EXTRACTO DE L A INVESTIGACIÓN REALIZADA POR LIBERA! SOBRE LA VENTA DE ANIMALES EN MISTER GUAU

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Celia Escobar Rubio
hace 8 años
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1 EXTRACTO DE L A INVESTIGACIÓN REALIZADA POR LIBERA! SOBRE LA VENTA DE ANIMALES EN MISTER GUAU Presentamos un resumen de algunos de los casos estudiados durante 1 año de investigación, del total de las 33 familias que han contactado con Libera! y han comprado un animal en alguna de las 11 tiendas que Mister Guau dispone en toda Catalunya. Cada uno de los casos que se describen a continuación dispone de la correspondiente documentación e informes veterinarios. Cobaya comprada durante el primer trimestre de 2012 A la semana de estar en casa empezó a tener mucosidad, estornudos y problemas para respirar. La familia la llevó al veterinario de Mister Guau y, tras examinarla, recomendó su hospitalización. Según medida tomada durante el ingreso, el animal pesaba 201 gramos (y había transcurrido una semana desde su compra). Pasados unos días, y a pesar de seguir estornudando según indica la familia, se le dio de alta con medicación y una dieta específica. Habiéndose llevado a cabo el tratamiento médico y alimenticio indicados, al cabo de los días la cobaya volvió a presentar los mismos síntomas, por lo que la familia la llevó de nuevo a la clínica. En el trayecto en coche, la familia vive a 65 km de Barcelona (la garantía incluye la consulta y gastos veterinarios durante 15 días, siempre y cuando el servicio veterinario utilizado sea el de Mister Guau), la cobaya se puso a convulsionar, dejando de respirar en algún momento.

y han comprado un animal en alguna de las 11 tiendas que Mister Guau dispone en toda Catalunya.

2 La cobaya quedó ingresada pero esa noche no había veterinario especialista en ese tipo de animales, por lo que les indicaron que aplicarían el protocolo estándar de urgencias (oxigenoterapia, calor y bolo de glucosa) y verían su evolución. La familia recibió una llamada al día siguiente informándoles de que la cría de cobaya había muerto.

urgencias (oxigenoterapia, calor y bolo de glucosa) y verían su evolución.

3 Golden Retriever comprada a finales de 2010 La familia entró en uno de los establecimientos de Mister Guau, dieron una vuelta y miraron los animales que allí se encontraban. Se interesaron por una hembra de golden retriever y solicitaron información sobre la perrita. Tras dar la información genérica del proceso de compra, la dependienta consultó el ordenador y les explicó que el cachorro tenía inestabilidad de rótula bilateral de grado II e inestabilidad de cadera bilateral. Les indicó que, en el caso de ser necesaria una intervención quirúrgica por este motivo, Mister Guau se haría cargo del 50% de los gastos de la cirugía, siempre y cuando la intervención se realizara en su centro veterinario. La familia, abrumada por esta información, pero sin poder dejar a la cachorrita allí, decidió seguir adelante con la compra. Al cabo de una semana la perrita comenzó a estar muy decaída y a presentar mucosidad. La llevaron al veterinario y le diagnosticaron Parvovirosis, una grave enfermedad infecciosa con un periodo de incubación de entre días. Logró superar la enfermedad vírica, pero pasaba el tiempo y la perrita mostraba poco apetito, parecía más bien débil, vomitaba y hacía diarreas con demasiada frecuencia. En Mister Guau le hicieron un cambio de dieta a base de pienso intestinal y le dieron nueva medicación. No obstante no había mejoría, la perrita iba creciendo pero cada vez estaba más delgada. En una revisión más exhaustiva detectaron la causa de sus problemas: la falta de un riñón y la malformación del otro. Mister Guau indica que no existe ningún tratamiento para esto, por lo que solo queda eutanasiarla y cambiarla por otro animal de importe igual o inferior. La familia se niega y se va a otro veterinario, decidida a hacer todo lo posible por ella.

Tras dar la información genérica del proceso de compra, la dependienta consultó el ordenador y les explicó que el cachorro tenía inestabilidad de rótula bilateral de grado II e inestabilidad de

4 Recibió un primer tratamiento de limpieza del riñón, junto con una nueva dieta y medicación. La perrita parecía remontar los primeros meses, estuvo con la familia un año más hasta que, finalmente, murió.

5 Labrador retriever comprado a principios de 2012 La misma noche de tener el perro en casa empezó a toser sin parar. La familia lo llevó a la clínica de Mister Guau donde le prescribieron un tratamiento a base de 3 tipos de jarabes y el perro volvió a casa. Pasaron 2 días y el cachorro no presentaba mejoría, seguía con vómitos, mucosidad y babas de color blanquecino. Llamaron por teléfono al veterinario y, a pesar de que éste les indicó que habían pasado muy pocos días de tratamiento, decidieron llevarlo a la consulta. Allí le cambiaron la medicación, sustituyéndolo por 4 tipos de pastillas, y le dijeron que volviera en una semana. Como el perro seguía exactamente igual que cuando lo llevaron el día anterior, había vuelto a vomitar y seguía sin comer, volvieron a llamar a la clínica de Mister Guau para pedirles que le hicieran todas las pruebas que fueran necesarias para saber qué tenía el cachorro. Finalmente el perrito se quedó ingresado, esta vez con un diagnóstico de 'sintomatología de enfermedad vírica sin determinar'. Pasaron varios días en los que la familia visitaba de forma diaria al perrito, preguntando por un diagnóstico más concreto pero sin conseguir que los veterinarios pusieran un nombre a esa 'enfermedad vírica sin determinar'. 5 días después de ser ingresado, y en presencia de la propietaria durante una de sus visitas, el perrito muere después de dos diarreas.

