Hijos de madres lesbianas: de los años 70 s al Nuevo milenio

Hijos de madres lesbianas: de los años 70 s al Nuevo milenio JULIE MOONEY-SOMERS & SUSAN GOLOMBOK Originalmente publicado en: Sexual and Relationship Therapy, Vol. 15, No. 2, 2000 Traducido por Trans-Ser, Red de Apoyo a Transgeneristas. Bogotá D.C. 2006 Introducción Tanto en los medios populares como académicos, la pater/maternidad de parejas gays y lesbianas es el tema del momento. Recientes ejemplos incluyen el caso de dos hombres gay que tuvieron gemelos con una madre sustituta, los resultados de un estudio de padres gay hecho por Gill Dunne en la Facultad de Economía de Londres (The Guardian, Enero 12 de 2000), y comentarios de su Señoría Elizabeth Butler-Sloss, Presidente de la Corte de Familia, acerca de la capacidad de mujeres lesbianas y hombres gay para servir como padres adoptivos (The Guardian, Octubre 16 de 2000). Estos ejemplos muestran que los debates actuales se centran en padres gay, reproducción asistida y adopción. Puede esto significar que las preocupaciones que se dieron primeramente en las custodias de niños en los años 70s se han superado (preocupaciones de que los niños criados en familias con madres lesbianas estarían en riesgo de verse afectados por problemas sicológicos y desarrollo de género)? Problemas sicológicos Las preocupaciones acerca del bienestar de los niños de madres lesbianas estaban basados en la posición ampliamente aceptada de que algunas experiencias de la niñez llevan consigo el riesgo de desencadenar desordenes psiquiátricos. Este es un argumento basado predominantemente en aceptación social; dado que el lesbianismo no es socialmente aceptable, los hijos de madres lesbianas experimentarían reprobación social. Así, estarían más expuestos a ser molestados y maltratados por sus compañeros, lo que a su vez los haría reprimirse socialmente. Y se argumenta también que el niño sería incapaz de crear y mantener amistades, una habilidad que ha demostrado ser importante para la auto-estima y el bienestar psicológico en la vida posterior. El principal estudio Británico sobre familias con madres lesbianas (Golombok, Spencer & Rutter, 1983), iniciado en los finales años 70s, se aproximaba a este tema investigando a una muestra de madres lesbianas voluntarias y un grupo de madres solteras heterosexuales, todas con niños en 1

edad escolar. Los dos tipos de familias tenían en común que los niños eran criados por las mujeres sin la presencia de un padre, pero diferían en la orientación sexual de la madre. Esto permitió que las consecuencias de la orientación sexual de la madre fueran examinadas sin el potencialmente perturbador efecto dela presencia del padre en el hogar. Como en los casos de custodia, todos los niños del estudio nacieron en un hogar heterosexual, y luego experimentaron la separación de los padres. Se encontró que los hijos de madres lesbianas no tenían mayor tendencia a ser molestados ni maltratados, y que no que experimentaban más dificultades sicológicas que los hijos de madres heterosexuales. Además, no se encontraron diferencias entre los niños de los dos tipos de familias respecto a la calidad de sus amistades. En los Estados Unidos, por la misma época, se realizaron varios estudios de hijos de mujeres lesbianas divorciadas. El primero de ellos fue la investigación de Green (1978) de 37 hijos de edades de 3-20 años. Siguiendo esto, se publicaron estudios controlados por Green, Mandel, Hotvedt, Gray & Smith (1986) quienes observaron a 58 hijos en el rango de 3-11 años, y Kirkpatrick, Smith & Roy (1981) quienes examinaron 20 hijos de edades entre 5-12 años. Los resultados de estos estudios norteamericanos y británicos fueron sorprendentemente similares, llevando a la conclusión de que crecer en una familia lesbiana no tenía consecuencias adversas en el desarrollo emocional o social de los hijos. Sin embargo, uno de los puntos débiles de estos estudios era que no se examinaban los efectos a largo plazo de crecer en una familia con una madre lesbiana, y se argumentaba que algunos de los hijos de madres lebianas experimentarían problemas psicológicos cuando crecieran. Para enfrentar estos potenciales efectos latentes, los niños del estudio británico se analizaron 14 años después, estando en una edad promedio de 23 ½ años. Se encontró que estos adultos jóvenes seguían teniendo