el ENSILADO DE Maíz COMO POTENCIAL MITIGANTE DE GASES DE EFECTO INVERNADeRO en las EXPLOTACIoNeS LEchERAS DE GALICIA

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0 el ENSILADO DE Maíz COMO POTENCIAL MITIGANTE DE GASES DE EFECTO INVERNADeRO en las EXPLOTACIoNeS LEchERAS DE GALICIA En este artículo se describe la investigación realizada mediante el modelo de simulación DairyCant en doce explotaciones lecheras de la provincia de Lugo, con el objetivo de valorar la emisión de gases de efecto invernadero con base en el consumo o no de maíz en la alimentación animal. Salcedo a, G.; Sande b, V.; Alonso c, G. a Dpto. Calidad e Innovación. CIFP La Granja, 3979 Heras, Cantabria b Máster de Producción de Leche de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) c Coordinador del Máster de Producción de Leche de la USC INTRODUCCIÓN Los sistemas de producción de leche emiten gases de efecto invernadero (GEI), principalmente dióxido de carbono (CO ), metano (CH 4 ) y óxido nitroso (N O) [Steinfeld et al., 006]. Estos gases contribuyen al incremento del calentamiento global, puesto que tienen la capacidad de absorber calor de los rayos infrarrojos que provienen del sol. El potencial de calentamiento del CO =, CH 4 = y el N O = 30 veces más que un kilo de CO, siendo el CH 4 el gas mayoritariamente emitido en las explotaciones lecheras (Gerber et al., 00). El metano se produce en el rumen a partir del hidrógeno formado en la fermentación de los carbohidratos. El ácido acético formado en el rumen produce hidrógeno, mientras que la formación de propionato lo consume, lo que explica la relación positiva entre la producción de metano y la relación acetato/propionato producidos en el rumen. El hidrógeno es, por tanto, un elemento limitante en la producción de metano. Por eso, manipular las dietas hacia la formación de propionato mediante la adición de alimentos amiláceos como cereales, forrajes de bajo contenido en fibra y ensilados de maíz, entre otros, contribuye a reducir la formación de CH 4. No obstante, su producción está relacionada con el tipo y consumo de alimento (Dijkstra et al., 007; Beauchemin et al., 008; Ellis et al., 008). Una de las estrategias alimenticias para minimizar el metano de origen entérico es aumentar el consumo de alimentos ricos en almidón, como los concentrados o el ensilado de maíz

03 (Mills et al., 00; Beauchemin et al., 008; Dijkstra et al. (0). Estos últimos autores señalan reducciones de CH 4 de aproximadamente el 8 % cuando sustituyen el 50 % del ensilado de hierba por ensilado de maíz. Por otra parte, el maíz requiere diferente fertilización y manejo de la tierra, dando lugar a cambios de las emisiones directas de N O del suelo e indirectas, relacionadas con la producción de fertilizantes (Schils et al., 005; Basset-Mens et al., 009). Las emisiones de N O surgen como productos o subproductos de los procesos microbianos de nitrificación [conversión de amonio (NH 4+ ) a nitrato (NO 3- )] y desnitrificación [conversión del (NO 3- ) a gas dinitrógeno (N )], con productos intermedios como el nitrito (NO - ), óxido nítrico (NO) y N O. La nitrificación es un proceso aerobio, mientras que la desnitrificación requiere condiciones anaerobias. Los factores más influyentes son la disponibilidad de N y C, anaerobiosis y, en menor medida, temperatura. Un porcentaje de NO 3 - es lixiviado y depositado en la tierra, devuelto nuevamente como N O y son emisiones significativas. Estrategias de mitigación para emisiones directas de N O son dirigidas a reducir la disponibilidad de N, particularmente sobre condiciones anaeróbicas (por ejemplo, exceso de agua), y a impedir los procesos microbianos a través del uso de inhibidores. Las mitigaciones de pérdidas directas de N O, por ejemplo vía lixiviados de NO 3-, son dirigidas a optimizar el suministro de N para satisfacer la demanda y minimizar el riesgo del exceso de N en el suelo. UNO DE LOS FACTORES NUTRICIONALES QUE CONTRIBUYEN A MINIMIZAR EL CH 4 ENTÉRICO ES MEJORAR EL USO DE LA ENERGÍA BRUTA DE LA DIETA Las emisiones de gases de efecto invernadero de las explotaciones lecheras, entre otras, están influenciadas por las prácticas de manejo que se realicen. Debido a la multitud de interacciones, sin embargo, los efectos de los cambios individuales, por ejemplo, los aportes de fertilizantes bajos o minimizar el laboreo, no se pueden determinar sin un análisis integral en la explotación ( Janzen et al., 006). Este reto ha fomentado en muchos países el desarrollo de herramientas de apoyo a las decisiones, como los modelos de simulación que estiman los GEI, entre ellos el SIMS DAIRY (Del Prado et al., 009); FarmGHG (Olesen et al., 006); DairyWise (Schils et al., 005a, 006); OVER- SEER (Wheeler et al., 008); GHG (O Brien et al., 0, 0); DairyGEM (Rotz et al., 04). Sin embargo, las decisiones de gestión en las explotaciones agrícolas están motivadas por maximizar el beneficio, que consiste en mejorar la eficiencia y la reducción de costes, es decir, maximizar la diferencia entre los outputs y los inputs. lubricantes BTS NEW HOLLAND ESPECIALISTAS EN GANADERÍA ELEGIDOS POR LOS QUE SABEN Motores eficientes, con pala frontal completamente integrada controlada por joystick, techo solar panorámico y una maniobrabilidad excepcional. Los tractores New Holland TD5, T5 y T6, ideales para explotaciones agrícolas mixtas y ganaderas, son la opción más acertada para los clientes que buscan gran potencia, versatilidad y alta productividad en el campo. Indicados para la manipulación de materiales, para trabajar en el interior de las naves y para cualquier labor ganadera. T6 4 y 6 cilindros en los modelos de 0 a 75 CV. Máxima eficiencia y versatilidad. T5 4 cilindros en los modelos de 95 a 5 CV. La excelencia hecha tractor. TD5 3 y 4 cilindros en los modelos de 65 a 5 CV. Extraordinario confort y productividad. T6 T5 TD5 COBERTURA DE DOS AÑOS DE GARANTÍA PARA TODA LA GAMA DE TRACTORES. NEW HOLLAND TOP SERVICE 00800 64 ASISTENCIA E INFORMACIÓN 4/7. *La llamada es gratuita desde teléfono fijo. Antes de llamar con su teléfono móvil, consulte tarifas con su operador. www.newholland.es

