Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-184/16) Sra. Presidenta de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación Lic. Marta Gabriela Michetti Su despacho.- Buenos Aires, 02 de Marzo de 2016. De mi mayor consideración: Me dirijo a usted a efectos de solicitarle tenga a bien arbitrar los medios pertinentes para la reproducción del expediente S-118/14, proyecto de Ley creando el Programa Nacional de Cultura, Turismo y Desarrollo Sustentable. Se acompaña copia del proyecto original. Sin otro particular, y a la espera de una respuesta favorable, la saludo con mi más distinguida consideración. Liliana B. Fellner PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados, ARTÍCULO 1º.- Creación. Créase en el ámbito de la Secretaría de Cultura de la Nación el Programa Nacional de Cultura, Turismo y Desarrollo Sustentable. ARTÍCULO 2º.- Objeto General. El Programa creado por la presente ley tiene por objeto promover el desarrollo sustentable del turismo en su relación sinérgica con la cultura, dotando de capacidades a las comunidades y autoridades locales para el adecuado manejo de los recursos turísticos-culturales. ARTÍCULO 3º.- Objetivos específicos. Son objetivos del Programa creado por la presente ley: a) Promover la actuación coordinada de los organismos nacionales con competencia en patrimonio cultural y natural y turismo; b) Propiciar el trabajo articulado con organismos de cooperación internacional;
c) Determinar los destinos de turismo cultural actuales; d) Impulsar la detección y promoción de itinerarios culturales, con miras a su inclusión en modelos de desarrollo sustentable; e) Promover el reconocimiento de destinos turísticos desde su vertiente cultural; f) Promover la formación y capacitación de recursos humanos involucrados en iniciativas de cultura, turismo y desarrollo sustentable; g) Propiciar la participación de las comunidades locales en el diseño y desarrollo de la actividad turística; h) Fortalecer la integración regional a partir de iniciativas conjuntas a nivel local, provincial y nacional; i) Diseñar un Plan Estratégico Participativo de Cultura, Turismo y Desarrollo Sustentable; j) Promover acciones para el resguardo de los recursos patrimoniales tangibles e intangibles, en el marco del turismo cultural. ARTÍCULO 4º.- Creación. Objeto. Créase en el ámbito de la Secretaría de Cultura de la Nación, la Coordinación Nacional de Cultura y Turismo con el objeto de: a) Diseñar y ejecutar políticas públicas activas de turismo cultural para el desarrollo local sustentable en un marco de inclusión social; b) Armonizar las relaciones entre los recursos patrimoniales culturales y naturales y la actividad turística; c) Vincular el crecimiento del turismo con acciones que garanticen la protección del patrimonio cultural tangible e intangible; d) Promover acciones de educación y concientización de los turistas a fin de reducir al mínimo los impactos perjudiciales de su actividad sobre los recursos patrimoniales culturales y naturales; e) Crear espacios de integración y cooperación con el fin de que las actividades relativas a la cultura y al turismo, fortalezcan los procesos de desarrollo sustentable en el territorio nacional; f) Orientar la acción institucional hacia la expansión y el crecimiento del turismo cultural sustentable en un marco de procesos de desarrollo, bienestar e inclusión social para toda la población;
g) Promover el respeto por la diversidad e identidad cultural, asegurando mecanismos de participación y cooperación de las comunidades indígenas y locales. ARTÍCULO 5º.- Integración. La Coordinación Nacional de Cultura y Turismo estará integrada por funcionarios de la Secretaría de Cultura de la Nación y del Ministerio de Turismo de la Nación, que desempeñarán sus tareas en forma ad honorem y cuyo número y jerarquía funcional será determinado por la reglamentación de la presente ley. ARTÍCULO 6º.- Funciones. La Coordinación Nacional de Cultura y Turismo tiene a su cargo la ejecución del Programa creado por el artículo primero de la presente ley, como así también las siguientes funciones de carácter permanente: a) Propiciar la convergencia entre el sector público y privado para un adecuado uso y disfrute del patrimonio cultural y natural; b) Favorecer las sinergias entre los sectores de la cultura y el turismo; c) Promover una interacción equilibrada de los recursos culturales y turísticos; d) Contribuir y asesorar en la formulación de políticas de turismo con vistas a la conservación, protección y manejo sustentable del patrimonio cultural y natural; e) Proponer instrumentos normativos que faciliten la interacción de los actores del sector público y privado en el ámbito de la cultura y el turismo; f) Establecer vínculos, asistencia técnica y participación con instituciones educativas y culturales, con los diferentes niveles de gobierno y con las comunidades aborígenes; g) Recomendar la adopción de prácticas de desarrollo turístico sustentable, y especialmente la evaluación de impacto ambiental y cultural de las actividades turísticas sobre las comunidades; h) Evaluar y propiciar medidas de recomposición en los casos que el turismo haya causado efectos perjudiciales sobre el patrimonio cultural y natural; i) Apoyar y estimular la organización de cursos, seminarios, conferencias para la formación y capacitación de profesionales y técnicos en turismo cultural;
