LA FAMILIA, PUNTO ESENCIAL EN LA EDUCACIÓN María Podereux (Madrid) Qué tipo de desafío experimentamos en la tarea de ayudar y acompañar a los chicos en sus problemas escolares. Porque la educación tiene naturaleza del riesgo; pero insisto, me parece que la tarea del educador sea la de ocuparse de la propia santidad después está claro que con el rabillo del ojo mira a los propios hijos, a los propios alumnos, a los hijos de los amigos... pero uno debe tener que experimentar una pregunta terrible, un desafío tremendo sobre sí mismo. No digo que sea fácil lo he dicho antes, educar no es nunca fácil -, pero sencillo sí. Si es un testimonio es sencillo. Dios continua a fiarse de nosotros al traer al mundo los hijos y en el hacer que les eduquemos, porque en el fondo nos pide, para ser de los buenos padres, solamente esta suprema lealtad ante nosotros mismo y ante las cosas. Aquí la libertad es algo serio. (Franco Nembrini) LA FAMILIA, PILAR FUNDAMENTAL EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS En febrero de 2007, el Centro HISPANO-DOMINICANO abre sus puertas al público. Es un centro de la Comunidad de Madrid, gestionado por Cesal, ONG de Cooperación al Desarrollo, con un recorrido de 25 años en países de Latinoamérica, especialmente. Con la apertura del Centro. Cesal comienza la primera obra de acción social en la Comunidad de Madrid. El Centro HISPANO-DOMINICANO es un CEPI, Centro de Participación e Integración de Inmigrantes. Actualmente, después de distintos cambios, existen otros 14 CEPI en toda la Comunidad de Madrid, de los cuáles cada uno lleva un apellido diferente, haciendo referencia a un país. En este Centro no solo se atiende a personas dominicanas o españolas de origen dominicano, sino personas de cualquier nacionalidad. Aquí realizamos diferentes actuaciones, dirigidas a adultos, jóvenes y niños, con atenciones individuales (asesoría jurídica, psicológica, laboral y social), cursos de formación e inserción laboral. Con respecto a los niños y jóvenes, la labor que más no implica con ellos, son las actividades de Apoyo Escolar, que se realiza durante el curso escolar, dos días a la semana durante dos horas, y el Campamento Urbano en verano, así como otras actividades puntuales en la que nos apoyan los voluntarios de CESAL. Desde que en el año 2007 comenzamos a ayudar a los niños con las tareas escolares, hemos ido teniendo en cuenta nuevos factores, que nos permiten tener una visión más amplia de la realidad. Al principio, durante el curso escolar 2006/07, comenzaron a venir varios chicos, con sus amigos, de los cuáles ni siquiera conocíamos a sus padres. Entraban en el Centro porque pasaban por delante de la puerta al volver del colegio. Cuando les dijimos que podían venir por la tarde a hacer los deberes, comenzaron a venir con cierta asiduidad. Ellos encontraron un sitio donde poder estar acompañados por la tarde. Uno de nosotros, se reservaba la tarde para ayudarles con las tareas y merendar con ellos. Aún no estaba estructurada la actividad como tal, pero al ir respondiendo a la necesidad que nos mostraban aquellos chicos, fuimos dándole forma. La primera pregunta que nos hacíamos era: y vuestros padres, saben que venís? Están trabajando ahora, mientras vosotros estáis aquí? Les dimos la hoja de inscripción para que pudieran traerla firmada, les dijimos que queríamos conocerles y así fue cómo, a través de numerosos intentos, conseguimos tener datos de la familia, y finalmente, conocer a la madre y al padre de muchos de ellos. Con
