PORQUE NOS OPONEMOS A LA LEY Nº 351? Ley de Otorgación de Personalidad Jurídica a las Organizaciones Religiosas

Transcripción

1 PORQUE NOS OPONEMOS A LA LEY Nº 351? Ley de Otorgación de Personalidad Jurídica a las Organizaciones Religiosas Breve análisis de inconstitucionalidad de la Ley Nº351, que refleja el porque nos oponemos a su contenido. 1. Porque ésta Ley, está muy lejos de reconocer la garantía en toda su amplitud del DERECHO HUMANO DE LIBERTAD RELIGIOSA. Es absolutamente restrictiva en materia de libertad religiosa. Como marco general, debería establecerse en forma categórica, que se garantiza el derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto. Donde debe incorporarse el principio de no-discriminación por motivos religiosos, que se acompaña de una previsión que impide la disminución de la capacidad jurídica por razones religiosas. El fundamento de la existencia de las creencias religiosas y espirituales, y la disposición que conecta el derecho de asociación con el derecho de libertad religiosa. 2. VULNERA EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Es preciso hacer notar, que la actividad registral de una confesión religiosa, también debe regirse por el PRINCIPIO DE LEGALIDAD, la Ley 351 no prevé nada al respecto, sólo señala en su art. 17-II A efectos de su constitución y reconocimiento, las organizaciones religiosas y espirituales, deberán presentar la documentación y requisitos exigidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores, según Reglamento. Cuando debería establecerse, que en la solicitud que haga toda entidad religiosa o espiritual, debe expresar sus fines religiosos, requisito fundamental que debería instituir la Ley, además de otros presupuestos fundamentales para constituir una confesión religiosa, que lamentablemente, omite la Ley NO RECONOCE EL PRINCIPIO DE IGUALDAD Los poderes públicos tienen la obligación de proteger, garantizar y asegurar la eficiencia de este Principio para todos los ciudadanos y, por ende, de las comunidades o confesiones religiosas en las que se integra. Reconocer el PRINCIPIO DE IGUALDAD evitará, entre otras cosas, que pueda alegarse la existencia de privilegios hacia una determinada institución o confesión religiosa, por tener más relevancia o presencia institucional, y la continuidad de situaciones de desigualdad, al hacer depender su posición jurídica del número de adeptos que esta tenga. Las entidades religiosas son titulares del derecho de libertad religiosa, pero todas en las mismas condiciones. Es por esto que debemos tener presente el principio de igualdad, en toda su extensión. Por otra parte, todos los individuos son iguales ante la ley y la ley, que es fruto de la soberanía y voluntad popular, nos vincula a todos y nos protege a todos, con independencia de si su comunidad religiosa integra a más o menos personas.

2 4. NO RECONOCE LOS DERECHOS INDIVIDUALES Y DERECHOS COLECTIVOS que implica la libertad religiosa Esta libertad, se compone de dos fueros, el FUERO INTERNO, un ámbito donde se forma la conciencia del individuo y que contiene las ideas, creencias y convicciones personales que son parte esencial de personalidad del sujeto y queda libre de toda injerencia, ante el que los poderes públicos no pueden intervenir y sólo tienen la obligación de proteger su existencia y garantizar su ejercicio autónomo. Por su parte, el FUERO EXTERNO se concreta en las expresiones y manifestaciones públicas acordes con las convicciones internas entre las que podemos señalar, a modo de ejemplo, los actos públicos de culto, el establecimiento de lugares de culto, la utilización de símbolos religiosos, la conmemoración de festividades, la designación de los pastores o ministros de culto, la enseñanza religiosa y el derecho de los padres a elegir la formación moral y religiosa que quieren para sus hijos de conformidad con sus convicciones, la inscripción de las comunidades religiosas, la posibilidad de mantener relaciones nacionales e internacionales con otras comunidades, solicitar financiación para actividades de beneficencia, objetar en conciencia ante determinadas actuaciones, etc. 5. NO PROTEGE LA NATURALEZA JURIDICA DE LAS CONFESIONES RELIGIOSAS No determina con especificidad el carácter y reconocimiento de la personalidad jurídica de las iglesias y confesiones, para el mejor desarrollo de la libertad religiosa del individuo. De hecho, sabemos que para ejercitar algunas manifestaciones propias de la libertad religiosa el individuo necesita de la intervención de otras personas y según las reglas que fijan su credo. Necesita de la colaboración de una autoridad competente, un ministro de culto, la presencia de otros miembros de la comunidad, normalmente en calidad de testigos, y se revisten de una fórmula jurídica determinada por el cuerpo doctrinal que, en la mayoría de las ocasiones, está institucionalizada como normas de la comunidad religiosa. Así, en caso de conflicto, prima el interés personal sobre el grupo en general. Se tomará en cuenta además, la corrección a los posibles abusos en el ejercicio del derecho por parte del individuo sobre la comunidad, y esto se encuentra en la previsión y garantía de las CLÁUSULAS DE SALVAGUARDA de la identidad religiosa. Aspectos fundamentales, QUE NO TIENE LA Ley 351. Por ello, se trata de que una ley especial de libertad religiosa, garantice el derecho de los bolivianas y bolivianos a organizar entidades de derecho en materia religiosa, con particularidades propias de sus convicciones, y de ninguna forma con características de orden civil-administrativo, o de orden cultural como se pretende en la Ley 351, donde SE IMPONE el horizonte del buen vivir, concepto ideológico cultural propio de otras leyes nacionales, que no puede condicionar en el caso de esta materia religiosa, donde en primer lugar está su Declaración de Fe y el ejercicio público, así como sus límites, que deben estar establecidos por la Ley especial. Ahora bien, para medir la legalidad de los fines religiosos, debe expresarse en la Ley especial, condición QUE NO TIENE LA LEY 351. Estos límites, estarán compuestos en el respeto a los derechos fundamentales de los demás, la salud, la seguridad y la moral pública. La libertad religiosa, tiene componentes propios de su naturaleza de protección a la conciencia del ser

