LA POBLACIÓN MULTIÉTNICA DE UN CENTRO DE BARRIO TEOTIHUACANO. EL CASO DE TEOPANCAZCO*

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2 LA POBLACIÓN MULTIÉTNICA DE UN CENTRO DE BARRIO TEOTIHUACANO. EL CASO DE TEOPANCAZCO* LINDA R. MANZANILLA** Miembro de El Colegio Nacional INTRODUCCIÓN Teotihuacan representa una excepción en Mesoamérica: por la extensión y grado de planificación del asentamiento urbano ortogonal (20 km 2 ) (Millon, 1973); por la multietnicidad representada por barrios foráneos en la periferia (Barrio Oaxaqueño, Barrio de los Comerciantes, enclave michoacano, y probablemente otros) y por la mano de obra especializada de carácter foráneo auspiciada por las élites intermedias de los centros de barrio; por el patrón de asentamiento polarizado en una gigantesca urbe y muchas aldeas y villorrios donde vivían los productores de alimentos; por la organización corporativa patente en los conjuntos multifamiliares que albergaban a familias independientes que compartían oficio, y aterrizada también probablemente en un co-gobierno de cuatro señores; por ser la capital de un estado peculiar que he llamado tipo pulpo, donde la cabeza está representada por la gran ciudad, y los tentáculos son los corredores de sitios teotihuacanos hacia los confines de los cuatro rumbos, de donde venían materias primas y productos suntuarios, muchos de ellos consumidos por las élites (Manzanilla, 2006, 2009). Para dar orden a la gran población de diversos orígenes, se establecieron barrios foráneos en la periferia, y barrios teotihuacanos con mano de obra multiétnica para tareas muy especializadas. Teopancazco pertenecer a este último tipo. Ubicado al sur de la Ciudadela, Teopancazco parecía un conjunto residencial de clase media-alta (Manzanilla, 1996), pero el estudio de sus * XVI Coloquio Juan Comas, Oaxaca, 14 de noviembre ** IIA-UNAM. 239

3 sectores funcionales; la escasez de áreas de preparación de alimentos, excepción hecha de una alineación de cocinas-almacenes (Pecci et al., 2010) en la periferia norte del conjunto (figura 1); la presencia de diversos contingentes étnicos; la gran plaza ritual que ocupa el centro del conjunto; la existencia de rituales particulares que no se encuentran en otros sectores de Teotihuacan, llamaron nuestra atención sobre la posibilidad de que fuera el centro de un barrio periférico (Manzanilla, 2009). Figura 1. Teopancazco, un centro de barrio y sus sectores funcionales. La presencia de una sastrería donde se elaboraban trajes y tocados de sacerdotes y militares representados en el famoso mural copiado por Adela Bretón nos revela la existencia de artesanos de la vestimenta (Manzanilla et al., 2011; Manzanilla, 2006, 2009), que trabajaban no sólo con mantas de algodón, a las cuales cosían botones, placas y pendientes de concha, hueso, placas dérmicas de reptiles y mamíferos (Rodríguez Galicia, 2006), sino cuero y pieles. Sin ser un barrio foráneo (como el Barrio de los Comerciantes o el Barrio Oaxaqueño, ubicados en la periferia este de la ciudad), Teopan- 240

