BARAJA NARANJA Cómo es el abuelo? 1. Claudia F. Érase una vez una niña morena, bajita, con el pelo largo y rizado, simpática, graciosa, lista y agradable, muy agradable. Esta niña se llamaba Laura y vivía en un pueblo de Murcia. Era imaginativa y soñaba con vivir aventuras. Lo que más le gustaba era escuchar las historias apasionantes que le contaba su padre y que él había escuchado miles de veces contadas por el abuelo. Como no conocía a su abuelo imaginaba todas las noches cómo seria, y sus grandes ojos negros se iluminaban pensando en él. Así que un día, Laura decidió hacer las maletas, e ir a buscar al abuelo, al que jamás había visto. Pero, antes de irse, le preguntó a su padre: -Papá, dónde vive el abuelo? -Muy lejos cariño. -Pero, dónde exactamente? -En un país llamado Sirhara -contestó. Entonces Laura se fue a su habitación y empezó a pensar un plan para ir al aeropuerto sin que su familia se diera cuenta. El plan era así: Por la noche bueno, concretamente a las 6, se levantaría y se iría al aeropuerto. El billete se lo dio su mejor amiga, Luisa. Como el vuelo salía a las 9 tendría que quedarse allí, en el aeropuerto, a esperar. A las 8 menos veinte, Laura se durmió. Un señor de unos 60 años, aproximadamente, le despertó y le preguntó: - Dónde vas? - A Sirhara le respondió Laura. - Pues el avión despega en 10 minutos. - Gracias, señor! dijo, y se fue corriendo. Entró en el avión, buscó su asiento y le pidió a la azafata que le subiera la maleta y, por favor, que le trajera el desayuno. Luego, cuando el avión empezó a subir, se le volvieron a cerrar los ojos poco a poco y empezó a soñar cómo sería Sirhara. 1
Llegada a Sirhara 23 Pablo Gustavo S. Pasaron horas y horas hasta que el avión aterrizó. Entonces Laura se despertó y bajó del avión. Cuando llegó al aeropuerto, un señor, como la vio tan sola, le preguntó: - Adónde vas? -A Sirhara- dijo Laura. El señor le dijo que había una parada de autobús cerca de allí. Laura cogió el autobús hasta que vio un cartel que decía: Bienvenido a Sirhara, Población: 4.300 habitantes y bajó del autobús. Como Laura tenía tanta sed, vio una fuente, y se dirigió hacia ella, pero entonces, un señor anciano, que era su abuelo, le dijo que el agua estaba contaminada porque un día, un joven bebió y se murió. Después, Laura le dijo: - Muchas gracias, señor. De repente el abuelo se acordó de la voz de Laura y se dio cuenta de que era su nieta. 2
EL ENCUENTRO. 27 Samuel B. En ese momento Laura le preguntó: - Sabe dónde podría dormir esta noche?- dijo la niña. - Espera un momento- dijo el abuelo- podrías dormir en mi casa, pues vivo solo y tengo muchas habitaciones vacías. - Muchas gracias señor. -Pero antes, me tienes que acompañar. - Encantada. Le enseñó todas las calles, casas, fuentes, monumentos y la invitó a merendar. Más tarde le enseñó un paisaje y le dijo: -Esa es mi casa, sabes por qué la construí así?- dijo el abuelo. -No. Por qué? -Porque me recuerda a mi tierra, Murcia. - Tú no serás mi abuelo Tomás?. -Si Laura. Soy tu abuelo Tomás. La casa era enorme! Más que una casa era un palacete. Muchísimas habitaciones y largos pasillos (daba un poco de miedo). Era la hora de acostarse y Laura estaba muy cansada. El abuelo la acompañó a su habitación. -Buenas noches Laura, que descanses. Mañana te enseñaré el resto de la casa. -Buenas noches abuelo. Era una habitación muy grande y antigua, con una cama muy alta y llena de cojines. Se tumbó y cayó en un profundo sueño. 3
