Selección de poemas de la Generación del 27 (y otros)

Documentos relacionados
Se Querían VICENTE ALEIXANDRE ( ) 1º bachillerato

ROMANCE DE LA LUNA LUNA

Lea el siguiente texto y responda a las cuestiones que se plantean a continuación.

ANTONIO MACHADO ( )

PRUEBA PARA LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE GRADUADO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA

Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir

FEDERICO GARCÍA LORCA. CANCIÓN DEL JINETE En la luna negra de los bandoleros, cantan las espuelas. Caballito negro. Dónde llevas tu jinete muerto?

EL ALMA NO SE ARRUGA

Emilio Prados. 33c. Jardín cerrado. Edición de Juan Manuel Díaz de Guereñu CÁTEDRA LETRAS HISPÁNICAS

POESÍA SOCIAL ESPAÑOLA LV2

SEGUNDA CANCIÓN DEL GATO. En qué libro te leí, en qué sueño te soñé, en qué planeta te ví antes de encontrarte aquí. No lo sé, no, no lo sé.

NANAS DE LA CEBOLLA. Eugenia y Alejandro.

Antología poética en castellano

ANTOLOGÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27

La#fiesta#se# Alegría#nace!# Adviento-Navidad

TIPOS DE ESTROFAS. 2 versos. 3 versos. 4 versos. Qué más consuelo queréis pues con la vida volvéis? Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

Solo vine a decirte, que te extraño mucho, que sólo pienso en ti, que me haces mucha falta, y, que necesito de tu sonrisa.

Modernismo (Rubén Darío es el introductor del Modernismo en España).

Juan Manuel Rodríguez Tobal

Aquí tienes unas cuantas plegarias para dirigirte al Señor en tus momentos álgidos o bajos.

com

CON AMOR TE PRESENTO

El oso que casi esperó para siempre

! Expresar sentimientos.! Crear belleza.! Transmitir una enseñanza.

Vivir mi vida. CORO Voy a reír, voy a bailar Vivir mi vida lalalalá Voy a reír, voy a gozar Vivir mi vida lalalalá

CARTAS A ELLA. A la Virgen que toda mujer lleva dentro.

CANTO AL SANTO ENTIERRO, CRISTO STMO. DE LAS AGUAS

GENERACIÓN DEL 27. Esther Arnal, Oriol Báñez, Elna Duran, Ariadna Sellés, Carmen Villar

Por qué se dice en el libro que Federico García Lorca fue un artista de pies a cabeza (p.7)?

Romanticismo- Rimas Bécquer. No digáis que agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira; podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía.

VOLVER. Porque sin ti, sin ti. por llorar conmigo, no podría volver a mí. por encontrarme enredada. me perdería, me perdería

COLEGIO DEL SAGRADO CORAZÓN CALLE 74 Formamos en valores, educamos para la paz TALLER DE RECUPERACIÓN DE ESPAÑOL TERCER PERIODO QUINTO GRADO

VEN (SI MAYOR) Letra y música: G. Torres. SOL DE JUSTICIA (DO MAYOR) Letra y Música: G. Torres. En su presencia unción y poder conseguirás

POEMAS DIALOGADOS. PRIMO PRIMO Primo, primo cuándo has venido? Primo, primo ayer mañana Primo, primo qué me has traído? Primo, primo una manzana

Sueño. Sueño. lejana ilusión en el cielo en otra dimensión. Encuentro la razón en algún desierto ilusión en tu voz llévame al cielo

Celebración de la Corona de Adviento para cada domingo analizando la presencia de Jesucristo y sus enseñanzas en la vida familiar

CUATRO ROSTROS EN EL ESPEJO

POESÍAS INFANTILES CANCIÓN DE INVIERNO

ANEXO No.13. (Guía No. 30) LAS SIETE PALABRAS POR PEDRO CASALDÁLIGA. I. «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»

Listo estoy Mis ojos abriste Puedo, puedo Listo estoy Mis ojos abriste Hoy me atrevo, solo ya no voy

Cumpliendo condena por el beso que no te di

Busco respuestas La razón que me trajo aquí Dónde está?

ChocQuibTown Nuqui (Te Quiero Para Mi) [Official Video]

CINCO POEMAS DE PERROS MUY AZULES*

Canciones para la Eucaristía 21 de mayo de 2016

JUEVES SANTO Hecho por Dios y Hermy Villagómez 2014

Los zapaticos de rosa

CELEBRACIÓN MARIANA. Era bruno un payaso, un payaso feliz, No tenía malicia, ni sabía mentir, Le gustaba la luna de las noches de abril

La Última Luna. Amado Nervo. Edición de Eliff Lara Astorga, Margarita Pierini y Carlos Ramírez Vuelvas

POESÍAS DE LEOPOLDO PANERO

Poesía. De poetas y locos

POEMAS DE LA NOCHE. Clara Isabel Maldonado

Teléfono

Stephan Bartolomé Bello Reyes

Cuento escrito e ilustrado por Remedios Torres Fernández, sobre Federico García Lorca, 75 años no son nada.

