año de la fe CON LA PRESENCIA DE DIEZ IMÁGENES CORONADAS DE LA VIRGEN MARÍA Acto de proclamación de la fe: «Creer en y con la Iglesia»

Fiesta diocesana de las Familias y primer anuncio de Jesucristo en la parroquia de Illescas página 9 Segunda muestra de dulces elaborados en los conventos de clausura página 10 Donativo: 0,30 euros. AÑO XXXI. NÚMERO 1.273 29/30 de junio de 2013 año de la fe CON LA PRESENCIA DE DIEZ IMÁGENES CORONADAS DE LA VIRGEN MARÍA Acto de proclamación de la fe: «Creer en y con la Iglesia» En la solemnidad de san Pedro y san Pablo y en el contexto del Año de la Fe, estamos todos convocados a participar en el Acto de proclamación de la fe que el Sr. Arzobispo presidirá en la Catedral Primada. Don Braulio recuerda en este día que «creer en la Iglesia y con la Iglesia no es algo que sea optativo para un católico. Es una necesidad, una lógica consecuencia de haber escuchado a Cristo y haberse encontrado con Él» En su escrito semanal, que en este número publicamos en las páginas centrales, el Sr. Arzobispo recuerda que «los cristianos la convicción de que en la Iglesia nadie puede remplazar a los Doce como fundadores de la Iglesia; así también comprendemos que los obispos son ahora sus sucesores en la función permanente de anunciar el misterio y de realizar su celebración sacramental, sin la que la Iglesia cesaría de existir tal como Cristo la ha querido y la ha establecido. Y entendemos además que el Obispo de Roma, desde los primeros tiempos, se ha comportado como sucesor particular de san Pedro, en su función de asegurar la unidad del colegio apostólico y de la misma Iglesia». Encuentro Mariano La celebración dará comienzo a las 12 de la mañana de este sábado, en la Catedral Primada. En ella como ya hemos informado en números anteriores estarán presentes diez imágenes coronadas de la Virgen María, procedentes de Toledo, Talavera de la Reina, Illescas, Ocaña, Santa Olalla, Villanueva de Alcardete, Corral de Almaguer y Mora. El Sr. Arzobispo presidirá la Santa Misa de la solemnidad de san Pedro y san Pablo en el venerable rito hispanomozárabe. PÁGINAS 6-7 El Sr. Arzobispo entregó el Papa Francisco un ejemplar de la edición del Calendario del Rito Hispano-Mozárabe.

2 PALABRA DEL SEÑOR DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO PRIMERA LECTURA: 1 Reyes 19,16b.19-21 En aquellos días, el Señor dijo a Elías: «Unge como profeta sucesor a Eliseo, hijo de Safat, natural de Abel-Mejolá». Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando, con doce yuntas en fila y él llevaba la última. Elías pasó a su lado y le echó encima su manto. Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: «Déjame decir adiós a mis padres; luego voy y te sigo». Elías contestó: «Ve y vuelve; quién te lo impide?» Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente. Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes. SALMO 15 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien». El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi cuerte está en tu mano. Bendeciré al Señor, que me aconseja; hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena, porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. SEGUNDA LECTURA: Gálatas 4,31-5.1.13-18 Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud. Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la ley se concentra en esta frase: «Amarás al prójimo como a ti mismo». Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente. Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne, pues la carne desea contra el espíritu, y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal, que no hacéis lo que quisierais. Pero, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley. EVANGELIO: Lucas 9,51-62 Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?» Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré a donde vayas». Jesús le respondió: «Las zorras tienen las madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza». A otro le dijo: «Sígueme». Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre». Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tu vete a anunciar el Reino de Dios». Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia». Jesús le contestó: «El que echa mano del arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios». PADRE NUESTRO / 29-30 DE JUNIO DE 2013 SIN CONDICIONES CLEOFÉ SÁNCHEZ MONTEALEGRE Seguir a Dios es andar por un camino trazado desde antiguo, recorrido por el Pueblo de Israel y ahora andado por Jesús con término en Jerusalén. Camino como símbolo de aceptaciones y de rechazos, de negativas y de afirmaciones. Camino que tiene dos orillas: la voluntad del Padre y la glorificación de su Hijo. Camino como romería pasando por el mundo peregrino. Para emprender el camino se precisa decisión de llegar al término y se deben tomar las precauciones precisas para evitar sorpresas. Jesús envió mensajeros por delante. Primer rechazo. En una parada intermedia se les niega la parada, ni que se hubieran enterado que años atrás se les había negado posada en Belén y tuvieron que recurrir a una cuadra. Los pretextos para no seguir a Jesús pueden tener calado diverso. La petulancia de sentirse dueños de tierras y haciendas; el desprecio a los forasteros como presuntos apoderadores de lo ajeno; el miedo a perder la tradición o al menos compartirla con los fatigados por el camino. La reacción es violencia en estado puro. Para esta reacción valían y cómo valían los hermanos Santiago y Juan. Nada menos que pedir fuego del cielo y acabar con ellos. La regañina de Jesús pone a todos en su sitio. Jesús no exige, sencillamente invita. Te seguiré adonde vayas. Era un maestro de la ley y compañero de viaje. Sus aspiraciones son crecientes, la ambición por un estado superior se le veía en la prontitud de la iniciativa. No había interiorizado que los primeros son los últimos en la mesa de Jesús. Como buen doctor de acepción de personas, pensaba para sus adentros que con decir Señor, Señor era entrada segura en el reino de Dios; sin embargo para seguir a Jesús primero hay que conocerlo y después confesarle la mentira, la falacia y la doblez del corazón. Jesús vio en este caminante madrigueras en su palabra y nidos en su interior. Sígueme. Mirando a sus acompañantes Jesús reparó en uno que seguía callado. Era buen hombre y merecía