Los espectáculos de ayer y hoy Los jóvenes críticos recibieron una clase intensiva acerca de los orígenes del circo y sus similitudes y diferencias con el actual. Por Nelson Santacruz En la mañana del sábado los alumnos de Ojos al Mundo tuvieron el agrado de recibir una clase dictada por Romina Almirón actriz y una de las integrantes del Programa Formación de Espectadores, que complementó la charla de Gabriela Ricardes (la Directora artística del festival, que compartió un seminario de Historia de Circo) detallando las características del circo criollo y el circo contemporáneo. La clase se perfeccionó con videos que hablaron sobre el circo de la familia Sarrasani que con ayuda del gobierno peronista crearon el Circo Nacional Argentino (por aquel entonces ubicado en Av. Libertador, casi esquina del Hipódromo). El tradicional circo criollo también tuvo lugar en la clase, donde se detallaron las técnicas de los hermanos Podestá, y su espacio destinado al teatro con la ropa gauchesca típica. El circo contemporáneo a diferencia del tradicional tiene mayor desarrollo narrativo, diseño de iluminación e incluye música pero de manera original. A su vez, las herramientas técnicas son de renovación constante, lo que permite una permanente actualización estética para los espectáculos de este nuevo circo. Un capítulo especial fueron las diferencias y similitudes entre el circo tradicional y el actual (ver recuadro). Al finalizar su exposición, Romina Almirón explicó las diferentes disciplinas que se desarrollaron o siguen siendo utilizadas para realizar los espectáculos de circo actual. Mencionó y explico algunas de las diferentes disciplinas como acrobacia de piso, acrobacia aérea, malabares, trapecio de vuelo, tela, aros, clown, monociclos, etc.
La clase ayudó a que los jóvenes críticos estén más informados acerca de las características del circo. Esta profundización en las formas expresivas del circo complementarán el desarrollo de sus trabajos en futuras notas y sobre todo será material útil para elaborar una visión más crítica de lo visto en el festival. Artistas Familias de circo. Artistas entrenados en escuelas de circo. Espacio Gradas. Asientos alrededor de una escalera oval o anillo bajo una gran carpa. Decisión estética. (Teatro frontal, semis circular, circular, espacio abierto, cerrado, etc.). Estructura Actos o cuadros presididos por un presentador, jefe de pista o maestro de ceremonias. Serie de actos impulsados por un relato o tema central. Música Up tempo, marchas, valses, etc. El propósito de la música es elevar el nivel de energía y crear un sentido de espectáculo. Variedad de géneros. La música crea sentido y está en concordancia con el tema, los personajes y/o narrativa
Recorriendo Chile, Argentina e Israel en un día Los jóvenes críticos fueron con todo y abrieron sus Ojos al Mundo analizando diferentes funciones con lápiz, papel y muchas expectativas. Por Nelson Santacruz Bajo la carpa blanca de redacción, el sábado 16, los chicos tuvieron el agrado de recibir una clase intensiva de Romina Almirón, sobre características del circo actual. El día continuaba, y entre almuerzo y postre esperaban la entrevista a la muy admirada compañía ES, que el viernes había presentado Igloo. Tras trabajar con desgravados, redacciones y fotos los alumnos tomaron sus pertenencias y con todas las expectativas se alistaron para presenciar el show chileno Mora-Mosca, que por la tarde decoró el festival con su colorido humor. La jornada fue intensiva, todos los jóvenes ansiosos por la noche de espectáculos que les esperaba, se dirigieron al El Cultural San Martin (Sarmiento 1551) donde, antes de ingresar tuvieron un show de entrada con artistas argentinos que junto con el Grupo de intervención Urbana presentaron: Aviadores. El alocado grupo de viajeros del tiempo y del espacio está perdido en la ciudad de Buenos Aires, la risa y la alegría son sus combustibles para que lleguen a su destino final. El show porteño se presentó ante una multitud y por supuesto los jóvenes