LEVÍTICO Capítulos 22:17-23:3

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1 PROGRAMA No Script Ready / / AR Recorded / / SM Edited / / Checked / / Corrected / / Mastered / / LEVÍTICO Capítulos 22:17-23:3 Continuamos hoy, amigo oyente, el viaje que estamos llevando a cabo por el libro de Levítico. Prosiguiendo con el estudio del capítulo 22 de este libro, nos corresponde hoy considerar el último aspecto dentro del tema de la ley para la pureza personal de los sacerdotes. Este aspecto es el discernimiento de las ofrendas traídas por el pueblo. Leamos, entonces, los versículos 17 al 20 de este capítulo 22: 17 También habló Jehová a Moisés, diciendo: 18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros en Israel, que ofreciere su ofrenda en pago de sus votos, o como ofrendas voluntarias ofrecidas en holocausto a Jehová, 19 para que sea aceptado, ofreceréis macho sin defecto de entre el ganado vacuno, de entre los corderos, o de entre las cabras. 20 Ninguna cosa en que haya defecto ofreceréis, porque no será acepto por vosotros. (Lev. 22:17-20) Esta sección contiene normas y reglamentos para el pueblo en cuanto las ofrendas que ofrecían, y estos reglamentos debían ser seguidos estrictamente por los sacerdotes. Los reglamentos se aplicaban al pueblo, pero su ejecución era responsabilidad de los sacerdotes. Ninguna ofrenda con defecto podía ser permitida porque las ofrendas eran un símbolo de Cristo. Cualquier desviación de esto equivalía a una disminución del concepto de la persona de Cristo y de las santas demandas de Dios. Los defectos incluían la deformidad natural en un animal, tanto como las magulladuras y cortaduras o huesos que pudiesen resultar quebrados por alguna causa externa. No podían TTB Página 1 de 8 Programa No. 0186

2 aceptar ningún animal que tuviera tales defectos. Asimismo, ningún extranjero podía hacer una ofrenda, y cualquier animal que era presentado para una ofrenda debía tener por lo menos siete días de edad. Siete representa cumplimiento y debía haber cumplido por lo menos un ciclo entero. Fue aquí en la ofrenda de los animales sin defecto donde Israel falló miserablemente. Porque aparentemente, pronto comenzaron a traer lo que era roto, cojo y enfermo para sus ofrendas y Dios denunció sus ofrendas por medio de sus profetas. Esto lo encontramos especialmente en el libro de Malaquías, capítulo 1, versículos 7 al 10, y versículos 13 y 14. Volviendo ahora a este capítulo 22 de Levítico, leamos los versículos 29 y 30: 29 Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable. 30 En el mismo día se comerá; no dejaréis de él para otro día. Yo Jehová. (Lev. 22:29-30) La ofrenda tenía que ser voluntaria. Este tipo de ofrenda debía representar al Padre celestial que dio a Su Hijo en amor, y al Hijo que vino por el gozo puesto delante de él como lo dice el escritor de la carta a los Hebreos, en el capítulo 12, versículo 2. La ofrenda tenía que ser comida el mismo día. No se debía permitir ni una sola oportunidad para que comenzara ni siquiera la más pequeña corrupción. Leamos ahora, los versículos 31 al 33 de Levítico capítulo 22: 31 Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo Jehová. 32 Y no profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los hijos de Israel. Yo Jehová que os santifico, 33 que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová. (Lev. 22:31-33) El pueblo tenía que ser un testimonio para Dios. Ellos no tenían que ir como testigos a los confines de la tierra, como usted y yo hemos sido llamados a ir por todo el mundo hoy en día. Fueron llamados a servir a Dios como nación, y debido a su servicio a Dios, todo el mundo vendría a Jerusalén. La santidad del nombre de Dios debía ser representada en cada acto de su TTB Página 2 de 8 Programa No. 0186

3 adoración. cinco motivos: Ahora, cuál debía ser el estímulo de su obediencia? El Dr. Andrew A. Bonar da Primero, Yo Jehová Segundo, Yo seré santificado en medio de los hijos de Israel. Tercero, Yo Jehová que os santifico. Cuarto, Yo Jehová que os saqué de la tierra de Egipto. Y quinto, Vuestro Dios. Yo Jehová que os santifico. Hay libertad para el creyente hoy en día, pero la libertad no le otorga licencia o libertinaje. La santidad y la justicia de Dios deben ser mantenidas con pasión y celo en toda nuestra adoración. Yo Jehová que os saqué de la tierra de Egipto. Amigo oyente, Dios le ha salvado. Dios le salva por Su gracia. No le salvó con la idea de endeudarlo a usted para con Él, porque eso no sería gracia. No estamos de acuerdo con las palabras del himno que dicen: Mi vida di por Ti, que has dado Tú por Mi? La gracia, amigo oyente, no requiere pago. Pero permítanos hacerle esta pregunta. Ama usted a Jesucristo? Quiere servirle? La esposa no le prepara al esposo una cena especial de cumpleaños por que es su deber. La prepara porque ama a ese viejo! Ahora, Vuestro Dios! Es Él su Dios, amigo oyente? Si lo es, entonces usted le representa como Su embajador en este mundo. El mundo está leyendo su vida. Los hombres no están leyendo la Biblia hoy en día. Nos están leyendo a nosotros, a usted y a mí. Qué leen en su vida, amigo oyente? Y así concluimos nuestro estudio de este capítulo 22 de Levítico. Y llegamos ahora al capítulo 23. Aquí estudiaremos las fiestas santas o solemnes que constituyen el tema central de este capítulo 23. Este es un capítulo extraordinario que presenta las fiestas solemnes de Dios. TTB Página 3 de 8 Programa No. 0186

