La hora de los hornos por Fernando Solanas.

Transcripción

1 Trabajo Práctico 3 Cine Latinoamericano La hora de los hornos por Fernando Solanas. Contexto político La hora de los hornos, es un film argentino realizado por Fernando "Pino" Solanas y Octavio Getino, integrantes del Grupo de Cine Liberación. En los años sesenta, en Argentina, prima la violencia y la represión. Solanas y Getino presentan un film que recoge momentos circunstanciales en la historia Argentina, su relato nos traslada a una época histórica donde las formas de dominación inglesa y Estadounidense marcan una nueva era en cuanto a procesos de neocolonialismo en América Latina. Tras su éxito en el Festival de Cine de Pesaro de 1968, la película comenzó a difundirse clandestinamente en Argentina hasta que fue estrenada formalmente en 1973, tras la caída de la dictadura de la bota militar, nos narra una historia intensa de procesos sociales, políticos y económicos de una Argentina en conformación industrial. La hora de los hornos es un documental, que muestra una forma de ver verdaderamente lo que sucedió y reflejar una mirada de la realidad de aquel entonces. El fin principal de este documental es expresar la violencia instaurada y el desaliento que persistía luego de una década de dictaduras en el país.

2 Análisis estilístico El film La hora de los hornos, se sitúa en el denominado Cine latinoamericano. A través de este cine, lo que se intentaba es generar impacto y llegar a producir un cambio a nivel social. Lo que se buscaba reflejar mediante estas producciones cinematográficas era la realidad del grupo obrero. A modo de denuncia social este cine militante exponía la forma en la cual los trabajadores y sectores de la minoría se oponían al discurso hegemónico. A través de un relato en off del propio Solanas, explica la forma en la cual, un país vasto de posibilidades para producir, es llevado a la decadencia por parte del poder político, sacando provecho de las clases bajas. Este modo de enunciación resulta fundamental para este film, ya que va estableciendo un nexo y dando énfasis a los dichos mediante las imágenes que se van proyectando a lo largo del discurso. Dichos fragmentos de filmación, representan la contraposición entre las realidades de la época; por un lado las publicidades extranjeras que causaban furor, y por otro las más impactantes y crudas miserias que experimentaban las clases sociales bajas. Pino Solanas, buscó la manera de forjar un quiebre en el que se pueda expresar la realidad de aquel entonces. Al comienzo, el film utiliza imágenes muy contrastadas recurriendo al low key (clave baja), donde predomina el negro y contrarrestándolo aparece el blanco, dicho recurso quiebra la usual imagen cálida y de fácil lectura del cine comercial, captando la atención del espectador. Además la crudeza de mostrar imágenes reales de cuando la

3 fuerza pública golpea a personas, incentiva lo impactante de este documental. La utilización del sonido es importante y estratégica, son sonidos penetrantes los que se utilizan. También se contraponen al momentos de silencio golpes muy cortantes, generando contrastes sonoros, logrando de cierta manera agredir al espectador que estaba acostumbrado a un cine de montaje distinto. Por otro lado, se busca impresionar con las imágenes, intentando que el espectador reaccione y se sienta mal frente a una realidad que persiste y que no es ficción. Abundan los primero planos de personajes particulares y los contrasta con planos generales, donde aparecen millones de personas. En los primeros planos vemos a gente de pocos recursos mirando a cámara, interpelando y generando intimidad con el espectador, ya que la mirada a los ojos es una de las acciones más fuertes en la comunicación. Son imágenes chocantes y generalmente los planos son en contrapicado, mostrando a las personas como seres humillados e inferiores. Es así como, utilizando sus discursos como motor, el cine militante intenta influir en el espectador haciéndolo ver que el cine también puede ser un arma de combate. Mediante una exposición de la cultura autóctona presente en las imágenes se quiere llegar a una unión latinoamericana, para hacer frente a la latente penetración europea y estadounidense. Nouvelle Vague A fines de la década de los cincuenta, surge un movimiento que constituyó una verdadera revolución en el mundo del cine en Francia: La Nouvelle

4 Vague (Nueva ola francesa). Partió de un grupo de jóvenes cinéfilos de izquierda, procedentes del mundo de la crítica (revista francesa Cahiers du Cinéma). La Nouvelle Vague militaba a favor de un cine realista y fresco que mostrase la vida cotidiana y que no requiriese de grandes presupuestos económicos. La regla era que no había reglas y ante todo, el director sería el auténtico autor de la obra. Comparando a esta nueva ola francesa con el cine militante latinoamericano, podríamos decir que encontramos puntos de equidad. En un primer lugar, vale destacar que esta nueva ola modificó las normas narrativas y temáticas del mundo del cine y abordó críticamente la totalidad de la historia del mismo. El Nouvelle Vague establecía que el film se considerase por encima de todo como una obra de autor, significaba que el director tenía que encontrarse creativamente por encima de cualquier otro personaje envuelto en la producción de la película. Al igual que sucede en el caso de La hora de los hornos, en donde el grupo Cine y Liberación, aparece como representante de esta corriente en la cual la contraposición al discurso oficialista y el sistema social era el leit motiv. Al mismo tiempo, el Nouvelle Vague proclamaba una mayor libertad narrativa, ausencia de comercialidad como fin y un mayor número de filmaciones en localizaciones exteriores y naturales. Lo que podemos ver también en el film, que se encuentra desprovisto de estudios cinematográficos o artistas consagrados y tan solo narra en imágenes crudas y reales una realidad nacional.

5 En resumen, considerando que las principales características de la Nouvelle Vague son: la simplicidad técnica, bajos presupuestos, mayor libertad narrativa, rodajes con mayor presencia de escenarios naturales, los sonidos, luz y música debían emanar de la misma historia, el director lo es todo, notamos que el film La hora de los hornos, tiene mucha influencia de este movimiento. En conclusión, se puede decir que la Nouvelle Vague, con todas sus particularidades podría ser percibida como una fuente de inspiración e impronta precursora de lo que sería el cine militante latinoamericano. Ambos movimientos buscaron romper barreras y dejar a un lado lo tradicional a través del lenguaje y las historias, oponiéndose al cine clásico y al discurso hegemónico de ese entonces. Es así como generan una revolución conceptual. Esto lo vemos en el film de Fernando Solanas, La hora de los hornos, que evidencia una marcada ideología política antiimperialista del director/autor y en donde su propuesta cinematográfica consistirá en una dura crítica social a la realidad.