La movilidad placentera de larga estancia de origen estadounidense hacia México Omar Lizárraga Morales 1 Resumen: Actualmente somos testigos de un flujo turístico y residencial principalmente compuesto por jubilados que se dirige de los países geográficamente del norte, hacia los del sur, en busca de un clima cálido y un mejor nivel de vida a menor precio. En el caso del continente europeo, los principales países receptores se ubican en la región mediterránea destacando Turquía, Hungría y España. En Oceanía; Australia y Nueva Zelanda también son populares entre los pensionados del norte de Europa y del Asia oriental. En el continente Americano; los países de Centro y Sudamérica como Costa Rica, Colombia, Brasil y México, son atractivos para los jubilados de Estados Unidos y Canadá. En el caso de México, en un plazo de diez años (1996-2006), la población inmigrante estadounidense aumentó de 200 mil a 1 millón. Cabe mencionar que ni las autoridades mexicanas ni las estadounidenses han llegado a un consenso en cuanto al número exacto de ciudadanos estadounidenses que viven en México, esto debido a que un buen número de ellos entran al país como turistas, aun cuando viven por largas temporadas en los destinos. Este tipo de turismo residencial tiene importantes impactos socio-económicos en las localidades de destino, debido al poder adquisitivo que poseen, dándose un reordenamiento socio espacial del espacio urbano. Nuestra ponencia pretende explicar la dinámica de este tipo de flujo turístico en uno de los principales destinos en América Latina: México. Palabras-clave: Movilidad Placentera. Estadounidenses. México. Introducción Por primera vez en su historia México está recibiendo un flujo significativo de extranjeros compuesto por jubilados de Estados Unidos y en menor medida, de Canadá. Este es un movimiento de personas que ha recibido escaso tratamiento teórico, además, es un fenómeno complicado de distinguir entre lo que define a un turista y a un inmigrante. Bien es sabido que el turismo es una actividad practicada por individuos que cuentan con el poder adquisitivo y el tiempo libre para desplazarse a lugares distintos al de su residencia. Ahora bien, los atractivos naturales y culturales que ofrecen los destinos turísticos en México han servido en otro sentido, una gran cantidad de visitantes de la tercera edad llegan atraídos por ellos, y han decidido en algún momento, regresar y establecerse por largas temporadas, ya no como visitantes esporádicos y por temporadas breves, sino como residentes por largas temporadas, a esta modalidad se le llama Turismo Residencial de Retiro (Rodríguez, 2002) o bien, Migración Internacional de Retiro (Longino, 1982). El turismo en general es la etapa previa al asentamiento residencial de retiro, conceptuado éste como la ocupación turística en establecimientos no estrictamente hoteleros, no reglados en la oferta sectorial, durante un periodo superior al de una estancia turística, pero tomando a demás en cuenta un motivo de ocio y la búsqueda de una mejora en la calidad de vida (Rodríguez, 2002). 1 Doctor en Ciencias Sociales y actual Profesor- Investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa. E-mail: omar_lizarraga@hotmail.com 1
La estrecha relación que tienen el turismo y la migración ha sido comprobada por algunos autores en Estados Unidos dos, quienes argumentan que cuando la decisión de migrar por parte de un jubilado está tomada, el lugar de destino es seleccionado, y en este paso una experiencia turística anterior puede jugar un importante rol, ya que toman en cuenta sólo aquellos lugares en los que han disfrutado estancias de placer anteriormente. Ahora bien, un buen número de personas que residen permanentemente en México mantienen su status legal de turistas aún cuando viven en territorio mexicano la mayor parte del año (Lizárraga, 2008). Por otra parte, los registrados como residentes en el Instituto Nacional de Migración presentan características distintas a las de migrantes o refugiados económicos, pues efectúan el movimiento migratorio de manera voluntaria y en busca de un clima cálido y de recreación. En el presente escrito proponemos poner en discusión la conceptualización de este flujo de personas que ha tenido una creciente tendencia en algunos destinos mexicanos. Presentamos una somera descripción histórica y la problemática que presenta actualmente. 