Sabrina Wilkerson, empleada de Frontier, utiliza Facebook para ayudar a los niños y personas de la tercera edad Marketta Gregory 10 de enero de 2016 (Foto: Carlos Ortiz/fotógrafo y empleado) Comprar foto
Sabrina Wilkerson, operadora de Frontier, abrió su cuenta en Facebook hace seis años, y desde entonces ha utilizado los medios sociales para llevar regalos a las personas más necesitadas. Rochester (Nueva York) es increíble a la hora de retribuir a la comunidad, comenta la residente de Rochester. Lo que sucede es que la gente no tiene tiempo para hacer las cosas que son necesarias. Así que Wilkerson ha decidido encargarse de esa parte. En festividades como el Día de la Madre o en Navidad, contacta a las agencias locales y hace las gestiones necesarias para apadrinar a personas de la tercera edad, estudiantes, madres solteras o veteranos. Pide a las agencias que proporcionen tres artículos de una lista de deseos para cada una de las personas, y personalmente se encarga de organizar los demás detalles, como las donaciones, envolver los regalos, y hacer las entregas. Luego crea un evento en Facebook e invita a sus amigos, a quienes les pide hacerse cargo de una persona y ayudarla. Sus amigos, a su vez, invitan a otros amigos, lo que multiplica la ayuda. Una de mis hijas vive en Carolina del Norte y cinco de sus amigas han participado, relata Wilkerson. Otra señora tenía varias amigas que vivían en otro estado y le enviaron dinero para que comprara regalos y los llevara, agrega.
Estudiantes de la escuela N.º 9 Dr. Martin Luther King, Jr. (Fotografía: suministrada) Ahora que el evento se ha convertido en una tradición, los amigos y compañeros de trabajo de Wilkerson en Frontier Communications esperan con ilusión las invitaciones para celebrar los eventos de Facebook. Me superan, añade. Vienen y me preguntan, Vamos a ayudar a las personas mayores este año? Aunque disfruta de cada uno de los eventos que realiza, el proyecto más reciente realmente la conmovió. Coordinó la donación y entrega de regalos de Navidad de 86 niños de la escuela N.º 9 Dr. Martin Luther King, Jr., y le sorprendió ver el tipo de petición en las listas de artículos deseados. Pidió a los estudiantes que indicaran dos cosas que necesitaran y una que desearan, y las respuestas incluyeron artículos de primera necesidad, como comida, mantas, almohadas y sacos de dormir. Lloraba al leer las listas, expresa, añadiendo que buscará otras maneras de ayudar a los estudiantes a lo largo del año. Este proyecto en particular también es especial para Shaunta Collier-Santos, que ha apadrinado a personas de la tercera edad y a mujeres tras su reinserción en la sociedad
Me encanta el proyecto de la Academia MLK porque enseña a jóvenes afroamericanos que ellos sí importan, señala. Este proyecto nos ofrece la posibilidad de cambiar la tendencia actual en Rochester, una ruta que va de la cuna a la prisión. Es un impacto positivo en la vida de 86 estudiantes, asegura. Y Collier-Santos sabe que su amiga Sabrina seguirá haciendo la diferencia en Rochester. Desde hace años, Sabrina ha estado haciendo cosas con discreción para ayudar a muchísimas personas en nuestra comunidad, declara. Sabrina impulsa a ciudadanos comunes y corrientes con necesidades propias a ayudar a otras personas. Sabrina es una persona de gran integridad. Cuando comienza algo, es capaz de mover montañas hasta lograr acabarlo. Los estudiantes de la escuela N.º 9 están agradecidos por los regalos entregados por un ciudadano de la zona. (Fotografía: suministrada) Crea tu propio evento Si te interesa utilizar los eventos de Facebook para coordinar tus propios proyectos benéficos, Sabrina Wilkerson te recomienda:
Reflexionar sobre tus ajustes de privacidad. Abrir tu proyecto al público en general también significa exponerte al riesgo de que la gente luego no cumpla con lo prometido, incluyendo la compra de regalos. Cuando mis amigos comparten mis eventos, nueve de cada 10 veces invitan a personas que conocen, añade. Solicitar que donen cosas materiales; no dinero. Establecer un límite de precio para los artículos que las personas pueden incluir en sus listas de deseos. Mantengo la mía en un límite de $25 a $35 para que sea accesible, dice. Y normalmente la gente recibe los tres artículos, en especial cuando las personas de la tercera edad piden cosas como un libro de crucigramas y una loción. Conceder a la gente suficiente tiempo para planificar y comprar. Establezco un periodo de seis a ocho semanas para las compras, manifiesta. Colgar periódicamente actualizaciones en la página de eventos para que la gente sepa cuánto tiempo le queda para comprar y entregar los regalos. Publico tres o cuatro veces por semana. Y doy un seguimiento. En ocasiones tienes que enviar un mensaje personal directo al Inbox. Marketta Gregory escribe acerca de la fe y la compasión.