EL PROPÓSITO DE LA LEY

Transcripción

1 EL PROPÓSITO DE LA LEY De la Biblia aprendemos que los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos. Sí, la Biblia nos dice que Sus pensamientos son mucho, mucho más altos que nuestros pensamientos. De hecho, el profeta Isaías dice que los pensamientos de Dios son más altos que los cielos sobre nuestros pensamientos. Y sin embargo, Dios nos ha dado Sus pensamientos en la Biblia. No es eso maravilloso? El Dios que tiene pensamientos mucho más altos que lo nuestros nos ha dado Sus pensamientos en la Biblia. Cuando deseemos saber lo que Dios ha pensado debemos leer la Biblia. Dios nunca hizo nada sin propósito. Usted no le puede preguntar a Dios: " Por qué hizo eso?" Y recibir la respuesta: "Yo no lo sé." Pero nosotros si somos así. A veces cuando se nos pregunta por qué hicimos algo, decimos: "Yo no lo sé." Pero Dios no es así. Él tiene un propósito en todo lo que hace. Usted puede preguntar, por qué Dios les dio la ley a Moisés y al pueblo de Israel? Esa es una pregunta apropiada. Yo quiero responder a esa pregunta en este mensaje titulado EL PROPÓSITO DE LA LEY de Romanos capítulo 7 versículos del 7 al 14, en el Nuevo Testamento. 1

2 7. Qué diremos, pues? La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8. Más el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9. Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10. Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11. porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. 12. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 13. Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. 2

3 14. Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. El propósito de la ley es llevado a cabo por medio de algunas OPERACIONES definidas con relación a este asunto del pecado. LA LEY DEFINE EL PECADO. Ella nos dice lo que está mal. El apóstol dijo que no hubiese conocido el pecado si la ley no hubiera dicho no codiciarás. Entonces la ley define que la codicia es un pecado. Eso le quedó claro al Apóstol Pablo. Sí, la Biblia nos dice lo que está mal. Pablo lo aclara muy bien porque él continua diciendo que cuando la ley dijo no codiciarás, entonces el pecado tomó control y trajo toda clase de lujuria y codicia en él. La ley opera definiendo el pecado. Nos muestra toda la lista de cosas malas, con respecto a los pecados. El apóstol dijo que esa ley, ese mandamiento en contra de la codicia, obró en él todo tipo de lujurias para que pudiera ver la gran extensión del pecado. Eso despertó una conciencia acerca del pecado. Ahora, debemos recordar que la ley establece los límites de la conducta. Amigo mío hay una línea divisoria. Algunas cosas están bien y otras están mal. Algunas acciones son correctas y otras son incorrectas. Algunos pensamientos son correctos y otros equivocados. En realidad, la ley define el pecado. Nos dice dónde se encuentra la línea divisoria. Nos ayuda a ver el pecado, para que entendamos mejor 3

4 lo que está bien y lo que está mal. El propósito de la ley es definir el pecado, dejándonos claro lo que está bien y lo que está mal. LA LEY DESCUBRE EL PECADO. Descubre el pecado al despertar en el corazón el deseo de pecar. La tentación está allí cuando se da el hecho. Cuando el pecado se define entonces, a menudo, el corazón quiere cometer ese pecado. Pablo nos dice en el noveno versículo, " Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí." Cuando vio el mandamiento, el apóstol dijo, entonces yo deseaba lo que la ley condenaba, lo que la ley definía como el pecado. Luego continúa diciendo que él fue engañado por el pecado. La ley descubre el pecado y la ley despertó el deseo en él, pero él fue engañado por el pecado. El pecado es un engaño. Sí, una de las principales herramientas del diablo es engañar a la gente. Él hizo eso con nuestra primera madre Eva. Él la engañó. Él le dijo que ella no iba a morir cuando Dios le dijo que moriría si comía de esa fruta en particular. El pecado no solamente engaña, descubre o nos ayuda a descubrir lo que es en sí, sino que también trae la muerte. Yo encuentro en el versículo 10, que el Apóstol dice el mandamiento "que era para vida, a mi me resultó para muerte." Por lo tanto, la ley que descubrió el pecado también impuso la pena de muerte. 4

5 Usted ve que el propósito de la ley se encuentra más allá, en esta operación, al descubrir el pecado en mí y en usted. La ley verifica el pecado. Deja muy claro para nosotros lo que es el pecado. Eso es lo que hace la ley. LA LEY DETERMINA EL PECADO. Ahora bien el Apóstol dice que la ley no es pecado. "La ley es santa", versículo 12, "y el Mandamiento santo, justo y bueno." Por lo tanto, no podemos culpar a la ley por el pecado. Nosotros solamente entendemos que la ley determina el pecado. Porque la ley es santa, ella no tiene la culpa. Somos culpables porque desobedecemos la ley. Hacemos lo que la ley dice que está mal. Hay un contraste audaz aquí en el versículo 13. Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera." Pero en realidad el propósito de la ley era determinar los pecados, a fin de que el pecado "llegase a ser sobremanera pecaminoso.". Debemos saber lo que está mal antes de que podamos tratarlo. Por lo tanto la ley determina el pecado y nos dice que no podemos ocuparnos del problema nosotros mismos. Si revisamos el versículo 14 dice: "Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado," yo quiero que usted vea ese contraste audaz. Por un lado está la ley: santa, justa y buena. 5

6 Por el otro lado estamos nosotros: carnales, en cuerpo, vendidos al pecado. Cómo nos vamos a deshacer del problema del pecado? El Apóstol Pablo condenando el pecado nos señala que estamos en necesidad. La ley contiene los santos mandamientos de Dios y nos ayuda a ver nuestra necesidad. El propósito de la ley verdaderamente se encuentra en el acto de determinar el pecado por nosotros. Por lo tanto, debemos entender que Dios necesitaba dar la ley para que pudiéramos ser llevados directamente delante de Él. Estas operaciones de la ley demuestran su propósito. La ley define el pecado, descubre y determina el pecado, para que seamos llevados a confiar en Cristo. Ahora debemos darnos cuenta que tenemos que depender de lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo Jesús. Él cumplió la ley y cuando Él habita en nosotros, Dios ve la santa ley cumplida en nosotros. 6