1. De Turista a Migrante En Estados Unidos se han hecho investigaciones científicas que comprueban la estrecha relación que tienen la migración de jubilación y el turismo. Por ejemplo, Robert Wiseman (1979), argumenta que cuando la desición de migrar por parte de un jubilado está tomada, el lugar de destino es seleccionado, y en este paso una experiencia turística anterior puede jugar un importante rol, ya que toman en cuenta sólo aquellos lugares en los que han disfrutado estancias de placer anteriormente. Por su parte Lee Cuba (1989) durante los años 1986-1987, elaboró una investigación en Cape Cod, un popular destino turístico ubicado en el este de Estados Unidos. Alrededor del 30% de sus residentes tenían 65 años o más, el porcentaje más alto de adultos mayores en el estado. Alrededor de la mitad de los inmigrantes en ese destino eran nativos de Massachussets, y otra gran parte de ellos vinieron de la región de Nueva Inglaterra. En aquella investigación el objetivo fue explorar el rol que juega el turismo en la decisión de la migración de retiro. Cuba Lee encontró que efectivamente el turismo influye en la elección del destino. Alrededor del 90% de todos los inmigrantes retirados en Cape Cod tuvieron al menos una experiencia vacacional en ese lugar. El 45% de los cuestionados visitaban regularmente aquel destino y el 23% de ellos fueron migrantes temporales (seasonal migrants), antes de mudarse a aquel destino permanentemente. En otra investigación, Girard y Gartner (1993) encontraron que algunas segundas casas son compradas como posible destino de retiro. Una encuesta que realizaron estos autores en Barron 2
County, Wisconsin en el año de 1991, a propietarios de este tipo de viviendas, encontraron que el 32% de ellos planea usar sus segundas casas como primera opción de residencia una vez retirados. Aunque los autores no investigaron el por qué los propietarios eligieron el destino para adquirir sus viviendas, un estudio realizado por Marcouiller (1996) en Forest County, también en Wisconsin, mostró que en algunos casos el turismo llevó a comprar una segunda casa, después residir temporalmente y posteriormente residir permanentemente una vez jubilados. En esta investigación los retirados en Forest County fueron cuestionados sobre el por qué la elección del destino. La razón que tomaron como más importante para adquirir sus viviendas fueron previas vacaciones. 2. México: Un país de inmigrantes placenteros Desde el punto de vista estrictamente estadístico las corrientes de inmigración a México hasta este siglo siempre habían sido menores. Siguiendo puntualmente los datos de los censos de población y vivienda, los residentes extranjeros representaron entre 0.40 y 0.42 por ciento de los habitantes del país enumerados en los siguientes años: 1895: 48 mil 1900: 100 mil 1910: 116 mil 1921: 108 mil 1950: 182 mil 1970: 191 mil 1980: 269 mil 1990: 341 mil 2000: 406 mil Fuente: Censo de Población y Vivienda (2000). En información entregada en 2009, el Instituto Nacional Estadística y Geografía (INEGI) señaló que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) la llegada de inmigrantes al territorio nacional desde 2000 se ha mantenido más o menos constante. Entre 2006 y 2008, por cada mil habitantes en México, 4.4 personas llegaron del extranjero a vivir en el país. No obstante, el INEGI resalta que por primera vez, durante los tres últimos años, al final del tercer trimestre de 2007, y esto es lo históricamente relevante, el total de personas que vinieron a residir a México superó al de emigrantes. 3
La emigración mexicana al extranjero, como es ampliamente sabido, se ha dirigido a lo largo de más de ciento cincuenta años casi en su totalidad a Estados Unidos. Lo interesante y poco conocido es que el principal destino de los emigrantes estadounidenses al extranjero es México. Lo cual podría parecer natural, debido a la vecindad geográfica, pero antes de la Segunda Guerra Mundial no era así. La inmigración estadounidense se conocía pero era inferior a la española. La emigración de estadounidenses a México también ha existido a lo largo de 150 años, pero nunca había sido demográficamente significativa. Comerciantes, mineros, marinos, intelectuales, artistas y científicos, profesionistas, industriales y refugiados llegaron a México a cuenta gotas en diferentes etapas de las relaciones de los dos países. Es cierto que, por lo menos desde el inicio de la segunda mitad del Siglo 20, la inmigración estadounidense se convirtió en la más importante para su vecino del sur, desplazando a la ibérica, pero se trataba fundamentalmente de ejecutivos de empresas transnacionales, profesionistas altamente calificados, y jubilados en localidades muy identificadas. Para 1990, cuatro años antes de que se echara a andar el TLCAN, había 194 mil 619 estadounidenses establecidos en toda la República Mexicana, el 65 por ciento de ellos residían en cinco estados de la frontera norte, Jalisco y la Ciudad de México. El grupo más numeroso se había asentado en