LOS ANIMALES DE COMPAÑÍA EN EL ENTORNO DE DIÁLISIS PERITONEAL: UN RIESGO CONTROLADO Antonia Concepción Gómez Castilla*, Jesús Lucas Martín Espejo** Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla*. Hospital Virgen del Rocío. Sevilla**. INTRODUCCIÓN La prohibición para tener animales domésticos y/o de compañía a los pacientes de diálisis peritoneal está quedando obsoleta, la necesidad del paciente de continuidad en su vida, sus aficiones, entretenimientos y a veces incluso medio de vida ha hecho que ellos unas veces convenciéndonos con su insistencia y otras ocultando su existencia, hayan ido aumentando en nuestros programas. Es un hecho que pacientes que teniendo animales domésticos en su entorno, aceptaron la prohibición, en muchas ocasiones había supuesto un sentimiento de pérdida importante la no permisividad de dicho animal, y en algunas ocasiones habían vuelto a tenerlos sin haberlo comunicado al personal de la unidad. Un estudio anterior estima que aproximadamente el 39% de los pacientes en programa de diálisis peritoneal convivían con animales domésticos y no detecta diferencias importantes en la incidencia de peritonitis o infecciones del orificio/túnel con los pacientes que no conviven con ellos. (1) Por otra parte estudios publicados en otros pacientes observan el beneficio que la compañía de animales produce en relación al estrés y actividades de la vida diaria sobre todo en personas mayores. (7,8) OBJETIVOS Conocer la incidencia de peritonitis y de contaminación del orificio y/o túnel, en los pacientes de diálisis peritoneal que conviven con animales. Conocer si el control sobre el animal modifica la incidencia de peritonitis y de contaminación del orificio y/o túnel. Conocer si el prescindir de los animales supone un costo emocional importante para los pacientes. METODOLOGÍA Hemos realizado estudio multicéntrico longitudinal retrospectivo en 134 pacientes en diálisis peritoneal, con un tiempo en diálisis de 29,1+ 24,4 meses, de ellos 79(59%) hombres y 55(41%) mujeres, con una edad media de 54,1+17,5 años con un rango entre 3 y 83. Se habían recogido datos de 342 pacientes pero en el actual estudio desestimamos 208 pacientes que no tenían animales en su entorno en el intervalo que contempla el estudio. Utilizamos hoja diseñada para recogida de datos donde pretendemos controlar las variables que puedan influir en las infecciones de orificio y/o túnel o peritonitis. Las variables controladas son: Edad, sexo, lugar de ubicación del domicilio, si el 137
paciente es diabético, tiempo en diálisis, tipo de diálisis, frecuencia de cura del orificio y frecuencia de ducha como control de los hábitos de higiene, estado del orificio y peritonitis, germen responsable, si es portador nasal de estafilococo áureo, y otras preguntas relativas al animal (tipo, hábitat, y alguna pregunta que pretende controlar el sentimiento de perdida si lo hubo) etc. El periodo de observación fue el año 2001. La diversidad de gérmenes y las pretensiones del estudio nos han obligado a agrupar éstos definiéndolos según el hábitat, definiéndose en gran positivos o gran negativos acompañados de localización habitual, excepto para estafilococo áureo. Para efectuar el análisis de datos se utilizó programa SPSS 10.0 valorando media y desviación para variables cuantitativas y frecuencias, porcentajes para variables cualitativas. RESULTADOS De los 134 pacientes estudiados 57(42,5%) pertenecían a DPCA y 77(57,5%) a DPA, con un tiempo de permanencia en diálisis de 29,1+24,4 meses con un rango entre 3 y 138 meses. Eran diabéticos 34 de los pacientes (25,4%). La media de peritonitis en el año 2001 fue de 0,37+0,71.El aspecto del orificio apareció como perfecto en 83 pacientes (61,9%), costra 13 pacientes (9,7%), rojo 11 pacientes (8,2%) y exudado 27 pacientes (20,1%). La distribución de los pacientes según la ubicación de su domicilio fue: 24 pacientes vivían en el campo, 60 pacientes vivían en pueblo y 50 pacientes vivían en ciudad. La frecuencia de ducha diaria se producía en 50 pacientes (37,3%) y la frecuencia de cura diaria en 77 pacientes (57,5%). Decían que le gustaban los animales 124 pacientes (92,5%) y no les gustaban a pesar de convivir con ellos 10 de los pacientes (7,5%). La distribución de animales fue la siguiente: perro 71 pacientes (53%), gato 8 pacientes (6%), varios animales incluyendo perro o gato (cerdos, ovejas, vacas, cabras etc.) 19 pacientes (14,2%), otros (pájaros, peces, tortugas, iguanas etc.) 22 pacientes (16,4%), aves de corral (gallinas, perdices etc.) 7 pacientes (5,2%), varios sin que exista animal de pelo 7 pacientes (5,2%). 