4 cazco ha evidenciado una variedad y cantidad de elementos procedentes de la Costa del Golfo que eran canalizados a una manufactura muy especializada y singular: la elaboración de trajes y tocados para sacerdotes y militares, es decir, la élite intermedia del barrio (Manzanilla et al., 2011), a semejanza de los que se representan en los famosos murales del sitio (véanse Gamio, 1922: ; De la Fuente, 1996, Tomo II: 43, 53). Hemos hallado una diversidad y profusión de instrumentos de hueso (agujas estandarizadas para bordar, coser y unir telas, leznas para hacer agujeros, retocadores) (Padró, 2002; Padró y Manzanilla, 2004), botones de concha y cerámica, así como pintaderas para telas, concentrados en dos sectores del conjunto, junto con restos de animales que proveyeron plumas, piel y placas para ser bordadas o cosidas en las telas de algodón que, junto con cerámica y varios tipos de animales, venían de Veracruz. Tenemos la sospecha que la casa que estaba a la cabeza del barrio de Teopancazco tenía mano de obra masculina del corredor hacia la costa del Golfo trabajando para sí en la elaboración de los trajes, hecho sugerido por los entierros del sector de la sastrería, que son todos masculinos, migrantes y tienen agujas como ajuar funerario (Schaaf et al., 2010; Morales et al., 2010). En esta ponencia se pondrá de relieve la perspectiva interdisciplinaria para abordar un caso complejo de articulación multiétnica en Teotihuacan. 1. PATRONES FUNERARIOS (FIGURA 2) A) Los entierros formales de tipo teotihuacano generalmente son de tres tipos: 1) el primero (figura 3) está constituido por entierros de adultos y niños dispuestos en fosas bajo los pisos, en posición flexionada o sedente, como es el caso de los entierros 2, 3, 4, 7A, 78, 98, y dos sedentes juntos: ) El segundo tipo de entierros teotihuacanos (figura 4) está representado por entierros de niños neonatos dispuestos en vasijas y éstas, en fosas bajo los pisos, como sucede con los entierros 37, 38, 42, 43, 44, 58, 59, 64, 95, 101, 107, 109 y ) Algunos niños de segunda infancia (figura 5) están dispuestos en altares, como sucede con los entierros 99 y 100. Suponemos que estos casos están relacionados con aspectos simbólicos. Estos tres tipos de entierros tienen ejemplos con lecturas isotópicas de estroncio 87/86 de gente local. 241

5 Figura 2. Ubicación de los entierros de Teopancazco. Figura 3. Entierros formales teotihuacanos. 242

6 Figura 4. Entierros de infantes en vasijas. Figura 5. Entierros de infantes en altares. 243

7 B) En Teopancazco hay casos excepcionales de entierros rituales (figura 6) como el entierro 102, que es el cráneo de una mujer que fue rodeado por huesos largos formando una especie de caja, dispuesto en la porción noreste de la plaza ritual del centro de barrio de Teopancazco. Este individuo tiene lecturas discordantes de isótopos de estroncio 87/86 lo que la hace una migrante de zonas altas. Asimismo está el entierro 112, un cráneo con o dentro un cesto, procedente de una altitud coincidente con la zona de origen de la cerámica anaranjada delgada. C) En el sector de la sastrería tenemos casos de entierros, como el 15 y 17, de individuos con un grado leve de migración, asociados a agujas de hueso. El entierro 15 es un adulto sedente masculino, mientras el entierro 17 es un entierro parcial de extremidades de un adulto joven. D) Un fenómeno excepcional para Teotihuacan pero que Teopancazco comparte con Cerro de las Mesas, Veracruz, es un ritual de terminación fechado en 350 d. C. en que se decapitaron más de 25 individuos mascu- 244 Figura 6. Entierros rituales de la plaza central.

8 linos, cuyas cabezas se dispusieron dentro de cazuelas, y fueron tapadas con otras vasijas (figura 7). El primer grupo fue dispuesto en fosas bajo un piso en el cuarto 162F (entierros 39, 40, 41, 46, 47, 48, 50, 52, 53, 55, 65, 66, 67, 69, 70, 81, 82, 83, 93 y 94), y el segundo (figura 8), encima de la destrucción de un templo con tablero y talud (entierros 68, 71, 72, 74, 75, 76, 80, 84 y 85). La mayor parte del segundo grupo está representada por migrantes. E) Hay algunos casos de entierros múltiples en Teopancazco: entierro 24A-B-C, 28-33, 74A-E y 80A-D. La estrategia de estudio fue de carácter interdisciplinario (figura 9). Figura 7. Individuos decapitados en fosas. 245