la invitación; pero su respuesta ajustada a la práctica se interpone a la llamada. Ha de honrarse al padre y a la madre a fin de ser feliz y vivir largos años sobre la tierra (Ef 6,2); pero ha de obedecerse a Dios. Jesús está llamando para obra más importante que la que el interpelado quiera hacer. Recuerda a la madre de los Macabeos: No temas al verdugo; mantente a la altura de tus hermanos y acepta la muerte. Así por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos (2 Mac 7,29). Destinado a ser evangelizador se quedó en enterrador. Te seguiré Señor, pero Las prioridades de la vida pueden encuadrarse en un círculo que domina y agujerea el corazón dejando al alma en indecisión. El temor ante la inseguridad, la inquietud segura de la familia, el agobio del abandono del hogar, las ataduras de la sangre, las propias ideas. Todo obliga a mirar por el retrovisor, el pasado; las vivencias hacen que los surcos se tuerzan porque nadie echa mano al arado para destrozar el labrantío. Las exigencias de Jesús son radicales sin nunca ser violentas, con mansedumbre de corazón, con apertura a los hermanos, con palabra cumplida desde la confianza de saber que Jesús camina dando la mano, de creer que Él nos ha elegido como su familia. «Demos nuestro todo, que es chico todo, por el gran todo, que es Dios» (san Juan de Ávila) LECTURAS DE LA SEMANA: Lunes 1: Génesis 18,16-23; Mateo 8,18-22. Martes 2: Génesis 19,15-29; Mateo 8, 23-27. Miércoles 3: Santo Tomás apóstol. Efesios 2,19-22; Juan 20,24-29. Jueves 4: Santa Isabel de Portugal. Génesis 22,1-19; Mateo 9,1-8 Viernes 5: San Antonio María Zaccaría. Génesis 22,1-4.19;24,1-8.62-67; Mateo 9,9-13. Sábado 6: Santa María Goretti. Génesis 27,1-5.15-29; Mateo 9 14-17. Misa vespertina del Domingo XIV del tiempo ordinario. n

TERCERA PÁGINA 3 CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA AÑO DE LA FE Unos 500 mártires del siglo XX en España serán beatificados en Tarragona el 13 de octubre Entre ellos la Comunidad Marista de Toledo y otros cuatro nacidos en la archidiócesis Unos 500 mártires del siglo XX en España serán beatificados en Tarragona el domingo 13 del próximo mes de octubre, a las 12 horas, en una Eucaristía que tendrá lugar en el Complejo Educativo de la ciudad tarraconense y que será presidida por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y representante del Papa Francisco para esta Beatificación. La Beatificación es una de las acciones principales para el Año de la Fe, prevista en el vigente Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE). La Asamblea Plenaria aprobó en noviembre de 2012 que esta celebración tuviera lugar en Tarragona y en abril de 2013 publicó un Mensaje, que incorpora en el título el lema de esta Beatificación («Los mártires del siglo XX en España, firmes y valientes testigos de la fe»). El Mensaje va encabezado por las palabras de Benedicto XVI en la Carta Apostólica «Porta fidei», donde recuerda que «por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio, que los había transformado y hecho capaces de llegar hasta el mayor don del amor, con el perdón de sus perseguidores». La Secretaría General de la CEE, a través de la Oficina para las Causas de los Santos, está dirigiendo los trabajos de organización, que ya se vienen realizando desde hace meses, en coordinación con la diócesis anfitriona. Los nuevos beatos Hasta el día de hoy, la Santa Sede ha aprobado el Decreto de martirio de 480 mártires, pertenecientes a 29 Causas. Se espera que en breve se publiquen los Decretos de otras 4 causas, que sumarían algunas decenas de mártires más. Entre los 480 mencionados, hay 3 obispos, 79 sacerdotes diocesanos, 3 seminaristas, 391 consagrados y 4 laicos. Las causas fueron introducidas en las diócesis de Ávila, Barbastro, Barcelona, Bilbao, Cartagena, Ciudad Real, Córdoba, Cuenca, Jaén, Lérida, Madrid, Me- norca, Sigüenza-Guadalajara, Tarragona, Tortosa y Valencia. La Causa más numerosa es la de Tarragona, con 147 mártires, entre ellos el Obispo auxiliar, Manuel Borrás, y 66 sacerdotes diocesanos. En Tarragona se conserva la tradición de los primeros mártires hispanos. Allí, en el anfiteatro romano el año 259, dieron su vida por Cristo el obispo San Fructuoso y sus diáconos San Eulogio y San Augurio. San Agustín se refiere con admiración a su martirio. Archidiócesis de Toledo Por parte de la Archidiócesis de Toledo serán quince los mártires beatificados en Tarragona: 11 hermanos Maristas de la Comunidad de Toledo; el sacerdote diocesano José García Libran (Torrico); el operario diocesano Miguel Amaro (El Romeral); y dos hospitalarios: uno de Talavera y otro de Ocaña, cuyas Causas serán firmadas a primeros de julio. El obispo Manuel Borrás, auxiliar de la sede tarraconense, junto con varias decenas de sacerdotes de aquella diócesis, vuelven a hacer de ésta en el siglo XX una iglesia preclara por la sangre de sus mártires. Por estos motivos, la Conferencia Episcopal ha acogido la petición del Arzobispo de Tarragona de que la beatificación del numeroso grupo de mártires de toda España, prevista casi como conclusión del Año de la fe, se celebre en aquella ciudad. Los nuevos beatos vendrán a sumarse así a los 1.001 mártires del siglo XX en España que, hasta el momento, han sido beatificados. Once de ellos son ya santos: 9 hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle (ocho mártires en Turón, Asturias, durante la Revolución de octubre de 1934, y uno martirizado en Tarragona en 1937); el sacerdote pasionista Inocencio de la Inmaculada, mártir también en Turón (todos ellos fueron canonizados en Roma, en 1990) y el sacerdote diocesano Pedro Poveda Castroverde, martirizado en Madrid, en 1936, que fue canonizado por Juan Pablo II, en 2003, durante su quinta Visita apostólica a España. Programa de actos Desde el día 11 de octubre, la diócesis de Tarragona preparará diversos actos de acogida a los peregrinos y ofrecerá distintas rutas para recorrer el itinerario de los primeros cristianos. El acto central será la Beatificación del domingo 13, a las 12 horas. Además, el sábado 12, a las 19 horas, se celebrarán unas Vísperas Solemnes en la Catedral, y viernes 11 y sábado 12 tendrán lugar en el auditorio Tarraco Arena Plaza tres representaciones de la Pasión de San Fructuoso, a cargo del grupo de la Asociación Cultural de San Fructuoso. Televisión Española dará la señal institucional de la ceremonia de Beatificación, que será retransmitida en directo por La 2 de TVE. También podrá verse por 13 TV y por Canal Diocesano de TV y ser seguida en directo en la web de la beatificación (www.beatificacion2013. com). Las Vísperas Solemnes podrán seguirse en directo por 13 TV y por las citadas páginas web. 29-30 DE JUNIO DE 2013 / PADRE NUESTRO