críticos estaban allí, contemplando y analizando entre medio de risas y un clima festivo que brindó la compañía viajera por toda CABA. El 25 de mayo, los Aviadores estarán aterrizando en su destino final, el predio Polo Circo de Barracas donde sin dudas como en el caso del sábado se llevarán grandes aplausos por sus originales coreografías, malabares y danzas nacionales. De un show chileno a un show argentino los alumnos comenzaron esa tarde, pero llegada la noche, se daría un salto aún más grande. Los jóvenes críticos deseosos de que se abra las puertas del Cultural San Martin, se prepararon para recibir con curiosidad, lápiz y papel a la compañía ON traída por la mano de la Embajada de Israel en Argentina. Esa noche fría y anhelada por un público variado al fin pudo
deslumbrar con actuación, danza, coreografía, acrobacias y malabares incluida dentro de la función titulada Somewhere_Nowhere. La compañía ON llamó la atención por su originalidad, su actuación dramática y sobre todo por la identificación que el público sintió en el trascurso de la función, ya que los movimientos migratorios han sido uno de los elementos fundamentales para el desarrollo y la formación de nuestro país. Los chicos de Ojos al mundo pudieron ver algo diferente, nuevo y original, que permitió más tarde abrir un gran abanico de debates entre los integrantes en cuanto a sus técnicas, su historia, el desarrollo narrativo y la dramática y exquisita actuación.
Dos artistas, un vínculo único Dos artistas crean una historia de situaciones cotidianas en un espacio poco común. Igloo se presentó en su primera función del 6º Festival Polo Circo el viernes 16 de Mayo. Por Betania Vidal La Compañía española Es, integrada por Eva Szwarcer y Emiliano Sánchez Alessi, nace en 2011 para crear, dentro del mundo del circo, una combinación de distintas artes concentradas en dos únicos artistas. La mímica y el trabajo corporal producen un lenguaje sencillo que otorga posibilidades de comprensión a un público ilimitado. La obra Igloo, en su primera función en el marco del 6º Festival Polo Circo, crea una historia con dos protagonistas que, a través de la utilización de cintas en el suelo y una abundante cantidad de abrigo, recrean la imagen de una cabaña ubicada en un lugar alejado de clima frío y ventoso. El vínculo que se desarrolla entre los artistas sorprende desde un primer momento y le da al espectador la libertad de crear su propio argumento. Gran parte del relato se centra en las diferentes emociones que se trasmiten el uno al otro. Sorpresa, curiosidad, enojo y reproche, son algunas de las sensaciones que se intercalan entre malabares, teatro y danza. En esta relación, el contacto corporal va marcando las distintas situaciones que se dan entre los personajes. A su vez, lo conocido y lo desconocido se mezclan, cuando un espacio que parece nuevo se vuelve cotidiano. Este espacio, que para muchos podría ser limitado, es utilizado al máximo mezclando realidad y surrealismo en el manejo de las paredes y puertas. Los artistas hacen y deshacen el espacio, entran y salen, se visten y desvisten, y en ese recorrido el espacio pareciera estar a su disposición. Por otra parte, el exceso de vestuario aparece simbolizando el frío al que deben enfrentarse al salir de su pequeño Iglú, mientras que para desplazarse por dentro, apenas necesitan una remera y un pantalón. La utilización de la música se convierte en un elemento clave a lo largo de la obra, donde el jazz reenvía al espectador a los años 40 y funciona de marco para una relación que juega con los movimientos. Incluso lo imprevisto logra insertarse en el espectáculo y ubica a los artistas y al público en otra postura.
Las clavas, pelotas blancas e incluso una pelota hecha de cinta, son los elementos de malabares que combina el artista con la danza contemporánea. En la culminación del espectáculo, llega el momento del aro de la mano de la artista. Sin embargo, no deja de lado a su compañero que sirve de sostén constante para la realización de sus destrezas.