EL SANTO ROSARIO La Oración Introductoria Te ofrecemos Santísima Trinidad este Credo, en honor de todos los misterios de nuestra Fe, este Padre Nuestro y estas tres Ave Marías en honor de la unidad de vuestra esencia y la Trinidad de vuestras Personas. Te pedimos una Fe viva, una Esperanza firme y una Caridad ardiente. Amén.
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES LAS ORACIONES A EMPEZAR EL ROSARIO Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. AVE MARÍA Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA AL PADRE Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. OH JESUS MÍO Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia. Amén.
El Primer Misterio Gozoso: LA ANUNCIACIÓN por ellos que están discerniendo la Voluntad de Dios. Inmaculado Corazón de María, tú buscabas con fervor la voluntad del Señor para tu vida y con generosidad la acogiste cuando se esclareció. Con esta década del Rosario, rezamos por los que en la Diócesis de están discerniendo la Voluntad de Dios para sus vidas. Que busquen sinceramente lo que sea más agradable a tu hijo Jesús y con humildad y coraje permitan que se haga su voluntad. Oh Jesús Mío
El Segúndo Misterio Gozoso: LA VISITACIÓN: Por las madres embarazadas. Imaculado Corazón de María, tan pronto que concebiste a Jesús en tu vientre, te fuiste a servir a tu prima, Isabel, que también estaba embarazada. Con esta década del Rosario, oramos por todas las madres embarazadas en toda la diócesis, especialmente por aquellas que están considerando el aborto. Qué ellas reciban la gracia de querer el regalo de la vida dentro de sus vientres, y confien que el Señor proveerá todas sus necesidades.
El Tercer Misterio Gozoso: EL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS: Por aquellos sin techo y aquellos en extrema pobreza. Imaculado Corazón de María, cuando fuiste a Belén, no había lugar en la Posada para ti; estabas sin hogar. Con esta década del Rosario, oramos por todos aquellos sin techo y en extrema pobreza. Por favor inspíranos maneras prácticas de poder compartir con ellos generosamente el amor de nuestro Padre celestial, y dales la gracia de abrir sus corazones como un hogar para tu Hijo.
El Cuarto Misterio Gozoso: LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO Por la seguridad y la protección de los niños. Imaculado Corazón de María, presentaste a tu Hijo Jesús en el Templo cuando era pequeño. Con esta década del Rosario, oramos por todos los niños en toda la Diócesis de. Qué sean protegidos de todo mal y peligro, y qué lleguen a comprender cuan amadas sone por Dios nuestro Padre. Qué los niños maltratados en cualquier manera encuentren la sanación que el Señor los ofrece.
El Quinto Misterio Gozoso: EL NIÑO PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO: Por aquellos que no creen en Dios Imaculado Corazón de María, cuando Jesús se te perdió, tu le buscaste diligentemente por tres largos días. Mucha gente en esta Diócesis no creen en Dios; buscan algo, pero no saben lo qué buscan. Con esta década del Rosario, oramos por todos los que no creen en Dios, para que se den cuenta que es por Él por quien sus corazones suspiran. Qué se dejen encontrar por Él. Oh Jesús Mío
Dios Te Salve, Reina Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. V/ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Oremos: Señor Dios nuestro, tu único Hijo nos ha procurado los bienes de la salvación eternal con su vida, muerte y Resurrección; concédenos a los que hemos meditado con el rezo del santo rosario de la Santísima Virgen esos misterios, poder imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Oración a San Miguel Arcangel San Miguél, defiendenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la malignidad y las insidias del diablo. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio, y Tú, Principe de la celestial milicia, lanza al infierno a Satanás y a los espiritus malignos que vagan por el mundo para perder las almas. Amén.
EL SANTO ROSARIO La Oración Introductoria Te ofrecemos Santísima Trinidad este Credo, en honor de todos los misterios de nuestra Fe, este Padre Nuestro y estas tres Ave Marías en honor de la unidad de vuestra esencia y la Trinidad de vuestras Personas. Te pedimos una Fe viva, una Esperanza firme y una Caridad ardiente. Amén.
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES LAS ORACIONES A EMPEZAR EL ROSARIO Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. AVE MARÍA Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA AL PADRE Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. OH JESUS MÍO Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia. Amén.
El Primer Misterio de Luz: SU BAUTISMO EN EL JORDÁN: Por la unidad de todos los cristianos Imaculado Corazón de María, tu Hijo se humilló y fue bautizado por Juan en el Río Jordán. Por el bautismo nos hacemos hijos de Dios, y también hermanos de todos los bautizados. Con esta década del Rosario, pedimos que podamos hacer nuestra parte para hacer realidad la unidad de todos los cristianos, la cual Jesús pidió cuando oró, Padre, qué sean uno!
El Segundo Misterio de Luz: SU AUTORREVELACIÓN EN LAS BODAS DE CANA para que halla matrimonios santos Imaculado Corazón de María, tú y tu Hijo Jesús fueron a una boda, y allí Jesús realizó su primer milagro público. Con esta década del Rosario, oramos por todos aquellos que están preparándose para el Sacramento del Matrimonio, y por los casados. Cuando su amor y su misericordia se están agotando, te pedimos, Querida Madre, que veas su necesidad, intercedas por ellos, para que sean colmadas de la abundancia de lo mejor del Amor y Misericordia del Señor.