04 Este trabajo forma parte de la tesina fin de Máster en Producción de Leche de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Santiago de Compostela. El primer objetivo consiste en estimar las emisiones de CO, CH 4 y N O por kilo de leche corregido por grasa (ECM), por hectárea y UGM, a la salida de la granja de dos sistemas de producción (semiintensivo vs. intensivo) según cultiven o no maíz para ensilado de explotaciones lecheras de la provincia de Lugo, mediante el modelo de simulación DairyCant (Salcedo, 04a). El segundo es estimar el porcentaje de mitigación que representa la siembra de maíz sobre el CH 4 entérico respecto a las explotaciones que no lo cultivan. MATERIAL Y MÉTODOS Explotaciones Doce explotaciones de la provincia de Lugo fueron agrupadas en dos sistemas de producción: semiintensivos e intensivos, según se administre hierba verde o no a las vacas lecheras. Tres explotaciones fueron asignadas a cada grupo en función de si cultivan o no maíz para ensilado, denominadas SeSI, SeNO, InSI, InNO, cuyos criterios fueron la distribución porcentual de SAU (00 % pradera = NO y 5 % maíz = SI). Los inputs y outputs fueron obtenidos mediante una encuesta individualizada al propio empresario, al que se le solicitó: I) superficie de la explotación (total, pradera, maíz y otras); II) cuota de leche (en toneladas); III) número de animales (vacas lecheras, secas, novillas < y > de año); IV) compra y venta de animales; compra de fertilizantes inorgánicos; combustibles; forrajes y concentrados; semillas; producción de leche y composición química (grasa y proteína) y V) proporción y alimentos incluidos en las dietas de las vacas lecheras, vacas secas y novillas. La composición química de los forrajes (tabla ) y concentrados son proporcionados por el ganadero y analizados en el Laboratorio de Mouriscade (Pontevedra). La hierba verde procede de la propia base de datos del DairyCant (Salcedo, 04a). Descripción del modelo de simulación El DairyCant es un modelo empírico basado en la investigación y en el análisis estadístico que simula aspectos de manejo relacionados con la producción de leche y con la salud ambiental de las explotaciones lecheras (Salcedo, 04a). El trabajo experimental de campo fue desarrollado en la Unidad de Producción de Leche del CIFP La Granja (Cantabria) en régimen de pastoreo experimental (Salcedo, 006) y con explotaciones comerciales (Salcedo, 0). Los modelos matemáticos del pastoreo experimental (Pas exp ) desarrollados a escala de mes y hectárea fueron extrapolados a los sistemas semiintensivos (Ex) a partir de inputs básicos como superficie, número de animales, abonado, cuota, energía, alimentación, climatología y suelo, todos ellos procedentes del proyecto INIA RTA006-003-CO- y RTA0-00065-05. Los intensivos se subdividen en aquellos que ofrecen la alimentación mezclada (In) o disociada (Se), ambos procedentes del proyecto 05-640-0.74 financiado por la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. De esta forma el DairyCant agrupa cuatro sistemas de producción lechera en función de la alimentación (figura ). Figura. Sistemas forrajeros/lecheros de Cantabria Sí Hierba Diente No Pastoreo nn n Presebe Siega Reserva superficie %: %: EHb, SM, CFI Ensilado Extensivo Cultivos invierno inverno Cultivos verano Sí Intensivo Semiintensivo nn n 84 F 6 C 75 5 48 5 57 43 Figura. Modelo conceptual Entrada Explotación Sistema de alimentación Manejo No Maíz Producción Produción forraxe forraje Alimentos Producción Produción leite leche Excretas Balance e y GEI Fertilización Salidas El manejo es considerado conceptualmente como el efecto que orienta las entradas y salidas de la explotación (figura ). Las necesidades nutritivas del ganado son estimadas a partir del NRC (00) y CNCPS (6,0) considerando la producción de leche, días en leche, peso vivo y porcentaje de grasa y de proteína. El DairyCant incluye una valoración nutritiva de concentrados procedente de la Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal. El potencial de leche por vaca y por hectárea corregido por grasa es valorado. La calidad fisicoquímica viene expresada por los parámetros de ácidos grasos (Coppa et al., 03), grasa, proteína y concentración de urea en leche a partir de los componentes que forman la dieta del rebaño. El coste energético que representa el exceso de urea y su equivalencia en litros también es estimado. Otros aspectos como la eficiencia de utilización del N y P (NUE y PUE) y eficiencia bruta (kg leche kg - MS ingerida) son incluidas en las salidas.

05 La producción de estiércol es calculada a partir de la materia seca y de los nutrientes ingeridos; mientras, la de la orina se valora a partir del consumo de proteína bruta (Salcedo, 006) y el P de las heces (Salcedo, 007). La excreción de N y P por hectárea, el tiempo de almacenamiento del purín y el número de veces que puede vaciarse la fosa son también estimados y se utiliza esta información para el cálculo de la fertilización. Los gases de efecto invernadero considerados son el metano (CH 4 ), óxido nitroso (N O) y dióxido de carbono (CO ) [figura 3]. El CH 4 procede de la fermentación entérica y del estiércol. Las emisiones de N O se dividen en dos tipos: Directas: procedentes del establo y el estercolero, pastoreo, lixiviados, volatilización, fijación biológica, aplicación de fertilizante, aporte de purín, rumen, energía y los restos de cosecha. Indirectas: compra de fertilizantes, compra de forrajes y concentrados. El DairyCant asume un consumo de electricidad equivalente a 0,056 KWh kg - leche. El CO procede de la compra de plásticos, semillas, concentrados, novillas de reposición, compra de herbicidas y fungicidas, las actividades de laboreo, siembra, aplicación de