42 pacientes (31,3%) definieron el hábitat del animal fuera de la casa, 84 pacientes (62,7%) lo definieron como en casa controlado (nunca entraban en el cuarto de intercambios), y 8 pacientes (6%) dijo no tener control sobre el hábitat del animal. 33% 67% 138
Gráfico 1 Habían tenido animales y habían prescindido de ellos a consecuencia de la diálisis 6 pacientes (4,5%)les había supuesto costo emocional a 4 pacientes (66,6%) (1 paciente tenia aves de corral, y 3 pacientes tenían perro), y no les había supuesto costo a 2 pacientes (33,3%) cuyos animales eran otros. Gráfico 2 El gráfico 2 representa la frecuencia de peritonitis relacionado con la ubicación del domicilio del paciente, destacando la mayor ausencia de peritonitis para los pacientes que vivían en la ciudad. Gráfico 3 El gráfico 3 refleja la distribución de peritonitis (%) relacionado con el tipo de animal, resultando llamativo la ausencia total de peritonitis en los pacientes que tenían gatos, y la menor incidencia de ausencia en los pacientes que tenían aves de corral, coincidiendo con la mayor incidencia del parámetro 2 episodios en los mismos pacientes. 139
Gráfico 4 El gráfico 4 refleja la distribución de peritonitis relacionado con el hábitat del animal, destacando el alto porcentaje de pacientes que habían padecido peritonitis entre los que definieron el hábitat del animal como no controlado. La tabla 1 refleja la distribución del agente infeccioso de la peritonitis; destacando las infecciones por gérmenes gram positivos de piel y mucosas (estafilococo áureo y otros estafilococos), las peritonitis asépticas posiblemente relacionado con la icodextrina y la detección de un germen de hábitat animal (pasteurella haemolitica), en un paciente que vivía en el campo y tenia el animal fuera de la casa. Gráfico 5 140
El gráfico 5 representa la situación de los pacientes portadores en relación al hábitat del animal, apareciendo el mayor nº de pacientes no portadores entre los que tienen el animal no controlado. Gráfico 6 El gráfico 6 refleja el estado del orificio relacionado con la ubicación del domicilio del paciente, destacando la elevación de orificios exudados para los pacientes con domicilio en campo o pueblo, a la vez que el parámetro rojo está claramente muy superior en los pacientes con domicilio en ciudad, apareciendo % muy similares en los otros parámetros. Gráfico 7 El gráfico 7 refleja el aspecto del orificio relacionado con el tipo de animal, destacando el elevado porcentaje de pacientes con orificio exudado entre los que tenían varios animales con pelo, y la ausencia de pacientes con infección de orificio/túnel entre los pacientes que tenían gato. 141
Gráfico 8 El gráfico 8 refleja el aspecto del orificio relacionado con el hábitat del animal, destacando el aumento de orificios exudados en los pacientes que dijeron no tener control sobre el animal, y la menor incidencia de orificios perfectos entre los que dijeron tener el animal fuera de la casa. P C R E La tabla 2 representa la distribución del agente infeccioso responsable de las IOT, destacando el elevado porcentaje de orificios exudados cuyo agente infeccioso es el estafilococo áureo, y el hecho de que sea colonización el único cultivo positivo a hongos. 142
Gráfico 9 El gráfico 9 representa la distribución de animales en las distintas ubicaciones del domicilio del paciente, presentando un % muy similar de pacientes que tienen perro y destacando las mayores diferencias en tener varios animales con pelo para los que viven en el campo así como la ausencia del tipo otros en estos pacientes y la ausencia de aves de corral en la ciudad. Gráfico 10 El gráfico 10 refleja donde se encuentra el animal relacionado con el domicilio del paciente, destacando que la mayoría de los animales de pacientes que viven en el campo, está fuera de la casa, y la mayoría de los animales que se mueven dentro de la casa pero controlados están en la ciudad, siendo los pacientes de pueblo los más variados en los distinto parámetros estudiados. Destaca que la mayoría de los animales no controlados están en pueblo. 143