Pasaron 2 días y el cachorro no presentaba mejoría, seguía con vómitos, mucosidad y babas de color blanquecino.

6 Gato persa comprado a finales de 2010 A las pocas semanas de comprarlo, y después de detectarle un enrojecimiento de los ojos, la familia decidió llevar al gato a consulta oftalmológica en un veterinario diferente al de Mister Guau. El diagnóstico fue el de un problema ocular crónico debido a úlcera en ambos ojos. A parte de esta lesión ocular, le encontraron una mancha en la barriga por lo que procedieron a realizar un cultivo y el resultado fue el de hongos. Viendo esto, el veterinario decidió realizar una revisión más exhaustiva del animal, con el resultado de que el cachorro presentaba, además de todo lo mencionado anteriormente, una afección cardíaca consistente en una cardiomiopatía hipertrófica moderada-grave congénita. El gato, a día de hoy, se encuentra en tratamiento de por vida de las lesiones oculares y del problema cardíaco.

A parte de esta lesión ocular, le encontraron una mancha en la barriga por lo que procedieron a realizar un cultivo y el resultado fue el de hongos.

7 Labrador Retriever comprado en 2013 Al llegar a casa, el cachorro empezó a chocar contra los muebles y a hacer diarreas. Al día siguiente, la familia lo llevó al veterinario de Mister Guau donde les informaron de que tenía parásitos, causa de la diarrea. Después de una revisión de la vista, el veterinario indicó que únicamente tenía entre un 5% y un 10% de visión debido a que carecía de vasos sanguíneos en los ojos, por lo que prácticamente no veía. El establecimiento les ofreció cambiar el perro por otro de igual o inferior importe. La familia se negó a devolver el animal y fueron a otro veterinario. En éste, tras una exhaustiva revisión y la realización de pruebas oftalmológicas, le confirmaron ceguera congénita debido a una atrofia en el desarrollo del nervio óptico pero, además, las pruebas detectaron que también estaba sordo. Por otro lado en la cartilla veterinaria, proporcionada por Mister Guau a la familia durante la compra, no aparecía ni la etiqueta de la vacuna, ni el número de lote correspondiente, así como tampoco el sello, nombre y firma del veterinario que hubiera administrado dicha vacuna.

Después de una revisión de la vista, el veterinario indicó que únicamente tenía entre un 5% y un 10% de visión debido a que carecía de vasos sanguíneos en los ojos, por lo que prácticamente no veía.

8 Cocker Inglés comprado a finales de 2011 A las semanas de la compra la familia empezó a ver que cojeaba de una de las patas posteriores, no podía correr y se paraba continuamente. Decidieron llevar al cachorro a un veterinario distinto al de Mister Guau, en el que le diagnosticaron displasia de cadera, por lo que debía ser operado de las dos patas. A día de hoy, y en este veterinario, se ha realizado la operación de la cadera derecha y está pendiente de la segunda operación.

Decidieron llevar al cachorro a un veterinario distinto al de Mister Guau, en el que le diagnosticaron displasia de

9 Labrador Retriever comprado en 2013 A los dos días de ser comprada la familia llevó a la cachorro a un veterinario, diferente del de Mister Guau, por una descomposición alarmante. Quedó ingresada con suero y medicación intravenosa. Las analíticas realizadas detectaron una enfermedad infecciosa llamada coronovirus (enfermedad que se transmite por vía fecal-oral) que le provocaba una gastroenteritis infecciosa. En posteriores analíticas se le diagnosticó también una colitis provocada por parásitos. A día de hoy todavía se encuentra en tratamiento veterinario y en manos de un educador canino. El hecho de no poder salir a la calle con normalidad, relacionarse con otros perros y el sufrimiento causado por la enfermedad, le ha provocado muchos problemas de sociabilización, estrés y ansiedad que ha obligado a la familia a pedir ayuda a un educador.

Las analíticas realizadas detectaron una enfermedad infecciosa llamada coronovirus (enfermedad que se transmite por vía fecal-oral) que le provocaba una gastroenteritis infecciosa.

10 Labrador Retriever comprado a finales de 2010 A los pocos días de estar en casa la perrita empezó a tener descomposición, vómitos y tos. Dada la situación crítica en la que parecía se encontraba, decidieron llevarla a la clínica veterinaria próxima a su domicilio, puesto que no viven en ninguna de las ciudades en las que Mister Guau dispone de servicio veterinario. En la clínica le diagnosticaron bronconeumonía y parvovirosis, recomendando no trasladar al cachorro dado el estado debilitado en el que se encontraba, por lo que se quedó ingresada. El cachorro no mejoraba, hasta el punto que sus defensas llegaron a ser inexistentes, temiéndose por su vida. No obstante, poco a poco, la perrita fue respondiendo al tratamiento y recuperándose aunque con grandes secuelas derivadas de diversas complicaciones: no pudo salir a la calle hasta los 6 meses de edad con todo lo que eso conlleva (problemas de sociabilización, tensión familiar, limpieza de orina y excrementos diarios, etc.), su sistema digestivo ha quedado afectado y padece de una colitis permanente, de manera que no soporta ningún alimento excepto un tipo de pienso hipoalergénico. De forma periódica, deben realizarse analíticas de sus deposiciones. Uno de los miembros de la familia padecía depresión y esta situación no hizo más que agravar su estado.

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