3 humano y propicia el bien común de todos, desde la fe de cada creencia para el alimento del espíritu humano. 6. NOS IMPONE un nombre genérico a todas las iglesias o confesiones religiosas en el país, como Organización Religiosa. Impidiéndonos ejercer plenamente nuestra propia identidad religiosa y carácter propio, así como del debido respeto a nuestras creencias, sin perjuicio del respeto de los derechos y libertades reconocidos por la Constitución, y en especial de los de libertad, igualdad y el principio de la no discriminación. 7. SE VULNERA el PRINCIPIO DE AUTONOMIA Significa que las Iglesias, Confesiones y Comunidades religiosas inscritas, tengan plena autonomía y poder establecer nuestras propias normas de organización, régimen interno y régimen de su personal, conforme a nuestra propia fe. Establecer los objetivos y la realización de nuestros fines, incluyendo cláusulas de salvaguarda de nuestra identidad religiosa y carácter propio. Esto significa que, entre las instituciones religiosas y los poderes públicos no puede existir ninguna confusión, ni estructural ni de fines, los poderes públicos no puede entrar a valorarlas, por el contrario, las protegerá a todas como correlato de la protección de un derecho fundamental: la libertad religiosa. La naturaleza de neutralidad que le obliga al Estado laico, es que el Estado no puede valorar, ni positiva ni negativamente, lo religioso y, mucho menos, para diferenciarlo de lo ideológico. En primer lugar, porque la neutralidad significa imparcialidad y esta conlleva la necesidad de no partir de una posición o concepto de una cultura predeterminada, y apostar más por una actitud integradora donde tengan cabida todas las manifestaciones de la libertad. En segundo lugar, porque tal y como está enunciada la libertad religiosa en la Constitución Política del Estado, debe establecerse en una Ley especial, en un concepto lo suficientemente amplio como para que en él se pueda incluir todas las convicciones del individuo. Entonces, cómo determinamos que la entidad ha expresado sus fines religiosos a tiempo de solicitar la inscripción de su personalidad jurídica, tomando como premisa la Ley 351? 8. VULNERA LA AUTONOMIA NORMATIVA de las confesiones religiosas La autonomía significa la capacidad de auto organizarse, auto normarse y auto gestionarse. Se trata de una potestad que pertenece a toda comunidad religiosa desde el punto de vista estructural, cuanta entidad que nace autónoma y se organiza de forma autónoma, como les sucede a las asociaciones religiosas, solo con arreglo a los requisitos exigidos por su propia naturaleza, o, simplemente, conforme a su particular conveniencia y declaración de fe. Así, la laicidad se coloca como la mejor garantía de la plena autonomía jurídica de las confesiones o comunidades religiosas, cuya independencia, en el ámbito interno sería ilimitada y en el ámbito externo sólo quedaría limitada por el orden público protegido por la ley especial. Lo que NO PREVE NI GARANTIZA la Ley 351. Es por ello, que los poderes públicos no pueden imponer estructuras democráticas, o modos de actuar democráticos como la aprobación de