fertilizantes orgánicos e inorgánicos y recolección de forrajes. El balance global del N del suelo es calculado por diferencia entre las entradas y salidas, según la expresión [entradas (N orgánico + N inorgánico + N atmosférico + N simbiótico + N reciclado + el N de origen mecánico)] [salidas (NH 3 + NO + N O + NO 3 ) + extracciones de N]. El balance de P como: [entradas (P orgánico + P inorgánico + P reciclado + el P de origen mecánico)] [salidas (P extracciones)]. La fertilización es evaluada a partir de las normas de fertilización, considerando análisis de suelo, reciclaje, aportaciones y extracciones. Figura 3. Límites del sistema de la estimación de los GEI (Flysjö et al., 0) Diesel Fertilizante N Energía Electricidad CO, NO De la explotación Concentrados Otros alimentos NO3 NO Alimentos industria NH4 NOind CO En la explotación Vacas Consumo alimento Excreta Pastoreo Prod. alimentos Manejo Estiércol Establo Estercolero Aplicación Ordeño CO respiración suelo estiércol Terneros, Carne, CO Purín, LECHE CH4 Entérico CH4 Estiércol CO respiración suelo estiércol NO suelo y estiércol NH3 NO3 CO NOind

06 Tabla. Características de las explotaciones SeSI SeNO InSI InNO sd Superficie y producción de forraje Total, ha - 4,7 5 39 44 9,7 Pradera, ha - 8,7 5 7 44, Maíz, ha - 7,5a - b - 0, CFI detrás de maíz, % 6a - 67b - 34 Materia seca, t ha - 9,08ab 6,39a,0b 6,5a,9 Fertilizantes N inorgánico, kg ha - 37 9 47 56 0 P O 5 inorgánico, kg ha - 7 7 3 N orgánico, kg ha - 38 95 43 83 69 P O 5 orgánico, kg ha - 6 59 39 3 Animales, producción de leche y compra de concentrado Vacas leche ha -,3ab,3a,8b,4ab 0 UGM ha -,7ab,03a 3,95b,33ab,09 Cuota, t 50a 95a 070b 508a 45 Leche, ECM vaca año, t 8,66ab 8,8a 0,45b 8,94ab,5 Leche, ECM, t ha - 0,9a 9,5a 3,b,7ab 7,3 Proteína leche, % 3, 3,05 3,08 3,05 0,06 Concentrado, t MS vaca año 3, 3, 3,3 3,6 0,4 Concentrado, t MS ha - 4,34ab 3,53a 8,9b 5,49ab,5 Eficiencias NUE de la dieta vacas, % 4,6a 3,9a 3,5b 6,8ab 4,6 PUE de la dieta vacas, % 3,7ab 7,8a 36,3b 3,0ab 4, NUE de la explotación, % 37,7b 39,9b 6,7a 3,9a 7,3 PUE de la explotación, % 48,5 38,9 40,9 6,5,9 NUE del suelo, % 6,3 6,3 65,8 6, 6,7 PUE del suelo, % 6,5 7,7 3,,9 0, Ingesta de nutrientes de las vacas lecheras MS, kg día 3,0, 3,0 0,0,0 EM, MJ kg - MS 0,4a,b 0,8b 0,a 0,47 PB, % sms 4,9 5, 3,6 4,6,5 PDR, % spb 65,8b 67,b 6,6a 6,a,8 PNDR, % spb 34, 3,9 34,0 35,3 3, PB soluble, % spb 37,0 3,9 34, 35,3 3, FND, % sms 36,8 37, 39,7 38,5 3,4 Almidón, % sms 9,7a 7,6a 4,3b 9,6a,8 Almidón degradable, % 73,d 7,a 49,8b 35,6b 8 dmo, % sms 66,8 68,6 68,8 67,0,8 CNF, % sms 33,3 35,6 36,6 34,3,4 GB, % sms 3,74b 3,7b 3,05a 4,64c 0,85 Pienso, % 38,3 38,8 39,6 49,3 6,8 Hierba verde, % 6,a 8,8b - - - Ensilado hierba, % 34,ab 4,3b 8,3a 44,0b 3,3 Henos, % - - 7,3 - Ensilado maíz, % 7,8b - 3,0b - - Composición química de los ensilados Maíz Se Maíz In sd Hierba Se Hierba In sd Pienso Se Pienso In sd ph 3,73 3,67 0, 4,6 4,65 0,3 - - - MS, % 3, 3,8 3,86 39,0 37,8 8,9 84,8 85,9,6 PB, % 6,96 6,9 0,55 0,8 9,6,7 0,5 3,8 3,8 FAD, % 3, 7,5 3,7 33,5 35, 4, 5,3 7,5,0 FND, % 5,3 46,9 4,98 55,8 54,8 5,7,9 5,, Almidón, % 4,7 3,5 5,9 - - - 37,7 3 5, a, b, c dentro de cada fila difieren P<0,05; CFI: cultivos forrajeros de invierno; N: nitrógeno; P O 5 : anhídrido fosfórico; NUE: eficiencia utilización del nitrógeno; PUE: eficiencia utilización del fósforo; MS: materia seca; EM: energía metabolizable; PB: proteína bruta; PDR y PNDR: proteína degradable y no degradable en rumen; FND y FAD: fibra neutro y ácido detergente; DMO: digestibilidad de la materia orgánica; CNF: carbohidratos no fibrosos; GB: grasa bruta; sd: desviación estándar

08 Salidas del modelo y expresiones Las unidades funcionales de este análisis son kg de leche corregido por grasa (ECM); hectárea, UGM y kg de materia seca producida, cuantificadas en CO -eq. Análisis estadístico El análisis estadístico fue realizado como un arreglo factorial x ( sistemas de producción por suministros de maíz), considerados como efectos fijos en un diseño completamente al azar con el Modelo Mixto Lineal del SSPS (5,0). RESULTADOS Y DISCUSIÓN Características técnico-productivas de las explotaciones Las características técnico-productivas de las explotaciones vienen señaladas en la tabla y fueron clasificadas de la siguiente manera: I) superficie y producción de forrajes; II) fertilizantes; III) animales, producción de leche y compra de concentrados; IV) eficiencias de la explotación; V) concentración nutritiva de las dietas para las vacas lecheras y VI) composición química de los ensilados. I) Superficie y producción de forrajes El porcentaje de superficie total y el dedicado a pradera son un 40 % y un 8 % mayor en los sistemas intensivos. El dedicado a maíz también es mayor en los intensivos (P<0,00) y positivamente relacionado con el número de vacas lecheras por hectárea (r=0,84 P<0,0) y con las UGM ha - (r=0,87 P<0,0). El porcentaje de SAU (superficie agrícola útil) dedicado a cultivos de invierno (Lolium multiflorum) en rotación con maíz es un 6 % mayor en las explotaciones intensivas (P<0,05). La producción de materia seca por hectárea es numéricamente superior en los sistemas intensivos (9.78±3.888 kg) y de 7.737±.547 kg en los semiintensivos (tabla ), atribuida a la mayor superficie de maíz (56 %) y rendimientos medios de 0.7±907 kg MS ha - vs. 6.64±44 kg la pradera. II) Fertilizantes El fertilizante nitrogenado de origen inorgánico por hectárea es numéricamente superior en los intensivos (37 %) e inferior, un 34 %, el P O 5 (tabla ). La aplicación total N y P O 5 en cada sistema es de 49-5 kg ha - en los semiintensivos y de 400-467 kg, en los intensivos. El N y P orgánico representan el 87 % y el 48 % respectivamente en los semiintensivos, y el 87 % y 74 % en los intensivos. La compra de fertilizantes inorgánicos no se relaciona con el porcentaje de SAU reservado para maíz, atribuible a la ausencia de significación entre sistemas