PROYECTO CURADURIA DE LAS COLECCIONES DE LA CERAMOTECA DEL CENTRO INAH YUCATAN Arqlga. Sylviane Boucher Arqlga. Yoly Palomo Centro INAH Yucatán El proyecto Curaduría de las Colecciones de la Ceramoteca del Centro INAH Yucatán, que inició en 1999, se planteó como permanente ya que las actividades, que en él se realizan, forman parte del quehacer cotidiano de la arqueología mexicana. Aquél surge a raíz de la conclusión del proyecto Organización y Funcionamiento de la Ceramoteca (1996-1998) llevado a cabo por las que esto escriben (Boucher y Palomo 1996). Una ceramoteca es un lugar dedicado al análisis y resguardo de colecciones de cerámica. Es un área de apoyo a la investigación arqueológica., donde se puede consultar muestrarios de cerámica que tienen procedencia y son clasificados por sus materiales, formas y estilos así como también es donde se realizan labores mismas de clasificación y análisis (Ver Muller 1974). Por ello la Ceramoteca del Centro INAH Yucatán está dividida en dos sectores: el de consulta y el de trabajo de laboratorio (Fotos 1, 2 y 3). La curaduría de las colecciones cerámicas comprende la identificación y clasificación así como la adecuada presentación tanto de los fragmentos cerámicos recuperados por diversos proyecto arqueológicos actuales como del valioso patrimonio de los materiales de antiguos proyectos. La Ceramoteca del Centro INAH Yucatán en Mérida, de aproximadamente 500 m 2, consta de 193 estantes de caoba y/o cedro de once cajones cada uno, que albergan colecciones ordenadas desde lo más antiguo hasta lo más reciente, resultado de las primeras excavaciones arqueológicas realizadas en el siglo XX en Yucatán, Tabasco y Chiapas por instituciones como el Museo Peabody, el Middle American Research Institute de la Universidad de Tulane, la New Archaeological Foundation así como muestrarios más recientes que plasman la investigación arqueológica de los últimos treinta años en la Península y aún algunas muestras
del Centro de México y de Guatemala. Por otra parte la ceramoteca resguarda también aproximadamente 200 pequeños muestrarios de recolección de superficie mayormente del estado de Yucatán así como algunos de Campeche y Quintana Roo. La curaduría de las colecciones consiste en la adecuada presentación de los materiales cerámicos (lavar, marcar, sacar muestrarios, poner en cajas, hacer etiquetas con referencia bibliográfica del autor y a veces con dibujo diagnóstico a color así como plastificar) y la organización de las colecciones (determinar la manera de almacenamiento, el tamaño de la muestra, la cantidad de material que será desechado, ubicar por estado, sitio y temporalidad, poniendo la numeración correspondiente y la incorporación de comentarios de actualización tipológica, también como la captura de los tipos y variedades para su incorporación al banco de datos) para facilitar la consulta y análisis comparativo. Uno de los objetivos del proyecto Curaduría de las Colecciones de la Ceramoteca es la elaboración de un manual con índices cruzados que permita al usuario el acceso computarizado a las diversas colecciones, reduciendo el tiempo de consulta y comparación de materiales. Otro objetivo es establecer intercambios de muestrarios para enriquecer el actual acervo con cerámica de otras regiones del área maya, como Belice y Guatemala por ejemplo, que actualmente están implementando sus propias colecciones cerámicas con nuestra asesoría (correo electrónico 2/IX/03 Jorge Ortiz), así como con regiones fuera del área maya, ya que las colecciones de la ceramoteca provienen básicamente de la península de Yucatán. La Ceramoteca del Centro INAH Yucatán es un recurso de investigación. Sus colecciones sustentan las secuencias cronológicas que han sido desarrolladas para las Tierras Bajas Mayas del Norte y constituyen paradigmas de metodología y teoría arqueológica. Su utilización corresponde a una actividad técnica imprescindible para la elaboración y conclusión de informes arqueológicos. La identificación y clasificación de materiales cerámicos, recuperados por proyectos arqueológicos, es necesario para la autorización de permisos para trabajos de campo de acuerdo con el reglamento del Consejo de Arqueología