4 los Estatutos por acuerdo de la Asamblea general, etc. a estas entidades, su estructura es totalmente diferente a una asociación civil, fundación, sindicato, etc. En definitiva, la Ley Nº 351 MAS BIEN, PONE LIMITES a la autonomía normativa y a la capacidad de las confesiones religiosas que deben auto-organizarse como tengan por conveniente por su Declaración de Fe. No DEBE OBLIGARSE, como sucede con las asociaciones y fundaciones privadas, a adoptar determinadas estructuras organizativas. 9. VULNERA EL ESTADO LAICO Estado laico, supone la neutralidad, imparcialidad y la irrelevancia de las convicciones religiosas para la consecución de los fines públicos evitando, de esta forma, que se produzca confusión entre ética privada y ética pública, entre Iglesia y Estado. Contrariamente, la Ley Nº 351: IMPONE UNA VISION CULTURAL Y ESPIRITUAL UNICA, ajena a los principios de la Libertad Religiosa, como es el horizonte del Vivir Bien. Ideología cultural, que la respetamos, pero no podemos asumirla como un componente de la libertad religiosa. El Vivir Bien (Sumaj Kamaña, Sumaj Kausay, Yaiko Kavi Päve), según el Art. 15 numeral 2 de la Ley de la Madre Tierra. Es el horizonte civilizatorio y cultural alternativo al capitalismo y a la modernidad que nace en las cosmovisiones de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afro bolivianas, y es concebido en el contexto de la interculturalidad. Para Fernando Huanacuni, (Embajador de la Cancillería) En su libro Vivir Bien, significa complementarnos y compartir sin competir, vivir en armonía entre las personas y con la naturaleza. Es la base para la defensa de la naturaleza, es la Cosmovisión indígena aymara, propuesta de concepción integral y dinámica de la madre tierra, y de los derechos de los seres de la madre tierra. COSMOVISION AYMARA CULTURAL, que no puede ser impuesta a los bolivianos y bolivianas en el contexto religioso, debido a que está ideada para proteger la relación del hombre con la naturaleza, dentro el marco de las previsiones de la Ley de la Madre Tierra, sin embargo, no es aplicable a la esfera de la conciencia del hombre, VULNERANDO de ésta forma: el Derecho a Profesar las creencias religiosas que libremente elija o no profesar ninguna; lo que hace es más bien CONFUNDIR la cultura con la creencia religiosa, reconocida por la Constitución Política del Estado Plurinacional (Arts. 4, 21, 87,89) 10. LA LEY 351, NO ESTA AJUSTADA a la Constitución Política del Estado (Arts. 4, 21, 87, 88) y a los Tratados Internacionales de los que Bolivia forma parte. Como el Pacto de San José de Costa Rica, sobre todo en los puntos 2, 3 y 4 del artículo 12.

5 11. NOS OBLIGA, como sucede con las asociaciones y fundaciones privadas, a adoptar determinadas estructuras organizativas, vulnerando la libertad de asociarnos conforme a nuestra doctrina cristiana 12. NOS SOMETE A una regulación, registro y control, lo que vulnera el rol del Estado en el nuevo carácter laico que tiene Bolivia. El Art. 12-2) Convención Americana de Derechos Civiles, declara: Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias 3) La libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos o libertades de los demás. La libertad de creencias, sea cual sea su naturaleza, religiosa o espiritual, representa el reconocimiento de un ámbito de actuación constitucionalmente inmune a la coacción estatal, sin más limitación en sus manifestaciones, que las necesarias para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. 13. QUEBRANTA el PRINCIPIO DE LA SEPARACION DEL ESTADO Y LAS IGLESIAS LA LEY Nº 351 NO PROTEGE NI GARANTIZA LA LIBERTAD RELIGIOSA, por el contrario, la AMENAZA, y le IMPONE UNA SENTENCIA CONDENATORIA sin el DEBIDO PROCESO a las iglesias establecidas desde hace MAS DE CIEN años, al establecer en la Disposición Transitoria Cuarta de que el Ministerio de Relaciones Exteriores procederá a la revocatoria de la personalidad jurídica otorgada, si las asociaciones religiosas no efectúan la homologación en el plazo de dos años, sin indicar, cuales son los fundamentos legales que determinen la necesidad de homologar. El Estado no puede entrar en la corrección o incorrección de las creencias o confesiones del individuo y las que este ha creado para ejercer en plenitud su fe, ya que permanece imparcial ante cualquier convicción, lo que debe tener en cuenta son las particularidades propias que derivan del ejercicio de un derecho fundamental por parte del individuo, en nuestro caso de la libertad religiosa y, basándose en ello, crear las condiciones adecuadas para que los individuos y las confesiones religiosas que ya están registradas y las que se integren puedan ejercitar en plenitud su derecho fundamental. De esta forma, la LEY Nº 351 no tiene fundamento constitucional para legislar la libertad religiosa en Bolivia. De hecho, se trata de una desigualdad que no tienen sentido ni fundamento para registrar y regular el sistema de personalidades Jurídicas de confesiones o creencias religiosas en nuestro país. Por el contrario, es un instrumento de discriminación en el tratamiento de las entidades religiosas, es insuficiente.

6 Necesitamos, un tratamiento especial contenido en la Constitución Política del Estado, los Tratados y Convenciones Internacionales que garantizan la libertad de conciencia, de culto, de religión y pensamiento, para contar con la protección y la garantía del Estado. Por todo lo dicho, parece conveniente señalar que la Otorgación de Personerías Jurídicas a las Organizaciones Religiosas no puede, ni debe ser un criterio para distinguir quién es sujeto o no de la actividad promotora del Estado sobre el derecho fundamental de Libertad Religiosa. En nuestra opinión, la matriculación de las confesiones o creencias religiosas sólo debe servir para dar publicidad formal a la institución que aglutinan los ciudadanos y cuyo ejercicio de un derecho fundamental puede implicar la necesidad de recoger particularidades propias de su culto. Atte. Ruth Montaño Suárez Abogada Constitucionalista