Fundamento de la administración P. Ángel L. Ciappi Vicario de Desarrollo Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico c-e: pangelciappi@arqsj.org octubre-noviembre de 2010
Doctrina social de la Iglesia El gran desafío que tenemos, planteado por las dificultades del desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la crisis económico-financiera actual, es mostrar, tanto en el orden de las ideas como de los comportamientos, que no sólo no se pueden olvidar o debilitar los principios tradicionales de la ética social, como la trasparencia, la honestidad y la responsabilidad, sino que en las relaciones mercantiles el principio de gratuidad y la lógica del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria. Esto es una exigencia del hombre en el momento actual, pero también de la razón económica misma. Una exigencia de la caridad y de la verdad al mismo tiempo. Benedicto XVI, Caritas in veritate, 36
Doctrina social de la Iglesia Toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral. Benedicto XVI, Caritas in veritate, 37 Es bueno que las personas se den cuenta de que comprar es siempre un acto moral, y no sólo económico. El consumidor tiene una responsabilidad social específica, que se añade a la responsabilidad social de la empresa. Los consumidores deben ser constantemente educados para el papel que ejercen diariamente y que pueden desempeñar respetando los principios morales, sin que disminuya la racionalidad económica intrínseca en el acto de comprar. Benedicto XVI, Caritas in veritate, 66
Doctrina social de la Iglesia Cabría desear que los organismos internacionales y las organizaciones no gubernamentales se esforzaran por una transparencia total, informando a los donantes y a la opinión pública sobre la proporción de los fondos recibidos que se destina a programas de cooperación, sobre el verdadero contenido de dichos programas y, en fin, sobre la distribución de los gastos de la institución misma. Benedicto XVI, Caritas in veritate, 47
Todo es don de Dios Dios es el Dador de todos los dones y por tanto el Dueño de todo Nosotros somos sólo administradores de lo que le pertenece a Dios Tanto de lo que manejamos en en el ámbito personal como en el familiar, eclesial, social, etc. Y tanto de los dones espirituales como materiales Vivir de acuerdo con esto es vivir según los principios de la ética social y de la lógica del don
Transparencia Aceptada como un valor en nuestra sociedad Jesús, modelo de transparencia Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Jn 14, 9). Maneja todo según la voluntad y el estilo del Padre Así da gloria al Padre Y hace presente al Padre La falta de transparencia es falta de gratitud por los dones Ante Dios, la Iglesia, la comunidad, el Estado
Iglesia Católica Santa Sede Iglesia Católica Diócesis o Arquidiocesis Diócesis o Arquidiocesis Parroquia Parroquia Parroquia Parroquia Parroquia Parroquia Feligreses Feligreses Feligreses Feligreses Feligreses Feligreses DONES TIEMPO-TALENTO-TESORO DONES TIEMPO-TALENTO-TESORO Iglesia Católica DIOS Iglesia Católica
Transparencia En la parroquia A los fieles/parroquia, porque los bienes de la parroquia son bienes de la comunión eclesial Al obispo/diócesis, porque en la parroquia administramos por delegación del representante temporal que es el obispo El flujo de recursos que la parroquia/la diócesis necesita para llevar a cabo su misión se obstaculiza por la falta de transparencia Dar cuenta del buen uso de los recursos para disipar temores y eliminar motivos de escándalo (aspecto negativo) dar testimonio de vida evangélica(aspecto positivo)
Honestidad Porque toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral Exigencia de la caridad y de la verdad Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse (Mt 10, 26). La falta de honestidad manifiesta Apego/confianza en los dones en lugar de apego/confianza en el Dador de los dones (Dios) Apego/confianza en los propios criterios y fines en lugar de apego/confianza en los criterios (voluntad y estilo) del Dador de los dones
Responsabilidad Responsables ante Dios, Dueño de todo Muy bien, siervo bueno y leal, ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: entra en el gozo de tu Señor (Mt 25, 21). Responsables ante los demás De lo que Dios nos da por su medio De todo en cuanto que compartimos un destino común (la comunión) Así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom 12, 5).
Ante la Iglesia Responsabilidad Cumplimiento de normas canónicas Cumplimiento de normas y procedimientos administrativos, pastorales, litúrgicos, etc. Ante el Estado Cumplimiento de leyes y procedimientos laborales, fiscales El desconocimiento no exime del cumplimiento Por el principio de separación de Iglesia y Estado la administración y contabilidad de la Iglesia no es objeto de revisión por parte del Estado (todavía)
Lógica del don No bastan los principios de la ética social Mientras antes se podía pensar que lo primero era alcanzar la justicia y que la gratuidad venía después como un complemento, hoy es necesario decir que sin la gratuidad no se alcanza ni siquiera la justicia. Benedicto XVI, Caritas in veritate, 38 El don que no se acoge como don y no se comparte como don no sólo no ayuda a construir la comunión, sino que se pierde Amar es manejar los dones como dones, según la voluntad y el estilo de Dios
Administrar Requiere conocimiento de lo que se maneja: información confiable, relevante, oportuna y verificable sobre la situación financiera Para la planificación y toma de decisiones a corto (día a día) y a largo plazo Para ver si estamos cumpliendo las metas o no, y tomar medidas antes de que surjan las crisis (pro-activos) Para calcular los recursos que se tienen y que hacen falta para las distintas iniciativas y proyectos (minimizar riesgos) Para fijar con justicia la aportación solidaria por parte de la parroquia a la comunión de bienes con la diócesis y la Santa Sede