I ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA EMANCIPATORIA EN NUESTRA AMÉRICA

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1 CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN FLOREAL GORINI I ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA EMANCIPATORIA EN NUESTRA AMÉRICA DIRECTORES DE LA PUBLICACIÓN: PABLO IMEN PABLO FRISCH NATALIA STOPPANI Publicación Anual - Nº 1 ISSN: X

2 Título de la publicación: I Encuentro hacia una Pedagogía Emancipatoria en Nuestra América Directores de la publicación: Pablo Imen, Pablo Frisch, Natalia Stoppani Título del artículo: Campamentos escolares: la escuela al aire libre Autor/es del artículo: Ana Palala Grinberg Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Prof. Juan Carlos Junio Subdirector: Ing. Horacio López Director Artístico: Juano Villafañe Secretario de Ediciones y Biblioteca: Jorge C. Testero Secretario de Investigaciones: Pablo Imen Secretario de Comunicaciones: Luis Pablo Giniger Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini Av. Corrientes 1543 (C1042AAB) - Ciudad de Buenos Aires - [011] De los autores

3 Encuentro: "Hacia una Pedagogía Emancipatoria en Nuestra América" Noviembre de 2013 Eje temático: Prácticas Pedagógicas Emancipadoras en la Escuela Pública Proyecto CAMPAMENTOS ESCOLARES-LA ESCUELA AL AIRE LIBRE Ana Palala Grinberg Las ideas aquí volcadas tienen como marco de referencia una experiencia en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires que se inicia con el retorno de la democracia al país, adquiere un formato institucional de mayor envergadura y complejidad en el año 2000 y continua en la actualidad. Por medio de planes económicos, culturales y también educativos las dictaduras cívico-militares que padeció nuestro país, particularmente la que comenzó en el año 1976, se enfocaron minuciosamente en el empobrecimiento del pueblo, la concentración de la riqueza y la destrucción de los lazos sociales. La resistencia popular, y en el campo educativo la de muchos docentes y la de sus organizaciones gremiales, hicieron que los daños no sean tan irreparables. Con la recuperación la democracia en el año 1983, comenzó una etapa de renovación de la escuela pública que se proponía reconstruir el sentido de ciudadanía y de participación democrática al interior del sistema educativo, como así también la integración de la institución escolar con la comunidad. Las distintas gestiones políticas que se sucedieron ya en democracia, con mayor o menor intensidad, calidad y coherencia, centraron su acción en ello creando proyectos innovadores con el intento de encarar preocupaciones particulares. La suerte corrida por ellos fue variada. Algunos continúan aún, están enraizados en la vida escolar y su continuidad tuvo mucho que ver con el obstinado compromiso conjunto de los equipos docentes escolares y los de apoyo técnico. Entre otros aspectos, condicionó la permanencia en el tiempo de los proyectos el modo de encarar la necesaria pero complicada relación a construir entre los equipos docentes de una escuela o rama, y los especialistas técnicos a cargo de los proyectos planeados desde el Ministerio para esas escuelas. Estas inestabilidades conllevaron injustas situaciones de inestabilidad laboral y de contratos precarios de los docentes. Cabe señalar que en estos últimos años hubo un cambio de gobierno con claras diferencias ideológicas y de enfoque pedagógico a los anteriores, que influyó y profundizó la crisis de muchos proyectos. COMO Y CUANDO NACE EL PROYECTO La Escuela de Capacitación Docente (hoy CePA- Centro de Pedagogías de Anticipación) cumplió un rol protagónico en esta etapa. Fue en este marco institucional que desde el año 1984 comenzamos a dictar cursos sobre campamentos escolares, con el objetivo de promover esta propuesta educativa en el medio natural en las escuelas primarias y secundarias. Si bien la propuesta recibió mucha adhesión de profesores y maestros, los docentes participantes se encontraban, en su gran mayoría, impedidos de llevar a la práctica los contenidos que planteábamos sin tener que recurrir a los padres de los alumnos para su financiamiento, hecho que producía situaciones de conflicto e inequidad. En el año en 1998 nace el Programa Zona de Acción Prioritaria, en adelante ZAP, centrando su atención en la inclusión y la permanencia en la escuela de los