j) Elaborar su reglamento. ARTÍCULO 7º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Liliana B. Fellner.- Sr. Presidente: FUNDAMENTOS La estrecha relación entre los ámbitos de la cultura, el turismo y el desarrollo, implica, en el marco de las políticas públicas implementadas por el Estado, la promoción e implementación de distintos tipos de acciones destinadas a favorecer procesos de articulación y coordinación entre todos los actores intervinientes, a garantizar la participación directa y eficaz de las comunidades locales y sus gobiernos, a promover el diálogo intercultural y coadyuvar a la creación de condiciones para un desarrollo sustentable. La presente iniciativa surge a partir de considerar que el desarrollo del turismo cultural en Argentina impone la necesidad de un sistema de planificación y gestión integrado y participativo, y la articulación de un programa de corresponsabilidad que lo haga posible. La propuesta tiene como aspecto central considerar la dimensión turístico-cultural como eje de los procesos de desarrollo sustentable de localidades, territorios y regiones, tanto desde el punto de vista humano, como del económico, político y social; y se propone dotar desde el Estado Nacional a las comunidades y gobiernos locales de capacidades para abordar el fenómeno del desarrollo sustentable, en sinergia con la cultura de sus pueblos y el despliegue de sus actividades turísticas. El turismo cultural se asume como objetivo fundamental del desarrollo de las comunidades y potencial fuente de beneficios económicos para los actores locales, regionales y nacionales. El turismo constituye, en sinergia con la cultura, un medio para materializar y rentabilizar los activos culturales. De esta manera colabora con la conservación y la renovación del patrimonio y coadyuva a la transformación social, consolidando el desarrollo de las comunidades. El auge del turismo cultural de los últimos años está estrechamente vinculado a la reflexión sobre un modelo de desarrollo humano integral y sustentable. La valoración de la cultura en el contexto de las políticas turísticas modifica el supuesto del valor estratégico del turismo como simple generador de ingresos, para redefinirlo como un elemento promotor de desarrollo sustentable. De esta manera, la vinculación entre cultura y turismo impulsa procesos de desarrollo económico y
social, e integración regional que apuntan, entre otros, a la inclusión social, a la generación de empleo, al afianzamiento de las comunidades y a la preservación del medio ambiente. Al mismo tiempo, el turismo cultural contribuye a difundir, promover y afianzar valores, historia, identidad y respeto por los pueblos y por sus recursos tanto culturales como naturales. En este sentido, el turismo es un valor para la cultura, tanto como la cultura, un recurso estratégico para el turismo, siendo el turismo cultural un motor del desarrollo económico y social sustentable, ya que induce a las comunidades a una participación proactiva que lleva a analizar y reafirmar sus raíces, su historia y su evolución al fortalecer la memoria colectiva, fomentar la creatividad y la imaginación, y crear circunstancias económicas favorables que permitan conservar el patrimonio cultural y el natural. El cambio hacia un paradigma de desarrollo sustentable que satisfaga las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras debe ser abordado desde un enfoque que aporte al desarrollo responsable de actividades rentables como es, por ejemplo, el turismo. El turismo basado en los recursos naturales y culturales es una actividad que, bien planificada y gestionada puede ser un factor decisivo de progreso tanto para las comunidades locales como para los actores que directa o indirectamente participan en él, ya que se llevan a cabo una serie de emprendimientos que perfeccionan y amplían los servicios y se potencian una serie de actividades relacionadas con la creación, con un fuerte contenido identitario. Los destinos, los servicios, los entornos naturales, la riqueza patrimonial, las manifestaciones de las culturas populares, las formas de convivencia no son solo objetos de consumo turístico sino los aportes particulares con los que a través del transcurso de su historia los pueblos se han identificado. La sinergia es la acción que resulta de aunar esfuerzos y cuyo efecto es superior a la suma de los esfuerzos individuales. Esos efectos, esos beneficios, deben trasladarse no sólo al turista que lo aprovecha desde el punto de vista personal, sino también a la comunidad, a la sociedad que lo recibe. Lograr la sinergia no es fácil. Por eso debemos esforzarnos por lograr una verdadera comunión entre cultura y turismo, es decir, que no responda solo a la coyuntura sino que se transforme en una forma espontánea y permanente de trabajar. Lógicamente que esto tiene que provenir de una fuerte acción del Estado, es decir, de políticas públicas que aseguren gobernabilidad y por consiguiente el fortalecimiento de las instituciones.