algunas de estas familias se comenzó una relación. Alguno de los niños que acudían por las tardes al CEPI, venían derivados del programa de Implicación Familiar de Servicios Sociales, que estaban valorando las habilidades de cuidado que tenían los padres hacia sus hijos. Cuando se tenían que reunir los recursos de la zona que trabajaban con estas familias, los ETMF de Servicios Sociales, nos llamaban. Resultaba que todos los recursos implicados con las familias de estos chicos trabajaban por el bienestar de la familia al completo y especialmente, velando por el bien de los menores. Pero ninguno de los técnicos sabían cuáles eran los gustos de estos chicos, qué música era la que escuchaban, qué preocupaciones tenían en el colegio o instituto que les hacía poco llevadero el estudio, qué cosas les preocupaban de su relación en casa... En definitiva, hablaban de ellos pero no les conocían. A nosotros venían libremente, porque querían, y a través de una relación que empezábamos a entablar con ellos, iban contándonos cómo se sentían, qué dificultades tenían y nos iban confiando poco a poco sus pequeños y grandes males. Habíamos comenzado a dar un paso importante a nivel del distrito de Tetuán, pues nos iban conociendo las entidades y los recursos que por la zona trabajaban con niños y adolescentes. Cuando tenían reuniones para tomar decisiones sobre algún menor o no conseguían contactar con alguna madre o padre, nos llamaban para preguntarnos. Una de las ventajas con las que contábamos es que cuando los chicos venían al CEPI lo hacían porque ellos querían, no venían ni porque tenían que dar cuenta en Servicios Sociales ni porque nadie les obligara. Esto, al fin y al cabo, también se podía volver en contra, pues alguno de los chicos recibía su reprimenda por haber hecho algo mal y él mismo se la jugaba, desapareciendo al día siguiente o no, dependía de él. Jugarnos la libertad con ellos es la parte que más dificultad nos conlleva, pues siempre hay que estar entre dejarles que se la juegue y que sean ellos los que se equivoquen y aprendan, o decirles nosotros qué tienen que hacer. A través de una relación con ellos, apostábamos por ir hasta el fondo de las inquietudes que tenían. Con los adolescentes, comenzamos a enganchar con ellos a través de los equipos de fútbol, baloncesto y béisbol. Ellos mismos, armaron y dieron forma al estudio de grabación, espacio gestionado totalmente por ellos. Con los más pequeños, al ir profundizando en la relación con sus familias, fuimos viendo la necesidad de poder caminar juntos en la educación de sus hijos. De ahí nació, en 2008 la iniciativa Mañanas Creativas en las que familias voluntarias venían un sábado por la mañana al mes, junto con sus hijos, para poder realizar talleres y actividades juntos. El fin último de las Mañana Creativas era un contacto de familias autóctonas e inmigrantes, para compartir tiempo libre juntos, disfrutando de las actividades realizadas con los pequeños. Pero este fin no se llegó a cumplir, puesto que sí asistían todos los niños del CEPI, y todas las familias voluntarias al completo, pero no los papás y las mamás de nuestros niños. La convivencia entre familias con esta iniciativa no funcionaba. Los niños estaban encantados de poder realizar manualidades y cosas divertidas con otros niños, pero sus padres no acudían, pues o bien estaban trabajando o bien aprovechaban para aquellas cosas que durante la semana no habían dado tiempo. En nuestros intento por poder estar en contacto con los padres de los niños que participaban en las actividades del CEPI (Apoyo Escolar, Mañana Creativas, Campamento Urbano, Taller de Creatividad), realizamos distintas reuniones de padres, con desayuno o merienda, para tratar temas que les preocuparan sobre la evolución de los niños de las actividades del CEPI. Nos ayudó ir poniendo caras y nombres a cada mamá y papá, así como conocer las situaciones que estas familias estaban viviendo.