9 Figura 8. Individuos decapitados encima de un templo destruido. Figura 9. Metodología seguida en cuanto al análisis osteológico. 246

10 2. POBLACIÓN MULTIÉTNICA DE TEOPANCAZCO: 116 ENTIERROS A. Perfil demográfico: a. Infantes, subadultos, adultos, adultos mayores El perfil de edades (figura 10) de los entierros de Teopancazco muestra la presencia de varios rangos de edad pero dos picos principales: los infantes cercanos a las 40 semanas, y los adultos jóvenes de años. Infantes Neonatos 23 Infantes 1-5 años 4 Infantes 5-10 años 3 infantes? infantes? 4 adolescen 10 a 15 1 adolescen 15 a juveniles? juvenil? 8 adulto jov años 26 adulto med años 19 Adulto años 10 Adulto años 2 adulto avan años 1 adulto? adulto? 6?? 1 Figura 10. Tabla de edades para Teopancazco. 247

11 b. Hombres, mujeres En cuanto al sexamiento de los entierros (figura 11), hay una fuerte disparidad de individuos masculinos que constituyen casi la mitad (48.38%), respecto de los femeninos que sólo representan un 9.67%. La alta incidencia de individuos masculinos adultos es rara para Teotihuacan, y refuerza el carácter de centro de barrio que Teopancazco tenía, con mano de obra esencialmente masculina. 60 masculinos 48.38% 12 femeninos 9.67% 32 infantes? 25.80% 9 juveniles? 7.25% 10 adultos? 8.06% 1? 0.80% Figura 11. Sexamiento comparativo. 248

12 B. Patrones funerarios: a. Entierros flexionados y sedentes en fosas 72/116 b. Entierros parciales 14/116 c. Decapitados 38/116 La alta incidencia de individuos decapitados (figura 12), es decir, la tercera parte de los entierros formales, cuya gran mayoría está representada por hombres adultos jóvenes, y su ubicación en dos contextos rituales de la transición Tlamimilolpa/Xolalpan y fechados alrededor de 350 d. C., nos revelan rituales de terminación que tienen un paralelismo con aquellos hallados en Cerro de las Mesas, Veracruz, aunque en este último caso se trató de infantes. Figura 12. Tratamiento del cuerpo en Teopancazco. C. Paleodieta En su trabajo sobre elementos traza (logaritmo bario/estroncio) (figura 13) por Emisión de Rayos X inducida por Partículas (PIXE) para la determinación de paleodieta, Gabriela Mejía (2011), con la asesoría del doctor José Luis Ruvalcaba del Instituto de Física de la UNAM, analizó 249

13 los cúbitos de 18 de los entierros más o menos completos de Teopancazco, quince de ellos del periodo Clásico, y llegó a la conclusión de que había tres grupos: 1. quienes tenían una paleodieta predominantemente marina [Log (Ba/Sr) = 1.8 y 1.3], que son cinco entierros, varios de ellos de la fase Tlamimilolpa; 2. los que tenían una dieta terrestre desértica [Log (Ba/Sr) = 1.1 y 0.7], que son cuatro entierros; 3. y por último, quienes tenían una dieta terrestre no-desértica [Log (Ba/Sr) = 0.7 y 0] que son ocho entierros, de los cuales tres son postteotihuacanos. Siendo Teopancazco un centro de barrio, se compararon los resultados con lo que Antonieta Ochoa Ocaña (2003) hizo para algunos entierros del barrio de La Ventilla. En este último ejemplo se determinaron dos grupos: los del Patio de los Glifos que comían más carne, y los del conjunto de los lapidarios, quienes tenían una dieta vegetal. Figura 13. Paleodieta por elementos traza, según Gabriela Mejía. 250