Todos sabemos perfectamente, sobre todo quienes habitamos el norte de este hermoso país, que los recursos culturales que tenemos son exquisitos y frágiles. Recursos culturales que podemos trabajar perfectamente desde la gestión cultural para tener un buen producto cultural. Ahora bien, la oferta cultural puede convertirse en recurso del turismo, es decir, a través de la gestión turística se transforma en producto turístico y por promoción y comercialización en consumo turístico. Este debiera ser el proceso correcto, el camino indicado sobre el cual conducirnos. Sin embargo se observa con frecuencia cómo un recurso cultural se transforma sin más en una oferta turística y de allí en consumo turístico, con el gravísimo riesgo de deterioro y banalización que ello implica para el mismo. Es allí cuando sobrevienen los problemas que tenemos en muchos destinos. Todo pueblo por pequeño que sea tiene su patrimonio. Ese patrimonio le pertenece, debe hacerlo suyo y decidir cómo quiere incorporarlo a las dinámicas económicas. El considerar al patrimonio como un altar de la memoria es definitivamente matarlo, condenándolo al lugar de los muertos. El patrimonio debe ser un activo de la memoria y no un pasivo de la nostalgia. La comunidad debe apropiarse de ese activo incorporarlo a sus necesidades. La comunidad debe usarlo en su propio beneficio y entre esos usos se encuentra el turismo. De esta forma el patrimonio pasa a ser un recurso apto para convertirse en un producto capaz de generar riquezas y empleo. Dentro de esta concepción el turismo pasa a ser una actividad sustentable, una herramienta para motorizar el desarrollo sustentable de las comunidades. De ese modo, la actividad turística debe desarrollarse equilibradamente entre la conservación del patrimonio y la explotación eficaz del mismo. En el año 1995 como resultado de la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible surgió el concepto de turismo responsable; entre sus principales objetivos surgen la protección del medio ambiente, el respeto a la diversidad cultural y el desarrollo social equitativo de las comunidades. Este concepto no intenta poner frenos al turismo, sino promover acciones que lleven a conservar el medio ambiente a largo plazo, distribuir de manera equitativa el beneficio económico que genera la actividad entre las comunidades involucradas y generar respeto hacia las diversas manifestaciones culturales. Todo ello, buscando que la actividad turística se traduzca en una mejor calidad de vida para la población. Por último, Sr. Presidente, quiero concluir esta exposición de motivos reiterando y resaltando la conveniencia de trabajar sobre iniciativas que favorezcan la relación y articulación entre los ámbitos de la cultura
y del turismo en un marco de procesos de desarrollo, bienestar e inclusión social, para tratar de revertir la frágil comunicación que existe entre los sectores, toda vez que ambos se necesitan cada vez más para su supervivencia. Por los argumentos expuestos solicito a mis pares que me acompañen con su voto afirmativo en la aprobación del presente proyecto. Liliana B. Fellner.-