4 Estas eran fiestas de gran gozo. La única excepción era el gran día de la Expiación, que era un día de llanto y pena por el pecado. Pero todas las otras fiestas eran ocasiones para gran gozo y regocijo. Dios no quería que un pueblo triste y llorón viniera siempre ante Su presencia, sino más bien lo que deseaba era un pueblo alegre y gozoso. En realidad, estas fiestas servían para marcar el transcurso del tiempo, eran como una especie de calendario perpetuo establecido por Dios. El comentador bíblico Lange, explica que la palabra que se traduce como fiestas significa en el hebreo original un tiempo señalado o asignado, y así quizá podríamos decir que estas fiestas en el calendario hebreo eran tiempos santos. Los detalles de la mayoría de estas fiestas aparecen en forma mucho más completa en otros pasajes de las Escrituras que estudiaremos más adelante. Lo que tenemos en este capítulo es una lista de estas fiestas según cierto orden metódico y que cumple cierto propósito. En primer lugar, notemos que aparece aquí una lista de siete fiestas, sin contarse el día de reposo que se menciona en primer lugar. Realmente el día de reposo no era una fiesta, sino más bien una base para la medición del transcurso del tiempo. Ahora, es sumamente interesante notar el papel que juega el número siete en la medición del tiempo y en la determinación de las fiestas hebreas. En realidad, el número siete tiene tanta importancia en este capítulo como la tiene en el libro de Apocalipsis. Notemos, por ejemplo, que el día de reposo era el séptimo día; el pentecostés se celebraba en la séptima semana. El día de la expiación era precedido por la séptima luna nueva; la fiesta de los tabernáculos caía en el séptimo mes y comprendía siete días. Notaremos además, la intervención del número siete más adelante en nuestro estudio del año de reposo y el año de jubileo, que veremos en el capítulo 25. Estos días de fiesta cumplían una doble función: una función práctica, y una función profética. En el nivel práctico, cumplían una función tanto social como comercial. Reunían a las doce tribus en adoración conjunta a Dios y en compañerismo mutuo. A todos los varones les era requerido ir a Jerusalén para adorar tres veces al año en la fiesta de la Pascua, de Pentecostés y de TTB Página 4 de 8 Programa No. 0186

5 los tabernáculos, de acuerdo con lo que encontramos en Deuteronomio, capítulo 16, versículo 16. Se puede ver que esto propendía a la unión de la nación, y a una mayor unidad entre las tribus. Los israelitas llegaban de todas partes del reino e intercambiaban sus ideas tanto como sus mercancías. Su pecado al no cumplir estas instrucciones fue uno de los factores contribuyentes a la división de la nación en los reinos del norte y del sur. Su desobediencia en este aspecto sería también más tarde una de las razones porque el pueblo fue esparcido en esclavitud por todo el imperio romano. La mayoría de estas fiestas estaban relacionadas con la vida agrícola de la tierra, especialmente la cosecha de los frutos. Esto era especialmente cierto en cuanto a las fiestas de las Primicias, del Pentecostés y de los Tabernáculos. Esto trajo la adoración de Jehová al nivel del campo sembrado de grano, la viña y el huerto de higueras. La alabanza a Dios fue unida así con el trabajo de los israelitas. El mismo sudor de sus rostros llegó a ser cosa sagrada. El propósito principal de estos días de fiesta era de dar un cuadro profético de todos los tiempos para el futuro. Cada una de estas fiestas ha hallado, o todavía encontrará su cumplimiento en un tiempo futuro. La mayoría ya han sido cumplidas y esperamos señalar esto al seguir nuestro estudio. Ya no debemos observar los días ni los tiempos. Cristo los ha cumplido. El Apóstol Pablo, señala en su carta a los Colosenses, capítulo 2, versículos 16 y 17: Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Y ahora, antes de iniciar nuestro estudio del capítulo 23, sólo deseamos decir que todas las fiestas y ceremonias no están incluidas en este capítulo. El año de reposo y el año de Jubileo, por ejemplo, se hallan en el capítulo 25, y las fiestas de las lunas nuevas, en el libro de Números, capítulo 28, versículos 11 al 15. Veamos, entonces, brevemente un bosquejo que seguiremos en nuestro estudio de este capítulo 23. El tema central como ya dijimos, es las fiestas santas. Y consideraremos este tema, bajo los siguientes aspectos: TTB Página 5 de 8 Programa No. 0186

