Un día, en una tarde fría de invierno, pasó algo

Transcripción

1

2 Un día, en una tarde fría de invierno, pasó algo mágico, y afectaría a la vida de nuestro protagonista, Daniel, un niño de catorce años de edad que sufría bullying y cyberbullying, debido a una enfermedad que le hacía algo discapacitado. Él es un niño muy amable, cariñoso, inteligente, a pesar de su enfermedad; pero el acoso hacía que bajaran sus notas excesivamente. Una tarde de invierno, empezó a nevar fuertemente, hasta dejar muchas casas enterradas. Al día siguiente, Daniel salió de su casa para hacer un muñeco de nieve de su estatura, ya que quería un amigo con el que jugar y hablar, púes no tenía hermanos. Cuando terminó de hacerlo, habló con él sobre lo que le hacían en el instituto, le puso algunas

3 ropas para que no tuviese frío (dos guantes, un gorro y una bufanda) y por último le contó sus secretos. Todo esto hizo que le cayeran algunas lágrimas a Daniel, ya que sabía lo que estaba sufriendo y que no tenía amigos, excepto David, sí, David era el muñeco de nieve. Daniel le dijo buenas noches a David y se adentró en su casa para echarse en las sábanas de su cama y dormirse. Mientras, el muñeco de nieve permanecía fuera en la profunda noche del día. De un momento a otro, David empezó a despegarse del suelo cubierto de nieve, le salieron unas piernas, se le empezaron a mover sus ramas (ellas imitaban sus brazos), y podía articular palabras. Definitivamente, gracias a las lágrimas de Daniel, el muñeco de nieve cobró vida, y estaba dispuesto a intentar ayudarlo. Después de esa noche tan surrealista y extraña, llegó el día siguiente, 21 de marzo; Daniel se despertó para ir a jugar con su amigo, pero cuando salió de su casa

4 casi le dio un paro cardíaco: David estaba vivo. No lo podía creer; se movía, podía hablar, era como si fuese una persona real. Por fin no se sentía solo, él extrañaba algo así desde hacía mucho tiempo y al final lo logró. Al instante empezaron a hacer una guerra de bolas de nieve. Las hacían, apuntaban a su blanco y lanzaban sin pensárselo. Todos los sentimientos malos que sentía Daniel por dentro se esfumaron: el estrés, el sufrimiento, la depresión, la tristeza, TODO. La guerra seguía, era tan igualada que otros adolescentes que estaban viendo la pelea se unieron (eran de la clase de Daniel). Era infinita, ningún equipo ganaba, hasta que se empezó a poner mejor. David tenía el poder de controlar toda la nieve a su alrededor, así que, sin esperárselo ninguno, del suelo empezaron a salir cañones de nieve, un castillo para cada equipo y arcos. Y por fin, después de tanto tiempo luchando, ganó el equipo de Daniel, ya que él hizo un combo con el arco y los cañones de su

5 equipo. Pero después de celebrar la victoria, de repente, se empezó a derrumbar todo, debido a que David se estaba derritiendo. Había llegado la primavera. Daniel y sus nuevos amigos intentaron ayudarlo, pero todo fue inútil, cuánto más se derretía la nieve, más se esfumaba de todos los sitios. Daniel no podía contener las lágrimas y rompió en llanto. Su mejor amigo se estaba muriendo y él no podía hacer nada para evitarlo, pero antes de que David se derritiera por completo, le dio un regalo que le hizo la noche en que cobró vida, ya que ese día y a esa misma hora empezó el cumpleaños de Daniel, a quien se le había olvidado por completo. Su regalo eran unos cascos para protegerse del frío en otoño e invierno, de color blanco como la cal, negro como las sombras y rojo, su color favorito. Las últimas palabras que dijo David fueron: Nos vemos en el próximo invierno. Y en ese mismo momento todo se desvaneció David se derritió, el sol salió y toda la

6 nieve se fundió igual que el muñeco. Pero no todo se fue Después de que pasaran unos días, Daniel empezó a tener numerosos amigos, volvió a sacar muy buenas notas y todo lo provocó David: gracias a él todo esto apareció. Lo que todos sabemos es que David siempre tendrá un hueco en el corazón de Daniel, y que él también espera que pronto sea invierno. Nos vemos en el siguiente invierno. Ángela Yeste Sánchez, 6º B