4 COLABORACIONES CONCILIOS de la iglesia PISA José Carlos Vizuete A primeros de mayo de 1408, tras fracasar todos los intentos de solución, sólo queda la tercera vía, la del concilio. Los cardenales romanos, desilusionados con la actitud de Gregorio XII (el papa de Roma) le abandonan y se concentran en Pisa desde donde se ponen en contacto con Benedicto XIII (el papa de Avignon). Convencidos todos de que ya sólo de un concilio se podía esperar la solución del cisma y de que éste no podía ser convocado legítimamente más que por el Papa, los dos pontífices lo hicieron en sus respectivas obediencias. Benedicto XIII abrió el suyo el 1 de noviembre de 1408 en Perpiñán, en la corona de Aragón, donde se había instalado tras la perder el apoyo de Francia. Gregorio XII, abandonado por casi todos y refugiado en Rímini, inauguró el suyo en Cividale, cerca de Venecia, el 6 de junio de 1409. Los cardenales reunidos en Pisa se enfrentan al problema de la legítima convocatoria del concilio que quieren celebrar, pues ninguno de los dos papas lo hará. La solución fue proporcionada por el maestro de la universidad de París Simond de Cramaud: en caso de cisma, agotadas todas las vías para resolverlo, sería lícito realizar una sustracción general de la obediencia, de forma que se produce una vacante absoluta en la Iglesia. Cubrir esta vacante es tarea del concilio, que en ausencia del Papa debería ser convocado por la autoridad adecuada, y ésta no podía ser otra que el Colegio cardenalicio. El 25 de marzo de 1409 se inauguró el concilio de Pisa con la asistencia de 19 cardenales (12 romanos y 7 aviñoneses), unos 80 obispos y otros tantos abades. No era una asamblea deliberativa, sino un tribunal que juzgaba a los dos papas que fueron depuestos. El siguiente paso era la elección de un nuevo Papa de toda la Iglesia universal. El 26 de junio los cardenales presentes, por votación unánime, eligieron a Alejandro V. El 7 de agosto se clausura el concilio, tras el cual el cisma se ha agravado: la Iglesia tiene ahora tres papas EL REGALO DE PEDRO A LA IGLESIA José Díaz Rincón En la solemnidad de San Pedro y San Pablo celebramos en la Iglesia el «Día del Papa». Estos dos apóstoles son las dos columnas más importantes de la misma: Pedro, el Papa, el que nos preside en la fe y en la caridad, el vínculo de la unidad; Pablo, el incansable evangelizador y prototipo de apóstol. Pedro es el gran modelo de redimido, de hombre apasionado, de pastor. Es un gran pecador, como él mismo se reconoce. En la misma Pasión del Señor pecó sacrílega, cobarde y miserablemente, al igual que Judas. Sacrílego, porque «él se puso a echar maldiciones y a jurar diciendo no conocer a Jesús» (Mc 14,71). Cobarde, porque no eran las autoridades de los tres poderes que juzgaban a Jesús (religioso, político y militar) las que le interrogaban, sino unas criadas que le reconocieron como uno de los del grupo del Nazareno cuando se calentaba en el brasero. Miserable, ya que habiendo recibido de Jesús la mayor confianza, favores y predilección Jesús mismo le había cambiado el nombre y elegido «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,18) él se comportó de manera ruin y miserable. Hombre como nosotros Pedro, de inmediato oyó cantar al gallo, tal como le había prevenido Jesús, y cayó en la cuenta de su triple negación «salió fuera del patio de la casa de Caifás y, arrepentido, lloró amargamente» (Mt 26,75). La tradición, que también es fuente de revelación, asegura que lloró mucho su pecado y se le hicieron surcos en sus mejillas. El Greco llegó a captar como nadie este hecho en su obra «Las lágrimas de San Pedro», que todos podemos visitar en la Catedral de Toledo. Los textos del Evangelio, las Cartas y los Hechos de los Apóstoles destacan su fe, la generosidad, la gratitud y el inmenso amor con los que Pedro responde a Jesús. Por eso, después de resucitar, el Señor le examina en el amor, del mismo modo que lo seremos nosotros en el juicio del Cielo. Le pregunta por tres veces si le ama y, ante su afirmación, le reitera la misión de pastorear y apacentar a su rebaño, que es la Iglesia universal. Así nos deja este grandioso regalo de un hombre como nosotros, entresacado y escogido de los mismos hombres, en el que deposita su confianza plena, su gracia, su autoridad, su doctrina y su luz para que pilote otra nave, que no era la de Pedro sino la de Jesús: la Iglesia en el mundo. En cada momento histórico Dios pone en su Iglesia al Papa o Pastor que necesita. Ahora nos acaba de dar al Papa Francisco, hombre con mucha fe, coraje apostólico, humildad, sencillez y con un testimonio de vida que hace a Dios presente entre nosotros con hechos y palabras (eso es el testimonio). Con olor a humanidad En sus últimas intervenciones, una serie de palabras y conceptos luminosos aparecen por doquier. Las claves de la fe, de la esperanza y caridad, que son el trípode de la vida cristiana, son constantes en su magisterio. Nos insiste en la oración, en la misericordia y en el perdón. Nos evidencia la Cruz, la ternura, la pascua, la paciencia, la humildad y sencillez. Nos repite que hay que buscar a las ovejas perdidas, que hay que ir a las periferias, oler a oveja por la cercanía a todos, ser instrumentos de paz y de amor, con una entrega sin límites a Dios y a los hombres por Él A los seglares nos dice con acierto: «Sed cristianos con olor a humanidad» porque nuestro principal compromiso, como tales, es hacer presente a Jesucristo y su Evangelio en el mundo. Y es que la Iglesia la instituyó el Señor no para sí mismo, sino para los demás. «Id al mundo entero para hacer discípulos míos», diciendo a todos los hombres que Dios nos ama, que Jesucristo ha venido por nosotros y que Él es «el Camino, la Verdad y la Vida». PADRE NUESTRO / 29-30 DE JUNIO DE 2013