(Capítulo IV, artículos 32 y 35). Por otro lado, las colecciones de la ceramoteca también son un requisito fundamental para lograr los análisis comparativos que constituyen una parte integral de los estudios Tipo-Variedad presentes y futuros de cerámica maya. Por lo tanto sus colecciones merecen una curaduría permanente. Durante los años 60 s fue aplicado a la cerámica del área maya un sistema de clasificación que se denomina Tipo-Variedad que trata de unificar los criterios utilizados por la mayoría de los investigadores para ordenar los materiales cerámicos por vajillas, grupos, tipos y variedades; es decir de lo más general a lo más específico, en un sistema de clasificación taxonómico similar al biológico bajo orden, familia, género y especie (Boucher y Palomo 2000). En agosto de 1965 se llevó a cabo la Reunión sobre Cerámica Prehistórica de las Tierras Bajas Mayas en la ciudad de Guatemala (Willey, Culbert y Adams 1967). Esta reunión marcó el inicio de casi cuatro décadas de investigación e intercambio entre arqueólogos dedicados a la clasificación de cerámica maya. En ese entonces la acumulación de grandes cantidades de datos cerámicos, algunos publicados y otros no, provenían de ciertos sitios y regiones recién excavados en el área maya. El método Tipo-Variedad-Moda surgió de sistemas de clasificación utilizados en la arqueología del suroeste de los Estados Unidos (Wheat, Gifford y Wasley 1958) y fue introducido a mayistas al inicio de los sesentas (Ver Smith, Willey y Gifford 1960). Su adopción, como resolutivo de la Reunión sobre Cerámica Prehistórica de las Tierras Bajas Mayas representó el primer intento para sistematizar distintos esquemas de clasificación de un sitio a otro. Así como surgieron ventajas inmediatas, como la estandarización de términos cerámicos y un mayor control cronológico, se hicieron patentes la necesidad de descripciones minuciosas así como de la examinación visual de colecciones tipológicas comparativas. Veinte años después, una segunda reunión, sobre Cerámica Maya, fue organizada por Rice y Sharer (1987) como parte de la reunión Anual de la Asociación Americana de Antropología en Washington D.C. Esta reunión, mucho más amplia que la primera, incluyó además de las Tierras Bajas Mayas Centrales,
del Norte y del Sur, la costa Pacífica, las Tierras Altas Mayas, así como la periferia sureste (El Salvador y Honduras). Aunque hubo cambios teóricos que en general se alejaban del establecimiento de cronologías hacia el uso de las unidades cerámicas bajo estudio para elucidar procesos culturales, la conclusión de la reunión siguió enfatizando la necesidad del sistema Tipo-Variedad de examinar visualmente colecciones comparativas para lograr abstraer procesos culturales (Kosakowsky 1996). El sistema de clasificación Tipo-Variedad, que forma una parte fundamental de la curaduría de las colecciones de la Ceramoteca, se basa en atributos observables que se organizan en las distintas categorías previamente mencionadas. Cabe hacer notar que lo óptimo sería combinar esta clasificación empírica con una analítica que utiliza atributos modales y su distribución para reflejar tradiciones y horizontes estilísticos de tal manera que la integración de esos dos análisis proporcione información relativa a cronología, distribuciones cerámicas e interrelaciones que permitan identificar procesos culturales. Es por estas razones que las colecciones mismas de la ceramoteca han funcionado como temas de investigación que han generado diversas tesis profesionales. A través de la clasificación Tipo-Variedad una colección voluminosa se puede organizar y reducir a un número manejable de categorías o tipos para poder comparar complejos cerámicos entre sitios de toda el área maya. La continua necesidad en los estudios Tipo-Variedad de examinar visualmente otras colecciones constituye el punto medular para la curaduría permanente de las colecciones de la ceramoteca. Sin embargo una seria limitación en la aplicación del sistema es que, aunque fue desarrollado para aplicarse a vasijas completas como objetivo descriptivo final (Gifford 1976; Demarest 1986), la realidad del arqueólogo es que tiene que manejar grandes cantidades de fragmentos en lugar de vasijas completas. Para remediar esto, en las colecciones de la ceramoteca hemos integrado, en la medida de lo posible, en la parte superior de los estantes, vasijas completas y semicompletas como componentes de las colecciones mismas.
