Reino de Marruecos Parlamento Cámara de Representantes

Transcripción

1 Reino de Marruecos Parlamento Cámara de Representantes Intervención del Excmo. Sr. D. Abdelwahad RADI Presidente de la Cámara de Representantes: «Seguridad y Estabilidad en la Región Euromediterránea» * * * 5 a Conferencia de Presidentes de Parlamentos Euromediterráneos * * * Barcelona de noviembre de 2005

2 - Excmo. Sr. D. Manuel Marín, Presidente del Congreso de los Diputados de España, - Excmo. Sr. D. Josep Borrel, Presidente del Parlamento Europeo y Presidente de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea, - Señoras y Señores, Nos reunimos hoy con ocasión del décimo aniversario del Proceso de Barcelona, que constituye la única iniciativa en la región euromediterránea cuyo objetivo es el de crear un espacio de paz, estabilidad y prosperidad, fundado en unos valores que nos unen y con un nuevo enfoque de las relaciones internacionales que prima la cooperación y la solidaridad reforzada entre los Estados y los pueblos de la región. El lanzamiento del proceso de Barcelona ha alentado grandes reformas en los países mediterráneos socios de la Unión Europea, en el Magreb tanto como en el Mashreq árabe, en materia de Estado de derecho, de fomento de la cultura y los derechos humanos, de ampliación de la participación política y de puesta en marcha de programas de renovación económica y social. 1

3 Estas medidas se han podido adoptar gracias a una dinámica social, pero también gracias al buen juicio de los Jefes de Estado, con el apoyo de sus socios. Así, se han celebrado elecciones libres en numerosos países, mientras que en otros se ha emprendido el camino de la alternancia política. En otros países, la transición democrática, la ampliación del espacio de las libertades de expresión y opinión y el pluralismo político son ya realidades patentes. En paralelo a estas reformas, se ha legislado y se han adoptado medidas para garantizar los derechos y la dignidad de las mujeres, así como su integración en la vida pública. Señoras y Señores, Las transformaciones profundas vividas en varios países socios han favorecido un cambio en el clima político general de la región euromediterránea, actuando dichas reformas políticas como incentivo a la estabilidad. No obstante, diversos retos amenazan aún la seguridad y la estabilidad de la región. El conflicto de Oriente Medio constituye, hoy por hoy, el mayor de ellos. 2

4 El Proceso de Barcelona se lanzó en 1995, al término de la Guerra Fría y tas la firma de los Acuerdos de Oslo entre palestinos e israelíes, con el objetivo de poner fin a la mayor tragedia de la región euromediterránea, la del pueblo palestino; y todo ello transcurridos dos años desde la Conferencia de Madrid sobre la paz en Oriente Medio, que puso sus esperanzas en la resolución definitiva de un conflicto que dura ya más de medio siglo. Lamentablemente, la violencia se ha vuelto a adueñar de la región desde 1995, en unas condiciones de todos conocidas. Es pues nuestro deber, en tanto que parlamentarios, conjugar nuestros esfuerzos por lograr una solución justa y definitiva del conflicto. Sin evocar la cadena de acontecimientos acaecidos en la región desde aquella fecha, reitero el convencimiento, compartido por todos nosotros, de que el conflicto árabe-israelí sigue siendo el mayor obstáculo a la estabilidad y la seguridad euromediterráneas. La resolución del conflicto aún depende de la aplicación de la legalidad internacional y de las disposiciones del derecho internacional. La persistencia del conflicto se encuentra en el origen de numerosas tensiones en la región, así como de fenómenos de 3

5 violencia y de extremismo, tanto en nuestra región como en otras regiones del mundo. Así pues, debemos movilizarnos, nosotros los euromediterráneos, junto con la comunidad internacional, para hallar una solución justa, equitativa y global a este conflicto, basada en las resoluciones internacionales pertinentes, que ponga fin a la ocupación israelí de los territorios árabes ocupados en Palestina, en los Altos del Golán y en Líbano y que garantice la creación de un Estado palestino, independiente y con Alquds como capital. En este sentido, se impone retomar el espíritu de Oslo, aplicar los acuerdos de Sharm el Cheik y las disposiciones de la hoja de ruta y brindar un nuevo impulso al mandato del cuarteto internacional en tanto que garante de los resultados de las negociaciones entre las partes del conflicto. Señoras y Señores, Si bien la retirada israelí de Gaza ha alentado la esperanza en la recuperación del proceso de paz, la construcción por parte de Israel del muro de separación, la confiscación de tierras palestinas en Cisjordania y la ocupación del Golán sirio y de las granjas de Chebaa 4