50 años del Vaticano II: GRANDES TEÓLOGOS CONCILIARES ACTUALIDAD IGLESIA EN ESPAÑA 5 Henri de Lubac S.J. (2) Juan Carlos Mateos González Durante la primera sesión del Concilio (otoño del 62), sobre todo en los momentos en que se debate en el Aula el esquema sobre la Iglesia Lumen gentium (LG), aparece mencionado varias veces el nombre de De Lubac. Los padres conciliares acuden a su Meditación sobre la Iglesia, y muchas de sus afirmaciones eclesiológicas entrarán a formar parte de los textos de la constitución LG. El teólogo francés había hablado del «misterio de la Iglesia» (caps. I y II de su libro), que será el mismo título que aparezca después en la LG (cap. I); nuestro teólogo se había referido a «la Iglesia como sacramento de Jesucristo» (cap. VI) y la LG (cap. I) afirma que Jesucristo, en cuanto hombre, es para nosotros «sacramento de Dios»; De Lubac había explicado la teología de María como «typus Ecclesiae» (cap. IX) y ese mismo enfoque lo adopta la LG (cap. VIII). La teología de la Iglesia, propuesta por el Vaticano II, incorpora la eclesiología de los Santos Padres: Ireneo, Cipriano, Agustín, Ambrosio, Gregorio Magno. Y las dos grandes orientaciones de la eclesiología patrística: a) el misterio de la Iglesia hunde sus raíces en la Trinidad y b) la Iglesia está indisolublemente unida al misterio de Cristo, tienen también cabida en la LG. Todos estos aspectos eclesiológicos, ya están ampliamente explicados en Meditación sobre la Iglesia (1953), obra muy familiar a los padres conciliares que, desde el principio, encontraron en ella una fuente de inspiración teológica, constantemente citada en el Aula. Se trata de una meditación sobre la Iglesia; no meditaciones. Tras el Concilio, estos aspectos eclesiológicos los desarrollará más ampliamente en Paradoja y misterio de la Iglesia (1967). El padre De Lubac, en cada una de las conferencias que pronunció durante el Concilio, mostró siempre la íntima relación entre Cristo y la Iglesia, y lo hizo apoyándose en las palabras de Pablo VI, cuando comparó a su predecesor, Honorio III, que aparece postrado a los pies de Cristo en el ábside de la basílica de San Pablo extramuros, con la Iglesia. Ésta, igualmente, también ha de permanecer postrada a los pies de Cristo. Cristología y Eclesiología no se pueden entender separadas. La razón de ser de la Iglesia se encuentra en Cristo. La Iglesia es sacramento de Jesucristo. Su mayor pecado es eclipsar a Cristo, ocupándose solamente de sí misma. Recogemos un texto de De Lubac que, por estar escrito en primera persona, viene a ser autobiográfico: «Por lo que a mí hace, me atrevo a decir que si la Iglesia no fuera lo que pretende ser, si ella no viviera esencialmente de su fe en Jesucristo, de aquella fe que el apóstol Pedro proclamó en el camino de Cesarea, no esperaría a que me decepcionara en sus logros humanos para separarme de ella... Si Jesucristo no constituye su riqueza, la Iglesia es miserable. Si el Espíritu de Jesucristo no florece en ella, la Iglesia es estéril. Su edificio amenaza ruina, si no es Jesucristo su arquitecto y si el Espíritu Santo no es el cimiento de las piedras vivas con que está construida... Toda su doctrina es mentira, si no anuncia la Verdad que es Jesucristo. Toda su gloria es vana, si no la funda en la humanidad de Jesucristo. Su mismo nombre nos resulta extraño, si no evoca inmediatamente en nosotros el único Nombre que les ha sido dado a los hombres para que alcancen su salud. La Iglesia no significa nada para nosotros si no es el sacramento, el signo eficaz de Jesucristo» (Meditación sobre la Iglesia, 174-176). En la LG aparecen muchas de las intuiciones eclesiológicas que ya había desarrollado el teólogo De Lubac. Y en la actualidad, también sus obras siguen siendo fuente inagotable. El mismo cardenal Bergoglio, actual Papa Francisco, en el discurso que pronunció en las Congregaciones generales previas al Cónclave y que tituló «La dulce y confortadora alegría de evangelizar», afirma que «la Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el mysterium lunae y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual que, según De Lubac, es el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia». Pero, como dice nuestro teólogo: «Jamás un texto, sea o no conciliar, agotará la idea de Iglesia, tal como la vive, con mayor o menor profundidad, la Tradición cristiana desde sus orígenes». n 29-30 DE JUNIO DE 2013 / PADRE NUESTRO

6/7 IGLESIA EN EL MUNDO SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO SR. ARZOBISPO ESCRITO SEMANAL CREER EN Y CON LA IGLESIA Al elegir a los Doce, para introducirlos en una comunión de vida consigo y hacerles participes de su misión de anunciar el Reino con palabras y obras, Jesús quiere manifestar que ha llegado el tiempo definitivo en el que se constituye de nuevo el pueblo de Dios, el pueblo de las doce Tribus, que se transforman ahora en el pueblo universal, su Iglesia. PADRE NUESTRO / 29-30 DE JUNIO DE 2013 No acabamos los católicos de entender bien la Iglesia. Sería preciso leer con cariño los números 751-757 del Catecismo de la Iglesia Católica para ver cómo hablan acerca de ella. En cualquier caso, nosotros no creemos en la Iglesia del mismo modo que creemos en el Dios Trino y Uno. Es verdad, y conviene por ello citar un texto luminoso: «Cristo es la luz de los pueblos. Por eso, este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia, anunciando el Evangelio a todos las criaturas» (LG 1). Quiero decir que creer en la Iglesia depende enteramente para los católicos de los artículos que en el Credo se refieren a Cristo Jesús, pues la Iglesia no tiene otra luz que la de Cristo: ella es comparable a la luz de la luna cuya luz es reflejo del sol; igualmente lo que creemos de la Iglesia depende enteramente de lo que creemos respecto al Espíritu Santo. Para nosotros, pues, creer en Dios es inseparablemente creer en Aquel que Él ha enviado, «su Hijo Amado». Dios nos ha dicho que escuchemos a su Hijo. Tampoco se puede creer en Jesucristo sin tener parte en su Espíritu. En realidad es el Espíritu Santo el que revela a los hombres quién es Jesucristo. De manera que la Iglesia no cesa de confesar su fe en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es una idea romántica, alejada de la realidad, pensar que, en un momento dado, después de la muerte de Jesús, los Apóstoles con otros hombres y mujeres se pusieron de acuerdo para que la Iglesia comenzara su existencia con un acto fundacional. Los