el estado de Baja California. A pesar de ser estadísticamente poco relevante, esa inmigración, caso siempre temporal, fue un antecedente importante para entender la primera inmigración estadounidense significativa y también la primera inmigración extranjera masiva en la historia de México que se empezó a generar con la integración económica de Canadá, Estados Unidos y México una vez que se echó a andar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a partir del primero de enero de 1994. En el TLCAN expresamente se planteó que la emigración mexicana a Estados Unidos disminuiría significativamente con el desarrollo económico que traería el Tratado. No fue así; la emigración de mexicanos más allá de su frontera norte creció a un ritmo como nunca antes había sucedido. Hasta 2001 el flujo migratorio mexicano anual neto era 13 veces superior al registrado tres décadas atrás, sin considerar que a lo largo del gobierno de Vicente Fox (2000-2006) emigraron en promedio 400 mil personas al año al otro lado de la frontera norte. El flujo solo empezó a disminuir entre 2006-2008, pero ello como resultado de la crisis norteamericana y sus duras políticas migratorias, particularmente contra los indocumentados. Si el pronóstico acerca de la disminución sobre la emigración mexicana a Estados Unidos falló, el que ni siquiera existió fue el de la inmigración estadounidense en México. En ningún momento de las negociaciones del TLCAN se habló de la emigración de Norte a Sur, ni ningún investigador o analista la imaginó. Lo cierto es que al inicio del nuevo siglo se empezó a 4
manifestar una creciente ola inmigratoria que para el año 2006 ya se calculaba en un millón de personas y que podría crecer a un ritmo anual de 200 mil inmigrantes a lo largo de 18 años (Davis, 2006), el periodo de máximo crecimiento de retiro de la generación de "baby boomers". La inmigración placentera de jubilados en México Según el Centro de Estudios Superiores de Turismo (CESTUR, 2002), los factores de atracción para estos migrantes de retiro son los siguientes: baja tasa de criminalidad, seguridad, limpieza, hospitales de calidad cercanos, bajo costo de vida, clima agradable, vecinos amigables, belleza escénica, ciudad grande cercana, presencia de comunidades de retirados, entre otros. También toman importancia a cierto tipo de requerimientos, como: existencia de hoteles; trailer parks; médicos especialistas; comunidades y asociaciones de retirados. En cuanto al marco jurídico, buscan una facilidad de adquirir bienes materiales y de internar vehículos y personas a ese destino. En esta misma investigación encontraron que existen 21 destinos particulares o polos de atracción para los turistas extranjeros de tercera edad, los cuales se ubican principalmente en las costas del Pacifico y Mar de Cortés. El mismo documento identifica los corredores de Chapala- Ajijic, Puerto Vallarta-Nuevo Vallarta, Guanajuato-San Miguel de Allende, Los Cabos-La Paz y Mazatlán, Sinaloa como preferidos por este segmento de turistas. Estos mismos lugares a corto y mediano plazo, se convierten en lugares preferidos de los extranjeros para asentarse de manera definitiva. Cabe decir que los factores de atracción para los jubilados estadounidenses señalados en la investigación elaborada por CESTUR, son distintas a las encontradas por Sunil et al (2007). En su estudio de caso llevado a cabo en Chapala Jalisco, los principales atractivos son el bajo costo de vida, el clima, la gente amigable y la belleza escénica. El Instituto de Política Migratoria de Estados Unidos ubica siete estados mexicanos que reciben mayor número inmigrantes estadounidenses jubilados, estos son: Jalisco, Guanajuato, Baja California, Baja California Sur, Nuevo León y Guanajuato. Seguidos por todos los demás estados más cercanos a la frontera norte como Sinaloa, Durango, Zacatecas y Tamaulipas (Papademetriou, 2006). El mismo documento ubica diez destinos particulares o polos de atracción para estos inmigrantes como lo son Guadalajara y Chapala, Jalisco; León y San Miguel de Allende, Guanajuato; Monterrey, Nuevo León; Ciudad Juárez, Chihuahua; Tijuana, Mexicali, Rosarito y Ensenada, Baja California y Los Cabos en Baja California Sur. Por nuestra parte, basándonos en datos proporcionados por el Instituto Nacional de Migración con sede en cada una de las delegaciones regionales, encontramos que en el país habitan un total de 108, 052 estadounidenses registrados en dicha institución como residentes. Cabe decir que este número de americanos son solamente los registrados bajo las formas migratorias para 5
