Guía básica sobre el consumo energético en la cocina

Transcripción

1 Guía básica sobre el consumo energético en la cocina Todo lo que necesitas saber sobre la reducción del consumo energético en la cocina: cómo ahorrar dinero al saber de qué va todo esto qué medidas tomar para consumir la menor energía posible (y, por lo tanto, ahorrar dinero). CONTENIDO 1. Introducción 2. Los diferentes tipos de gastos que hay en la cocina 3. Equipamiento 3.1. Etiquetas energéticas (europeas) 3.2. Vitrocerámica 3.3. Lavavajillas 3.4. Frigorífico / congelador / combinación 3.5. Agua caliente 4. Ahorra todavía más con materiales modernos 5. Ahorro de agua 6. Conclusión 1

2 1 Introducción En la mayoría de los hogares, sólo la cocina consume el 40% de la energía. En la cocina hacemos diferentes cosas: cocinar, hornear, refrigerar, calentar, congelar, fregar los platos y lavar las verduras. Reducir el consumo de agua y de energía es el mejor modo de administrar su cocina y de introducirla en el siglo XXI. Disminuir la cantidad de residuos es bueno para el planeta y para su bolsillo, incluso para su jardín si hace compost. 2

3 2 Los diferentes tipos de gastos que hay en la cocina Todo el consumo energético que se produce en la cocina procede de los diferentes usos que damos a las fuentes de energía, como obtener gas, agua, electricidad, ventilar, refrigerar, congelar, calentar, tener calefacción e iluminación. Muchas cosas de las que hacemos en la cocina son opuestas. Cocinamos y congelamos, calentamos y refrigeramos. Pasamos del agua fría al agua hirviendo y calentamos productos congelados. Además, a la vez que ventilamos, usamos la calefacción central para calentar la cocina. Con cambiar ligeramente nuestros hábitos, utilizar mejor los recursos, emplear aparatos con un diseño más inteligente y un mejor aislamiento eléctrico, ahorraremos algo de dinero en el carro de la compra y en los recibos de la luz, el agua o el gas. 3

4 3 Equipamiento Pasar a usar aparatos de eficiencia energética es beneficioso para el planeta y para nuestro bolsillo. Cuando compre aparatos eléctricos, tenga en cuenta las etiquetas energéticas. Hornos, lavavajillas, frigoríficos y congeladores están clasificados con una etiqueta energética que especifica su consumo de energía. Compre preferiblemente electrodomésticos con la etiqueta de consumo mínimo "A". Un frigorífico con una clase energética "A" consume, como mucho, sólo la mitad de energía que un modelo de hace diez años. Pero los aparatos que ya tiene se pueden utilizar de la manera más eficiente posible. Ponga el lavavajillas sólo cuando esté lleno y utilice el programa de agua caliente para platos muy sucios. Si tiene vitrocerámica, utilice sartenes o cacerolas que se ajusten a la placa. Si pone una cacerola pequeña en una placa grande, sólo calentará el aire. Cuando compre un horno, un frigorífico o un congelador nuevo, fíjese en la clase de consumo energético a la que pertenecen: viene indicada en la etiqueta energética por medio de una flecha para cada aparato. 4

5 3.1 Etiquetas energéticas (europeas) Si tenemos en cuenta la etiqueta energética facilitada en los diferentes electrodomésticos, como la lavadora, el lavavajillas, el frigorífico o el congelador, ya podemos seleccionar qué aparatos consumen menos energía. Una directiva europea clasifica los electrodomésticos, como lavadoras, lavavajillas, frigoríficos, congeladores, etc, en función de su clase energética. Los electrodomésticos se clasificaron al principio de acuerdo a su consumo energético con una "A" (bajo consumo) y una "G" (alto consumo). En 2004, se añadieron las etiquetas de mayor eficiencia energética "A+" y "A++". Un electrodoméstico etiquetado con una "A+" consume un 25% menos de energía. La Clase "A++" es incluso más respetuosa con el medio ambiente. 5

