"profesionales" sin formación acreditada alguna prima la desconfianza y la competencia por

Transcripción

1 MÉTODOS Y PLAGIOS Cada día aparecen más propuestas relacionadas con las terapias naturales, lo que a su vez está provocando una saturación de ofertas (hay más terapeutas o educadores que pacientes o alumnos) y, por otro lado, hace que haya más competencia, alguna leal y otras desleal. La leal es legítima, sana y estimulante; la desleal desacredita este tipo de opciones y enturbia un campo día a día más saturado de ofertas y también más embrollado. Estas ofertas ilegítimas carecen de principios o, mejor dicho, su único principio es exclusivamente el lucro a pequeña y mediana escala. Una de las manifestaciones más recurrentes de la desleal es el plagio y la copia. Nos encontramos con, así se denominan a sí mismos, "profesionales" sin formación acreditada alguna y/o incompleta o sesgadamente realizada que se aventuran a organizar cursos, talleres, seminarios, sesiones individuales y en grupo y todo aquello que les reporte un beneficio económico inmediato, en centros cívicos, en gimnasios, en centros privados (algunos subvencionados) o centros públicos dependientes de algún ámbito de la Administración pública (ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas...) e incluso en ciertos colegios profesionales. En Quebec, Canadá, profesionales acreditados de diferentes métodos y técnicas se asociaron con el fin de combatir semejante descrédito y confusión y de que los usuarios pudiese discriminar entre unas y otras ofertas, así como para colaborar y compartir conocimientos y experiencias de cada método. Ciertamente, aquí estamos lejos de fundar una asociación remotamente parecida. Prueba de ello son los escasos y fracasados intentos habidos en los últimos años; prima la desconfianza y la competencia por

2 encima de un afán de colaboración, que perjudica a unos usuarios y profesionales y beneficia económicamente a otros los actores principales del plagio. Ha llegado a mis manos algún artículo publicado sobre un método corporal concreto en el cual, en algún párrafo, se descalificaba a otro método sólo para destacar el primero, algo innecesario puesto que, al tratarse de un artículo monográfico, sólo exigía escribir sobre las características y virtudes del referido método. En el método Feldenkrais, como en todos los ámbitos profesionales, hay buenos profesionales, menos buenos y los plagiadores, los intrusos. De los profesionales puede decirse que cuentan con el aval de haber realizado estudios completos de formación, previos e imprescindibles, para llegar a ser profesionales habilitados (profesores o educadores, como se prefiera) del Método. Es decir, han asistido a un curso que oscilan entre las 800 y horas lectivas mínimas y necesarias, distribuidas durante cuatro años en distintos ciclos. Además, debe sumarse la dedicación y el tiempo de estudio y de práctica complementarios que emplean los estudiantes entre ciclos antes de la graduación de sus estudios. Los profesionales o educadores que sí hemos completado estos estudios estamos en posesión de tres certificados que nos acreditan y son nuestro aval: el certificado de la International Feldenkrais Federation, ahora radicada en Oregón, EE UU; el certificado expedido por la Asociación territorial a la que pertenezca quien organiza los estudios (la estadounidense, la alemana, la australiana, la holandesa, etcétera); y por último, el certificado que entrega la entidad concreta acreditada que ha organizado la formación a la finalización del ciclo completo. Quién organiza la formación, sean particulares o entidades lucrativas o no, tiene que recibir el permiso de la asociación nacional correspondiente según el país donde se organiza. Ésta es la acreditación mínima que avala a los legítimos profesionales o educadores del método Feldenkrais. Es más, la mayoría de los educadores, una vez han finalizado sus estudios, siguen asistiendo a los innumerables cursos avanzados y de reciclaje que se organizan por todo el mundo. Si no se dispone de estos certificados, no se es profesor o educador del método. Así de claro. Con todo, los falsos profesores, plagiadores o intrusos se ponen en evidencia solos por su falta de preparación y su

