Último contingente en MINUSTAH regresa a Perú

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1 Último contingente en MINUSTAH regresa a Perú Con el regreso a su país de un contingente de 160 militares peruanos, culmina la misión de estabilización de Haití de 13 años. Gonzalo Silva Infante/Diálogo 2 junio 2017 RELACIONES INTERNACIONALES La bienvenida a los 160 miembros del Ejército, Marina y Fuerza Aérea del Perú fue en el Cuartel General del Ejército, con la presencia del Almirante José Luis Paredes Lora, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. (Foto: Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú). El 5 de febrero de 2004 estalló una revuelta en la ciudad de Gonaïves, Haití. La crisis desatada hizo que el Consejo de Seguridad de la ONU estableciera la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), el 1.º de junio de La MINUSTAH tenía como misión ayudar al gobierno de transición a establecer un entorno seguro y estable, pero con el paso de los años tuvo nuevas necesidades. En este contexto, el Perú, miembro fundador de las Naciones Unidas en 1945, fue uno de los países convocados para apoyar con la misión. Perú ofreció a la ONU una determinada cantidad de personal y material. En base a eso, una vez que se presenta el tema de Haití, la ONU le dice a Perú que necesita apoyo con compañías, recordó el Capitán de

2 Navío de la Marina de Guerra del Perú, Guillermo Tuesta, comandante de la Unidad de Operaciones de La ayuda brindada por parte de los Cascos Azules generó un vínculo muy fuerte con la población. En las rondas los acompañaba un traductor, pero muchos haitianos lograban comunicarse en español. (Foto: Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú). Paz del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. El Perú tiene históricamente una tradición pacifista. Promueve con su política exterior y de defensa la buena vecindad y participa como miembro de las Naciones Unidas en la promoción de la paz mundial, explicó el viceministro de Políticas para la Defensa, Mayor General FAP (R) Rafael Ordóñez. Combinado URUPERBAT En los 13 años que duró su participación, Perú contribuyó con 26 contingentes y un total de efectivos. Entre el 2004 y 2015 el batallón fue integrado exclusivamente por militares peruanos, pero a partir de febrero del 2015, luego de la firma de un memorándum de entendimiento entre las fuerzas armadas peruanas y uruguayas, fue establecido el batallón uruguayo-peruano (URUPERBAT). Si bien estamos dentro de una misma región, tenemos culturas y formas de pensar diferentes. El régimen disciplinario es diferente, aseguró el Cap. de Nav. Tuesta, al reconocer que URUPERBAT significó un gran reto. Las diferencias, sin embargo, pudieron ser superadas con creces. Así lo confirmó el Mayor de Infantería del Ejército del Perú José Ñavincopa, comandante de contingente del grupo que acaba de regresar al país: En la misión nos pudimos entender. Prueba de eso es que hemos sido condecorados con la medalla al Mérito Militar por el Ejército Nacional del Uruguay, dijo.

3 El Mayor José Ñavincopa espera regresar a comandar nuevas misiones de paz en el futuro. (Foto: Gonzalo Silva Infante).

4 La experiencia ha sido positiva porque, a pesar de tener la misma cultura latinoamericana, las doctrinas son diferentes y en el trabajo conjunto se llegan a unificar, lo que es positivo para la organización. Toda participación en conjunto con otros países favorece la integración, la cooperación y el mutuo entendimiento, agregó el viceministro Ordóñez. Presencia femenina A partir del décimo cuarto contingente, en noviembre de 2011, comenzó la participación de las mujeres en MINUSTAH. El rol de la mujer en las Fuerzas Armadas peruanas es visto de una manera muy importante. Cuando a partir del año 2000 las mujeres se incorporan a las Fuerzas Armadas se reconoció el valor de su participación, no solo en campos de la actividad profesional política o económica, sino también en el militar, explicó el viceministro Ordóñez. El acercamiento del personal femenino es mucho más aceptado que el soldado con armamento porque le da otro rostro al contingente dijo el Cap. de Nav. Tuesta, remarcando las ventajas de contar con presencia femenina en misiones de paz. En el último grupo de 160 efectivos peruanos que regresaron al país, 11 fueron mujeres. Desde que iniciaron su participación, sumaron un total de 134. Deber cumplido En febrero, el Consejo de Seguridad se reunió para hacer la evaluación de la misión. Llegaron a la conclusión de que había muchas mejoras, por lo que entraron en una nueva etapa. Por eso se tomó la decisión de que empiece el repliegue de la parte militar, apuntó el Cap. de Nav. Tuesta al hacer un balance del trabajo realizado. Hombre que está entrenado para la guerra y la defensa de su patria está en un ambiente ajeno defendiendo no solamente un territorio de su país, sino [también] defendiendo la paz mundial, agregó. La experiencia personal es espectacular. Profesionalmente te da mucho mayor madurez, te vuelves más humano; haces operaciones militares reales, dijo el May. Ñavincopa. Para mí ha sido espectacular la experiencia de haber comandado a gente de las tres fuerzas armadas y haber representado una vez más al país en misiones de paz. La gente viene con otra óptica, se nota la madurez tanto profesional como personal, agregó. El viceministro Ordóñez resumió la labor de los peruanos en Haití. La satisfacción del deber cumplido. Esa frase encierra muchos significados en cada uno de los hombres y mujeres que van a cumplir la misión porque el deber encierra una ardua preparación, el estudio, el compromiso, el dejar a la familia, el saber que van a enfrentar riesgos y desafíos, saber que [deben] tener la moral muy en alto, que la disciplina es la base de su eficiencia, y ese reconocimiento es cumplir con nuestro deber como lo pensábamos cumplir. Por eso en la ceremonia veía rostros muy orgullosos, concluyó. Copyright 2017 Diálogo Americas. All Rights Reserved.

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