Doce sabían bien que se malentiende el mensaje de Jesús si se lo separa del contexto de la fe y de la esperanza del pueblo escogido, el pueblo de la primera Alianza: Israel. Jesús se dirige ante todo a Israel (cf. Mt 15, 24), para «reunirlo» en el tiempo final que llega con Él; quiere Cristo congregar al pueblo de Dios, que ha venido a reunir, purificar y salvar, aunque Él exhorta a la conversión personal. Y es que no ha habido nunca primero creyentes sin Iglesia, pues ella precede siempre a los que creen en Cristo. El Hijo de Dios ha venido precisamente para unir a la humanidad dispersa, ha venido para congregar, esto es, para «hacer la Iglesia». Justamente por ello Jesús instituye los Doce, que remite evidentemente a las doce Tribus de Israel. Superado desde hacía tiempo el sistema de las doce Tribus, la esperanza de Israel, no obstante, espera su reconstrucción como signo de la llegada del tiempo final. Al elegir a los Doce, para introducirlos en una comunión de vida consigo y hacerles participes de su misión de anunciar el Reino con palabras y obras, Jesús quiere manifestar que ha llegado el tiempo definitivo en el que se constituye de nuevo el pueblo de Dios, el pueblo de las doce Tribus, que se transforman ahora en el pueblo universal, su Iglesia. También tiene los rasgos fundacionales de la Iglesia la última Cena, pues en ella, antes de su pasión, encomienda a los Apóstoles la misión de celebrar su memorial. Muestra así Cristo cómo quería transmitir a toda la comunidad en la persona de sus «enviados» el mandato de ser, en la historia, signo e instrumento de la reunión final iniciado con Él. Jesús en esta memorable Cena se da a sí mismo y crea así una nueva comunidad, una comunidad unida en la comunión con Él mismo. En los santos Apóstoles Pedro y Pablo, con el resto de los Apóstoles, el discípulo de Cristo, dentro de la Iglesia, puede respirar a pleno pulmón, y creer tantas cosas bellas, verdaderas, dignas de amor y fe, que yo no puedo entender que la Iglesia esté fuera de mí o que sea yo alguien que pueda considerarla ajena a mi persona. Me siento en ella gratificado y enriquecido totalmente, porque me ha dado sobre todo a Cristo, el que me revela al Padre en el Espíritu Santo; he podido conocer y amar a la Virgen, la primera entre nosotros por su apertura a Dios, a tanto hermanos y hermanas. Nada de la Iglesia me es ajeno. Una vez que he entrado por la gracia de Dios en esta santa Mansión, que tiene unas dimensiones más vastas que el universo, y nos hemos hecho miembros del Cuerpo místico, «no disponemos ya solamente de nuestras propias fuerzas para amar, comprender y servir a Dios, sino de las de todos sus miembros a un tiempo, desde la Virgen bendita en lo más alto de los cielos hasta el pobre leproso africano que lleva una campanilla en la mano y se sirve de una boca medio podrida para balbucear las respuesta de la misa». Es la Ecclesia Mater, la Madre Iglesia. Este impresionante texto, que puede leerse en «Meditación sobre la Iglesia» de H. de Lubac, nos indica que toda la creación visible e invisible, todo el pasado, todo el presente, todo el porvenir, toda la naturaleza, todo el tesoro de los santos multiplicados por la Gracia, todo eso está a nuestra disposición. Todos los santos nos pertenecen, de modo que podemos servirnos de la inteligencia de santo Tomás, del brazo de san Miguel, el corazón de santa Catalina de Siena o de santa Teresa de Jesús, y cuanto de bueno se hace de un extremo al otro de la tierra: el heroísmo de los misioneros, la inspiración de

El Sr. Arzobispo saluda al Papa Francisco, al finalizar la audiencia del pasado 8 de mayo. los doctores, la generosidad de los mártires, el genio de los artistas, la oración inflamada en amor de las clarisas, las carmelitas y otras hermanas contemplativas es como si fuésemos nosotros los que oramos y hacemos. Cuando en el Evangelio vemos que Jesús dice a Pedro: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,18), o cuando, después de su resurrección, dice a todo el grupo de los Doce: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar cuanto yo os he mandado. Yo estaré con vosotros todos los días, hasta la consumación del mundo» (Mt 28, 18-20), tenemos los cristianos la convicción de que en la Iglesia nadie puede remplazar a los Doce como «fundadores» de la Iglesia; así también comprendemos que los obispos son ahora sus sucesores en la función permanente de anunciar el misterio y de realizar su celebración sacramental, sin la que la Iglesia cesaría de existir tal como Cristo la ha querido y la ha establecido. Y entendemos además que el Obispo de Roma, desde los primeros tiempos, se ha comportado como sucesor particular de san Pedro, en su función de asegurar la unidad del colegio apostólico y de la misma Iglesia. Por muy enraizada que esté en la historia la Iglesia, sin embargo, no es esclava de ninguna época, de cosa alguna cuya esencia es temporal: «El mensaje que ella debe transmitir y la vida que debe propagar nunca son solidarios ni de un régimen político, ni de una situación social, ni de una forma determinada de civilización y esto tiene que recordarlo enérgicamente contar falsas evidencias que resultan de los lazos que crea la costumbre (...) No está fundada sobre ninguna otra roca sino sobre la fe de Pedro, que es la fe en Jesucristo. No es ni un partido ni una sociedad cerrada. Nunca se resignará, por sólo el bienestar de aquellos que tradicionalmente le son fieles, a permitir que se la separe de los que todavía no la conocen. En los hombres reales, que al menos virtualmente son todos hijos suyos, ella no ve adversarios. Ella pretende librarlos de todo mal llevándolos a su Salvador» (H. de Lubac, o.cit, p. 223). Creer en la Iglesia y con la Iglesia no es, pues, algo que sea optativo para un católico. Es una necesidad, una lógica consecuencia de haber escuchado a Cristo y haberse encontrado con Él, acontecimiento que, por otro lado, sucede de manera plena únicamente en la Iglesia. X Braulio Rodríguez Plaza Arzobispo de Toledo Primado de España 29-30 DE JUNIO DE 2013 / PADRE NUESTRO

