El capitán atigrado lleva 21 penales rematados desde que en 2011 volvió al fútbol boliviano. A partir de entonces ha mostrado 100% de efectividad Implacable, preciso, frío y seguro, así es el capitán de The Strongest, Pablo Escobar, cuando se trata de rematar desde los 12 pasos, características que lo convierten, en la actualidad, en el mejor rematador de penales, el más certero, en el fútbol boliviano. En el último tiempo desde que volvió al Tigre ejecutó 21 y convirtió todos. Fue jugador de San José, primero, y luego de The Strongest, en su primera época en el país. En ella también remataba penales, pero no con la precisión con la que lo hace ahora. Se fue al exterior, estuvo muchos años en Brasil y en 2011 regresó al Tigre para lucir de nuevo la camiseta de sus amores y capitanear al club conduciéndolo al tricampeonato; desde entonces no volvió a fallar las penas máximas esté quien esté en el arco contrario. En el clásico paceño un choque caliente, y cuando The Strongest perdía 2-0 se atrevió, incluso, a picar la pelota, engañando a Romel Quiñónez, en una jugada que pocos se atreven a realizar en partidos tan importantes como ése. El atigrado pateó sutilmente hacia el medio, elevado y lento, mientras que el arquero académico se lanzó a un lado. Fue un remate ejecutado con gran categoría ante 35.000 aficionados. Hice lo impensado para muchos, porque yo pateo de distinta forma, pero esa vez lo hice así para sorprender y anotar. De acuerdo con los registros extraoficiales de Señor Fútbol, desde su regreso al balompié nacional el primer penal que disparó en esta nueva época fue precisamente en un clásico, ante Bolívar, cuando el 29 de octubre de 2011 concretó el descuento ante Marcos Argüello, aunque el triunfo final fue de la Academia (3-1). En 2012, el volante remató 12 tiros y marcó goles en absolutamente todos, y ahora, en lo que va de este año, ya son ocho con similar eficacia. 1 / 7
Escobar guarda como un recuerdo significativo un penal convertido a San José, el año pasado en Oruro, que ayudó a que The Strongest se consagrara bicampeón. También uno que hizo en la Villa Imperial, el descuento en un cotejo frente a Real Potosí. Luego, Harold Reina empató a dos y ese punto fue valioso para la conquista del tricampeonato, en diciembre de 2012. Al margen de que las estadísticas avalan la capacidad de Escobar en esta clase de disparos en el balompié boliviano, algunos de sus colegas futbolistas y otros periodistas destacan su buena definición. Pablo en los penales es como cuando el carnicero mete el cuchillo al carnero para degollarlo. No duda un segundo y lo hace con seguridad, según Alejandro Watara, periodista del diario cruceño El Día. El jugador Sacha Lima destacó que la cualidad de Escobar es única porque tiene una excelente definición. No sabía que tenía tantos penales anotados, pero sí está claro que no falló ninguno desde que volvió al plantel. Es un maestro a la hora de definir y sin duda es el mejor rematador de penales en el país, afirmó su compañero en The Strongest. Pablo es un gran rematador y no sólo porque las estadísticas lo dicen, sino porque es así. Pero desde que volvió no me ha rematado. Veremos si ahí se corta la racha, bromeó Carlos Arias, guardameta de Oriente Petrolero. Para el periodista Tito de la Viña, se trata de una marca extraordinaria por la seguidilla de penales anotados, que él no la recuerda en otros futbolistas. Lo de Pablo debe ser una marca pocas veces vista, si no es ya un récord de 21 penales pateados y sin fallar. Creo que eso no se da ni en el fútbol del exterior. Los datos En La Paz, 16 De los 21 penales anotados por Pablo Escobar, 16 fueron disparados en La Paz, mientras que cinco en el interior. 2 / 7
Equipos A Blooming le marcó cinco goles; mientras que cuatro fueron anotados a Bolívar. Galarza Escobar le hizo cuatro tantos a Sergio Galarza, el guardameta al que más le marcó por esta vía. Una falla Marcelo Robledo, de la U, le tapó uno en Sucre, pero se adelantó. En la repetición el atigrado no falló. Ugarte se colocaba de espaldas al arquero El mejor futbolista de la historia del fútbol boliviano, el potosino Víctor Agustín Ugarte, fue uno de los buenos pateadores de penales entre las décadas de los 50 y 60, recuerda el periodista Tito de la Viña. Además destaca que El Maestro, como le llamaban al tupiceño, en gran parte de los tiros penales que remataba se colocaba de espaldas al arco y desorientaba al golero rival. Verlo rematar un penal era un espectáculo. Acomodaba el balón, le daba la espalda al arquero y cuando se escuchaba el silbato daba media vuelta y convertía. El arquero no sabía a qué lado lanzarse, rememora el destacado periodista. 3 / 7