En la última década, ha habido constante proyectos arqueológicos en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, cuyos miembros han consultado las colecciones de la ceramoteca para llevar a cabo análisis de materiales. Es recomendable metodológicamente, en primera instancia, aislar y describir las variedades y tipos antes de su comparación con tipologías existentes. El establecimiento de complejos cerámicos a través la identificación de tipos, debe ser en base a asociaciones deposicionales consistentes y no a paralelismos tipológicos o modales. Esto es un riesgo que corren muchos análisis que dependen demasiado de las categorías pre existentes y no sobre el comportamiento individual de los materiales por sitio. Es decir que, frecuentemente, se siguen perpetuando preconcepciones. No obstante esperemos que la Ceramoteca funcione como un recurso de la investigación arqueológica que genere estudios cerámicos que propongan marcos históricoculturales y promuevan el entendimiento de procesos culturales para el área maya. El acervo de la Ceramoteca del Centro INAH Yucatán es consultado por investigadores tanto nacionales como extranjeros. La ceramoteca funge como un lugar central que sirve como testigo de la gran diversidad de cerámica que se ha encontrado en el pasado al mismo tiempo que incorpora lo que se va recuperando en el presente. Además se ha iniciado la conformación de colecciones cerámicas de materiales tanto coloniales como modernos. Estos últimos, frecuentemente olvidados, servirán como referencia para el futuro. Como consta en los archivos de la Ceramoteca del Centro INAH Yucatán, diversos mayistas han notado que es única en la República Mexicana y aún fuera de ella, como archivo técnico de la arqueología maya así como recurso de investigación. La Ceramoteca del Centro INAH Yucatán guarda la memoria física de materiales cerámicos que fundamentan diversas tendencias y algunos de los mejores logros interpretativos de la arqueología maya (Ver Navarrete 2001). En resumen la Curaduría de las Colecciones de la Ceramoteca del Centro INAH Yucatán resguarda una parte sustantiva de la memoria gremial de la arqueología maya además de ser un centro generador de investigación.
Boucher, Sylviane y Yoly Palomo BIBLIOGRAFIA 1996 Ceramoteca Centro INAH Yucatán. Ceramoteca de Cultura Maya et al No. 17:16-19 Philadelphia. 2000 Ceramoteca del Centro INAH Yucatán Diario de Yucatán 12 de Diciembre Mérida. Demarest, Arthur A. 1986 The Prehistory of Santa Leticia. Middle American Research Institute Publication 52 New Orleans. Gifford, James C. 1976 Prehistoric Pottery Analysis and the Ceramics of Barton Ramie In the Belize Valley. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology. Vol. 18. University of Harvard, Cambridge.
Kosakowsky, Laura J. 1996 Comparative Collections of Prehistoric Maya Pottery Cerámica de Cultura Maya et al No. 17:13-16. Philadelphia. Muller, Florencia 1974 La Ceramoteca. Mecanuscrito Archivo Ceramoteca. Centro INAH Yucatán. Mérida. Navarrete, Cáceres Carlos 2001 Acerca de la gran Ceramoteca que la Arqueología Mexicana Se merece. Arqueología 25: 121-127 México, D.F. Rice, Prudence M. y Robert J. Sharer, Editores 1987 Maya Ceramics. Papers from the 1985 Maya Ceramic Conference. Bar International Series 345 (j e ii) Oxford.
Smith, Robert E., Gordon R. Willey y James C. Gifford 1960 The Type-Variety Concept as a Basics for the Analysis of Pottery. American Antiquity 25 (3): 330-340 Wheat, Joe Ben, James C. Gifford y William W. Wasley 1958 Ceramic Variety, Type Cluster, and Ceramic System in Southwestern Pottery Analysis. American Antiquity 24 (1): 34-47 Willey, Gordon R., Patrick Culbert y Richard E. Adams 1967 Maya Lowland Ceramics: a Report from the 1965 Guatemala City Conference. American Antiquity 32 (3). Salt Lake City.