8 IGLESIA EN TOLEDO ANÁLISIS FIRMA INVITADA NO BASTA CON GRITAR «VIVA EL PAPA!» Luis Lucendo La noche del 13 de marzo el mundo entero estaba pendiente de una ventana muy especial. En Villacañas nos llegó la noticia de que había nuevo Papa un poco antes de la Eucaristía de la tarde. Pedimos por él, aunque en ese momento no conocíamos quién era. Me pareció un momento precioso. Dije a la gente que fuera el que fuera lo íbamos a querer. Tras la Misa con un grupo de feligreses vivimos desde la emoción y la oración el momento en que el Papa Francisco se presentó. Celebramos el Día del Papa, en la fiesta de san Pedro y san Pablo. La figura de los papas se ha agrandado mucho en los últimos tiempos. A ello ha contribuido la talla humana y espiritual de los Papas del siglo XX. También los medios de comunicación social, que hacen familiar la figura del Obispo de Roma en nuestros hogares. Los católicos valoramos mucho la figura del Papa. No puede ser de otro modo. Debemos tener «amor teológico» al Papa, por ser el sucesor de Pedro. No debemos caer en la tentación de una comparación superficial. Cada Papa ha aportado lo mejor de sí mismo a la Iglesia. Recordando sólo a los tres últimos, podemos decir que han sido un regalo para la Iglesia y para la humanidad. Hemos aprendido mucho del feato Juan Pablo II, ese gigante de la fe, que peregrinó hasta los últimos confines de la tierra, que nos invitó a no tener miedo y a abrir las puertas del corazón a Cristo, que nos dio un testimonio precioso con su vida y con su muerte. Él nos dejó claro que la causa del hombre es la causa de Cristo y de su Iglesia. Hemos aprendido mucho de Benedicto XVI, el Papa teólogo. Su excelente magisterio, sencillo y profundo a la vez, nos recuerda que lo esencial del cristianismo es la Buena Noticia de que Dios es amor y nos insiste en que la fe y la razón no se oponen. Su humildad al saber renunciar al pontificado cuando las fuerza ya le fallaban sigue siendo para toda la Iglesia un gran testimonio. Y ahora tenemos con nosotros al Papa Francisco, venido de los confines del mundo. Su sencillez y cercanía nos han impactado. Sus gestos de amor y de ternura nos han llegado al corazón. De Francisco estamos todos aprendiendo mucho. Los obispos y sacerdotes especialmente estamos aprendiendo una forma ilusionante de ejercer el ministerio. No desde la prepotencia, sino desde el servicio humilde; no desde la distancia sino desde la cercanía a los hermanos (tenemos que «oler a oveja»). Francisco está haciéndonos constantemente una llamada a salir a buscar a la oveja perdida, a no tener miedo de ir a las periferias del mundo. Porque una Iglesia que sólo se mira a sí misma acaba por enfermar. El pasado 6 de junio me impresionaron las palabras que el Papa dijo a los sacerdotes que se preparan para ser nuncios en la Academia Eclesiástica Pontificia. Muchas de sus afirmaciones valen para todos los pastores: su insistencia en la libertad interior, el vivir con empeño, generosidad y grandeza de ánimo, en cuidar la vida espiritual y la oración. El Papa les insistió en que «estar libre de ambiciones personales es importante. El carrerismo es una lepra, es una lepra! Por favor, nada de carrerismo!». Y remachó con fuerza: «Escuchad bien: cuando en la nunciatura hay un secretario o un nuncio que no va por el camino de la santidad y se deja involucrar en las muchas formas, en las numerosas maneras de mundanidad espiritual, hace el ridículo y todos se ríen de él. Por favor, no hagáis el ridículo: o santos o volved a la diócesis como párrocos; pero no seáis ridículos en la vida diplomática, donde para un sacerdote existen tantos peligros para la vida espiritual». Con todo respeto y buen humor, en este discurso hay una expresión que no acabo de entender. Dice el Papa: «O santos o volved a la diócesis como párrocos». Parecería que para ser nuncio es necesario ser santo y no para ser párroco. Las exigencias de santidad no son menos para un párroco que para un diplomático de la Iglesia. Es más, el santo patrón de todos los sacerdotes fue un párroco: San Juan María Vianney. Pero yo quiero entender al Papa Francisco. En realidad, estaba diciendo: «Si no aspiráis a la santidad no valéis ni para nuncios ni para párrocos en vuestras diócesis». Amar al Papa no es solo gritar «Viva el Papa!», sino acoger su magisterio, orar por él y sentirnos unidos a él y a toda la Iglesia. Vivamos con alegría esta fiesta de san Pedro y san Pablo. Demos gracias a Dios por todos los sucesores de Pedro y oremos por el Papa Francisco. Fin de curso y homenaje sacerdotal en Chilla PADRE NUESTRO / 29-30 DE JUNIO DE 2013 El pasado 12 de junio los sacerdotes del arciprestazgo de Talavera de la Reina clausuraron el curso en el santuario de la Virgen de Chilla. Desde Candeleda (Ávila) el ascenso a este lugar, en la falda sur de Gredos, se realiza por un camino de gran belleza paisajística, entre castaños, robles y fresnos. Recientemente se ha efectuado una rehabilitación de la ermita, para dejar a la vista sus muros de piedra y ladrillo. Tras el rezo del Santo Rosario, se tuvo una pequeña revisión de las últimas actividades del curso. Finalmente, durante la comida, el sacerdote don Vicente Cerrillo, que cumple este año sus bodas de oro, fue homenajeado por el resto de sacerdotes.

ACTUALIDAD IGLESIA EN TOLEDO 9 ACTOS COORDINADOS POR el área para la nueva evangelización Fiesta de las Familias y primer anuncio de Jesucristo en la parroquia de Illescas El día 9 de junio se celebró en Illescas la fiesta fin de curso de las Familias, precedida de un Encuentro de evangelización. La Santa Misa ante presidida por el Arzobispo de Toledo, dio fin a las actos. Como preparación y en respuesta a lo propuesto en las I Jornadas Diocesanas de Pastoral del pasado enero, el vicario episcopal del área de pastoral para la Nueva Evangelización, don Eugenio Isabel Molero, coordinó esta actividad de evangelización directa que se vino desarrollando desde el viernes anterior. Un centenar de católicos de diversos movimientos apostólicos, se dieron cita el sábado por la tarde en Illescas para salir de dos en dos visitando las casas de la localidad, tras un rato previo de oración. «Fue el arzobispo decía el Sr. Vicario el que nos convocó para ese acto de evangelización y salimos juntos a la calle para invitar a la jornada de hoy; pero, al mismo tiempo, lo que hicimos fue anunciar el kerigma, anunciar a Jesucristo muerto y resucitado por amor a cada uno de nosotros» «Comenzó explicaba don Eugenio el viernes por la noche con la participación de jóvenes de la parroquia, con jóvenes que vinieron