con o sin siembra de maíz para ensilado. III) Animales, producción de leche y compra de concentrados La producción de leche por vaca y año es un 4,8 % superior en los intensivos, equivalente a.44 kg vaca-año (tabla ); sin diferencias significativas respecto a los kilos de leche por hectárea, pero sí un 43 % numéricamente superior en los intensivos. El porcentaje de superficie reservado para maíz está relacionado de forma positiva con la producción individual por vaca (r=3 P<0,05) y por hectárea (r=0,86 P<0,0) respectivamente; mientras, el consumo de concentrado presenta baja relación (r=0,0 y r=0,096) respectivamente. La reserva de una unidad porcentual de SAU para maíz puede originar un incremento de 3,5 kg de leche vaca y año (r =0,34) y 89 kg por hectárea (r =0,7). El consumo de concentrado es similar entre sistemas, con ingestas medias entre sistemas de 3.64±5 y 3.465±69 kg vaca y año. Por el contrario, la compra de concentrado por hectárea es un 8 % mayor en los intensivos (P<0,05), imputable al mayor número de vacas lecheras por hectárea (r=0,97 P<0,0) y mayor producción de leche vaca y año (r= P<0,05). IV) Eficiencias La siembra de maíz aumenta un 7,5 % (P<0,05) el N recuperado en leche respecto al ingerido (NUE) en los intensivos, debido a la mayor producción de leche (r=0,8 P<0,0) y al menor porcentaje de proteína (r=-0,79 P<0,0) en el grupo intensivo con siembra de maíz. La eficiencia del N de la explotación es mayor en los semiintensivos con porcentajes medios del 38,7 % y 5,3 % los intensivos; sin diferencias, la eficiencia del N en el suelo entre sistemas e independientemente de si cultivan o no maíz. V) Ingesta de nutrientes El consumo medio de materia seca, vaca y día es de,± kg para el conjunto de explotaciones, de los cuales el 58,5±6 % es forraje y el 4,5 %, concentrado, sin diferencias entre sistemas y las que cultivan o no maíz para ensilado. La hierba verde no forma parte de la dieta en las intensivas, pero sí en las semiintensivas, y, dentro de estas, el consumo se reduce hasta un 67 % cuando se adiciona ensilado de maíz. El porcentaje de ensilado de hierba incluido en las dietas difiere entre explotaciones (P<0,05), con máximos del 44 % en las intensivas sin aporte de ensilado de maíz (InNO) y mínimos de 8,3 % las intensivas con ensilado de maíz (InSI), y similar en las que no cultivan maíz e independientemente del sistema de producción (tabla ). El heno (hierba y paja blanca) solo se administra en las explotaciones intensivas con porcentajes similares (tabla ). El consumo de ensilado de maíz y el porcentaje que representa en la dieta no difiere entre sistemas (tabla ), con ingestas medias de 4,±, kg de materia seca de maíz vaca y día en SeSI y de 5,3±, kg en los sistemas intensivos. Las concentraciones de proteica (PB), proteína degradable en rumen (PDR) y proteína soluble (PB sol ) no difieren entre sistemas y sí P<0,00 la no degradable en rumen (PNDR) un 6,9 % superior en las semiintensivas, atribuido al consumo de hierba (tabla ). Pese a la no existencia de diferencias en PB, PDR y PB sol, los porcentajes son numéricamente mayores, un 6, %; 6,9 % y 3, % respectivamente en las semiintensivas y un 3,4 % superior la PNDR en las intensivas. El almidón de las dietas intensivas es un 7,8 % superior a las semiintensivas (P<0,00), sin diferencias al aportado por el concentrado y el ensilado de maíz (tabla ), pero sí numéricamente menor; un 4 % menor el del concentrado en los intensivos (4, %) y 5 % mayor el proporciona-

09 do por el ensilado de maíz. El concentrado aporta el 9 % del almidón en las explotaciones que no cultivan maíz (P<0,00), mientras que se reduce hasta el 55 % quienes sí lo cultivan (P<0,00), representando el 79 % del total ingerido. El almidón degradable en rumen es significativamente mayor en los sistemas semiintensivos con maíz pero no en los intensivos (tabla ). Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, kg CO -eq) Uno de los factores nutricionales que contribuyen a minimizar el CH 4 entérico es mejorar la utilización de la energía bruta de la dieta. Las basadas en forraje contienen más pared celular y menos contenido citoplasmático, lo que favorece mayor formación de acético en rumen (Mills et al., 00). Dada la complejidad de predecir el CH 4 entérico del vacuno lechero, diferentes modelos estadísticos son propuestos en la literatura para predecir la producción de CH 4 y el desarrollo de estrategias de mitigación (Yan et al., 000; Mills et al., 003; Ellis et al., 009). La mayoría de las ecuaciones se basan en el consumo de materia seca sin tener en cuenta la composición de la dieta (Kriss, 930), sobre la digestibilidad de la energía y el nivel de alimentación (Blaxter y Clapperton, 965), en los carbohidratos digeribles (Moe y Tyrrell, 979) o en una gama de factores dietéticos (Holter y Young, 99; Salcedo, 0). Las determinaciones de CH 4 en laboratorio son escasas (Blaxter y Clapperton, 965; Yan et al., 000; Jentsch et al., 007; Ellis et al., 009). Por su parte, Ellis et al., (007) y Yan et al., (009) usan la energía metabolizable o la relación energía metabolizable energía bruta para predecir la producción de CH 4 entérico. No obstante, factores dietéticos como la adición de grasa reducen la producción de CH 4 (Beauchemin et al., 009; Chung et al., 0; Moate et al., 0), pero la grasa-concentración de grasa de la dieta no está incluida en las ecuaciones de predicción. I) Metano (CH 4 ) La producción de CH 4 (entérico y estiércol) es de 306±06 kg ha - (6.46 kg CO -eq) en el conjunto de explotaciones (tabla ), sin diferencias significativas entre sistemas (59±4 los semiintensivos; 353±37 kg los intensivos), tanto si siembran maíz (355±33 kg) como si no, 58±38 kg ha -. El CH 4 entérico representa el 76 % y 75 % del total emitido en los semiintensivos e intensivos respectivamente y el 74 y 77 % las explotaciones que cultivan o no maíz respectivamente. La mayor emisión de CH 4 por