extranjeros Fm3 y Fm2; no inmigrante y migrante, respectivamente. Los estadounidenses radicados legalmente en México pueden hacerlo bajo la Fm2 o Fm3, o bien, el FmT para turistas. Los internados al país con esta última forma migratoria pueden estar en México hasta por 6 meses y renovar la visa después de ese tiempo. Estado Numero de estadounidenses Aguascalientes 160 Baja California 22,137 Baja California Sur 13,905 Campeche 2,069 Chiapas 429 Chihuahua 11,605 Coahuila 2,482 Colima 1,110 Distrito Federal 5,858 Durango 156 Edo. De México 462 Guanajuato 9,992 Guerrero 1,121 Hidalgo 89 Jalisco 11,527 Michoacán 886 Morelos 500 Nayarit 2,357 Nuevo León 1,743 Oaxaca 1,791 Puebla 1,473 Querétaro 2,030 Quintana Roo 2,487 San Luis Potosí 487 Sinaloa 4,385 Sonora 3,500 Tabasco 108 Tamaulipas 572 6
Tlaxcala 76 Veracruz 1,816 Yucatán 590 Zacatecas 149 Total 108,052 Fuente: elaboración propia con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Migración (2009). Si tomamos en cuenta nuestra referencia del INM, los siete principales estados receptores de inmigrantes estadounidenses por orden de importancia son: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Jalisco, Guanajuato, Distrito Federal y Sinaloa. Ya sea tomando una u otra fuente, tenemos que los principales estados con mayor afluencia migratoria proveniente de Estados Unidos son: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Jalisco, Guanajuato y el Distrito Federal. Ahora bien, si el principal factor que propicia la emigración mexicana a Estados Unidos es el económico, lo mismo puede decirse de la inmigración estadounidense a México. En el primer caso es la búsqueda de mayores ingresos y trabajo, en el segundo es el objetivo de que las pensiones de jubilación preserven o mejoren un nivel de consumo y una calidad de vida semejantes o superiores a los que se obtendrían en Estados Unidos. La integración económica que se profundizó con la firma del TLCAN profundizó los vínculos que ya existían entre los tres países de América del Norte y abrió uno que solo existía de manera larvada: la emigración canadiense y estadounidense al sur. Pero, a diferencia de la emigración mexicana al norte que enfrenta fuertes políticas restrictivas y fobias racistas, la estadounidense goza de un marco jurídico favorable para establecer la residencia, la adquisición de la nacionalidad, el empleo, la inversión y la adquisición de bienes raíces. Como siempre, las grandes diferencias económicas y políticas entres los países establecen los marcados contrastes en el trato a los migrantes. En esta novedosa etapa de la inmigración del norte hacia el sur, los estadounidenses se están expandiendo prácticamente a todo el territorio mexicano, pero tienden a concentrarse en toda la costa del Pacífico mexicano y en las costas del Mar Caribe. Esta nueva etapa histórica que experimenta el país la multiculturalidad, conformada por las diferentes etnias del país y el mestizaje dominante, se verá ampliada por la presencia masiva de estadounidenses y canadienses. Sus características y consecuencias recientemente las empezamos a vislumbrar y estudiar. Entenderlo será muy importante para el país y más particularmente para aquellas regiones que se verán fuertemente impactadas por esa inmigración. 7
Otro aspecto relevante de esta ola inmigratoria de Norte a Sur es que sus actores no se ven así mismos como inmigrantes. En efecto, ni estadounidenses ni canadienses se ven como inmigrantes en México. La explicación parece residir en que ellos no le dan una explicación jurídico social a su situación sino que la rodean de un velo ideológico cultural el cual, para ellos, les dice que los inmigrantes son aquellos que proceden de países menos desarrollados y que buscan empleo en los más desarrollados, pero no aquellos que se jubilan y se trasladan a otro país en búsqueda de costos menores para vivir, climas más amables y estilos de vida más accesibles para personas de la tercera edad. Por otra parte, el hecho de que un porcentaje significativo de esos jubilados no solicite visa de residencia en México y se traslade por lo menos una vez al año a su país los hace verse como turistas o, si acaso, como visitantes temporales. En todo caso, su temporalidad y la circularidad de su existencia entre dos territorios nacionales, los sitúa en la condición de transmigrantes no laborales. Este tipo de migrantes y/o transmigrantes revela que no toda migración es laboral, ni por reunificación familiar o por estudios, sino que, al menos de países más ricos a menos ricos, como de Inglaterra, Alemania o Suiza a España, Grecia o Turquía, o de centrales a periféricos, como de Canadá y Estados Unidos a México, es de personas jubiladas en busca de menores condiciones económicas, climáticas y culturales para pasar sus últimos años de vida. Del otro lado de la