6 3.2 Vitrocerámica Al cocinar con gas natural no es necesario precalentar. Por lo tanto, era el modo más económico de cocinar hasta hace muy poco. Para su seguridad, los quemadores de última generación están equipados con la opción de encendido automático. Pero como, aún así, se trata de una fuente de calor expuesta y, por tanto, peligrosa, la mayor parte de las viviendas para personas mayores están equipadas con cocinas eléctricas. Es fácil mantener las placas eléctricas. Puede escoger entre una gran variedad de tecnologías. Resulta fácil ahorrar energía si tenemos en cuenta las siguientes recomendaciones: Apague las placas antes de terminar de cocinar con el fin de aprovechar el calor residual. Tape la cacerola o la sartén; empleará 3 veces menos energía. Use cacerolas del mismo diámetro que las placas: le permitirán consumir menos energía. Es preferible cocer al vapor. Con una olla a presión ahorrará entre el 40-70% de energía. Rebaje la cantidad de agua para cocinar. Si las patatas y las verduras se cortan finas, se cuecen con la tercera parte de agua. Saque los alimentos del frigorífico quince minutos antes de cocinar para que se atemperen. Hasta hace muy poco, las cocinas de gas eran la solución más económica. Actualmente, disponemos de placas de inducción: una nueva técnica de cocina revolucionaria. Las placas de inducción utilizan un campo magnético. Por medio de esta técnica, la fuente de calor no se encuentra debajo de la sartén, sino que la sartén se convierte en una fuente de calor por sí misma. Actualmente, no existe una fuente de calor más directa. Esta técnica no deja calor residual y no se experimenta pérdida de calor en la superficie de la sartén ni, por tanto, pérdida de energía. El ahorro es considerable. Con las placas de inducción, ahorra hasta un 40% de energía en comparación con una vitrocerámica tradicional. En lo que respecta a la velocidad, la inducción se lleva el primer premio: dos litros de agua hierven transcurridos 5 minutos (con la vitrocerámica o el gas, tardaría 10 minutos). La desventaja consiste en que tiene que adquirir sartenes apropiadas para este tipo de placas. 6

7 3.3 Lavavajillas Con los lavavajillas no sólo ahorra agua; también gana comodidad. Fregar los platos a mano nos lleva entre quince minutos y media hora. De media, empleamos 3 semanas al año en fregar platos. Con un lavavajillas, sólo empleará el tiempo necesario en cargarlo y vaciarlo. Además, los platos sucios dejarán de estar a la vista y su cocina siempre permanecerá ordenada y limpia. Una serie de investigaciones han demostrado que los lavavajillas ofrecen más higiene. Acaban con un mayor número de bacterias y los platos quedan más brillantes. Finalmente, otra de las ventajas de los lavavajillas es que aparte de lavar los platos, los secan. No tiene que aclarar los platos ni secarlos, por lo que sus manos se mantendrán suaves. Así evitará tenerlas secas y agrietadas. Aunque, en ocasiones, es mejor fregar los platos a mano. Las personas que viven solas y sólo cocinan para ellas no generan muchos platos sucios y, por tanto, es mejor que frieguen a mano. El lavavajillas no se llena con rapidez, de modo que o lo pone a media carga o espera a llenarlo con los consecuentes malos olores que los platos sucios dejan cuando llevan mucho tiempo en el lavavajillas. 7

8 3.4 Frigorífico / congelador / combinación Para comparar frigoríficos, tenemos en cuenta la refrigeración, congelación y facilidad en el modo de empleo. Junto con el precio, el funcionamiento también puede variar de unos a otros. Las diferencias oscilan desde un alto consumo energético a una elevada eficiencia energética. La capacidad de refrigeración también puede variar sobremanera. Con una mayor capacidad de refrigeración, el frigorífico o el congelador refrigera o congela más rápido hasta la temperatura deseada. Del mismo modo, permite al electrodoméstico mantener la temperatura, incluso con una temperatura exterior elevada. Una nueva técnica, instalada en los modelos más caros, es el sistema de circulación de aire frío. Esto permite que los sistemas de refrigeración y de congelación sean mucho más rápidos y que se genere menos hielo en los diferentes compartimentos del congelador. Algunos frigoríficos incorporan un ionizador de aire que, a modo de purificador que previene los malos olores. No sólo se puede controlar el consumo de energía con la compra de un modelo energéticamente eficiente. A continuación, le ofrecemos una serie de consejos que afectan al consumo de energía del electrodoméstico. Compre un frigorífico que se adecue a sus necesidades. Un frigorífico demasiado grande consume energía innecesaria. Si va a comprar un frigorífico, explique al comercial cuántos son en la familia y cada cuánto hacen la compra. Compre un frigorífico apropiado en términos de tamaño y, por tanto, de consumo energético. 8

9 Asegúrese de que hay suficiente espacio para que el frigorífico tenga una ventilación adecuada. Consulte en el manual las recomendaciones del fabricante. Una ventilación adecuada del frigorífico repercute positivamente en el consumo de energía del mismo. Sitúe el frigorífico en el lugar más fresco de la cocina, ni cerca de una ventana ni del horno. Tampoco meta en el frigorífico bebidas o comidas calientes. En esos casos, el consumo de energía del frigorífico ascenderá. Es mejor dejar que los productos se enfríen primero fuera del frigorífico. La temperatura ideal de refrigeración es de 3ºC - 4ºC. A una temperatura inferior, el consumo de energía del frigorífico ascenderá. La temperatura se puede medir fácilmente metiendo un termómetro en un vaso de agua dentro del frigorífico. 9