hectárea en las explotaciones InSI (P<0,05) es atribuida a la superior carga ganadera (r=0,85 P<0,0), sin diferencias entre sistemas, siembra de maíz o la interacción sistema x siembra de maíz (tabla ). El metano emitido por kg de leche corregido por grasa (ECM) es similar entre tratamientos, pero numéricamente inferior, un 3,4 % en las intensivas y un 9,3 % en las explotaciones que cultivan maíz. Estos descensos, aunque numéricos, son imputables a la mayor producción de leche-vaca y día en los intensivos. De esta forma y para el conjunto de explotaciones e independientemente del sistema productivo y de que cultiven o no maíz, el CH 4 puede disminuir,7 g kg - ECM (r =0,54) cuando la producción sea superior a 4,6 kg ECM y día. Cada kilo de leche superior a,7 y 6,6 en las explotaciones semiintensivas e intensivas, el metano puede reducirse,69 y 0,7 g respectivamente y 0,89 y,7 g para producciones de leche superiores a 5, y 3,8 kg las explotaciones que cultivan o no maíz (figura 4). El aumento de un kg de leche al día en las primeras puede representar reducciones de 6,8 kg CO -eq vaca al año y 6,6 kg las explotaciones que no cultivan maíz. El CH 4 entérico por tonelada de leche ECM estimado por el DairyCant es de 6,9 kg en las explotaciones con ensilado de maíz y de 9, kg sin él, similares a los 5,4 kg señalados por Bannink et al. (0) en explotaciones de leche alemanas. Una de las estrategias con potencial de reducir las emisiones de CH 4 entérico consiste en reemplazar ensilado de hierba por ensilado de maíz en las dietas de vacas lecheras (Mills et al., 00; Beauchemin et al., 008). Por su parte, Dijkstra et al. (00) demuestran que, reemplazando el 50 % de ensilado de hierba por ensilado de maíz en una dieta que contenga el 30 % de concentrados y 70 % de ensilado de hierba, las reducciones de CH 4 son del 8 % aproximadamente. Figura 4. Relaciones entre el CH 4 kg leche ECM y la producción diaria entre sistemas lecheros y aquellos que cultivan o no maíz Kg ch4 leche ECM 33 3 9 7 5 9 7 5 5 Gr CH4 ECM Intensivo Gr CH4 ECM Extensivo R =0,5 R =0,4 5 35 45 kg leche ECM vaca y día Kg ch4 leche ECM 33 3 9 7 5 9 7 5 5 R =0,76 Gr CH4 ECM Maíz - SÍ Gr CH4 ECM Maíz - NO R =0 5 35 45 kg leite ECM vaca y día Los resultados de una muestra de 49 explotaciones lecheras de Cantabria clasificadas en función del sistema de producción forrajera: I) pradera (P); II) pradera + maíz (P+M) y III) pradera + maíz + cultivos forrajeros de invierno (P+M+CFI) [Salcedo, 04b] mostraron descensos significativos en la producción de metano por kilo de leche ECM del 5 % y 7,8 % en P+M y P+M+CFI respectivamente, lo que pone de manifiesto la importancia mitigante del forraje amiláceo. Posteriormente, y sobre una población de 7 explotaciones pertenecientes a la Mancomunidad de Municipios Sostenibles de Cantabria, Salcedo (04c) obtiene descensos del 3 % y 3 % en explotaciones semiintensivas e intensivas (ambas cultivan maíz), respecto a las extensivas basadas en hierba verde o ensilado de hierba. II) Óxido nitroso (N O) El óxido nitroso (N O) es otro de los principales gases de efecto invernadero, con un potencial de calentamiento global 30 veces mayor que el CO y 6 veces, al CH 4 durante un periodo de 00 años (Foster, 007). Las emisiones mayoritarias del óxido nitroso (N O) en una explotación de leche proceden de las aplicaciones de fertilizantes nitrogenados, aplicaciones de purín y las del propio ciclo del N en el suelo.

0 Tabla. Emisiones de GEI por sistema de producción y cultivo de maíz CH 4 N O CO CO -eq Conjunto kg ha kg UGM g kg - ECM kg ha kg UGM g kg - ECM kg ha kg UGM g kg - ECM kg ha kg UGM kg kg - ECM SeSI 70a 9 5, 8,73 3,84 0,80b 60a.44a 38 0.977a 4.83,0 SeNO 48a 5 8,6 5,67,87 5ab,0a.09a 44 9.83a 4.60,05 InSI 440b 5 0, 0,8,78 0,48a 6,5b.68b 9 9.5b 4.963 0,86 InNO 67a 4, 7,5 3,8 0,59ab 3,9a.686b 309.859a 5.078 0,93 Sd 06,6 5,98,9 5 0,7, 36 0,45 5.07 443 0,7 Sistema Se 59 6,9 7, 3,3 0,73.404.8 37 0.079 4.70,03 In 353 4 0,5 9,,9 0,53 5.35.684 305 5.505 5.00 0,90 Sig NS NS NS NS NS NS ** *** *** NS NS NS Maíz SI 355 7,6 9,77 3,3 4 4,5.43 65 5.064 4.897 0,94 NO 57 0 4,9 6,59 3,0 5 3,.389 76 0.5 4.844 0,99 Sig NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS Maíz x sistema NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS NS Las emisiones de óxido nitroso pueden reducirse con prácticas agrícolas que maximicen la utilización de los aportes de nitrógeno. El aumento de la eficiencia de utilización de nitrógeno de los alimentos por los animales, la gestión del purín y las aplicaciones de nitrógeno inorgánico contribuyen a maximizar la absorción de N. Las emisiones de N O surgen como productos o subproductos de los procesos microbianos de nitrificación [conversión de amonio (NH 4+ ) a nitrato (NO 3- )] y desnitrificación [conversión del (NO 3- ) a gas dinitrógeno (N )], con productos intermedios como el nitrito (NO - ), óxido nítrico (NO) y N O. La nitrificación es un proceso aerobio, mientras que la desnitrificación requiere condiciones anaerobias. Los factores más influyentes son la disponibilidad de N y C, anaerobiosis y, en menor medida, temperatura. Un porcentaje de NO 3 - es lixiviado y depositado en la tierra, devuelto nuevamente como N O y son emisiones significativas. Estrategias de mitigación para emisiones directas de N O son dirigidas a reducir la disponibilidad de N, particularmente sobre condiciones anaeróbicas (por ejemplo, exceso de agua), y a impedir los procesos microbianos a través del uso de inhibidores. Las mitigaciones de pérdidas directas de N O, por ejemplo vía lixiviados de NO 3-, son dirigidas a optimizar el suministro de N para satisfacer la demanda y minimizar el riesgo del exceso de N en el suelo. Las emisiones de N O por hectárea, kilo de leche ECM y UGM en el conjunto de explotaciones son de 8,8±,9; 3±0,7 y 3,7±5 kg respectivamente (tabla ), registrándose las máximas de 9,6±3, en las intensivas y mínimas de 7,±,08 kg ha - en las semiintensivas, sin diferencias significativas entre ellas. Las explotaciones que cultivan maíz emiten un 3 % más de N O por hectárea;,6 % por kg de leche ECM y 8,7 % por UGM. La mayor emisión por kg ECM se localiza en las explotaciones SeSI (0,80 g), mientras que las InSI emiten un 40 % menos respecto a las semiintensivas que cultivan maíz. En cualquier caso, el valor medio de 3 g N O kg ECM es similar a 0,55 g (Salcedo, 04c) y a 0,58 g señalados en el Reino Unido por Del Prado Scholefield (008). Las emisiones de N O se dividen en directas e indirectas. Las primeras proceden del establo, estercolero, pastoreo, aplicación de fertilizantes, volatilización del NH 3, lixiviados (NO 3 ), restos de cosechas, aporte de purín, gasóleo y fijación biológica, que equivalen a,66±,7 y 3,63±,3 kg ha - en las semiintensivas e intensivas respectivamente, sin diferencias significativas entre ellas. Las directas son mayores en las explotaciones que cultivan maíz para ensilado (P<0,0), equivalentes a 4,±,38 kg y,08±0,90 las que no lo cultivan. Porcentualmente y del total de N O emitido de forma directa en el conjunto de explotaciones (5,03±,6 kg ha - ), el excretado en el establo y el almacenado representan el 3,4±0 %; aplicación de fertilizantes 7,9±4,5 %; volatilizado el 3,±5,3 %; el aporte de purín el 9,7±,3 % no difieren entre explotaciones; por el contrario, las procedentes de los lixiviados el 3,±4,5 % y los restos de cosechas 9,7±,7 % difieren P<0,05; la fijación biológica,±,9 % y la compra de gasóleo,9± % difieren P<0,00. Las indirectas son agrupadas en el presente trabajo por la compra de fertilizantes, forrajes y concentrados, y representan el 6,7±3, %, 8,9±3 % y 64,±3,4 %, sin diferencias para los primeros y segundos, y P<0,00 la compra de forrajes entre explotaciones. Las emisiones indirectas debidas al sistema de producción (semiintensivas = 4,53±0,5 e intensivas = 5,5±, kg N O ha - ), como las atribuidas al cultivo del maíz (5,55±,88 kg) o no (4,5±,5 kg), no son estadísticamente diferentes y son siempre mayores a las emisiones directas. La distribución porcentual de las emisiones directas e indirectas de las explotaciones semiintensivas e intensivas, cultiven o no maíz, vienen representadas en la figura 5. Las variables mejor relacionadas con el N O emitido por hectárea son las UGM ha - (r =0,73 P<0,0), las que favorecen acumulaciones de N en el suelo dando lugar a pérdidas de N (r =0, P<0,0), el NH 3 =8 P<0,0; N O=0,9 P<0,05 y sin relaciones el NO 3 ; kg N ha - comprado como alimentos (r =0,88, P<0,0); kg de N ha - entrados al suelo (orgánico, inorgánico, atmosférico, fertilizantes y restos de cosechas) r =0,7 P<0,0; el porcentaje de maíz (r =0,7 P<0,0) y el surplus de N ha - en la explotación (r=0,83 P<0,0); sin relaciones significativas por kilo de leche corregido por grasa. De esta forma, cada UGM puede emitir,3±0,4 kg N O; el N perdido puede originar 0,085±0,0 kg de N O kg - N; los alimentos comprados 0,03±0,003 kg de N O kg - ; el surplus de la explotación 0,06±0,003 kg de N O kg - N y 0,075 kg de N O por unidad porcentual de superficie dedicada a maíz.

Figura 5. Distribución porcentual de las emisiones directas e indirectas de N O entre sistemas y siembra de maíz Fijación biológica Gasóleo Establo + Estercolero 40 0 0-0 Aplicación de fertilizantes Volatilización EL METANO ENTÉRICO, EL MANEJO DE PURÍN Y LA COMPRA DE ALIMENTOS SON LOS QUE CONTRIBUYEN CON LA MAYOR EMISIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO Aplicación de purín Lixiviados Suelo SeSI SeNO InSI InNO Compra de concentrados Compra de fertilizantes 00 80 60 40 0 0 Compra de forrajes SeSI SeNO InSI InNO III) Dióxido de carbono (CO ) Las emisiones de CO analizadas son la compra de gasóleo, electricidad, compra de fertilizantes, herbicidas, insecticidas, forrajes, concentrados, subproductos, plásticos para ensilado, fermentación de ensilados, semillas, laboreo, siembra, aplicación de purín, recolección de forrajes y compra de novillas. El CO emitido por hectárea y explotación es de 3,8±, t y diferentes entre ellas (P<0,00). Las mayores se registran en las intensivas con maíz (6.546±.57 kg CO ha - ) y las menores, en las semiintensivas sin él de 08±459 kg (tabla ). Porcentualmente la energía y la compra de fertilizantes y alimentos representan el 90±,7% del total de las emisiones de CO (Figura 6). El CO por hectárea y por kg de leche ECM es diferente entre sistemas de producción (P<0,0) y P<0,00 por UGM, pero no entre explotaciones que cultivan o no maíz para ensilado (tabla ). Figura 6. Distribución porcentual de las emisiones de CO entre sistemas con o sin maíz Respiración Novillas Operaciones de cult ivo Energía 60 50 40 30 0 0 0 Semillas Fert ilizant es Alimentos P lásticos SeSI SeNO InSI InNO IV) GEI, CO -eq totales Las emisiones totales de gases efecto invernadero (GEI) expresadas en CO -eq varían de 8, a 4,6 t ha - (media ± SD =,8±5, t); de 0,7 a,3 kg CO -eq kg leche ECM (media ± SD = 0,96±0,7 kg) y de 3,9 a 5,46 t UGM - (media ± SD = 4,5±,3 t). Similares resultados por hectárea y UGM (media y desviación) son obtenidos por Del Prado et al. (03) en las explotaciones intensivas de Valle de Carranza (País Vasco); semejantes a 0,97 kg CO - eq kg - ECM señalados en Galicia (España) por Hospido (005);,0±0, kg (Vries y De Boer, 00) y ligeramente inferior a, kg (Del Prado et al., 03). Las explotaciones intensivas emiten un 35 % más de CO -eq por hectárea;,6 % menos por kg de leche ECM y 6,3 % más por UGM. Dentro de las que cultivan maíz para ensilado, las intensivas producen un 30 % más por hectárea; 5,33 % menos por kg ECM y % más por UGM, sin diferencias significativas el sistema productivo, las que cultivan o no maíz y la interacción sistema x maíz (tabla ). El menor porcentaje de 5,33 % por kg de leche ECM en las que cultivan maíz es inferior al 7 % de las explotaciones lecheras de la Mancomunidad de Municipios Sostenibles de Cantabria (Salcedo, 04c) y al 7 % también en Cantabria en una muestra de 49 explotaciones (Salcedo, 04b), y ligeramente superior al 0,7 % cuando se reserva más del 30 % de la superficie para maíz respecto a las del 00 % de pradera (Hacala et al., 006) y superior a, % en explotaciones que cultivan maíz respecto a las que no (Vellinga y Hoving, 0). El CO -eq kg - de leche corregido por grasa (ECM) está inversamente relacionado con la producción de leche media diaria del rebaño (figura 7A), y con los kg ECM por kg de materia seca ingerida (figura 7B), independientemente de si se siembra o no maíz, pero con diferente grado de correlación. Aumentos de un kg de leche por vaca al día superior a,6 y 6,6 en las semiintensivas e intensivas puede disminuir 0,048 y 0,035 kg CO -eq (equivalentes a 7,5 y,7 kg CO -eq vaca y año) respectivamente y 0,73 y 0,97 kg por cada kg de leche superior a,0 y,3 kg ECM/kg materia seca ingerida. Más atrás se indicó la mayor producción de leche en las explotaciones que cultivan maíz para ensilado, circunstancia que favorece menor emisión de CO -eq por kg de leche (0,06 kg) y 0,067 kg las que no lo cultivan (equivalentes a 9,5 y 4,4 kg CO -eq vaca y año).

3 Figura 7. Relaciones entre la producción de leche (kg vaca-día) y la eficiencia bruta (kg leche kg - MS ingerida) con los kilos de CO-eq kg - de leche ECM entre sistemas lecheros y las que cultivan o no maíz para ensilado Kg CO -eqkg leche ECM Kg CO -eqkg leche ECM,4,,, 0,9 0,8 0,7 5 kg CO kg ECM Semiintensivas kg CO kg ECM Intensivas R =0,38 R =5 0 5 30 35 A kg leche ECM vaca y día,6 kg CO kg ECM Con maíz,5 kg CO kg ECM Sin maíz,4,3, B R =0,79, R =3 0,9 0,8 0,7 5 0 5 30 35 Kg CO -eqkg leche ECM,6,5,4,3,, 0,9 0,8 0,7,6,5,4,3,, 0,9 0,8 0,7 kg CO kg ECM Semiintensivas kg CO kg ECM Intensivas R =0,84 R = 0,75 0,8,,4 kg leche ECM vaca y día R =0,83 kg CO kg ECM Con maíz kg CO kg ECM Sin maíz R =0,8 0,8,,4 (r=-7 P<0,05); consumo de concentrado vaca-año (r=- P<0,05) y a la eficiencia bruta de la dieta (kg de leche ECM kg - MS ingerida, r=-7 P<0,05); sin relaciones significativas el porcentaje de maíz cultivado. Figura 8. Distribución porcentual de los GEI por hectárea entre sistemas lecheros Manejo del purín Consumibles Entérico 50 40 30 0 0 0 Alimentos Energía Fertilizantes SeSI SeNO InSI InNO Las fuentes de emisión de la explotación fueron clasificadas en seis grupos: I) Entérico; II) Energía (electricidad y gasóleo); III) Fertilizantes (compra, aplicación y la volatilización); IV) Alimentos (compra de forrajes y concentrados); V) Consumibles (producción de forrajes, compra de novillas, semillas, plásticos, gasóleo y respiración de ensilados) y VI) Manejo de purín (establo, estercolero, pastoreo, aportes, lixiviados, restos de cosechas y fijación biológica). La tabla 3 señala el porcentaje numérico por sistema de producción y las que cultivan o no maíz y la figura 8 la interacción sistema x cultivo de maíz. Tabla 3. Distribución del CO -eq por hectárea en los diferentes sistemas lecheros Entérico Energía Fertilizantes Alimentos Consumibles Manejo de purín Conjunto SeSI 38,9ab 4,43a 3,85a 4,7b 3,3ab 4,7a SeNO 43,9b 6,9b 4,6a 6,7a,6a 5,3a InSI 36,a,c,58a 4,7b 3,96b,46a InNO 36,3a 9,7c 4,9a 4,9b 3,0a,0a sd 4,,8,6 4,9 5,9 Sistema Se 4,4 5,67 4,4 0,7,97 4,9 In 36, 0,4 3,77 4,8 3,48, Sig. ** *** NS NS NS ** Cultivo de maíz Con maíz 37,5 7,8 3, 4,7 3,6 3,0 Sin maíz 40, 8,3 4,8 0,8,8 3, Sig. NS NS NS NS ** NS Sistema x maíz NS ** NS NS NS NS a, b, c, dentro de cada columna difiere P<0,05; sd: desviación estándar; *** P<0,00; NS: no significativo El metano entérico, el manejo del purín y la compra de alimentos son los que contribuyen con la mayor emisión de gases de efecto invernadero en la explotación, constituyendo el 87±,7 % del total de CO -eq ha - en los semiintensivos y el 8± % los intensivos. El entérico y el manejo del purín representan el 66,4±4,6 % de las emisiones en los semiintensivos y el 57±, % en los intensivos. Estos descensos son atribuidos a la producción de leche vaca-año V) CO -eq del forraje La distribución porcentual de las emisiones (directas e indirectas) atribuidas a la producción de forraje por hectárea y por kilo de materia seca de las diferentes explotaciones viene señalada en la tabla 3. Las directas incluyen las actividades de laboreo, siembra, abonado, siega y recolección; compra de semillas, fitosanitarios, plásticos, fermentación y gasóleo. Las indirectas proceden del suelo y están representadas por el N O del fertilizante aplicado, aporte del purín, volatilización, lixiviados, restos de cosechas y fijación biológica. Los porcentajes de CO -eq de las directas procedentes de los consumibles son 43,9±5,5 %; 5±5,5 % las atribuidas al suelo y,6±0,7 % las indirectas, equivalente a.663±.7 kg CO -eq por hectárea o 0,36 kg CO -eq kg de materia seca producida. Tabla 4. Emisiones de la producción de forrajes Emisiones directas (consumibles) Emisiones directas (solo) 3 Emisiones indirectas (fertilizantes) 4 Kg CO -eq ha - CO -eq kg - MS CO -eq de la forraje ha - kg - ECM Conjunto SeSI 38,6a 56,8ab 4,5a.056 0,33ab 95,8a SeNO 7,a 69,6b,9a 784 0,97a 94,a InSI 58,5b 36,3a 5,a.48 0,393b 96,6a InNO 5,5b 39,6a 8,7b.333 0,36b 84b sd 5,5 7,,5.73 0,09 5 Sistema Se 3,9 63, 3,7 90 0,55 95 In 55,0 37,9 6,9.407 0,378 40 Sig. *** *** ** ** ** NS Cultivo de maíz Con maíz 48,5 46,5 4,8.768 0,353 96 Sin maíz 39,6 54,6 5,8.559 0,79 39 Sig. NS NS NS NS NS NS Sistema x maíz NS ** NS NS NS NS CO : laboreo, siembra, abonado, siega, recolección, semillas, fitosanitarios, plásticos, fermentación, gasóleo; N O: fertilizante aplicado, aporte purín, volatilización, lixiviados, restos de cosechas, fijación biológica; 3 N O: compra fertilizantes; 4 : kg CO -eq por hectárea en la producción de forraje; 5 : CO - eq por hectárea de la producción de forraje dividido entre la producción de leche corregida por grasa y por hectárea; a, b dentro de cada columna difiere P<0,05; **P<0,0; ***P<0,00.