también del Secretario de Pastoral de Juventud, y el grupo Kerygma, de Alcalá de Henares. Fue muy interesante porque, por la noche, fueron saliendo los chicos a la calle, ya de madrugada, buscando a otros jóvenes que salen a esa hora a divertirse e invitándoles a acercarse a la iglesia para encender una ante Jesús, después de un rato de oración muy interesante». El domingo se unieron los Arriba, la Santa Misa. En la foto inferior, un momento del Santo Rosario. diversos grupos a los participantes en la fiesta de fin de curso de las familias en un acto de acogida que tuvo lugar en el colegio diocesano Virgen de la Caridad. Las familias recorrieron las calles en peregrinación rezando el santo rosario hasta el santuario de la Virgen de la Caridad donde el Sr. Arzobispo presidió la Eucaristía. En su homilía, después de agradecer la presencia de tantos fieles laicos, recordó que «vosotros, mis queridos hermanos, familias, abuelos, padres, hijos y todos los que estáis aquí, tenéis que decir de nuevo, con nuestro Papa Francisco, que la Iglesia no es una organización cultural, sino la familia de Jesús». Don Braulio advirtió sobre el peligro de avergonzarse de lo que significa hoy en día el escándalo de la cruz: «Siempre existirá la seducción de hacer cosas buenas sin el escándalo del Verbo Encarnado, sin el escándalo de la Cruz, siguiendo la corriente, lo que hay en nuestro mundo. En cambio debemos ser coherentes con este escándalo, con esta realidad que hace escandalizar». Tomando como referente a la Sagrada Familia, don Braulio trajo a la reflexión unas palabras del cardenal don Marcelo sobre la familia: «Si nosotros nos convertimos en cristianos razonables no digo que nuestra fe no sea razonable, en cristianos sociales solamente, en cristianos sólo de beneficencia, que es necesario, por supuesto, cuál será la consecuencia? Que no tendremos más testigos, mártires» «Esta empresa de la familia cristiana concluyó el Sr. Arzobispo- no tiene límites, aspira a lograr lo mejor para cada miembro de ella, requiere esfuerzo y exige que cada uno aporte lo más grande y lo más noble que tenga. José, según nos dice el Evangelio, no piensa en las dificultades de la huída de Egipto; mejor dicho, lo piensa como todo ser humano responsable, pero no se deja amilanar; sólo importa el bien de su hijo y de su esposa. De esta humilde familia podemos aprender algo tan sencillo y tan profundo como el desgranarse silencioso de los días y los años en un ambiente en el que se crece en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres» La fiesta terminó con un gran festival en la Plaza de los leones de Illescas. 29-30 DE JUNIO DE 2013 / PADRE NUESTRO

10 / IGLESIA EN TOLEDO CRÓNICA TALAVERA jornada pro orantibus Segunda muestra de dulces elaborados en conventos de clausura Con ocasión de la jornada Pro Orantibus, cuyo lema para este Año de la Fe era «Centinelas de la oración» se ha celebrado una muestra de dulces y otros productos artesanos elaborados en las clausuras. David M. Rodríguez Luna La iniciativa, promovida por la parroquia Jesucristo Redentor, del extrarradio de la ciudad, ha sido organizada por la casa de Arte Sacro Orejudo, de Salamanca, y la firma de gestión de productos monásticos latahonadelconvento.com. El acto de presentación lo condujo María Antigua Díaz Toledo, delegada de Manos Unidas. Don Braulio agradeció la iniciativa para ayudar a los monasterios de vida contemplativa. Dijo: «Se ofrece aquí lo mejor de cada Casa. Cada monasterio tiene una especialidad». El alcalde de Talavera, don Gonzalo Lago, mostró su especial afecto hacia las Benitas, las Bernardas y las Carmelitas, y animó a comprar en la feria los dulces manjares, pues las monjas trabajan por y para los demás. 27 comunidades La feria se celebró en la emblemática Galería de Arte Cerdán, cedida amablemente para la ocasión. En colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, así como la tienda de artículos religiosos «La Casa de la Iglesia», la obra social «La Caixa», la tienda de regalos «Artco», la firma «Paula Orfebres» y «Halcón Peregrinaciones», se pudo realizar esta segunda muestra, en la que participaron 27 comunidades de vida contemplativa de todo el país. Nueve comunidades de nuestra diócesis aportaron productos artesanos, fruto de su buen hacer en forma de dulces, membrillo, labores textiles y de encuadernación o pan de ángel. Y así hasta 26 comunidades femeninas de todo el país y una de monjes. La muestra fue una bella ocasión para dar a conocer la rica realidad de nuestros monasterios contemplativos, a través de los productos artesanos que elaboran, para ayudarnos a valorar y agradecer esta vocación tan especial y necesaria siempre en la vida de la Iglesia y en la sociedad, la vida de los monjes y monjas, que se consagran enteramente a Dios por la oración, el trabajo, la penitencia y el silencio. Si en la primera edición, en 2012, más de 4.000 euros se facturaron íntegramente para 26 comunidades contemplativas, una importante ayuda, en esta edición se han rebasado los 5.000 euros íntegros, para 27 monasterios. La feria tuvo, además, carácter benéfico, en favor de los fines de la parroquia Jesucristo Redentor, la más pobre de la ciudad. Como novedad en esta segunda edición hubo actuaciones musicales en el patio de la galería, convenientemente adornado con motivos en torno al Corpus Christi. n REUNIÓN DE RETIRERSO ARCIPRESTALES.- El pasado día 11 de junio, en la Casa Diocesana de Ejercicios, del Sr. Arzobispo mantuvo un encuentro con los sacerdotes encargados de dirigir los retiros mensuales para los sacerdotes diocesanos en cada uno de los arciprestazgos. El retiro mensual tiene una gran importancia en la vida sacerdotal porque quedaría manca la labor pastoral sin orar sobre ello. Estuvieron inevitablemente presentes también los vicarios episcopales. PADRE NUESTRO / 29-30 DE JUNIO DE 2013 n TALAVERANOS PEREGRINAN A MONTILLA.- Los pasados días 8 y 9 de junio, la parroquia de San Juan de Ávila de Talavera de la Reina organizó una peregrinación a Almodóvar del Campo, donde nació san Juan de Ávila; a la ciudad de Córdoba, a cuya diócesis estuvo tan vinculado y a Montilla, población en la que vivió y murió, el último santo que ha recibido el título de Doctor de la Iglesia. La fotografía muestra a los peregrinos en la Basílica Pontificia de Montilla.