Nos empezaban a cuadrar las piezas del puzzle, al saber de D. acababa de llegar de la RD y que, con 8 años, estaba empezando a leer. En su país, no había estado escolarizado con regularidad, pues se había quedado al cargo de su abuela que, al caer enferma, permitía que muchos días se quedara en casa su nieto sin ir al cole. O teníamos más factores en cuenta cuando M., de 13 años, nos decía que para que no se le notara, porque el profe del cole le regañaba, contaba con los dedos de los pies (dentro del zapato no se notaba cómo movía cada dedo para sumar sin equivocación). Cómo iba a aprender a multiplicar con soltura, si no tenía interiorizado el concepto de número y tenía que valerse de este truco tan ingenioso!!! Claro, que esto no lo había contado ni en casa ni en el Insti, no vaya a ser que tampoco le dejaran hacerlo... La relación de con las familias fue creciendo, así como la confianza que tenían en nosotros. Comenzaban a ser ellos los que nos buscaban para contarnos dificultades, y no nosotros los que les perseguíamos para saber de sus hijos. Durante el curso 2009/10 pudimos poner en marcha la Escuela de Familia, en colaboración con la Asociación Quisqueya. Se generó como objetivo para poder crear una red de familias que pudieran apoyarse entre sí en temas de interés mutuo. Fue un espacio donde se pudieron expresar con libertad, y donde tratar temas de interés en la educación de sus hijos. A lo largo del año 2010/11, el proyecto de Escuela de Familia se amplió dando un espacio particular a madres adolescentes y jóvenes para apoyarles en su recorrido de maternidad. Junto con dos educadoras, compartieron un espacio semanal de encuentro, que permitía realizar talleres juntas mientras de forma espontánea se iban afrontando las dificultades con las que se encontraban. Las actividades dirigidas a los más pequeños del CEPI y a sus familias, han ido dando cada mayor protagonismo a las madres y padres en la educación de sus hijos. En este último tiempo hemos apoyado a los padres para que sean ellos los que se coordinen con los colegios e institutos de sus hijos, pidiendo tutorías y conociendo a los tutores de sus hijos. De esta forma, el colegio va conociendo a la familia para tener una visión más global del propio alumno y madres y padres cogen las riendas de la educación, responsabilizándose y apoyando a sus hijos en las dificultades académicas que tienen. Primero, siendo conscientes de que existen las dificultades de aprendizaje y es probable que a su hijo, en concreto, sea eso lo que le está pasando en el cole. Cuando los padres ven que las notas escolares que llegan a casa no son tan buenas como las que esperaban o, incluso, son malas, no siempre se piensa que se debe a una dificultad que está teniendo el niño o la niña con el aprendizaje, sino a que no quiere estudiar como si el resultado académico únicamente fuera producto de la desmotivación. Cuando en la familia se es consciente que no se trata de que no quiera el niño, sino de que necesita ayuda, este tema se maneja de forma distinta y se buscan apoyos que puedan ayudar en el estudio a los hijos. Gracias a las coordinación con los 10 colegios a los que asistían los 20 niños que estaban acudiendo a la actividad de Apoyo Escolar, tanto con tutores como con el equipo de orientación (orientadores, trabajadores sociales y profesores terapéuticos) y la implicación de la familia en estas coordinaciones, hemos visto como el rendimiento y el desarrollo académico mejora, pero también la satisfacción del niño y de la familia con el propio centro educativo, que ven cómo trabajan juntos por el desarrollo del pequeño. Así mismo, el colegio en boca de tutores y orientadores-, se ve apoyado en su labor educativa, al ver que tanto la familia como otros recursos están apoyando el desarrollo del menor.