6 generan odio, rencor y una espiral de violencia que contribuye a desestabilizar la región, trayendo la desgracia sobre los pueblos de la región e incitando a la compra de armamento en una región que acumula cada vez más armas de destrucción. Estamos convencidos de que Oriente Medio no necesita de muros ni de obstáculos, sino de perspectivas de paz que sean una puerta abierta al futuro. Señoras y Señores, Si las cuestiones de la inmigración, legal e ilegal, han despertado recientemente el interés de la opinión pública, de los responsables políticos y de los medios de comunicación, y si los elementos de la inmigración ilegal son bien conocidos, su tratamiento reside en la lucha contra las raíces del fenómeno, concretamente la pobreza y el desempleo, y ello mediante un desarrollo económico generador de empleo en los países de origen. La resolución a largo plazo del problema pasa por el desarrollo de los países del sur y su democratización, y por la instauración de la paz, la mejora del nivel de vida y el fomento de una prosperidad 5

7 compartida. Todos ellos son factores capaces de alentar a los migrantes a permanecer en su tierra. Invitamos a los países del Norte a apoyar este proceso mediante la inversión y la transferencia tecnológica. El enfoque adoptado para resolver el problema del desarrollo en varias regiones del mundo ha llevado a la elaboración de una visión participativa del problema, cuya puesta en práctica en la región euromediterránea, a lo largo de diez años, no deja de ser prometedora, e incluso capaz de establecer relaciones de cooperación constructiva, en aras de un desarrollo global y equilibrado que favorezca una prosperidad compartida. Si nos adherimos, pues, a la asociación, es porque estamos convencidos de que garantiza el cumplimiento de este objetivo y porque garantizar las condiciones de la seguridad y la estabilidad. Señoras y Señores, Nuestra región ha sido víctima de numerosos atentados terroristas que han sacudido varios países (Marruecos Egipto Jordania España Turquía Túnez y Gran Bretaña). No quisiera dejar pasar esta ocasión sin denunciar enérgicamente estos actos, que 6

8 son contrarios a todas las religiones y valores humanos, a saber : la tolerancia, la convivencia, el entendimiento, la paz y el diálogo entre los pueblos y las civilizaciones. Sin embargo, entendemos que, junto con las medidas de seguridad adoptadas para combatir esta lacra, se hacen necesarias una política y una serie de medidas políticas, económicas, culturales y sociales para atajar las raíces de la violencia y del extremismo. La lucha contra el analfabetismo, la pobreza y la desesperanza, mediante la puesta en marcha de programas de desarrollo, son todas ellas medidas que cabe adoptar en este sentido. Asimismo, se hace necesario fomentar la comunicación y el diálogo entre los intelectuales, los medios de comunicación y la sociedad civil, lo cual contribuye a combatir y rechazar los prejuicios, los estereotipos, el extremismo y la negación del otro. Las reformas políticas emprendidas en varios países de la región euromediterránea merecen aliento y apoyo en tanto que contribuyen a consolidar la democracia, la cultura de los derechos humanos y la ampliación de la participación política de los pueblos. 7

9 En este marco, el respeto de los derechos de la mujer y de su dignidad debe ser un elemento central. Estas son, señoras y señores, algunas de mis ideas, compartidas sin duda por mis colegas, parlamentarios, políticos e intelectuales tanto del Sur como del Norte, y que he querido recordar hoy, en tanto que modesta aportación al debate sobre la seguridad y la estabilidad en la región euromediterránea. Antes de terminar, quisiera dar las gracias al parlamento español y al Presidente Manuel Marín, al Parlament de Catalunya, a los responsables de Barcelona, esta ciudad milenaria y mediterránea de primer orden, cuyo nombre se ha convertido en símbolo de la asociación y de la esperanza. Muchas gracias 8