El libro. Ilustraciones de cristina lópez

Gracias Padre! Gracias mi querido padre por los mágicos momentos, me cobijaban tus brazos cuando yo era muy pequeño.

yo sería borincano aunque naciera en la luna. Martiana

índice INTRODUCCIÓN 13

6 POEMAS PARA TRABAJAR EN EL AULA EL ÁREA DE LENGUA

ORACIÓN DE LA TARDE. Viernes

REFERENCIAS: GÉNESIS 1:1; 2:3 PATRIARCAS Y PROFETAS, PP

LUIS CERNUDA. A un poeta muerto

Sr. Z Todo arte necesario es, por naturaleza, incompleto, extraño; así se parece más al Hombre.

La princesa de los ahorcados y otras creaturas aéreas

POEMARIO. Hoja en blanco. Te escabulliste entre la espada de un poeta. Te enfrentaron día a día. con pulso tembloroso. intentando encontrar tu voz

JORGE VOCOS LEZCANO ANTOLOGÍA Reservados todos los derechos. Permitido el uso sin fines comerciales

GÉNERO LÍRICO Guía de ejercitación I

Qué características presenta el emisor en una comunicación literaria?

Manuel Salinas. Poeta. CICLO POESÍA EN DERECHO ORGANIZA: ANTONIO J. QUESADA (Profesor de Derecho Civil UMA)

El Padre Pío explica, durante una entrevista, la Santa Misa:

Spanish Poetry/ lines. A una estrella José de Espronceda (fragmento: first 28 lines)

The blocks. Esa chica

Primer Domingo de Adviento

LETRAS. El aire de tu casa

Quisiera de Juan Luis Guerra

Dijo que bailaría conmigo si le llevaba rosas rojas se lamentó el joven

EMBUSTERO TOMAS. En medio círculo están sentados varios niños mirando hacia el biombo. Aparece un títere por detrás del biombo.

Aula de Poesia de Barcelona

Cancionero Villancicos Pág. 1

CANCIONERO. santa CRUZ CALLE CABO CANCIONERO SANTA CRUZ CALLE CABO

Cuando las cebadas granan, Los linos andan en flores, Los linos andan en flores. Pa cantar las marzas, licencia tenemos, licencia tenemos

POEMAS DE HUGO MUJICA EN PLENA NOCHE. También en plena noche la nieve se derrite blanca. y la lluvia cae sin perder su transparencia.

INVESTIGACIÓN E INTERTEXTUALIDAD 1.

minotauro, mirando al frente, erguido y resoplando humo por El mago ocupó entonces cada uno de los extremos de la enorme

Te alabaré, te alabaré, te alabaré invocando tú nombre. Te alabaré, te alabaré, te alabaré bendiciendo tu amor.

Vente a la montaña Busquemos unidos Its Jesús that comes Hacen falta sí Jesús, líder de la vida Maran-Atha Buenas noches Vale la pena seguir

Eva...sivas cotidianas

MAGDALENA. Aurora y Magdalena se querían Como quiere a las lágrimas la pena: Oh, benditos los bardos que pedían Auroras para cada Magdalena!

ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE

Segunda Antología de la Poesía Española. Siglo XX

FÁTIMA GALIA M. SALEM Poemas saharauis para crecer. Nada es eterno [selección de poemas] BIBLIOTECA AFRICANA

1. Para Siempre. Bm A G D A/C# Bm Haga frio o calor aunque no salga el sol A G Tu eres igual (CORO)

ESCUCHAR UN TEXTO Haikus

En Busca de Dios. María de la Rogativa González García

Yo despierto... Me despierta el contacto de ese objeto frío con el miembro. No sabía que a veces se puede orinar involuntariamente.

OSCAR WILDE EL RUISEÑOR Y LA ROSA

Misterios del bolero: la divinidad, la belleza y el subjuntivo. Cancionero. Solamente una vez Agustín Lara (México, 1941)

El Cielo, El Hogar Hermoso de Dios

Transcripción:

Selección de poemas de la Generación del 27 (y otros) Federico García Lorca (1898-1936) de Romancero gitano (1928) Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, por quién preguntas sin compaña y a estas horas? Pregunte por quien pregunte, dime: a ti qué se te importa? Vengo a buscar lo que busco, mi alegría y mi persona. Soledad de mis pesares, caballo que se desboca, al fin encuentra la mar y se lo tragan las olas. No me recuerdes el mar, que la pena negra, brota en las tierras de aceituna bajo el rumor de las hojas. Soledad, qué pena tienes! Qué pena tan lastimosa! Lloras zumo de limón agrio de espera y de boca. Qué pena tan grande! Corro mi casa como una loca, mis dos trenzas por el suelo, de la cocina a la alcoba. Qué pena! Me estoy poniendo de azabache carne y ropa. Ay, mis camisas de hilo! Ay, mis muslos de amapola! Soledad: lava tu cuerpo con agua de las alondras, y deja tu corazón en paz, Soledad Montoya. * Por abajo canta el río: volante de cielo y hojas. Con flores de calabaza, la nueva luz se corona. Oh pena de los gitanos! Pena limpia y siempre sola. Oh pena de cauce oculto y madrugada remota!

