INFLUENCIA DE LA SITUACIÓN EN UCRANIA A LA ECONOMÍA RUSA Полякова Е.А. Научный руководитель: преп. Дронова С.Ю. Финансовый университет при Правительстве Российской Федерации Los autores consideran que el tema del futuro de la economía rusa después de los eventos en Ucrania es muy complicado pero actual. Se sabe que todo fue fulminante: los miembros de ambas cámaras del Parlamento y jefes de las regiones del país, el presidente Vladímir Putin y la delegación crimea, compuesta por los dirigentes de la península, procedieron a firmar el tratado internacional por el cual Crimea y Sebastópol pasaron a formar parte de la Federación Rusa. La anexión queda ahora pendiente solo de la aprobación del Parlamento ruso y el visto bueno del Constitucional, tramites que nadie duda se cumplirán sin problemas. Después de este evento los líderes de otros países declararon sus posiciones negativas, a veces se declararon amenazas. Por ejemplo: "Estamos contemplando toda una serie de medidas económicas y diplomáticas que permitirán aislar a Rusia y que afectarán negativamente a su economía y a su posición en el mundo", declaró el presidente de EE UU, Barack Obama. Exteriores británico, William Heigh ha prometido que Rusia lo "pagará caro" por Crimea. El Secretario general de la Alianza, Anders Fogh Ramussen, ha declarado que la OTAN cortará todos los contactos militares con el país eslavo. Y todas estas declaraciones las podríamos ver en las primeras páginas de los periódicos mundiales. Los autores del informe están seguros que el presidente ruso Vladímir Putin defendió la legalidad del referéndum celebrado en Crimea e insistió en que la consulta se hizo en concordancia con el derecho internacional. Al respecto, citó textualmente documentos de la ONU y de EE UU relativos a Kosovo e insistió en el paralelismo de la situación de Crimea y la de ese territorio, que entonces
era una provincia de Serbia. En particular, citó en primer término un dictamen del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU del 22 de julio de 2010 sobre el caso kosovar, en el que se afirma que de la práctica del Consejo de Seguridad no se desprende ninguna prohibición general a la declaración unilateral de independencia. En un discurso Putin aseguró que Crimea es tierra santa rusa y opinó que, en Ucrania y en Crimea vivían millones de rusos, Estados Unidos y sus socios occidentales se pasaron de la raya. Ahora lo que se necesita es terminar con las reacciones histéricas, renunciar a la retórica de la guerra fría y reconocer una cosa evidente: Rusia es un participante activo e independiente en la arena internacional y como ogthtros países posee sus intereses nacionales que hay que tener en cuenta y respetar. Por eso, la falta de coordinación entre gobiernos y la preocupación de los estados por su situación económica interna lleva a una especie de desglobalización, a la formación de economías más cerradas, lo cual, en última instancia, tiene un impacto negativo en la situación financiera global. Los autores piensan que la posición y el futuro de Rusia no parecen tan amenazantes. Por un lado, Rusia ha reforzado su posición en el sector energético y, a pesar de la incertidumbre geopolítica actual, es un elemento clave en las relaciones comerciales entre Europa y Asia, así como el mayor proveedor de recursos energéticos de Eurasia. Europa depende de la energía rusa: importa un 32% de su producción de gas y un 35% de petróleo. Pero por otro lado, Rusia es muy dependiente de sus ventas de gas y de petróleo a Europa. Cerca del 50% de los ingresos fiscales totales del presupuesto de Rusia son generados por sus exportaciones totales de petróleo y de gas al resto del mundo. En consecuencia, su presupuesto nacional depende del mercado europeo que es el mayor comprador de sus exportaciones energéticas. Además del gas, Rusia exporta diariamente a Europa seis millones de barriles de petróleo crudo y un millón de barriles de productos petrolíferos. De respuesta en la reacción a la anexión de Crimea a la Federación Rusa, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) pidieron a la Comisión Europea (CE) que elabore para junio un plan destinado a reducir la dependencia energética del bloque comunitario de las importaciones rusas.