10 3.5 Agua caliente Optimice la posición de su generador de agua caliente y ahorre hasta un 13% de energía. Una forma ideal de hacerlo es situar su caldera, calentador o caldera de condensación tan cerca como sea posible del lugar en el que el agua caliente disminuye de temperatura. De este modo, el agua templada recorre un trayecto corto y podrá utilizarla a temperatura óptima. Con este método, podrá ahorrar en torno a un 13% de media en sus gastos de energía. Utilice grifos que permitan el ahorro de agua o coloque un regulador de caudal en el grifo para reducir el flujo de agua. Utilice agua fría mientras cocina, pues es más barata que la caliente. 10

11 4 Ahorre incluso todavía más con materiales modernos Los materiales de construcción modernos y la electrónica tienen un gran impacto a la hora de reducir el consumo de energía en los hogares. El coste de reemplazar los materiales en una remodelación planificada se verá recompensado en unos años por unos costes de energía más bajos. 4.1 Dispositivos de iluminación y lámparas Escoja lámparas fluorescentes, dispositivos reguladores de la intensidad de la luz y detectores de movimiento. Si sustituye las bombillas tradicionales por lámparas fluorescentes compactas, podrá ahorrar hasta un 80% en el coste de la luz. En combinación con detectores de movimiento que perciben cuándo entra alguien en la cocina y encienden las luces automáticamente, los beneficios aumentan todavía más. 4.2 Puertas, ventanas y paredes Utilice ventanas con un buen aislamiento, doble acristalamiento con cámara de argón. La cámara se puede sellar con material aislante. 4.3 Aislamiento y cámara de aire Aparte de aislar las paredes, también puede llevar a cabo otras medidas para aislar ventanas, puertas y sus respectivos marcos. 11

12 4.4 Sistemas de calefacción central y de refrigeración Los aparatos de aire acondicionado actuales gastan menos energía que las versiones antiguas. Se han implementado nuevos inventos y técnicas de ahorro de energía con muy buenos resultados. La calefacción central constituía antes una unidad independiente con la única función de generar calor, pero actualmente también desempeña el papel de calentar el agua. Cuando dicha unidad, una caldera de condensación de gas natural, se sitúa en proximidad directa con la cocina y el baño, se pueden obtener un elevado ahorro energético. La unidad utiliza menos energía y desperdicia menos agua antes de que llegue el agua caliente. Puede conseguir un ahorro energético considerable si reemplaza la calefacción central convencional y el calentador eléctrico por una caldera de condensación de alta eficiencia. Otra tendencia surgida en los últimos años consiste en la ventilación mecánica con técnicas de intercambio de calor. Este sistema recupera el calor que normalmente se perdería al ventilar el edificio. Esta nueva técnica, gracias a la energía intercambiada, calienta el aire antes de que se distribuya por todo el edificio. Podrá ahorrar hasta un 40% en su factura de gas. Calentar el agua y la vivienda constituye uno de los mayores gastos por consumo de energía. 12

13 5 Cómo reducir el consumo de agua Cuando monta un perlizador en el grifo de la cocina, reduce el consumo de agua un 30% sin pérdida de presión. Incluso pequeños detalles como cerrar el grifo mientras se enjabona las manos o sacudir los platos antes de meterlos en el lavavajillas en lugar de aclararlos, contribuyen a ahorrar a largo plazo gran cantidad de agua muy valiosa. Puede parecer raro pero, en realidad, los lavavajillas gastan menos agua en comparación con fregarlos a mano. Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Bonn (Alemania) ha demostrado que, de hecho, un lavavajillas moderno utiliza de 15 a 22 litros de agua por lavado, mientras que fregar a mano la misma cantidad de platos significaría gastar 103 litros de agua. Lavar los platos a mano sólo tiene ventajas si vive solo y utiliza el fregadero lleno de agua, sin dejarla correr. 13

14 6 Conclusión Qué ha aprendido en esta unidad y qué conclusiones obtiene? Se puede ahorrar mucho en gastos de energía al utilizar aparatos de cocina modernos y cambiar los hábitos en la cocina por otros más considerados con la energía. Merece la pena tener una visión crítica con respecto a los aparatos de cocina para valorar si habría que reemplazarlos. También le pueden ayudar a ahorrar energía nuevas formas de cocinar así como una mejor utilización del frigorífico. Algunas de estas medidas tienen más eficacia que otras, pero todas tienen en común el ahorro de energía. Otras unidades que quizá le interesen: Guía introductoria sobre Energía y potencia eléctrica Guía introductoria sobre el Bienestar térmico: cómo sentirse cómodo Guía introductoria sobre la Elección de una caldera 14