14 D. Isótopos estables En el Laboratorio de Isótopos Estables del Instituto de Geología de la UNAM, bajo la coordinación del maestro Pedro Morales (figura 14), se analizaron 38 entierros de Teopancazco para obtener d 13 C y d 18 O en los carbonatos del esmalte de los dientes que evidencian el origen geográfico (figura 15) del agua que bebieron los individuos analizados y la altitud de donde proceden; además se analizaron d 13 C y d 15 N en colágeno con el fin de evaluar los diferentes tipos de comida y el nivel trófico de cada uno (Morales et al., 2010). Gracias a los estudios de isótopos estables sobre varios de los entierros de este centro de barrio, sabemos que la procedencia de muchos individuos es foránea, de varias altitudes del corredor de sitios teotihuacanos ubicados en Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y Veracruz. La detección de la llegada de varios individuos de la llanura costera en Xolalpan Temprano fue posible gracias a este tipo de estudios. Figura 14. Laboratorio de Isótopos Estables del Instituto de Geologia de la UNAM. 251

15 Figura 15. Altitudes de donde proceden algunos de los individuos de Teopancazco. E. Isótopos de estroncio 87/86 En el Laboratorio LUGIS del Instituto de Geofísica de la UNAM, bajo el liderazgo del doctor Peter Schaaf (Schaaf et al., 2010), se montó la técnica de determinación de la tasa de isótopos de estroncio 87/86, con la que el doctor T. Douglas Price y yo analizamos varios entierros de Teotihuacan, Monte Albán e Hidalgo (Price et al., 2000). El doctor Schaaf modificó la metodología introduciendo varios pasos de lixiviación de la muestra. Así se analizaron 27 entierros de Teopancazco (figura 16), llegando a la conclusión que se podía hablar de cuatro grupos: 1. Los individuos locales: ocho individuos entre los cuales se cuentan cuatro infantes. 2. Los migrantes del corredor teotihuacano de Puebla-Tlaxcala: cinco individuos. 3. Los migrantes lejanos, que son diez individuos, procedentes predominantemente quizá de la zona de Tepexi en Puebla, el valle de Tula en Hidalgo o la sierra de Pachuca. 252

16 Figura 16. Isótopos de estroncio 87/86 para algunos entierros de Teopancazco. 4. Los migrantes inversos, es decir, teotihuacanos que estuvieron mucho tiempo fuera de la ciudad, pero que regresaron y murieron en ella, que son cuatro entierros. F. Entesopatías El antropólogo físico Luis Adrián Alvarado ha reconocido diversas entesopatías en la muestra de entierros de Teopancazco, algunas de ellas relativas al suavizar de fibras con los dientes. Este estudio está en curso. G. Patologías Por último, gracias a la asesoría del doctor Ruy Pérez Tamayo en cuanto a paleopatologías, hemos detectado algún caso de un niño posiblemente con hidrocefalia, y un individuo con osteomielitis, ambos ubicados en un punto del conjunto que sugiere la presencia de un área clínica, donde además existe una alineación de niños muertos en el parto. Además la odontóloga Citlali Funes identificó un caso de parálisis facial (Entierro 91). 253

17 CONCLUSIONES Al comparar la tabla de edades de Teopancazco con otro centro de barrio más señorial, a saber, La Ventilla (figura 17), tanto La Ventilla en sus frentes 1, 2 y 3 (Gómez Chávez y Núñez, 1999), como La Ventilla B (Serrano y Lagunas, 1999), y también con un barrio periférico como Tlajinga 33 (Storey y Widmer, 1999), se observa que en Teopancazco, aunque predominan adultos e infantes, sí hay una cierta proporción de juveniles, mientras que en La Ventilla y en Tlajinga 33 casi no están representados. Figura 17. Comparación de las tablas de edades entre varios sitios de Teotihuacan. Al hacer un análisis estadístico de los datos de Teopancazco tomando en cuenta variables de paleodieta, isótopos estables e isótopos de estroncio 87/86 (figura 18), observamos que se forman tres grupos poblacionales (Manzanilla et al., 2010). Los individuos pertenecientes a cada uno de estos grupos (figura 19) están ocupando diversos sectores del conjunto, pero la multietnicidad se representa primordialmente en el sector noreste. 254