moneda, también es significativo que los habitantes locales que albergan a los jubilados tampoco los ven como inmigrantes sino como turistas. El grueso de la población local no está en condiciones de distinguir a los jubilados de los turistas extranjeros; ambos emplean su tiempo libre de manera semejante: ir a la playa, ir a las cafeterías y bares, comer en restaurantes, pasear y hacer ejercicio o ir a pescar. Quizá también influya en que los locales no ven a esta población extranjera como inmigrante el hecho de que México no tiene una historia inmigratoria de importancia, como la tiene los propios Estados Unidos, Canadá, en Norteamérica, o Argentina y Brasil, en Sudamérica. Sin embargo, la inmigración de masiva de jubilados a penas empieza en México. En los próximos años estaremos viendo una población creciente de canadienses y estadounidenses que obligará a destinos a establecer estrategias y políticas diferenciadas para turistas e inmigrantes extranjeros. Conclusiones La población de adultos mayores de Estados Unidos y del mundo esta creciendo drásticamente debido, principalmente, a la madurez de la generación de babyboomers, personas que 8
nacieron en la época de la posguerra, es decir entre los años 1946 y 1964. Los integrantes de esta generación estarán en edad de jubilarse en los próximos años. En el caso de los estadounidenses, en tanto que cuentan con un alto poder adquisitivo, pueden tomar la decisión de visitar turísticamente lugares de su preferencia por largos periodos e incluso cambiar de residencia; adquirir inmuebles en los lugares de destino y llevar una vida de comodidad sin tener que trabajar más. Al movimiento que efectúan estas personas hacia México, en tanto mantienen una residencia permanente por largos periodos, compran viviendas, pagan impuestos y lo más importante, ellos mismos consideran su hogar al nuevo lugar de asentamiento, podemos llamarlos inmigrantes. Más particularmente, Migrantes de Retiro. La migración de retiro es una etapa posterior a la actividad turística. La mayoría de estadounidenses que viven en México, había visitado al menos una vez el puerto como turista. Estos estadounidenses manifiestan haberles gustado el lugar para vivir y decidieron comprar viviendas y mudarse permanentemente aquí una vez jubilados. En este país se han desarrollado redes sociales transnacionales que están conformadas principalmente por amistades de sus lugares de origen, las que a su vez provocan el incremento permanente del turismo y la inmigración: existe, pues, una espiral creciente compuesta por turismomigración-redes sociales. Esto ha provocado un aumento en el número de visitantes estadounidenses. Una reflexión que es conveniente hacer aquí, es el hecho de que el turismo y la inmigración estadounidense de jubilados en México, en su conjunto, no ha sido hasta ahora lo suficientemente valorada. De esta manera, en torno a este fenómeno aún hay mucho por investigar y analizar. En este escrito señalamos algunas de las características más destacadas, pero es conveniente seguir profundizando en futuras investigaciones académicas. Referencias Cuba, Lee. (1989). Retiring to Vacationland Generation No.21, New York. Davis, Mike (2006). Los invasores de fronteras en La Jornada, 23 de septiembre. Girard, T.C. y William Gartner (1993). Second home second view: Host Community Perceptions Annals of Tourism Research, Los Angeles Cal. Lizárraga, Omar (2008). La migración de estadounidenses jubilados en México y sus prácticas transnacionales. Estudio de caso en Mazatlán y Cabo San Lucas en Migración y Desarrollo, Num. 11. Longino, Charles (1982). Changing ages non.metropplitan migration patterns, 1970 to 1980 en Journal of Gerontology, New York. Marcouiller, David, Gary Green, Steven Deller, N.R. Sumanthi y Daniel Erkkila (1996). Recreational Homes and Regional Developmen: A case Study from the Upper Great Lakes States. University of Wisconsin, Wisconsin. Papademetriou, Demetrios (2006). America s Emigrants. US retirement migration to Mexico and Panama. Migration Policy Institute. Rodríguez, Vicente (2002). Turismo residencial y migración de jubilados. Colección Mediterráneo Económico, Num. 5, Instituto de Estudios Socioeconómicos de Cajamar. 9
SECTUR (2002). Estudio estratégico de viabilidad del segmento de turismo de retirados, Centro de Estudios Superiores en Turismo (CESTUR) Sunil, T.S. et al (2007). United States international retirement migration: the reasons for retiring to the environs of Lake Chapala, Mexico en Ageing and Society, Cambridge University Press, pp. 489-510. Wiseman, Robert y Roseman, Curtis (1979). A Typology of Elderly Migration based on the decision making process. Economic Geography, New York. 10