28 CARLOS F. EL DESCUBRIMIENTO DEL ENGAÑO Sobre la medianoche algo despertó a Laura. Le había parecido oír voces que venían de alguna habitación de la casa. Como no podía dormir, decidió levantarse y mirar por el pasillo. De repente, volvió a oírse el mismo sonido y comprobó que venía de la habitación del fondo. Se acercó a la puerta y quiso abrirla, pero estaba cerrada. Mañana le preguntaría al abuelo que había en aquella habitación. Al día siguiente, se levantó temprano y bajo a desayunar. En el comedor la esperaba el abuelo muy sonriente: - Buenos días, Laura! Has descansado bien? - Sí abuelo. Qué vamos a hacer hoy? - Te enseñaré mejor los alrededores de Sirhara y luego iremos a merendar a la mejor heladería de la ciudad. - Qué bien! Abuelo, te quería hacer una pregunta, qué hay en la habitación del fondo del pasillo? Al abuelo Tomás, le cambió la cara, se puso muy serio y dijo: - No quiero que te acerques a esa habitación para nada. A Laura todo aquello le parecía muy extraño y decidió que esa noche iría a ver que escondía en ese lugar. Durante el día se lo pasaron muy bien, pero cada vez que Laura intentaba preguntarle a Tomás por algo de la familia, el abuelo cambiaba de conversación. - Qué raro!- se decía la niña. Ese día se acostaron temprano, estaban tan cansados! Laura esperó a que el abuelo se durmiera para buscar, en el abrigo de él, las llaves de la casa. Se fue a la habitación misteriosa y la abrió. Estaba todo oscuro y de repente se oyó: - Quien anda ahí! Laura, encendió la luz y vio a un hombre mayor acostado en una cama. - Hola! Quién eres tú? Y por qué estás aquí encerrado?- dijo Laura. - Hola niña!, me llamo Tomás y me tienes que ayudar. Me han secuestrado. Laura puso cara de sorpresa y mirando fijamente al hombre, vio que se parecía mucho a su padre. Sería ese hombre su verdadero abuelo? Entonces, el otro hombre, quién era? 4
- Soy Laura y estoy pasando unos días con mi abuelo Tomás. - Entonces, tú eres mi nieta? - dijo el hombre - Rápido, tienes que llamar a tu padre y a la policía, que vengan a ayudarnos. Yo soy tu verdadero abuelo. El hombre que está en la casa se está haciendo pasar por mí. Yo estoy enfermo y no puedo hacer nada. Laura se quedo boquiabierta. Tenía que hacer algo y rápido. SIGUE LEYENDO EN LA PÁGINA SIGUIENTE 5
Quién es mi abuelo de verdad? 28. Débora M. Laura estaba tan nerviosa que no podía pensar. No sabía qué hacer: - Me voy de esta casa? Llamo a la policía? Cuál de los dos hombres miente? se preguntaba Laura. Pero Laura miró al hombre y lo vio con cara de hambre. - Por favor, necesito tu ayuda le dijo - Bueno, vale - respondió Laura. Después, Laura llamó a la policía. La policía tardó un un poco en llegar; mientras, Laura desataba al hombre y, justo en ese momento, oyeron pasos Era el falso abuelo que iba a ver si Laura estaba en la cama! Cuando llegó la policía, Laura y el hombre ya no estaban. El malo, o sea, el falso abuelo, fue corriendo a por ellos. Y os preguntareis por qué: Pues porque les vio salir corriendo de la casa a los dos: a Laura y al verdadero abuelo. De repente vieron una cueva con: palos, piedras, barro, paja, etc. Se quedaron ahí haciendo tiempo. Luego Laura se fue al bosque en busca de comida. Ella, como siempre tan alegre, se encontró un perrito y lo llamó Gordito. Gordito le ayudó a hacer una cabaña con los utensilios que había en la cueva; después fue al pueblo más cercano a comprar. No os imagináis a quien vio? Vio al 6
VUELTA A CASA Y CASTIGO 19 David C. Vio al abuelo falso, que les estaba buscando y consiguieron despistarlo; se escondieron hasta la mañana siguiente que se marcharon al aeropuerto para intentar regresar a casa. Pero el falso abuelo les seguía la pista; no obstante lograron despistarlo de nuevo y, pr fin, embarcaron en un Jumbo rumbo a casa. Una vez en España, tomaron un taxi que le llevó a su casa y, una vez allí, le explicaron a sus padres todo lo que les había pasado. Sus padres agradecieron lo que habían hecho por el abuelo; pero, castigaron a Laura por haberse escapado de casa y haber salido sola a un país extranjero sin decir nada a nadie. No obstante, como estaban muy contentos, celebraron una gran fiesta todos juntos. A la mañana siguiente, Laura bajó corriendo a desayunar porque pensó: Y si todo ha sido un sueño?. Al llegar a la cocina vio a su abuelo desayunando. - No, ha sido real - pensó Laura. 7