18 Figura 18. Dendrograma con las tres variables de estudio. Figura 19. Distribución en Teopancazco de los tres grupos de entierros. 255

19 Al graficar la procedencia de los individuos según las altitudes de origen, dato proporcionado por los isótopos estables (Morales et al., 2010) (figura 20), se observa la presencia de gente de todo el corredor hacia la costa del Golfo en el sector noreste, y los que proceden de las zonas más bajas, en particular, la llanura costera, llegaron al conjunto en Xolalpan temprano. Figura 20. Distribución de los entierros segun la altitud de origen. AGRADECIMIENTOS Esta ponencia fue posible gracias a un fructífero esfuerzo de colaboración interdisciplinaria con varios institutos de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM. En particular quisiera señalar los análisis de isótopos estables a cargo del maestro Pedro Morales, la maestra Edith Cienfuegos y el químico-fármacobiólogo Francisco Otero, del Laboratorio de Isótopos Estables del Instituto de Geología de la UNAM. Los análisis de proporciones isotópicas de estroncio 87/86 estuvieron a cargo del 256

20 doctor Peter Schaaf, la maestra Gabriela Solís, el maestro Becket Lailson, y Teodoro Hernández de los Laboratorios LUGIS del Instituto de Geofísica de la UNAM. Los estudios de paleodieta fueron parte de la tesis de licenciatura en Arqueología de Gabriela Mejía (INAH) en colaboración con el doctor José Luis Ruvalcaba del Instituto de Física de la UNAM. Sin el trabajo de los antropólogos físicos no hubiésemos tenido acceso a las determinaciones de edad, sexo, patologías y entesopatías. Agradezco la labor de la doctora Liliana Torres Sanders, al antropólogo físico Luis Adrián Alvarado y a la odontóloga Citlali Funes. Asimismo, al doctor Ruy Pérez Tamayo quien nos asesoró con dos individuos con patologías. Las excavaciones en Teopancazco ( ) son parte de mi proyecto Teotihuacan: élite y gobierno y recibieron apoyo presupuestal del Conacyt (proyectos 25563H, G36050H) y de la UNAM (tanto de DGAPA IN307398, IN406199, como del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM). El permiso federal fue otorgado por el Consejo de Arqueología del INAH. BIBLIOGRAFÍA De la Fuente, Beatriz (coord.) (1996), La pintura mural prehispánica en México. I. Teotihuacan, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México. Gamio, Manuel (1922), La población del Valle de Teotihuacan. Primera Parte. Arquitectura, Dirección de Antropología, Dirección de Talleres Gráficos, México. Gómez Chávez, Sergio y Jaime Núñez Hernández (1999), III. Análisis preliminar del patrón y la distribución espacial de entierros en el Barrio de La Ventilla, en Linda Manzanilla y Carlos Serrano (eds.): Prácticas funerarias en la Ciudad de los Dioses. Los enterramientos humanos de la antigua Teotihuacan, IIA y DGAPA, UNAM, México D. F.: Manzanilla, Linda R. (1996), Corporate Groups and Domestic Activities at Teotihuacan, Latin American Antiquity 7(3): Manzanilla, Linda, Mario Millones y Magalí Civera (1999), VIII. Los entierros de Oztoyahualco 15B:N6W3, en Linda Manzanilla y Carlos Serrano (eds.): Prácticas funerarias en la Ciudad de los Dioses. Los enterramientos humanos de la antigua Teotihuacan, IIA y DGAPA, UNAM, México D. F.: Manzanilla, Linda R. (2006), Estados corporativos arcaicos. Organizaciones de excepción en escenarios excluyentes, Revista Cuicuilco, 13(36) (eneroabril), ENAH: Manzanilla, Linda R. (2009), Corporate life in apartment and barrio compounds at Teotihuacan, Central Mexico: craft specialization, hierarchy 257

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