Gráfico 11 CURA Y DOGHA DIARIA SEGÚN TIPO DE ANIMAL El gráfico11 refleja la frecuencia de cura y ducha diaria relacionada con el tipo de animal que tiene el paciente observando la menor frecuencia en los pacientes que tienen gato y aves de corral. DISCUSIÓN El hecho de que las unidades que prohíben los animales domésticos no hayan colaborado en el estudio general nos impidió valorar en una muestra más amplia el sentimiento de perdida que claramente se produce sobre todo en animales como perros y gatos, pero de todas formas consideramos importante que en algunos de nuestros pacientes se detecte este diagnóstico enfermero, para establecer acciones de corrección. La mayoría de los pacientes que prescinde del animal en relación a la diálisis no vuelve a tenerlo, pero años después, al menos en nuestra unidad, sigue recordando el hecho como algo traumático y comentarios como era mi amigo o era mi compañero son habituales en ellos. En muchas de las unidades que han colaborado en este estudio, los pacientes tienen pautas para la convivencia con animales y se les recomienda que no permitan la entrada en el cuarto de intercambios. La mayoría de los orificios exudados se producen en pacientes que tienen varios animales con pelo y sobre todo cuando no hay control sobre el animal. Así mismo observamos que la mayoría de los pacientes cuyo hábitat del animal se definió como no controlado padecieron uno o dos episodios de peritonitis durante el año que contempló el estudio. El caso de la pasteurella haemolítica (microorganismo habitual de las amígdalas y nasofaringe de ovejas y vacas sanas), se produce en un paciente varón, de 79 años, diabético, de DPAC, 58 meses de permanencia en diálisis, que se cura y se ducha 3 veces a la semana, con domicilio en pueblo, tiene un perro cuyo hábitat es fuera de la casa, que padeció durante el año 2001 un episodio de orificio exudado y otra peritonitis por estafilococo áureo, todos de evolución curación pudiendo haber sido el perro que tenia el paciente, el vehículo transmisor. El paciente en diálisis peritoneal debe tener una continuidad en su forma de vida en el paso de persona sana a paciente en diálisis y nosotros tenemos el deber de facilitar la 144
adaptación de la diálisis a su vida y no la vida a su diálisis. CONCLUSIONES Consideramos que debe ser el propio paciente quién decida si tiene o no animales, ahora bien, es necesario el conocer si los hay para poder dar pautas de comportamiento especificas que minimicen los riesgos y comenzar a establecer controles, al igual que hacemos con otras circunstancias del domicilio, y esto sólo es posible si rompemos la norma de la prohibición. Los resultados obtenidos no justifican el costo emocional que puede conllevar el obligar a los pacientes a prescindir del animal, aunque habrá que incidir en controles sobre el animal, que consideramos no debería invadir el espacio dedicado al intercambio y extremar las medidas higiénicas. BIBLIOGRAFÍA 1. Los animales domésticos y la diálisis peritoneal: C. Gómez, L. Martín. Póster presentado en las jornadas de diálisis peritoneal de Barcelona. Enero 2003. 2. Cuidados de enfermería en la insuficiencia renal crónica: Pág. 240.- Joan Andrés, Carme Fortuny. 3. Portadores nasales de estafilococo áureo en diálisis peritoneal: infecciones del orificio. C. Gómez, J. Sánchez. Libro de comunicaciones del XXVII congreso nacional de la SEDEN 4. El manual Merck de veterinaria 5ª edición Océano Grupo editorial S.A. año 2000. 5. Manual de diagnóstico de enfermería 5ª edición Carpenito L. J. Editorial McGRAW. 6. Diagnósticos enfermeros: un instrumento para la práctica asistencial 3ª edición. Luis Rodrigo M. T. Editorial HARCOURT BRACE. 7. Mayan JM., Millán JC. Animales de compañía y tercera edad. Conselleria de Sanidade e Servicios Sociais. Dirección Xeral de S.S. Santiago de Compostela1994. 8. Gili M. Calidad de vida en personas mayores con animales de compañía II Congreso internacional el hombre y los animales de compañía. Barcelona 1993. 145