4 alumnos y alumnas de las poblaciones más golpeadas como consecuencias de los años de neoliberalismo económico. Fue en el año 2000 cuando la entonces Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires (hoy Ministerio de Educación) tomó la decisión política de comenzar a financiar todos los aspectos que garanticen la realización de los campamentos como parte de la curricula escolar, y de respetar el carácter totalmente gratuito de los mismos para los alumnos y alumnas de las escuelas públicas participantes. Esto se concretó convocando al trabajo conjunto entre el CePA y el Programa ZAP, (aumentando sus presupuestos), y a las direcciones de las áreas de enseñanza Primaria y Media y Técnica. Nuestro Proyecto se dio en llamar Campamentos Escolares - La Escuela Al Aire Libre ZAP-CePA Resolución Nº 839. Durante muchos años estos dos organismos compartieron el acompañamiento al Proyecto, y cuando se creó la actual Dirección de Inclusión Educativa ésta se hizo cargo de todo el financiamiento, dado que en la actual gestión el Cepa se desligó de la responsabilidad asumida por la Resolución mencionada. El Proyecto fue incorporado dentro del Programa de Fortalecimiento Institucional de la Escuela Media de la CABA lo que permitió que los docentes que realizaban campamentos en el nivel medio pudieran recibir remuneración por su trabajo (módulos). Esto se mantiene en la actualidad. Con sus variantes y sorteando distintos y múltiples inconvenientes (que incluyeron acampadas en Av. De Mayo frente a la Intendencia), cada cambio de gestión política sostuvo ese financiamiento, lo que permitió un crecimiento sostenido hasta el 2009 y el mantenimiento del proyecto hasta la fecha, con un promedio en los últimos años de más de alumnos por año. En el 2003, intentando que las propuestas de enseñanza en el medio natural no fueran salidas aisladas de 48hs y que pudieran ser planeadas como un proceso de aprendizajes, iniciamos las experiencias de campamentos de mediana duración (4 o 5 días) en la serranías de Tandil para los alumnos de escuelas secundarias. En el 2006 lo ampliamos a los de séptimos grados de la primaria. Pensando en geografías con diversos grados de dificultad para los alumnos e interesantes por sus características y contenidos conexos con los programas escolares, llegamos a Sierra de la Ventana y a Capilla del Monte. Los campamentos largos son compartidos por alumnos de varias escuelas, con una planificación conjunta entre los docentes de las distintas escuelas y delegados de los cursos participantes, como así también de asistencia de líderes de los años superiores. Con la experiencia de estos primeros años del proyecto Campamentos Escolares - La escuela al Aire Libre en las escuelas de gestión pública, se derrumba ese mito que insiste en sostener que solo las escuelas de gestión privadas pueden incluir en su propuesta pedagógica institucional modalidades de trabajo activas como lo son, por ejemplo, las propuestas didácticas en el medio natural y los campamentos escolares. El Estado, como responsable de la escuela pública, puede asumir esas propuestas y, fundamentalmente, sostenerlas en el tiempo siempre que medie la decisión política de encararlas y financiarlas. Por lo aprendido en mis años de militancia política, gremial y pedagógica, sostengo que esta tiene mucho que ver con derribar, y sino esquivar las barreras que no nos permitan concretar en hechos los postulados que enunciamos, como así también sentar las bases que faciliten mantener su carácter sustentable en el tiempo.