3 incapacidad para impartir y realizar una sesión de Integración funcional (la rama del método Feldenkrais dedicada a las sesiones individuales). Sólo intentan impartir sesiones en grupo (salvado algún caso aislado). Cuando se requiere tratar alguna dolencia grave, son incapaces de responder adecuada y competentemente. La Integración funcional es una técnica individualizada compleja, exige un largo periodo de aprendizaje y no se permite aplicarla hasta finalizado el correspondiente curso de educador. Así pues, no es tarea fácil copiarla, imitarla o calcarla para aplicarla fraudulentamente a las víctimas, que no clientes, que pagaron por un servicio que no reciben. En Barcelona, tengo noticia de cinco casos y probablemente haya alguno más, es decir, hay más intrusos que profesores acreditados. Lo ofrecen algún centro cívico (Casa Elizalede), un centro público de enseñanzas artísticas (Institut del Teatre), y centros y consultas privadas. En algún caso, se anuncia el Método como tal y en otros bajo otros subterfugios. Es probable que en otras ciudades ocurra lo mismo. En todos los casos, hay un reconocimiento implícito de la valía del Método, pero resulta insuficiente como credenciales para impartirlo. Insisto, sólo un profesor acreditado debería impartir, legítimamente y con garantías para el usuario, cursos, talleres, seminarios y sesiones individuales del método Feldenkrais. Es más, nadie debería impartir cursos de formación de profesionales o educadores del Método ya que tan sólo pueden quienes han alcanzado ese rango, tras años de experiencia y un currículo rico en experiencia, investigación y trabajos realizados en diversos campos de la salud y la educación, aplicados en múltiples ámbitos. En España, hasta la fecha, no tenemos ningún formador para impartir cursos de formación de profesionales. En las instituciones y centros privados en donde he impartido seminarios se han extendido certificados de asistencia a los alumnos que lo han completado. Nada más. Son claros certificados de asistencia sin ninguna componenda que les capacite ni los acredite para impartir curso ni seminario alguno. Si los profesionales de éste y otros métodos esperamos a que intervenga la Administración para regular este tipo de prácticas, lo más probable es que se acabe pagando justos por pecadores, ya que, previsiblemente, acreditarán exclusivamente a aquellos profesionales de la sanidad y de la educación oficial (médicos, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos, INEF), para ejercer las terapias naturales o complementarias; estudios, éstos, innecesarios para poder aplicar muchos de los métodos y sistemas existentes como es en el caso del método que nos ocupa. Pueden complementar, y de hecho complementan, a estas profesiones con un papel reconocido oficialmente

4 de la sanidad y la educación, pero nunca substituir ni ser substituidas y mucho menos absorbidas. Dentro de la oficialidad la situación óptima es aquella que los métodos complementan a la práctica y estudios oficiales, como es el caso de Feldenkrais en algunas universidades de Cataluña en la rama de la fisioterapia. De todos modos hay que subrayar que un curso de postgrado o el obtener créditos universitarios en alguna asignatura referida a Feldenkrais o sobre cualquier otro método, no confiere el estatus de profesor del mismo a los estudiantes. En este caso simplemente hace un papel complementario de ciertos estudios y profesiones. Si la Administración interviene se caerá en la famosa e ineficaz titulitis oficial que tanto incompetente está concibiendo. Las acreditaciones para ejercer en un sistema de terapia extra oficial tienen que librarlas las entidades que organizan los cursos de formación de la técnica en cuestión. En el mejor de los casos la Administración tan sólo debería limitarse a reconocer, o no, la técnica y sus centros de estudio, pero nunca decidir quien puede o no ejercer profesionalmente. Y, por otro lado, no sería mucho más útil para el usuario que la Administración reconociese y convalidase estos estudios como una especialidad extraacadémica con rango propio. No se erradicaría por completo el intrusismo profesional, pero tendrían vallas más altas que saltar y, lo más importante, el usuario podría reclamar una acreditación clara y oficial, como cualquier otra práctica profesional. Sin duda alguna, el papel principal recae sobre el usuario, el paciente o el alumno puesto que es el principal perjudicado en todo este asunto. Al igual que, como usuarios, cuando vamos al médico, al

5 psicólogo o a un abogado exigimos que quien nos atienda lo sea, en las terapias naturales o complementarias la actitud debería ser la misma, porque sino acabará ofreciendo reflexoterapia un peluquero, Alexander un fisioterapeuta y Feldenkrais un aficionado al teatro, con todos los respetos hacia cualquier profesión. En estos casos el peluquero debería hacer un curso acreditado de formación de reflexoterapia, el fisioterapeuta uno de Alexander y el actor de Feldenkrais. Ésta es, a mi parecer, la otra cara de la moneda del asunto, poco debatida y menos publicada. El aspecto económico en el ámbito de lo denominado "alternativo" también presiona y condiciona su práctica, como en cualquier otro campo de occidente en donde prima el tanto tienes tanto vales, sin reparar en los modos ni a qué costo. El intrusismo no es ni la única ni la peor expresión de la competencia desleal. Es tan sólo (así lo considero) la punta del iceberg. La lucha más descarnada, en este como en otros ámbitos, no se libra en el plagio, pero eso es harina de otro costal o tema para otro artículo. Espero y deseo que estas líneas sirvan de reflexión sobre el tema para beneficio de todos, tanto para usuarios como para los profesionales que orientamos nuestro ejercicio más allá de una mera fuente de ingresos. Juan Rivas. Revista VITAL, noviembre 2001 Juan Rivas Bedmar, educador del método Feldenkrais desde 1998, graduado en SemioPhysics Feldenkrias Profesional Training (California, EE UU, 2000). Tiene su consulta particular en Barcelona y Sitges. Imparte cursos por todo el territorio español a aquellas entidades e instituciones que lo solicitan. info@reeducacionneuromotora.com T Volver a la página principal The image cannot be displayed. Your computer may not have enough memory to open the image, or the image may have been corrupted. Restart your computer, and then open the file again. If the red x still appears, you may have to delete the image and then insert it again.