buena salud mental y que no estaban más inclinados a buscar ayuda profesional por ansiedad, depresión o problemas relacionados con el estrés, que sus contrapartes de hogares heterosexuales (Tasker & Golombok, 1997). Mientras que estudios tempranos examinaron madres lesbianas que tenían sus hijos estando casadas, estudios más recientes han analizado los resultados de niños criados desde el principio en una familia lesbiana, es decir: niños nacidos de madres que se han declarado lesbianas antes de ser madres. Muchos de esos niños han sido concebidos por inseminación de donantes. El primer estudio de niños nacidos a madres lesbianas fue realizado por Steckel (1985, 1987) en los Estados Unidos, quien encontró que los niños de madres lesbianas y de madres heterosexuales eran más parecidos que diferentes. Estudios posteriores también realizados en los Estados unidos produjeron resultados comparables: Patterson (1994) demostró que todos los 37 niños de edades 2

4-9 años de su estudio se comportaban dentro de los rangos normales de ajuste comportacional. Flaks, Ficher, Masterpasqua & Joseph (1995) no encontraron diferencias en las funciones cognitvas o el ajuste comportacional en su comparación de 15 familias lesbianas con 15 familias heterosexuales. Y en una investigación de 55 familias lideradas por madres lesbianas, Chan, Raboy & Patterson (1998) demostraron que la orientación sexual de los padres no está relacionada con el desarrollo de los niños o su manera de desempeñarse socialmente o su ajuste comportacional. También se realizaron en Europa otras investigaciones de niños criados desde el nacimiento por madres lesbianas. En el reino Unido, Golombok & Tasker (1994) estudiaron un grupo de 30 niños de edades entre 3-8 años (la mayoría de los cuales habían sido concebidos por inseminación de donantes), en comparación con una muestra 42 familias de madres solteras heterosexuales, y 41 familias de parejas heterosexuales con un niño concebido por inseminación. Los niños de madres lesbianas demostraron tener un buen ajuste psicológico, y no estaban más inclinados a problemas emocionales o de comportamiento que los niños en los otros tipos de familias. Además, no había diferencia entre los diferentes grupos en la manera como se sentían aceptados por sus madres o sus compañeros, aunque los niños que carecían de padre eran menos seguros en sus habilidades físicas y habilidades cognitivas. Resultaros similares se reportaron en Brewaeys, Ponjaert, Van Hall & Golombok (1997) en una comparación entre 30 familias de madres lesbianas con un niño concebido por inseminación, y 68 familias de parejas heterosexuales en Bélgica. Así, parece que no existen riesgos adicionales al ajuste psicológico del niño cuando crecen en una familia lesbiana desde el principio. Desarrollo de Género Las preocupaciones sobre el desarrollo de género de niños con madres lesbianas se basan en la premisa de que para desarrollar una adecuada identidad de género y un comportamiento de rol, un niño debe tener un modelo de rol masculino y femenino. Estos modelos de rol también deben mostrar el comportamiento adecuado para cada sexo. Una opinión comúnmente expresada es que los niños de madres lesbianas pueden confundirse acerca de su identidad de género, pueden mostrar comportamiento inadecuado a su género, y posiblemente identificarse como homosexuales, resultado que se considera no deseado ante las cortes. Esto trae la pregunta Hasta qué punto pueden los padres influenciar en la identidad y rol de género de sus niños? La respuesta yace en qué perspectiva psicológica se adopte (ver Golombok & Fivush, 1994). Desde una perspectiva psicoanalítica, el proceso significativo es la resolución del conflicto de Edipo, y sólo es después de que esto ocurra que un desarrollo psicológico sano puede suceder. En 3