5 En el momento que apareció el financiamiento estatal sentimos que el compromiso era aún mayor, pues debía ser una propuesta de calidad, actualizada 2 a los requerimientos de los nuevos documentos curriculares que la jurisdicción fue elaborando, diferenciando práctica asistencialista y reproductora de las condiciones imperantes, de las que fomentan el conocimiento, la participación y el protagonismo. El equipo docente que fue integrándose a la coordinación de este Proyecto se alimentó con la idea que aporta la medicina y que sostiene la importancia que para la salud en niños y adolescentes significa el tener proyectos. Este concepto y estimular esta búsqueda, nos impulsó a ir construyendo un lema que guio y encuadró nuestro trabajo, y fue nuestra carta de presentación. Nos propusimos ENSEÑAR A TRANSFORMAR UNA PROPUESTA DOCENTE EN UN PROYECTO DEL GRUPO DE ALUMNOS La niñez y la adolescencia transcurren acompañadas de nuevas experiencias de socialización, particularmente la que se produce en la etapa escolar institucionalizada. Es en ella donde la experiencia colectiva adquiere una relevancia mayor. La convivencia en un medio no habitual es el centro de la experiencia. Para cada alumno, cada grupo, SU medio ambiente tiene un significado similar. Es lo conocido, donde aprendieron a vivir, a conocer el mundo, a contactarse con lo que los rodea, a establecer las relaciones necesarias para la subsistencia y a vislumbrar o no un camino en la vida. Lo nuevo es lo no conocido. Es probable que el grado y el estilo de integración que hayan logrado a su medio natural condicionen el acercamiento a otros medios no habituales para conocerlos y establecer vínculos placenteros. Convivir en un espacio claramente no delimitado por las paredes y la puerta de la escuela, implica construir acuerdos para aprender a manejarnos en espacios con límites mucho más amplios, menos definidos y sumamente novedosos y atractivos. Se empieza a construir una nueva relación docente-alumno, se fuerzan acomodamientos múltiples, producidos en principio por el asombro que produce en chicos y adolescentes ver a sus docentes o directivos en pantalón corto, zapatillas, no tan peinados, ayudándolos a cocinar, jugando con ellos y descubriendo que pueden conversar sin el límite del timbre de fin de recreo. Conectarse con un medio nuevo, en este caso el medio natural, es todo un aprendizaje, atractivo pero no fácil. Implica aprender a respirar otro aire y/o a hacerlo de otra manera; invita a aprender a escuchar, a descubrir el significado y el impacto de algunos sonidos; a mirar, a ver, a descubrir hacia todo lo que nos rodea desarrollando la visión periférica. Es abrir la ventana, ampliar el panorama y transitar nuevos aprendizajes. Son escenarios ricos por sus características geográficas, sociales y culturales, por su alto contenido motivador y por contener en sí mismos un capital cultural que, de mediar una intencionalidad pedagógica, resultan valiosos para la adquisición de nuevos conocimientos. Y esto en un marco de convivencia grupal nos obliga a elaborar las estrategias que favorezcan el protagonismo de sus integrantes en la construcción de su proyecto, y la creatividad en la elaboración de recursos didácticos. ASPECTOS A TENER EN CUENTA

6 Tomando en cuenta la complejidad de la tarea en sí y la particular relación a establecer entre pares con roles diferentes, acordamos algunos criterios para definir las funciones de los Asistentes técnico del Proyecto. 3 Entendimos que en la etapa previa de cada campamento era necesario establecer un nexo del Proyecto con la Dirección del establecimiento y un vínculo con los docentes y alumnos abierto al diálogo permanente, ofrecer una mirada externa desde un acompañamiento activo y de apoyo pedagógico al proceso del equipo docente a cargo de cada campamento y asumir un rol protagónico en cuestiones de prevención, seguridad y cuidado en general por la envergadura que estas cuestiones adquieren en las salidas. Para que esas salidas no sean experiencias aisladas y descontextualizadas, promover la necesaria incorporación de los campamentos al proyecto educativo de la institución. Esto implica contemplar la existencia de otros proyectos ya existentes, la articulación de distintos roles y responsabilidades, y el compromiso de docentes, directivos, padres, personal no docente y, por supuesto, los alumnos. Esta experiencia distinta a la escolar requiere la conformación de equipos docentes con características tales que garanticen las condiciones óptimas, o mínimas, para elaborar una planificación, acordar estrategias y poder llevarlas a la práctica. Un equipo que esté abierto a los aportes de cada uno de sus integrantes, al respeto mutuo y a la búsqueda de consensos para una distribución de las responsabilidades docentes, de manera que el agotamiento no desvirtúe nuestra función docente a medida que el cansancio se instala en nosotros. Esto supone la adopción de un modelo de enseñanza y de aprendizaje que propone un abordaje integrador de los conocimientos. Equipos docentes con disponibilidad interdisciplinar entendida como una actitud que permite abrirse a la integración, reconociendo otras identidades disciplinares, y buscar en un trabajo de cooperación reconstrucciones racionales abarcadoras de la complejidad de la realidad. EL CAMPAMENTO, UNA PARTICULAR SOCIEDAD TRANSITORIA A medida que el Proyecto se fue desarrollando y creciendo en cantidad de escuelas y expectativas de sus alumnos y docentes, fuimos buscando distintos formatos, y las expresiones que más se identificaran con lo que buscábamos trasmitir como los propósitos del Proyecto. Nos dimos cuenta de que en los días de campamento la convivencia se tornaba de tal intensidad que ameritaba una denominación que la abarcara. Nos ayudó el pensarlos como una sociedad transitoria que se constituye durante el proceso del campamento. Este término ilustraba la idea de grupo organizado con un objetivo común, con relaciones múltiples y roles variados, que llegaba con una historia previa y otra futura a continuar en la escuela. Fuimos madurando esta idea, y vimos que era necesario caracterizar qué tipo de sociedad transitoria aspirábamos que mantuviera coherencia con nuestras posturas pedagógicas y que no terminara siendo una declaración de principios sin correlación con la realidad de nuestro trabajo. Coincidimos que aspirábamos a que se caracterice:

7 1- Por conformarse como un espacio de convivencia grupal y respetuosa del medio 2- Por ser diagramada con una organización interna democrática 3- Por poner en juego códigos, actitudes y valores 4- Por facilitar vínculos afectivos 4 5- Por ser un espacio de enseñanza en el medio natural Esto nos comprometió a enseñar a resolver argumentativa y dialógicamente los conflictos, a enseñar saberes específicos que permitan la construcción autónoma de las normas, a respetar opciones diferentes, a convivir en un pluralismo axiológico no como mera tolerancia, sino como la posibilidad de compartir proyectos comunes con quienes piensan o sienten diferente, acordando reglas de juego y formas de resolver los disensos. Propiciamos la enseñanza de aquellos valores que faciliten la construcción de consensos con relación a las normas de convivencia dentro de un campamento, que establezcan puentes que comuniquen y relacionen las expectativas, los deseos y los objetivos de los alumnos y las alumnas con los objetivos de la escuela y del equipo docente del campamento. Las normas y pautas de convivencia de la escuela son un marco ordenador. Enseñar saberes que permitan fundamentar racional y argumentativamente la convivencia democrática y el estado de derecho, la participación y la responsabilidad social, la búsqueda del propio bien y la solidaridad. Enseñar la participación democrática como modo de construir una ciudadanía responsable y solidaria. LA PARTICIPACION EN LA ELABORACION DEL PROYECTO Nos propusimos que la participación se convierta en atributo real de la propuesta. La participación como propósito puede implicar en los alumnos involucrarse, hacerse cargo, intervenir en la gestión de su proyecto de campamento, manejar información, descubrir problemas, apropiarse de ellos y buscar soluciones, considerar variables, consensuar, disentir, tomar decisiones, delegar decisiones, proponer y explicitar quién decide, sostener la decisión tomada, cambiarla, revisarla. El alumno está presente en las distintas convocatorias, asiste a las reuniones de trabajo previo, está entusiasmado, está en movimiento, hace, colabora. Lograr lo enunciado, o algo de ello, tiene un grado de complejidad enorme y mucho valor, pero que a los efectos de evaluar los aprendizajes respecto de la participación y que esta se convierta en una modalidad de trabajo es necesario que ésta prevea procesos, aprendizajes y transiciones, lo que requiere intervención y decisión adulta, planeando la apertura de distintos espacios participativos y la creación de instrumentos, definiendo sobre qué, quiénes, cuánto y cómo planeamos estos procesos. De allí la actualización docente y la continuidad para un mismo grupo de realizar campamento corto y largo, la elección, definición y evaluación de funciones de los alumnos delegados, la formación de líderes. Y también la propuesta de relacionarlo con otras propuestas de participación institucional (centro de estudiantes-consejos escolares).

8 Este es hoy el gran compromiso frente a una gestión que pretende limitar estas perspectivas. Referencias bibliográficas: Carlos Cullen Autonomía moral, participación ciudadana y cuidado del otro Ed. Novedades Educativas Débora Kantor Variaciones para educar adolescentes y jóvenes Ed. Del Estante Ana Palala Grinberg Campamentos escolares-la escuela al aire libre Ed La Crujía 5