Rafael Alberti (1902-1999) De Marinero en tierra (1924) El mar. La mar. El mar. Sólo la mar! Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? Por qué me desenterraste del mar? En sueños, la marejada me tira del corazón. Se lo quisiera llevar. Padre, por qué me trajiste acá? ** Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombardla capitana de un blanco bajel de guerra. Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! Pedro Salinas (1891-1951) de La voz a ti debida (1933) (Versos 1449 a 1470) Perdóname por ir así buscándote tan torpemente, dentro de ti. Perdóname el dolor, alguna vez. Es que quiero sacar de ti tu mejor tú. Ése que no te viste y que yo veo, nadador por tu fondo, preciosísimo. Y cogerlo y tenerlo yo en alto como tiene el árbol la luz última que le ha encontrado al sol. Y entonces tú en su busca vendrías, a lo alto. Para llegar a él subida sobre ti, como te quiero, tocando ya tan sólo a tu pasado con las puntas rosadas de tus pies,

en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo de ti a ti misma. Y que a mi amor entonces, le conteste la nueva criatura que tú eras Versos 1765-91 Se te está viendo la otra... Se te está viendo la otra. Se parece a ti: los pasos, el mismo ceño, los mismos tacones altos todos manchados de estrellas. Cuando vayáis por la calle juntas, las dos, qué difícil el saber quién eres, quién no eres tú! Tan iguales ya, que sea imposible vivir más así, siendo tan iguales. Y como tú eres la frágil, la apenas siendo, tiernísima, tú tienes que ser la muerta. Tú dejarás que te mate, que siga viviendo ella, embustera, falsa tú, pero tan igual a ti que nadie se acordará sino yo de los que eras. Y vendrá un día porque vendrá, sí, vendrá en que al mirarme a los ojos tú veas que pienso en ella y la quiero: tú veas que no eres tú. Vicente Aleixandre (1898-1984) De La destrucción o el amor (1932-33) Se querían. Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada, labios saliendo de la noche dura, labios partidos, sangre, sangre dónde? Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz. Se querían como las flores a las espinas hondas, a esa amorosa gema del amarillo nuevo, cuando los rostros giran melancólicamente, giralunas que brillan recibiendo aquel beso. Se querían de noche, cuando los perros hondos laten bajo la tierra y los valles se estiran como lomos arcaicos que se sienten repasados:

caricia, seda, mano, luna que llega y toca. Se querían de amor entre la madrugada, entre las duras piedras cerradas de la noche, duras como los cuerpos helados por las horas, duras como los besos de diente a diente solo. Se querían de día, playa que va creciendo, ondas que por los pies acarician los muslos, cuerpos que se levantan de la tierra y flotando... Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo. Mediodía perfecto, se querían tan íntimos, mar altísimo y joven, intimidad extensa, soledad de lo vivo, horizontes remotos ligados como cuerpos en soledad cantando. Amando. Se querían como la luna lúcida, como ese mar redondo que se aplica a ese rostro, dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida, donde los peces rojos van y vienen sin música. Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios, ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal, metal, música, labio, silencio, vegetal, mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo. Luis Cernuda (1902-1963) de Donde habite el olvido (1934) Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido.

De Los placeres prohibidos (1931) Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo como una nube en la luz; si como muros que se derrumban, para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo, yo sería aquel que imaginaba; aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu como leños perdidos que el mar anega o levanta libremente, con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad por que muero. Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. Dámaso Alonso (1898-1990) de Hijos de la ira (1944) Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna. Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches? Antonio Machado (precedente a la Generación del 27) El crimen fue en Granada Se le vio, caminando entre fusiles por una calle larga, salir al campo frío, a Federico García Lorca I EL CRIMEN

aún con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle a la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ni Dios te salva! Muerto cayó Federico sangre en la frente y plomo en las entrañas.... Que fue en Granada el crimen sabed pobre Granada!, en su Granada!... II EL POETA Y LA MUERTE Se le vio caminar solo con Ella, sin miedo a su guadaña. Ya el sol en torre y torre; los martillos en yunque, yunque y yunque de las fraguas. Hablaba Federico, requebrando a la Muerte. Ella escuchaba. «Porque ayer en mi verso, compañera, sonaba el eco de tus secas palmas, y diste el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata, te cantaré la carne que no tienes, los ojos que te faltan, tus cabellos que el viento sacudía, los rojos labios donde te besaban... Hoy como ayer, gitana, muerte mía, qué bien contigo a solas, por estos aires de Granada, mi Granada!»