contraste, la teoría clásica social del aprendizaje propone que el proceso clave es el modelo de diferenciación y refuerzo, en donde un comportamiento de género adecuado se refuerza por los padres y el niño también adopta el comportamiento del padre de su sexo. Sin embargo, los actuales teóricos del aprendizaje social argumentan que antes que modelarse según el padre de su mismo sexo, los niños modelan los estereotipos de género que se permean en el mundo social. El enfoque del desarrollo cognitivo pone incluso menos énfasis en el rol de los padres sobre el desarrollo de género de sus niños, proponiendo que los niños buscan activamente y por sí mismos información relacionada con el género. Son los estereotipos de género (antes que los padres) los que sirven como fuente de esta información, y así se considera que es el ambiente socio-cultural el que tiene primacía. De acuerdo tanto a teóricos tradicionales como sicoanalistas, la ausencia de un padre (hombre) y la presencia de madres como mujeres que no encajan en el rol tradicional femenino, es más dado a resultar en un desarrollo de género atípico para su hijo. Sin embargo, actuales teóricos del aprendizaje social y cognitivistas ponen más peso en el rolde los estereotipos de género que en el rol de los padres en el desarrollo de género y el comportamiento de género de su niño. Desde esta perspectiva, el desarrollo de género de los niños puede verse afectado sólo al punto que tener una madre lesbiana resulta en una exposición más alta a estereotipos no tradicionales. Investigaciones empíricas del desarrollo de género en los niños criados por madres lesbianas se han enfocado grandemente en la identidad de género y el comportamiento de rol de los niños en edad escolar. Los primeros estudios británicos (Golombok, Spencer & Rutter, 1983) no encontraron evidencia de confusión en identidad sexual para ninguno de los niños analizados. Ninguno de los niños deseaba pertenecer al sexo opuesto, o se involucraba consistentemente en comportamientos de género opuesto. En términos de rol de género, no se encontraron diferencias entre los niños de familias lesbianas y heterosexuales para niños o niñas, en el sentido que se encontró que manifestaban comportamiento típico de su sexo. Las hijas de madres lesbianas no eran menos femeninas, y los hijos no eran menos masculinos que las hijas e hijos de madres heterosexuales. Similarmente, en los Estados Unidos, tanto Kirkpatrick et al. (1981) como Green et al. (1986) no encontraron evidencia de confusión de identidad de género entre los niños de madres lesbianas, y cuando se compararon con niños de madres heterosexuales no se hallaron diferencias de comportamiento de género en las preferencias de juguetes, personajes de televisión, y juegos. Un descubrimiento interesante y posiblemente relacionado, es que las madres lesbianas por lo común se preocupan particularmente en asegurar que exista un rol masculino en la vida de sus 4

hijos. Brewaeys et al. (1989) anota varios estudios que demuestran que las madres lesbianas animan a sus hijos a desarrollar actividades con hombres (Kirkpatrick et al., 1981), o buscan activamente modelos de rol masculinos (Mandel & Hotvedt, 1980; Lewin, 1981 -según se cita en Brewaeys, 1989-). En realidad, Hare & Richards (1993) encontraron que el 90% de niños de madres lesbianas divorciadas tenía contacto con sus padres, y Golombok et al. (1983) demostraron que los niños de madres lesbianas divorciadas tenían más contacto con sus padres que los niños de madres heterosexuales divorciadas. Al hacerle seguimiento a los niños del estudio británico original, fue posible examinar la orientación sexual de estos jóvenes en la vida adulta. (Golombok & Tasker, 1996; Tasker & Golombok, 1997). Adultos jóvenes que crecieron en familias lesbianas eran más inclinados a tener experiencias sexuales con alguien de su mismo género, que los criados por madres heterosexuales. Sin embargo, en términos de identidad sexual como heterosexual, bisexual, lesbiana o gay, la gran mayoría (92%) de adultos jóvenes criados por madres lesbianas se identificaban como heterosexuales. Por lo tanto, parece que la orientación sexual de las madres tiene poco impacto en la orientación sexual de sus hijas o hijos. Conclusión La evidencia de 25 años de investigaciones sugiere que la orientación sexual de la madre no es, en sí misma, una variable determinante en el bienestar psicológico o el desarrollo de género de sus hijos. Parece que el hecho de que la madre sea lesbiana o heterosexual importa menos para el ajuste psicológico de los niños desarrollo niños que la calidad de relaciones en el hogar; Y, contrario a las presunciones de las teorías tradicionales sicoanalíticas y de aprendizaje social, los padres tienen poca influencia en el desarrollo de género de sus niños. Habrá algo más qué decir acerca de este asunto al entrar al Nuevo milenio? Una