Delegación DIOCESANA de Misiones Emocionante envío misionero vivido con «generosidad y alegría» La Iglesia de San Miguel de Toledo acogió la clausura del curso pastoral de Misiones, que ha estado marcada por el envío de los hombres y mujeres, jóvenes, que participarán los próximos meses en la misión, Fernando Redondo Misioneros que están vinculados a parroquias de la archidiócesis de Toledo, que reafirman su pertenencia a la Iglesia, fortaleciendo su vínculo con la diócesis, dando un testimonio público de que no se trata de un proyecto de vacaciones solidarias, sino que son enviados como cristianos a colaborar con la tarea evangelizadora de la Iglesia, por lo que la ceremonia de envío posee como momentos centrales el gesto de la bendición y la imposición de la cruz misionera. Por ello, en este Año de la Fe, el delegado de Misiones de Toledo, don Jesús López Muñoz, quiso constatar que para él «es un verdadero regalo acabar este curso pastoral con el envío misionero, porque son muchos los que han escuchado la llamada del Señor, son estos hombres y mujeres los que se han sentido urgidos a ser enviados para anunciar a Dios, para compartir con otros la gran riqueza que es Jesucristo». Los misioneros que han participado en esta celebración, aunque poseen una procedencia variada y tendrán una función diversa en su misión, poseen algo en común, que es el deseo de compartir su fe, fundamento que motiva su generosidad y alegría por servir a los hermanos. Son nuestros misioneros, que con gran amor a Dios y a los más necesitados, van adonde la Iglesia Diocesana de Toledo les envía a llevar la alegría de la Pascua. n JORNADA DIOCESANA DE MONAGUILLOS.- El sábado 8 de junio tuvo lugar en el Seminario Menor Sto. Tomás de Villanueva la Jornada Diocesana de los monaguillos que congregó a más de 160 chicos de toda la diócesis, junto a sus sacerdotes, y que tuvo por lema «Confírmanos en la fe». Con esta actividad se cierra, de algún modo, el curso escolar en el Seminario Menor y la pastoral que durante este tiempo se ha llevado a cabo con los monaguillos (preseminarios, encuentros arciprestales, torneos ). CRÓNICA IGLESIA EN TOLEDO 11 Memoria de actividades En esta jornada de clausura, que ha contado con una convivencia fraterna y misionera, se ha entregado a todos los asistentes un ejemplar de la Memoria de Actividades de la Delegación, además de informaciones institucionales de la propia Delegación, de la Fundación EUNTES, por parte de su director Francisco Villacampa, y del Grupo de Oración y Animación Misionera. Don Jesús, refiriéndose el mensaje pontificio, recordó a los hombres y mujeres, fieles laicos en su mayoría, que «la fuerza de nuestra fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros el camino de la vida». En ese sentido, la Delegación de Misiones se ha sumado a la invitación del Papa Francisco «a los obispos, a los sacerdotes, a los consejos presbiterales, a cada persona y grupo responsable en la Iglesia a dar relieve a la dimensión misionera en los programas pastorales y formativos, sintiendo que el propio compromiso apostólico no está completo si no contiene el propósito de dar testimonio de Cristo ante las naciones, ante todos los pueblos», porque «la misionariedad no es sólo una dimensión programática en la ida cristiana, sino también una dimensión paradigmática que afecta a todos los aspectos de la vida cristiana». Y esto da fuerza a la misión y hace sentir a cada misionero y evangelizador que nunca está solo, «que forma parte de un solo Cuerpo animado por el Espíritu Santo», destacando que «la naturaleza misionera de la Iglesia no es proselitista, sino testimonio de vida que ilumina el camino, que trae esperanza y amor». La Iglesia, como ha repetido en diferentes ocasiones el Papa Francisco, «no es una organización asistencia, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo y desean compartir esta experiencia de profunda alegría, compartir el mensaje de salvación que el Señor nos ha dado. Es el Espíritu Santo quién guía a la Iglesia en este camino» El delegado diocesano de misiones tuvo palabras de gratitud para todos los miembros y colaboradores de la Delegación, destacando el trabajo y el compromiso voluntario de muchas personas, que contribuyen con alegría a la misión. Destacó también el trabajo desarrollado por la Fundación EUNTES-Toledo para el mundo. 29-30 DE JUNIO DE 2013 / PADRE NUESTRO

Director: Juan Díaz-Bernardo Navarro. Adjunto a la dirección: José María Díaz Alejo. Redacción: Marga G. Heras. Toledo: Jesús Javier Merchán. Talavera de la Reina: Jorge López Teulón. La Mancha: Juan García Martín. Edita: Secretariado Diocesano de Medios de Comunicación Social. C/ Trinidad, 12. 45002 Toledo. Teléfono: 925 250012. Fax: 925 253288 e-mail: prensa@architoledo.org; padrenuestro@architoledo.org. http: www.architoledo.org Impresión: Ediciones Toledo S.L. Depósito legal: TO. 1641/1983 NUESTROS MÁRTIRES (185) El Sol de Orán de Santa Leocadia Jorge López Teulón Después de narrar el martirio de los dos coadjutores de la parroquia toledana de Santa Leocadia no puedo dejar de reseñar lo que sucedió con la custodia conocida como «El Sol de Orán». Es Henri Michaux (1899-1984), poeta y pintor de origen belga, nacionalizado francés, quien en su obra «Voyage en Grande Garabagne» (París, 1936) narra el sacrílego destrozo de la famosa custodia. «La joya de Santa Leocadia, preciada por histórica, era el Sol de Orán. Se guardada en una habitación especial, que pierde todo lujo y brillo en la rapiña. Se llamaba así a la magnífica custodia que había expuesto Cisneros en Orán cuando conquistó esta plaza. Adoptaba la forma de un sol rutilante, cuajado de pedrería, y, aparte de sus valores artísticos y materiales, el solo prestigio de sus recuerdos realzaba esta joya, que resplandecía destellante de oros y chispas, en las grandes solemnidades eucarísticas de Santa Leocadia. Qué sucedió con ella? A la entrada de las tropas nacionales, oculta a todas las indagaciones y pesquisas, se dio por definitivamente perdida. Más tarde, un rumor, demasiado optimista, la contaba entre lo recuperado. Efectivamente, había aparecido el Sol de Orán, más en seguida los primeros optimismos se convirtieron en dolor e indignación: la magnífica custodia había quedado reducida a una ínfima parte de lo que era. La joya preciada, muestra brillante del arte barroco, labrada en oro purísimo, era nada más que un trozo de la antigua aureola que la componía. Y este trozo se recuperaba machacado y retorcido. Lo demás, casi el valor íntegro de la custodia, toda la pedrería y su montaje han desaparecido con el acopio de otras joyas. Indicios posteriores hacen suponer que han sido comerciados el oro y las piedras de la custodia en la dilapidación general del tesoro español, que ha emigrado con los rojos». En un estudio que Rafael Ramírez de Arellano hace sobre la Custodia afirma que «la pedrería que la avalora es ajena a la alhaja y ha sido acumulada por la devoción de los toledanos que aún persevera Las piedras contadas por un platero y joyero de la ciudad suman 333». De aquello, no quedó nada como certifica la foto. Ordenaciones sacerdotales y de diáconos en la Catedral Primada Este domingo, 30 de junio, a las 11 de la mañana dará comienzo la solemne celebración eucarística, presidida por el Sr. Arzobispo Primado, don Braulio Rodríguez Plaza, en la que conferirá el sacramento del orden sacerdotal a seis nuevos presbíteros. En la misa también ordenará a catorce diáconos. En la ella concelebrarán los miembros del cabildo primado, los formadores de los Seminarios de nuestra archidiócesis y numerosos sacerdotes. A la celebración, en una jornada festiva y gozosa para toda la archidiócesis de Toledo, están invitados todos los fieles que deseen asistir, para acompañar con la presencia y la oración de toda la comunidad diocesana a los nuevos ordenandos. Esta es la segunda vez que el Sr. Arzobispo presidirá la Sana Misa de ordenaciones sacerdotales y diaconales en el presente curso pastoral. El pasado mes de diciembre, el domingo 16, don Braulio ordenó a un sacerdote y a cuatro diáconos en el templo primado. Así pues, serán siete los nuevos presbíteros ordenados en nuestra archidiócesis en este curso.