LA FAMIGLIA, PARTE ESSENZIALE NELL EDUCAZIONE María Podereux (Madrid) Quale tipo di sfida esperimentiamo nel lavoro di aiuto e accompagnamento ai ragazzi con disagg nella scuola. Perche l educazione ha una natura di rischio, insisto, mi sembra che il lavoro dell educatore sia occuparsi della santità dopo è chiaro che guardo i miei propri figli, i miei alunni, ai figli degli amici - ma devo aver avuto l esperienza di una domanda terrificante, di una sfida su di sè. Non dico che è facile lo ho detto prima, educare non è facilee -, ma semplice, si. Se è una testimonianza è semplice. Dio continua a fidarsi di noi, ci da ancora dei figli e ci lascia educargli, perchè ci chiede, per essere dei bravi genitori, soltanto una lealtà con noi stessi e con le cose. Qua la libertà è una cosa seria. (Franco Nembrini) LA FAMIGLIA, PILASTRO DELL EDUCACIONE DEI FIGLI Nel febbraio di, il Centro HISPANO-DOMINICANO apre le porte al pubblico. È un centro della Comunidad de Madrid, gestito da Cesal, ONG di Cooperazione allo sviluppo, che da 25 anni lavora in America Latina, particularmente. Con l apertura del Centro Cesal comincia la prima opera sociale nella Comunidad de Madrid. Il Centro HISPANO-DOMINICANO è un CEPI, Centro di Partecipazione e Integrazione d immigrazione. Ad oggi, dopod diversi cambiamente, ci sono 14 CEPI in tutta la Comunidad de Madrid, dei quali ognuno porta un cognome diverso, faccendo riferimento a uno Stato. In questo Centro non solo si accudiscono persone domenicani o spagnole, ma di tutte le nazionalità. Il nostro lavoro è indirizzato sia a adulti, giovani e bambini, con una attenzione individualizzata (consulenza giuridica, psicologica, lavorativa e sociale), corsi di formazione e reinserimento lavorativo. Con i ragazzi e bambini, il lavoro che più facciamo é l aiuto allo Studio, che facciamo durante l anno scolastico due giorni alla settimana, due ore ogni giorno, e il Centro Estivo nella città durante l estate, ci sono anche altre attività sporadiche aiutati dai volontari di CESAL. Fin dall inizio cominciamo col aiuto allo studio per i bambini, aiutando nei loro compiti, dopo abbiamo avuto diversi segni, che ci hanno permesso avere una visione più ampia della realtá. All inizio dell anno 2006/2007, cominciarono ad arrivare i ragazzi con i loro amici di cui non conoscevamo neanche i loro genitori. Loro entravano nel Centro perchè passavano davanti alla porte dopo il retorno dalla scuola. Dicemmo che potevano venire i pomeriggi per fare i compiti, cominciarono a farlo con frequenza. Loro trovarono un posto dove poter essere accompagnati durante i pomeriggi. Uno di noi veniva il pomeriggio per fare i compiti con loro e fare merenda. Non c era una struttura, ma rispondendo alle necesita che c era nei ragazzi, cominciamo a dare una forma. La prima domanda che gli facevamo era: i vostri genitori, sanno che venite? Lavorano intanto che voi siete qua? Dimmo a ciascuno un iscrizione da portare indietro con la firma dai loro genitorio, volevamo conoscerli e fu così come, dopo, avevamo tutti i dati delle famiglie e finalmente conoscemmo alcuni loro genitori. Con alcune delle famiglie si cominciò un rapporto. Alcuni bambini che partecipavano al CEPI, erano mandati del programma Familiare dei Servizi Sociali, i quali valutavano come alcuni genitori curavano i loro figli. I servizi sociali del quartiere ci hanno chiesto aiuto per capire le risorse delle famiglie per l educazione dei loro figli, si capiva che tutte lavoravano peri l benessere della famiglia e in particolare per i ragazzi, ma i professionisti che li accompagnavano non sapevano cosa piaceva ai ragazzi, che musica piaceva di più, le loro preoccupazioni nella scuola, i rapporti nella loro casa...