6 En primer lugar, el tiempo santo del Día de Reposo, en los versículos 1 al 3. En segundo lugar, el tiempo santo de la Pascua, en los versículos 4 y 5. Tercero, el tiempo santo del Pan Sin Levadura, en los versículos 6 al 8. En cuarto lugar, el tiempo santo de las Primicias, en los versículos 9 al 14. Quinto, el tiempo santo de Pentecostés, en los versículos 15 al 22. Sexto, el tiempo santo de las Trompetas, en los versículos 23 al 25. En séptimo lugar, el tiempo santo del Gran Día de la Expiación, en los versículos 26 al 32. Y en octavo y último lugar, el tiempo santo de los Tabernáculos, en los versículos 33 al 44. Comencemos, pues, con el primer aspecto, el tiempo santo del Día de Reposo. Leamos los primeros tres versículos de este capítulo 23 de Levítico: 1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas: 3 Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis. (Lev. 23:1-3) Notará usted al seguir nuestro estudio de este libro, que Dios siempre dirige Sus instrucciones a determinadas personas; y es bueno que notemos las personas a quienes va dirigida la instrucción. Le habla a Moisés porque él era el Legislador, y él a su turno debía dar estas instrucciones al pueblo. Aunque las fiestas tenían que ver con el tabernáculo, los sacerdotes no son mencionados aquí en forma específica. Los israelitas debían reunirse y las fiestas debían concordar con el calendario anual de Israel. TTB Página 6 de 8 Programa No. 0186

7 Cada uno de estos tiempos santos tenía cierto énfasis particular y peculiar. Aquí veremos en forma completa y profética, el trato que tiene reservado Dios para este mundo en el marco del tiempo. Así, cada fiesta era típica de algún gran evento en el programa de Dios para el mundo. La Pascua simbolizaba la crucifixión y la muerte de Cristo. Los Panes sin Levadura representaban la comunión que tenemos con Cristo por Su muerte. La Fiesta de las Primicias profetizaba la resurrección de Cristo, y el Pentecostés, el principio de la iglesia. La Fiesta de las Trompetas prometía al pueblo de Israel que Cristo volvería algún día a la tierra prometida. El Gran Día de la Expiación, representaba la obra de Cristo por nosotros en la cruz. Y la Fiesta de los Tabernáculos señalaba el tiempo cuando Israel habitará definitivamente en la tierra prometida. El día semanal de reposo no se puede designar propiamente como uno de los días de fiesta especiales para el pueblo hebreo. Es pre-mosaico y data de la creación original. Fue repetido a Israel, y en Deuteronomio encontramos un motivo adicional para su observación. Leemos en Deuteronomio, capítulo 5, versículo 15: Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo. Cuando eran esclavos en Egipto, los israelitas tenían que trabajar todos los días. Pero ahora, el día de reposo se vinculaba con su liberación. Por eso, debían separar un día de cada siete, para adorar a Dios, en el cual debía haber un cese completo de todo trabajo y actividad. La iglesia primitiva también separó un día de la semana, y el día que escogieron fue el domingo, el primer día de la semana; porque ese fue el día en que nuestro Señor resucitó de los TTB Página 7 de 8 Programa No. 0186

8 muertos. Ese es el día cuando nos fue dada la salvación completa. El Apóstol Pablo, dice en Romanos, capítulo 4, versículo 25: el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. El día de reposo pertenece a la vieja creación, pero nosotros pertenecemos a la nueva creación. El Apóstol Pablo, en su segunda carta a los Corintios, capítulo 5, versículo 17, señala: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura (es decir, nueva creación) es;... Amigo oyente, honramos a Cristo apartando el primer día de la semana. Y aquí tenemos que detenernos en esta ocasión, porque nuestro tiempo se ha agotado. Continuaremos, Dios mediante, en nuestro próximo programa y confiamos que usted nos vuelva a sintonizar. Antes de despedirnos, le recordamos que las notas y bosquejos de estos estudios bíblicos están a su disposición sin costo alguno para usted. Solicítelas a la dirección que en instantes mencionaremos. Para recibir esta oferta sin contratiempos, escriba en forma clara su nombre y dirección completos y en orden. Indique en su carta que desea recibir las notas y bosquejos, que como dijimos son sin costo alguno para usted. Será, pues, Dios mediante, hasta nuestro próximo programa, es nuestra ferviente oración que el Señor le bendiga ricamente! TTB Página 8 de 8 Programa No. 0186