Excelentísimo Ministro del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Hermán Chávez, Estimado Director de la GIZ en El Salvador, Dr. Küchemann Estimado Director del programa REDD, Dr. Pancel estimados invitados y amigos de la prensa estimadas damas, estimados caballeros: el año pasado el Embajador de la República Federal de Alemania en El Salvador Dr. Stocks, - quien por razones de su agenda no ha podido participar en este evento y de quien tengo el honor de trasmitir un cordial saludo a todas y todos participantes - había subrayado la importancia de los esfuerzos emprendidos dentro del programa REDD. Entonces estuvimos celebrando el Año Internacional de la Biodiversidad lo cual nos facilitó dirigir la atención pública hacia ese tema tan noble como urgente que es "la protección del medio ambiente y del clima". Pero todos estamos conscientes de que dicha protección no es cuestión de actividades temporalmente limitadas sino de que estamos hablando de un proceso contínuo requiriendo la participación de todos nosotros y de las futuras generaciones. Estamos conscientes, por lo tanto, de que se trata de uno de los desafíos globales más importantes del siglo XXI y por ello la protección del medio ambiente, del clima y de la biodiversidad ocupa un lugar prioritario no solamente en las políticas nacionales, sino también al nivel regional e internacional. Según un estudio de la CEPAL en tan sólo 18 años, de 1990 a 2007, El Salvador perdió 87 mil hectáreas de bosques. Esta cruda realidad coloca al país entre las cuatro naciones latinoamericanas que han sufrido más pérdidas en este campo. Una realidad angustiosa sin duda, al considerar la pequeñez territorial y su densidad poblacional. Esa es una evolución muy dramática ya que el país pertenece a los países más vulnerables del mundo. Según un informe del PNUD así como de acuerdo con estudios de la ONG
alemana Germanwatch El Salvador es el país más vulnerable del mundo. Y los efectos del cambio climático siguen golpeando al país: las tormentas y las lluvias, provoquan inundaciones y graves pérdidas agrarias. Los ciudadanos sufren de una alza de precios de bienes básicos. Otros pierden sus domicilios a causa de las lluvias. Esos fenómenos climáticos no son una novedad para el país, pero sí su intensidad y frecuencia. La mencionada pérdida de los bosques empeora la situación porque con la desaparición de los bosques desaparece la capacidad de la absorpsión de la tierra y aumenta el fenómeno de la erosión. Estos son sólo las consecuencias más evidentes del proceso de deforestación. El fenómeno de cambio climático no es sólo nacional, regional o continental, sino desafortunadamente global. Los efectos de la acción humana sobre los distintos ámbitos de la naturaleza se han vuelto aceleradamente destructivos y por ello lamentablemente autodestructivos afectando de forma creciente el ámbito doméstico de los seres humanos. La humanidad está acabando con su hábitat natural y las consecuencias derivadas son cada vez más devastadoras. Para enfrentar esta situación el Gobierno Federal alemán promueve activamente la protección ambiental, las estrategias de desarrollo respetuosas con el clima y las cooperaciones energéticas y concibe sus esfuerzos desde una óptica global. La Secretaría que acompaña la aplicación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático tiene su sede en la ciudad federal de Bonn. Desde 1990 Alemania ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 23%, sobrecumpliendo sus compromisos con el Protocolo de Kyoto que preveía una reducción del 21% para 2012. En el Índice de Protección Climática 2010 de Germanwatch, Alemania ocupa uno de los primeros puestos. Hace años que Alemania sigue un camino que conjuga la protección climática y ambiental en aras de una economía sostenible. La
clave de este modelo estriba en el incremento de la eficiencia energética y la expansión de las energías y materias primas renovables. En la actualidad, por una decisión reciente del Parlamento alemán, los gobernantes de mi país decidieron apostar plenamente en el potencial de las energías renovables y renunciar al uso de energía nuclear a partir del año 2022. Al largo de los próximos diez años Alemania paulatinamente apagará sus plantas nucleares para explorar de una forma aún más intensiva las capacidades de las fuentes alternativas de energía. Hasta ahora Alemania es el único país en el mundo a tomar un paso semejante. También en esta parte del mundo, muchos países latinoamericanos están cada vez más convencidos de que para garantizar el crecimiento a largo plazo se requiere de una política medioambiental sostenible. América Latina y El Salvador en particular, se han visto especialmente afectados por el cambio climático: en la zona andina se derriten los glaciares empeligrando el abastecimiento de agua potable a largo plazo; en Centroamérica y el Caribe, el número y alcance de los temporales y otras catástrofes naturales ha registrado un aumento significativo. Así se entiende que la protección del clima, al igual que el abastecimiento energético, adquieren hoy en día un papel cada vez más destacado. El rápido avance de las economías latinoamericanas y el creciente consumo energético que esto conlleva, aceleran la urgencia de pasar de fuentes de energía fósiles a renovables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La producción eficiente en relación con los recursos y el incremento de la proporción de energías renovables son el centro de atención en este contexto. Asimismo es preciso conservar las grandes selvas tropicales y los ecosistemas latinoamericanos para frenar la dramática reducción de la biodiversidad. Alemania apoya decididamente ante las Naciones Unidas, la creación de una Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los
Servicios de los Ecosistemas con la importante misión de organizar la cooperación científica para reducir las incertidumbres de los escenarios sobre la biodiversidad. El organismo será un instrumento central que contribuirá a que el tema de la biodiversidad adquiera mayor relevancia en el ámbito de la política y en la opinión pública. En este sentido la aprobación de una correspondiente resolución de las Naciones Unidas sobre la creación de IPBES, fue un paso de suma importancia. Siguiendo con su compromiso medioambiental Alemania ofreció sus instalaciones en la ciudad de Bonn para acoger al nuevo organismo medioambiental y aprovechar la presencia de un alto número de entes internacionales, científicos y académicos medioambientales ya establecidos en dicha ciudad. Sobre el tema, en esta región de América Latina, la diversidad de especies es enorme. Según datos de Naciones Unidas, alberga casi la mitad de las selvas tropicales del mundo y al 33% de las especies conocidas de mamíferos, el 35% de los reptiles, el 41% de las aves y el 50% de los anfibios. Para disminuir la erosión del suelo, la formación de estepas y la desertificación, es necesario hacer un uso sostenible de los ecosistemas, pues constituye una de las bases para el subsiguiente desarrollo económico y social de la región. Para proteger la biodiversidad, en el período de 1990 a 2008 se incrementó en más del doble el número de superficies terrestres y acuáticas protegidas en la región. Hoy en día cerca del 11% de la superficie de América Latina está destinada a la protección de la naturaleza, más que en cualquier otra región del mundo. Alemania es desde los años noventa uno de los principales socios de cooperación en la protección internacional de las selvas tropicales y la conservación de la diversidad biológica. Ambos temas son áreas prioritarias de la cooperación al desarrollo mantenida con la región.
En este sentido es un honor para mi participar en el acto de la inauguración de este taller. En octubre del año pasado tuve la oportunidad de observar el intercambio de las ideas, de las experiencias y de las propuestas en uno de los talleres anteriores. Me quedé impresionado por la dinámica de la discusión y un díalogo tan fructífero. Estoy convencido de que este taller también será un gran éxito y permitirá abrir nuevos caminos para avanzar en la protección medioambiental de la región y de tal manera hacer un esfuerzo importante por conservar el planeta que heredaremos a las futuras generaciones. Les deseo dos días fructíferos y exitosos. Gracias por su atención y que tengan todos un muy buen día.