crítica constante a las investigaciones existentes es que, con excepción de Brewaeys et al. s (1995), la investigación de niños nacidos a madres lesbianas por inseminación de donantes, sólo se estudiaron muestras voluntarias. Así, puede ser el caso de que madres cuyos niños están experimentando dificultades están sub-representadas en la investigación. Dos estudios que se llevan a cabo en muestras generales de población, uno de hijo adolescentes en los Estados Unidos por Charlotte Patterson ysus colegas, y el otro por las presentes autoras en colaboración con el Estudio Longitudinal de Embarzao y Niñez de Avon en el Reino Unido, confirmarán si los resultados de las investigaciones hechas hasta hoy en día pueden extenderse a la población general de familias de madres lesbianas. Si es así, estos resultados tendrían implicaciones 5

importantes en el desarrollo de una política social respecto a la custodia, paternidad y adopción, y el acceso a procedimientos de reproducción asistida. JULIE MOONEY-SOMERS 1 & SUSAN GOLOMBOK 2 1 Research Psychologist & 2 Professor of Psychology, Family and Child Psychology Research Centre, City University, Northampton Square, London EC1V 0HB, UK References BREWAEYS, A., DEVROEY, P., HELMERHORST, F.M., VAN HALL, E.V. & PONJAERT, I. (1995) Lesbian mothers who conceived after donor insemination: a follow up study, Human Reproduction, 10, pp. 2731-2735. BREWAEYS, A., OLBRECHTS, H., DEVROEY, P. & VAN STEIRTEGHEM, A.V. (1989) Counselling and selection of homosexual couples in fertility treatment, Human Reproduction, 4, pp. 850-853. BREWAEYS, A., PONJAERT, I., VAN HALL, E.V. & GOLOMBOK, S. (1997) Donor insemination: child development and family functioning in lesbian mother families, Human Reproduction, 12, pp. 1349-1359. CHAN, R.W., RABOY, B. & PATTERSON, C.J. (1988) Psychological adjustment among children conceived via donor insemination by lesbian and heterosexual mother, Child Development, 69, pp. 443-457. DYER, C. (1999) Gays can bring up childrenð judge. The Guardian, 16 October. FLAKS, D.K., FICHER, I., MASTERPASQUA, F. & JOSEPH, G. (1995) Lesbians choosing motherhood: A comparative study of lesbian and heterosexual parents and their children, Developmental Psychology, 31, pp. 105-114. GOLD, K. (2000) A better breed of dad. The Guardian, 12 January. GOLOMBOK, S. & FIVUSH, R. (1994) Gender Development, (New York, Cambridge University Press). GOLOMBOK, S., SPENCER, A. & RUTTER, M. (1983) Children in lesbian and single parent households: Psychosexual and psychiatric appraisal, Journal of Child Psychology and Psychiatry, 24, pp. 551-572. GOLOMBOK, S. & TASKER, F. (1994)Children in lesbian and gay families: theories and evidence, Annual Review of Sex Research, 5, pp. 73-100. GOLOMBOK, S. & TASKER, F. (1996) Do parents influence the sexual orientation of their children? Findings from a longitudinal study of lesbian families, Development Psychology, 32, pp. 3-11. GREEN, R. (1978) Sexual identity of 37 children raised by homosexual or transsexual parents, American Journal of Psychiatry, 135, pp. 692-697. GREEN, R., MANDEL, J.B., HOTVEDT, M.E., GRAY, J. & SMITH, L. (1986) Lesbian mothers and their children: A comparison with solo parent heterosexual mothers and their children, Archives of Sexual Behaviour, 15, pp. 167-184. HARE, J. & RICHARDS, L. (1993) Children raised by lesbian couples: does the context of birth affect father and partner involvement? Family Relations, 42, pp. 249-255. KIRKPATRICK, M., SMITH, C. & ROY, R. (1981) Lesbian mothers and their children: A comparative survey, American Journal of Orthopsychiatry, 51, pp. 545-551. 126 Julie Mooney-Somers & Susan Golombok PATTERSON, C.J. (1994) Children of the lesbian baby boom: behavioural adjustment, self-concepts, and sex-role identity, in: B. GREENE & G. HEREK (Eds) Comtemporary Perspectives on Lesbian and Gay Psychology: Theory, Research and Application, pp. 156-175 (Beverly Hills, CA, Sage). STECKEL, A. (1985) Separation-individuation in children of lesbian and heterosexual couples. Unpublished doctoral dissertation, Wright Institute Graduate School, Berkley, CA. STECKEL, A. (1987) Psychosocial development of children of lesbian mothers, in: F.W. BOZETT (Ed) Gay and Lesbian Parents, pp. 75-85, (New York, Praeger). TASKER, F. & GOLOMBOK, S. (1997) Growing Up in a Lesbian Family (New York, Guilford). 6