4 Las emisiones directas e indirectas por hectárea y kilo de materia seca de los sistemas intensivos no difieren según cultiven o no maíz (tabla 3). Las explotaciones semiintensivas que cultivan maíz emiten porcentualmente más CO - eq procedente de los consumibles (P<0,05), pero menor P<0,05 las de origen edáfico, atribuible a la menor producción de forraje (r=- P<0,05). Sin embargo, ambas emisiones directas e indirectas, por hectárea o por kilo de materia seca, no difieren entre aquellas explotaciones que cultivan o no maíz (tabla 3), pero sí de forma numérica, mayor en las primeras. Las emisiones de CO -eq por kilo de materia seca de forraje producido son diferentes entre sistemas (P<0,0), con valores medios de 0,55±0,09 los semiintensivos y 0,378±0,05 kg los intensivos (tabla 3) y 0,353±0,09 kg las explotaciones que cultivan maíz y 0,79±0,09 kg las que no, sin diferencias entre ellas (tabla 3). La figura 9A señala el CO -eq kg MS de diferente forraje producido en la explotación y la figura 9B el porcentaje de las emisiones directas dentro de cada sistema de producción. Los valores obtenidos para el ensilado de hierba son de 0,9±0,07 kg el de rotopacas, 0,78±0,07 kg el de trinchera; la hierba segada y suministrada en pesebre (0,54±0, kg); el ensilado de maíz (0,355±0,03 kg) y el ensilado de raigrás en la modalidad de rotopacas (0,39±0,0 kg). Las emisiones del ensilado de hierba, e independientemente de la modalidad utilizada, son similares a 0,37 y 0,93 kg CO -eq kg MS indicado por Ohm et al. (04). Figura 9. Emisiones directas de CO -eq de la producción de forraje en porcentaje (A) y por kg de MS producido (B) según el sistema de su aprovechamiento Ensilado de raigrás rotopacas Ensilado de maíz Intensivas Ensilado de raigrás rotopacas Ensilado de maíz Ensilado rotopacas 0,5 00 95 90 85 80 0 Ensilado hierba rotopacas Directas (semiintensivas) Directas (intensivas) Ensilado de trinchera Hierba siega Semiintensivas Ensilado hierba trinchera Hierba siega Reemplazar ensilado de hierba por ensilado de maíz es una estrategia para reducir las emisiones de CH 4 de origen entérico (Middelaar et al., 03), pero incrementan los niveles de CO y N O en la explotación por un cambio en los niveles de carbono y nitrógeno del suelo (Vellinga y Hoving, 0; Van Middelaar et al, 03). Por otra parte, el maíz requiere diferente fertilización y manejo de la tierra, el cambio de las emisiones de N O de los cultivos y las emisiones relacionadas con la producción de fertilizantes (Schils et al., 005b; Basset-Mens et al., 009). En el presente trabajo, el CO -eq emitido por kilo de materia seca producido en las explotaciones semiintensivas que cultivan maíz, disminuyen las emisiones de origen entérico por kilo de leche corregido por grasa un 38 % y un 9,4 % los intensivos. En el conjunto de explotaciones, cada gramo de CO -eq emitido en la producción de forrajes se reduce 0,5 g de CO -eq entérico; 0,4 g las que cultivan maíz y -0,55 g las que no. Figura 0. Relación entre los gramos de CO-eq por kilo de materia seca producida con los de origen entérico gramos de CO -eq kg- materia seca forraje 700 600 500 400 300 y = -0,503x + 540,83 00 00 00 300 400 500 gramos de CO -eq entérico kg - ECM CONCLUSIONES Este trabajo pone de manifiesto la relevancia que tienen los simuladores como herramienta en la toma de decisiones en las explotaciones lecheras, como por ejemplo analizar las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas cuando se sustituye parte de la superficie de pradera por maíz para ensilado. Las fuentes de emisión mayoritarias son las de origen entérico, la compra de alimentos y las del manejo del purín. Las explotaciones que cultivan maíz, independientemente del sistema lechero, presentan mejor huella de carbono por kilo de leche y ligeramente superior la de un kilo de materia seca; en cualquier caso, dentro del rango de muchas publicaciones. La producción de leche vaca y año es mayor en las explotaciones que cultivan maíz para ensilado; los gramos de CH 4 disminuyen e incrementan los del N O por kg ECM y aumentan las emisiones de CO -eq por kilo de materia seca producida. Las estimaciones del DairyCant señalan que cada gramo de CO -eq emitido en la producción de forrajes, el de origen entérico disminuye 0,5 g en el conjunto de explotaciones. Estos resultados ponen de manifiesto que mejoras en la producción y conservación de forrajes, la fertilización y el manejo del purín entre otros pueden contribuir a reducir aún más no solo el metano entérico sino la huella de carbono de un kilo de materia seca.