In fine, i servizi sociali parlavano con loro ma non li conoscevano. Loro da noi venivano liberamente, e attraverso un rapporto che cominciava ci raccontavano i loro sentimenti, le loro difficoltà, poco a poco si confidavano i piccoli e grandi problemi. Avevamo cominciato a fare dei passi importanti nel quartiere di Tetuán, ci avevano conosciuto le entità che lavorano con i ragazzi in quella zona. Quando avevno delle reunioni per prendere delle decisión su qualche ragazzo e non trovavano i genitori, ci chiamavano. La cosa più Belle è che i ragazzi venivano al CEPI non perchè dovevano rendere conto ai servizi sociali, ma perchè volevano, non erano obbligati da nessuno. Non controlati, c era il rischio che qualche ragazzo non tornasse quando venivano ripresi per fare qualcosa di male. Lui stesso si giochava, scomparire o meno dipendeva da lui. Giocare la loro libertá è la difficoltà più grande, devi lasciar a loro la posibilita di sbagliare e imparino o dirgli quello che devono fare. Attreverso un rapporto con loro, sfidavamo fino in fono per arrivare alle loro domande, ai loro interessi. Con i ragazzi cominicamo un bel rapporto attraverso le squadre di calcio, pallacanestro e beisbol. Con i bambini si cominciò un approfondimento nel rapporto con le loro famiglie, avevamo visto il bisogno di camminare insieme nell educazione dei loro figli. Nacque così, in 2008, l iniziativa Mañanas Creativas (mattinate creative) in cui le famiglie volontarie venivano un sabato al mese, insieme ai loro figli, per fare dei laboratorio insieme. Il fine ultimo delle Mattinate Creative era un contatto con el famiglie autoctone e immigranti per condividere del tempo insieme, godenci le attività fatte per i più piccoli. Ma questo non si raggiunse, soltanto venivano i nostri ragazzi del CEPI e tutte le famiglie voluntarie ma non i genitori dei ragazzi. La convivenza tra le famiglie con questa iniziativa non funzionava. I bambini erano molto contenti di poter fare delle manualità e altre attività con altri bambini, ma i loro genitorio non venivano o per lavoro o per fare le cose che si lasciavano indietro da tutta la settimana. Nei nostri tentivi per avere un rapporto con i genitori dei nostri bambini si facevano diverse reunioni con i genitori, insieme alla colazione o delle merende, per parlare delle preoccupazioni per l educazione dei bambini. Fu un aiuto per noi identificare le facce con i nomi dei genitorio, e conoscere le situazione che le famiglie viveno. Tutto prendeva una forma, venimmo a sapere di D, era appena arriva dalla RD, aveva 8 anni e cominciava a leggere. Nel suo paese non erano andato mai a scuola, lo curava sua nonna ammalata. Avevamo anche molti datti in più quando M., 13 anni, diceva che contava con le dita dei piedi quando a scuola il professore lo interrogava, così non veniva ripreso. Certo, come poteva imparare a multiplicare se non conosceva il concetto di numero e doveva cercare un trucco così spiritoso!! Questo non lo aveva mai raccontato ne a casa ne alla scuola, non fosse che non potesse farlo mai piú... Il rapporto con le famiglie è cresciuto, così come anche la fiducia. Erano loro che ci cercavano per raccontarci le loro difficoltà e non noi a perseguitarli per sapere dei loro figli. Durante l anno 2009/10 potemmo mettere in moto la Scuola di Famiglia in collaborazione con l Associazione Quisqueya. Nacque per poter creare una rete di famiglie che potessero darsi appgogio le una alle altre. Fu un posto dove trovarsi con libertà e dove parlare sull educazione dei loro figli. Nel 2010/11, il proggetto Scuola di Famiglie diede spazio alle ragazze madre per offrire un appoggio nella loro maternità. Insieme a due educatrici, condividevano un momento d incontro settimanale in cui si potevano fare dei laboratorio intanto che parlava spontaneamente delle difficoltà con cui si trovavano.
Le attività per i più piccoli del CEPI e le loro famiglie, danno sempre di più protagonismo ai genitorio. Negli ultimi tempi abbiamo appoggiato ai genitorio perche siano loro a coordinare con le scuole dei loro figli, chiedendo tutoraggio per seguire i loro figli e conoscere i loro tutor. Così, da una parte la scuola conosce le famiglie per poter avere una visione più globale del proprio alunno e dell altra i genitori si prendono cura dall educazione dei loro figli arrivando alla consapevolezza che ci sono delle difficoltà nell apprendimento e potrebbe essere il caso del loro figlio. Quando i genitori vedono che i voti non sono come loro aspettavano non si pensa, normalmente, che il bambino ha una difficoltà di apprendimento, si pensa subito che deve studiare di più. La famiglia consciente di questo problema cerca l appoggio di altri che possano aiutare i loro figli nello studio. Collaborando con le 10 scuole a cui appartevano i 20 bambini, siano i tutor e tutto l equip di professionisti insieme alle famiglie, abbiamo visto un miglioramento academico, la soddisfazione di bambini e famiglia con la propria scuola è cresciuto, vedono come lavorando insieme il piccolo sviluppa di più. Allo stesso modo, la scuola si vede col appoggio della famiglia nella lavore educativa.