De la Viña elogia lo hecho por Pablo Escobar y sostiene que la infalibilidad que tiene le trae al recuerdo a excelentes pateadores de penales en la historia del fútbol boliviano. Juan Carlos Sánchez, uno de los goleadores de la Liga con Blooming, Guabirá y San José, también era un excelente rematador. Empero, todos ellos seguro que también erraron en algún rato, sostiene. Asimismo recuerda a otros destacados rematadores como Fernando Salinas, de Bolívar, y Erwin Romero, de Oriente. El periodista tampoco se olvida de que en estos últimos años hubo jugadores destacados en los penales como el argentino Sergio Luna, el brasileño Sandro Coelho o Julio Baldivieso. Arias le tapó tres veces En otra época Desde Santa Cruz, el actual arquero de Oriente Petrolero, Carlos Arias, recordó que no en esta etapa del tricampeonato stronguista, sino en una anterior, le tapó a Pablo Escobar tres penales. Uno fue cuando él estaba en San José y otros dos en un mismo partido, cuando ya estaba en el Tigre. Hicieron repetir el tiro y le volví a tapar. Lima erró En esta etapa en que Escobar volvió, su compañero Sacha Lima rememoró que en un partido, en Cochabamba, el capitán atigrado le dejó rematar el tiro penal, pero que el arquero lamentablemente le tapó y ese cotejo lo perdieron. Desde entonces él tiene la prioridad para rematar, afirmó el volante. Requisitos El periodista Tito de la Viña aseguró que los pateadores de penales necesitan de algunos requisitos para rematar un tiro penal: un estilo determinado, gran confianza anímica, tener la 4 / 7
cabeza fuerte ante cualquier presión y no dudar en absoluto en el momento mismo de ejecutar el remate delante del guardameta. Estudian Escobar comentó que en esto de los penales, tanto quien remata como el arquero estudian a sus rivales por los antecedentes que tienen, por eso mismo la decisión está entre hacer lo habitual para asegurar un gol o lo ilógico para sorprender. Pablo Escobar: Anotar no significa que nunca fallaré Sostiene que ante un penal debe haber convicción Pablo Escobar no tiene el dato exacto, pero es consciente de que no falló ningún penal en la Liga boliviana desde que volvió de Brasil. Recuerda que antes, en sus anteriores épocas en el fútbol nacional, sí erró, aunque se queda con esta parte en la que lleva una infalibilidad impresionante. Qué opina de su gran efectividad en cuanto a la concreción de penales? No, nada. Lo asumo con tranquilidad. Es importante para uno, para la estadística, pero son rachas que le toca a un jugador. Por supuesto da una gran confianza cuando uno se acostumbra a patear penales, eso es fundamental. Mientras más patea uno se hace más infalible? No, tampoco. Lo que pasa es que yo no puedo pensar en eso, en el récord, en que no fallo y esto y lo otro, porque eso no significa que en algún momento no vaya a errar; ojalá que no, pero en cualquier momento uno puede fallar, eso también está ahí. 5 / 7
En qué piensa antes de convertir un penal? En que tengo que anotar el que viene, el que viene y así. No puedo distraerme, porque puede ser un registro para uno, pero en realidad un penal anotado es un gol convertido que puede servir al equipo a sumar una victoria y tres puntos que tanta falta hacen. Qué pasó con el festejo en el gol del clásico? Contaré en confidencia, pero sin dar nombres, la historia de una apuesta. Un par de compañeros me desafiaron a que no iba a tener los huevos necesarios de patear un penal como lo hice, con el picado en el clásico ante estadio lleno y con lo que significa el riesgo de errar. Entonces agarré la pelota, lo hice y anoté. De regreso a la mitad de la cancha apunté hacia mi banca, a esos dos compañeros y les hice el gesto de que uno tiene los testículos grandes, y ellos sabían que les había ganado la apuesta. No fue nada de insultar al rival porque ni los vi. De esta etapa suya en el fútbol boliviano, ese penal a Bolívar habrá sido el más bonito? (piensa) Puede ser el más bonito por la concreción y el apelar a ese recurso técnico, pero no el más importante, porque creo que hubo otros bastante significativos. Un penal siempre es un bonito desafío para definir una jugada de gol. En este caso fue bonito, pero no sirvió porque igual perdimos el clásico. Algún penal que recuerde? El último del clásico, porque más allá de haber perdido, creo que fue una definición arriesgada, aunque ilógica, porque yo raras veces hago eso. Lastimosamente no sirvió para mucho. 6 / 7
Otros significativos? Todo penal anotado seguro que es importante para uno, pero recuerdo el 2-1 que fue ante Real Potosí, cuando luego empatamos y logramos el tricampeonato. En Oruro, ante estadio lleno, hice ante San José un gol de tiro penal, fue el 1-0. Fue algo muy bonito. Antes de esta etapa, en sus anteriores épocas en el fútbol boliviano falló penales? Sí, seguro, erré algunos penales no sólo en filas atigradas, sino también en San José, pero creo que el balance en general es bastante positivo y espero que siga así, sin dificultad. Qué piensa segundos antes de rematar un penal? Uno se concentra totalmente. Define el lugar a dónde patear y ejecuta con decisión y fuerza. Mucho no tienes que pensar, sino hacerlo con toda serenidad. Fuente: La Razón 7 / 7