El Tercer Misterio de Luz: SU ANUNCIO DEL REINO DE DIOS INVITANDO A LA CONVERSIÓN Por la educación católica. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús proclamó valientemente el reino de su Padre y llamó a todas las almas a la conversión. Con esta década del Rosario, pedimos que aquellos comprometidos a transmitir la fe a otros en la Diócesis de proclamen valientemente y claramente la Verdad Completa con amor, para que las almas aprecien la Belleza y la Bondad de la Fe Católica y la vivan con convicción.
El Cuarto Misterio de Luz: SU TRANSFIGURACIÓN Por un aumento de Adoración Eucarística Imaculado Corazón de María, cuando tu Hijo Jesús llevó a Pedro, Jaime, y Juan a subir la montaña y fue transfigurado ante ellos, Pedro declaró, Es bueno que estemos aquí! Con esta década del Rosario, pedimos que muchas almas se den cuenta de qué tan bueno es estar en la Presencia Eucarística del Señor, y que haya un aumento de Adoración Eucarística por todos partes de la Diócesis de, por todos partes de nuestro país, y por todos partes del mundo.
El Quinto Misterio de Luz: INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA: Por las vocaciones al sacerdocio. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús le dió a la Iglesia el don del sacerdocio, para que Su Presencia en la Eucaristía esté siempre con nosotros. Sin los sacerdotes no tendríamos la Eucaristía. Con esta década del Rosario, pedimos que muchos jóvenes escuchen y responden a la llamada al sacerdocio en la Diócesis de.
Dios Te Salve, Reina Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. V/ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Oremos: Señor Dios nuestro, tu único Hijo nos ha procurado los bienes de la salvación eternal con su vida, muerte y Resurrección; concédenos a los que hemos meditado con el rezo del santo rosario de la Santísima Virgen esos misterios, poder imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Oración a San Miguel Arcangel San Miguél, defiendenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la malignidad y las insidias del diablo. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio, y Tú, Principe de la celestial milicia, lanza al infierno a Satanás y a los espiritus malignos que vagan por el mundo para perder las almas. Amén.
EL SANTO ROSARIO La Oración Introductoria Te ofrecemos Santísima Trinidad este Credo, en honor de todos los misterios de nuestra Fe, este Padre Nuestro y estas tres Ave Marías en honor de la unidad de vuestra esencia y la Trinidad de vuestras Personas. Te pedimos una Fe viva, una Esperanza firme y una Caridad ardiente. Amén.
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES LAS ORACIONES A EMPEZAR EL ROSARIO Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. AVE MARÍA Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA AL PADRE Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. OH JESUS MÍO Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia. Amén.
El Primer Misterio Doloroso: LA AGONÍA EN EL HUERTO: Por los enfermos y los que sufren y los que les sirven. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús quiso que pasase la copa del sufrimiento, pero se sometió a la Voluntad del Padre. Con esta década del Rosario, pedimos por todos los enfermos y los que sufren en todas partes de esta Diócesis. Qué reciban ayuda para aliviar su sufrimiento y también qué valoren el sufrimiento como camino para una unión más profunda con tu Hijo Jesús. Pedimos por los que cuidan a los enfermos también, para que sean verdaderos ángeles del consuelo.
El Segundo Misterio Doloroso: LA FLAGELACIÓN DEL SEÑOR: Por la pureza. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús fue azotado cruelmente. Su Cuerpo místico continua siendo azotado por los pecados de impureza. Con esta década del rosario, pedimos que el Sangre que Él derramó con misericordia infinita y amor, limpie los corazones y mentes de todos quienes han caído en pecados de impureza, y les mueva a aceptar su dignidad verdadera como hijos de Dios. Pedimos que todos tus hijos por todos partes de esta Diócesis reciban un deseo profundo y una determinación sincera de ser puros.
El Tercer Misterio Doloroso: LA CORONACIÓN CON ESPINAS: Por las personas con adicciones. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús fue humillado y coronado cruelmente con espinas. Con esta década del Rosario, pedimos por todos que sufren por la humillación de una adicción. Qué se den cuenta de que no están solos, que existe ayuda para ellos, y que el perdón de Jesús es incondicional. Qué el sufrimiento que afrontan por sus adicciones les lleve a acercarse a tu Hijo Jesús, quien sufrió por amor hacia ellos.
El Cuarto Misterio Doloroso: JESUS CARGA SU CRUZ Por el sacerdocio. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús no pudo cargar con su cruz hacia el Calvario por si mismo; necesitó ayuda. Con esta década del Rosario, pedimos por todos los sacerdotes y diáconos de esta Diócesis, y por el Obispo, tu pastor. Aunque ser sacerdote, diácono, o Obispo es gratificante, ellos también necesitan ayuda para cargar sus cruzes. Qué los sacerdotes en todos partes de esta Diócesis reciban la ayuda que necesitan para perseverar con valentía en el servicio del Señor y las almas que se les han encomendado a su cuidado.