Según los líderes europeos, el plan debería reflejar que la UE necesita acelerar la diversificación de su suministro energético y mejorar su eficiencia energética, así como continuar desarrollando sus fuentes de energía propias y renovables. La política comunitaria debería buscar nuevos aprovisionamientos o aumentar los procedentes de destinos seguros, ya sea mediante el suministro por tubo o por gas licuado (GNL), que se entrega por barcos. En ese sentido, resulta esencial firmar un Tratado de Libre Cambio en el Atlántico Norte que liberalice las exportaciones de Estados Unidos, que se ha convertido en una potencia en petróleo y gas no convencional. EE UU pasaría a ser un socio muy importante en el mapa estratégico europeo con exportaciones de shale gas. A ello habría que añadir Latinoamérica (Brasil, México, Perú, Trinidad y Tobago...), Nigeria y Angola, también de GNL, donde España es el único país europeo con conexiones. Otros orígenes de aprovisionamiento serían el norte de África (también conectada con España), la cuenca mediterránea, Azerbaiyán y el mar Caspio, donde existen enormes reservas de gas. Según el FMI (2013), el precio del petróleo y, por ende, el del gas va a sufrir una caída paulatina cercana a un 20%, entre 2013 y 2018, lo que va a reducir sus ingresos y su renta por habitante, estrechamente correlacionados, dado, asimismo, que Rusia empieza a sufrir una enfermedad holandesa por su excesiva inversión pública en petróleo y gas que reduce la inversión privada en otros sectores, reduciendo así su competitividad total. Hoy, output-gap de Rusia, es decir, la diferencia entre sus tasas de crecimiento real y potencial, es prácticamente cero, al funcionar muy cerca de su capacidad total de producción. Esto significa que no puede estimular su economía porque aumentaría notablemente su tasa de inflación y porque su inflación subyacente iguala ya a su inflación total, produciéndose, finalmente, una devaluación de su tipo de cambio que generaría todavía más inflación. Su economía se ha desacelerado con rapidez siguiendo a la europea, creciendo al 7% en el periodo 2005-2008, al 4% entre 2010 y 2012, al 1,3% en 2013 y al 1,2% en 2014. Por último, han ido aumentando sus salidas de capitales hacia Europa y se han acelerado con la crisis en Ucrania, lo que ha desacoplado el valor del rublo del precio del petróleo.
Pero Europa es muy dependiente del gas y del petróleo de Rusia, al importar casi más de un tercio de su producción total de gas (32%) y de petróleo (35%). Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la dependencia media del petróleo y del gas de la UE es del 60% y podría llegar al 80% en 2035. Según Morgan Stanley (2013), la dependencia relativa del suministro de gas de Gazprom, en porcentaje de su consumo, es la siguiente: Finlandia, Bielorrusia, Chequia y Bulgaria (100%), Serbia (95%), Letonia, Lituania, Macedonia y Moldavia (85%), Polonia y Eslovenia (80%) Estonia (75%), Grecia (70%), Austria (68%), Turquía (65%), Hungría (60%) Ucrania (55%), Alemania (48%), Italia (28%), Francia (19%), Rumanía (18%), Reino Unido (15%), Suiza (8%) y Holanda (5%). En resumen, para la UE va a ser caro rescatar a Ucrania, va a ser muy caro prescindir del gas ruso y, además, va a llevar años introducir suministros alternativos, salvo los de Holanda y Noruega, y, finalmente, los bancos de la UE tienen una elevada posición acreedora frente a Rusia. Por todas estas razones, convendría seguir actuando con contundencia en la política, pero también con prudencia en la economía. Además, Rusia seguiría como principal suministrador de la UE. Pero la diversificación es clave para obtener precios asequibles. Es una política a favor de todos, no contra nadie; no sería en un gran porcentaje, pero lo importante es que los países sepan que tienen competidores y eso hace frenar las alzas de precios, asegura Antonio Llardén, presidente de Enagás, la empresa que se encarga de la infraestructura gasista en España y que, en coordinación con el Ministerio de Industria, reclama en Bruselas la atención precisa a España. Llardén pone el dedo en la llaga: El problema para Europa es que la energía no se había concebido como una política común y cada país había trazado su propia red y sus planes de abastecimiento y de mix energético. La afirmación de que la volatilidad del rublo es consecuencia directa de los eventos en Ucrania solo es verdad a medias. El Banco Central de Rusia empezó a devaluar el rublo a finales de 2013, cuando los reguladores comenzaron a elevar el margen de diferencia de cambio en la canasta de divisas mediante una política de no intervención, permitiendo así que el rublo fuese cayendo lentamente.
Los expertos prevén que, dado que los eventos de Ucrania no han tenido consecuencias significativas, a finales de año el rublo se cambiará a 37.50-38 dólares y a 53.2 euros. Sin embargo, en el caso de que las sanciones económicas y la fuga de capitales tengan influencia y el estancamiento de la economía rusa se convierta en recesión, la tasa de cambio podría ser de 40 y 55 rublos respectivamente. Concluyendo los autores subrayan que la situación en Crimea sin duda alguna es un punto de inflexión para nuestro futuro como país, es nuestro deber afrontarlo de manera adecuada para que las posibles sanciones que de la Unión Europea o Estados Unidos, no nos afecten. Piensan, de manera personal, que esto, al contrario de ser un problema, debemos de verlo como una oportunidad, los grandes líderes en la historia han afrontado muchos problemas y los han transformado en oportunidades a su favor, entonces así debemos hacer nosotros: convertir este problema en oportunidad para nuestra sociedad. Las personas que están en el gobierno deben tomar las mejores decisiones para nosotros, los ciudadanos, quienes somos que los elegimos y votamos por ellos en cada periodo. La situación internacional puede ser difícil, sí, pero nosotros hemos demostrado en la historia que podemos afrontar problemas más grandes y salir adelante, por eso hemos sobrevivido como nación y lo seguiremos haciendo. Fuentes: 1. EL PAÍS: el periódico global (http://elpais.com/); 2. RIA NOVOSTI (http://ria.ru/) ; 3. Periódico de Rusia (http://www.rg.ru/);