25%). 4

5 5. Necesidades de cuidado como apoyo a la par<cipación laboral Las potenciales necesidades de cuidado, ya sea debido a la presencia de menores o de adultos dependientes, varían entre regiones. Respecto al total de hogares, la proporción de aquellos con niños en edad de sala cuna es más alta en Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Aysén y Arica y Parinacota (11% en cada una) y los menores registros se advierten en Valparaíso (8%) y Magallanes (5%). El diagnós5co es muy similar en el caso de hogares con niños en edad de jardín infan5l. Por otra parte, la proporción de hogares con adultos mayores de 65 años (que potencialmente requieren o en algún momento podrían requerir cuidado) es alta en Valparaíso, La Araucanía, Magallanes y Arica Parinacota (15% en cada una). Factores que inciden en las desigualdades Detrás de las disparidades observadas están, entre otros factores, décadas de ausencia de una polí5ca industrial explícita que apuntase a es5mular y desarrollar polos territoriales, vacío que intentó llenarse con la creación el año 2005 del Consejo Nacional de Innovación y el potenciamiento de clusters, sin embargo, esa estrategia de innovación con a5sbos de polí5ca industrial no se sostuvo en el 5empo. Por el contrario, en los úl5mos años el énfasis cambió hacia el emprendimiento y la innovación, entendiéndose éstos como fenómenos transversales y neutrales desde el punto de vista territorial. Asimismo, un sistema de capacitación cuyo pilar es la franquicia tributaria, resulta en acceso a la capacitación fundamentalmente para los trabajadores de las empresas grandes, dejando al resto en manos de su propia capacidad de adquirirla. Estos úl5mos se concentran en algunos territorios, al igual que las mujeres trabajadoras. Finalmente, las dis5ntas regiones están dotadas de diferentes recursos naturales, por lo que se conforman estructuras produc5vas diversas, lo cual incide sobre la can5dad, calidad y caracterís5cas de los empleos que se generan. PROPUESTAS Debe avanzarse en el diseño e implementación de una polí5ca nacional que promueva que trabajadores y trabajadoras de las dis5ntas regiones tengan similar probabilidad de acceder a trabajos de calidad. Para ello, se propone comenzar con las siguientes líneas de acción: 1. Reformar los programas sociales de capacitación vía SENCE a través de una oferta diferenciada para cada región, es<mando regionalmente la demanda (can<dad de cupos y áreas). Se propone que el proceso de es5mación de demanda, tanto por can5dad como por áreas o temas de capacitación, se realice a nivel regional por unidades territoriales del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) con atribuciones, competencias y recursos para definir estrategias y planes regionales que se enfoquen en fortalecer el territorio. En esta línea, se propone avanzar hacia una estructura descentralizada del SENCE, que vaya acompañada de un fortalecimiento de los equipos técnicos a cargo del diseño, implementación, evaluación y eventualmente cancelación de los programas de subsidio a la contratación y capacitación. 2. Incorporar en los programas de empleo las diferencias en los contextos de aplicación, atendiendo necesidades y capacidades locales pero también con vistas a una estrategia nacional de largo plazo. Se debe considerar, al menos, el carácter urbano/rural del territorio, la estructura produc5va de la zona y la presencia de producción estacional. Adicionalmente, ningún programa puntual, por más que tenga un efecto directo posi5vo en lo inmediato debiera incidir nega5vamente sobre un obje5vo de largo plazo. Así, si en un territorio en par5cular se observa una brecha importante en materia de informalidad frente al resto del país, ante una situación par5cular de alto desempleo, las soluciones palia5vas debiesen diseñarse con especial cautela para no fomentar la informalidad. 3. Expandir la cobertura de cuidado pre- escolar, ampliándola además a lo escolar y para adultos dependientes. Se debe ir más allá del Chile Crece Con5go, ya que las necesidades y barreras de cuidado que declaran las inac5vas incluyen también a los escolares (por jornadas que no alcanzan a cubrir la jornada laboral o por vacaciones) y a los adultos dependientes que requieren de su cuidado. 5