El Quinto Misterio Doloroso: LA CRUCIFIXIÓN: Por una renovada esperanza. Imaculado Corazón de María, cuando tu Hijo Jesús fue crucificado, pudiera haber parecido que esta era la derrota final. Pero tú confiaste y creíste que en vez de derrota, esta era la victoria más grande de todas. Con esta década del Rosario, pedimos por todos las que en esta Diócesis no tienen esperanza y están hundiéndose en la desesperación, qué ellos puedan confiar en el Señor también con todo su corazón, a pesar de las circunstancias externas.
Dios Te Salve, Reina Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. V/ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Oremos: Señor Dios nuestro, tu único Hijo nos ha procurado los bienes de la salvación eternal con su vida, muerte y Resurrección; concédenos a los que hemos meditado con el rezo del santo rosario de la Santísima Virgen esos misterios, poder imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Oración a San Miguel Arcangel San Miguél, defiendenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la malignidad y las insidias del diablo. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio, y Tú, Principe de la celestial milicia, lanza al infierno a Satanás y a los espiritus malignos que vagan por el mundo para perder las almas. Amén.
EL SANTO ROSARIO La Oración Introductoria Te ofrecemos Santísima Trinidad este Credo, en honor de todos los misterios de nuestra Fe, este Padre Nuestro y estas tres Ave Marías en honor de la unidad de vuestra esencia y la Trinidad de vuestras Personas. Te pedimos una Fe viva, una Esperanza firme y una Caridad ardiente. Amén.
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES LAS ORACIONES A EMPEZAR EL ROSARIO Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. AVE MARÍA Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA AL PADRE Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. OH JESUS MÍO Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia. Amén.
El Primer Misterio Glorioso: Las Resurrección del Señor: Por el aprecio por el sacramento de la confesión. Imaculado Corazón de María, la muerte de tu Hijo Jesús no fue el final: Resucitó! Con esta década del Rosario, pedimos por todos los que en esta Diócesis están muertos por el pecado. Qué la valentía y la humildad que necesitan para acercarse al Corazón clemente de Jesús en el Sacramento de la confesión. Qué allí puedan experimentar la sanación y la libertad que Jesús quiere darles, y así pueden resucitar de Nuevo!
El Segundo Misterio Glorioso: LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR: Por los desempleados. Imaculado Corazón de María, cuando tu Hijo Jesús ascendió al cielo todavía había mucho trabajo por hacer. Sin embargo, esperaron hasta que el tiempo del Señor fue claro. Con esta década del Rosario, pedimos por todos los desempleados y los que buscan trabajo. Qué este tiempo de espera esté lleno de confianza en el Señor, que está con ellos en cada momento comprende su pena y su sufrimiento particular.
El Tercer Misterio Glorioso: LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO: Por un nuevo Pentecostés en la Diócesis. Imaculado Corazón de María, unido a los discípulos de tu Hijo Jesús, oraste con ellos por la venida del Espiritú Santo. Cuando el Espiritú de Jesús vino, los discípulos temerosos escondidos trás puertas cerradas con llave, se transformaron en testigos valientes de Jesús, dispuestos a sacrificar sus vidas por Él. Con esta década del Rosario, oramos por un nuevo Pentecostés en la Diócesis de, para que el Señor y Dador de la Vida pueda transformarnos y fortalecernos para anunciar con audacia y gozo su Victoria sobre el pecado y la muerte.
El Cuarto Misterio Glorioso: LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA: Por los ancianos y los moribundos y los que cuidan ellos. Imaculado Corazón de María, cuando tu peregrinaje terrestrial se cumplió, fuiste llevada a tu hogar en el cielo. Con esta década del Rosario, pedimos por los ancianos y los moribundos, que mantengan sus corazones fijos en su destino: el cielo. Y por el tiempo que permanezcan aquí en la tierra, que les ayudemos a recordar su dignidad como hijos queridos de Dios Padre, y que su paciencia y sufrimiento tienen un gran valor ante sus ojos.
El Quinto Misterio Glorioso: LA CORONACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA Por la confianza en la intercesión de Nuestra Madre. Imaculado Corazón de María, tu Hijo Jesús te coronó como Reina del cielo y la tierra. No te negará nada! Con esta década del Rosario, pedimos que tus hijos en todas partes de esta Diócesis aumenten su confianza en tu poderosa intercesión, y se vuelvan a ti en todos sus necesidades.
Dios Te Salve, Reina Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. V/ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Oremos: Señor Dios nuestro, tu único Hijo nos ha procurado los bienes de la salvación eternal con su vida, muerte y Resurrección; concédenos a los que hemos meditado con el rezo del santo rosario de la Santísima Virgen esos misterios, poder imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Oración a San Miguel Arcangel San Miguél, defiendenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la malignidad y las insidias del diablo. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio, y Tú, Principe de la celestial milicia, lanza al infierno a Satanás y a los espiritus malignos que vagan por el mundo para perder las almas. Amén.