Autor: Año: Título: Ballivian, Julio Periódico Pagina Siete. Revista Miradas el domingo 7 de agosto de 2011 SANTIAGO DE OKHOLA Y EL QHAPAQ ÑAN Libro: Publicación Digital Saberes Bolivianos 2011 www.saberesbolivianos.com
SANTIAGO DE OKHOLA Y EL QHAPAQ ÑAN 1 Julio Alejandro Ballivián 2 Alrededor del año 1.350 de nuestra era, Viraqocha Inka artífice de la conquista y organización de los pueblos de la cuenca del Titicaca, mandaba a construir los Tambos administrativos a la vera de un importante camino llamado Qhapaq Ñan 3. Tanto los tambos como el camino formaban parte de un sistema de planificación territorial que permitiría un mayor control de la población conquistada por parte de los Inka. La cuenca del lago Titicaca es una basta región rodeada por la meseta altiplánica flanqueada por la Cordillera Real hacia el este y la Cordillera volcánica hacia el oeste. Este escenario fue el centro de origen de importantes culturas pre-inkaicas. En el Titicaca se desarrollaron civilizaciones que dejaron un paisaje fuertemente transformado producto de los itinerarios políticos, tecnológicos y sociales que tomaron. 300 años antes de los Inka, el territorio comprendido hacia el sur del Cuzco, denominado Qollasuyo por los Inka, se encontraba bien organizado. La organización social de las naciones aymaras del Qollasuyo se caracterizaba por un sistema segmentario, que agrupaba a diferentes grupos étnicos y sus territorios, basado en la estructura del ayllu del siglo XVI y probablemente de los ayllus de siglos anteriores. 4 Estas naciones asentadas en el altiplano, denominadas señoríos por los españoles, se organizaban a nivel regional en dos macro unidades ó Hatun Apocazgos: Qollao y Charkas. El primero hacia el norte del límite departamental entre La Paz y Oruro; y el segundo hacia el sur (Fig., 1) 5. El Qollao habría integrado a los señoríos Pakasa, Lupaqa y Qolla. La confederación Charka, a su vez, habría integrado a los señoríos Charka, Qaraqara, Chicha, Killaqa, Karanga, Sura y Yampara 6. A su vez estos se repartían en Urqosuyo y Umasuyo: un eje acuático que dividía la meseta andina de este a oeste. Así, los señoríos aymaras al este del eje acuático Río Azángaro, Lago Titicaca, Río Desaguadero y Lago Poopó, formaban parte del Umasuyo, mientras que aquellos ubicados al oeste formaban parte del Urqosuyo. Urqusuyo fue asociado con gente de habla aymara, varonil, esforzada y de mayor calidad, así como con lo alto, lo macho, lo seco, derecho y estéril. El Umasuyo, como gente de hablaba Puquina-Uruquilla y Uru que como mitad complementaria del anterior, es asociada con 1 Deseo agradecer a Martha Ajoruro por la ayuda en la indagación del camino. Parte de este artículo fue publicado gracias a las gestiones de Ana Rosa López, en el periódico Pagina Siete. Revista Miradas el domingo 7 de agosto de 2011. 2 Licenciado en arqueología de la Universidad Mayor de San Andrés y guía temático en la empresa La Paz a Pie Sendas Altas. alejandro_ballivian@hotmail.com 3 Gran Camino Real, que se extiende desde el sur de Colombia (Pasto) hasta el noroeste argentino (Mendoza) y Chile (Santiago), abarcando los países de Ecuador, Perú y Bolivia. 4 El ayllu es un conjunto de individuos unidos por lazos de consanguinidad y por la creencia de un antepasado mítico común, el cual podría ser una persona, un animal, un objeto o un rasgo geográfico al que se le rinde culto en la forma de huacca o adoratorio (Szabó 2008, 86; Platt et al. 2006 Qaraqara-Charca). 5 Tristan Platt, Olivia Harris y Thérèse Bouysse-Cassagne., Inca y Rey en la provincia de Charcas (Siglos XV-XVII) Historia antropológica de una confederación Aymara. (La Paz: Plural Editores, 2006). 6 Tristan Platt, Olivia Harris y Thérèse Bouysse-Cassagne. Qaraqara-Charca. 35. Waldemar Espinoza. El memorial de Charcas. Crónica inédita de 1582. En: Temas de etnohistoria boliviana, Carmelo Corzón ed. Libro II. 287-331. (La Paz: Cima, 2003).
lo bajo, lo inferior, lo de abajo, lo femenino, lo húmedo y lo fértil 7. Ambos sistemas opuestos y complementarios representan a su vez el escenario ecológico-geográfico andino, Puna desierto vs. Valle Yunga. Santiago de Okhola es una comunidad que formaba parte del Umasuyo preincaico en el señorío Qolla cuya capital era Hatunqolla en la orilla este del lago. Carabuco, centro político y ritual de los antiguos Okholeños, era importante ya antes de los Inka, es por eso que los Inka construyeron allí un tambo 8 hacia el cual ingresaba el Qhapaq Ñan. Los tambos cumplían varias funciones, hospedaje para viajeros y tropas militares, puestos administrativos para la centralización y redistribución de la producción, como centros rituales para la reproducción de la cosmología Inka 9, y como cabeceras de las provincias preincaicas. Fig. 1 Los Hatun Apocazgos Qollao y Charkas y los señoríos preinkaicos en el Qollasuyo. 10 7 Therese Bouysse-Cassagne. Urco and Uma: aymara concepts of space. En: Anthropological History of Andean Polities. John Murra, Jacques Revel y Nathan Watchtel comps. Cambridge: Cambridge University Press, 1986. 201-227. 8 Afortunadamente el tambo aparece en una de las pinturas que fueron restauradas en la iglesia de Carabuco. 9 John Hyslop. Qhapaqñan. El sistema vial Inkaico. Lima: Instituto andino de estudios arqueológicos, 1992. The Inka Road System. New York: Institute of Andean Research, 1984. 10 Basado en el mapa de Walter Sánchez en: La presencia Inka: cambios poblacionales y relacionales en los valles y en los Yungas de Cochabamba. En: Inkas, flecheros y mitmaqkuna. Cambio social y paisajes culturales en los valles y en los yungas de Inkachaca/Paracti y Tablas Monte (Cochabamba- Bolivia, siglos XV-XVI) Segunda parte. 67-106. Uppsala, Universitetstryckriet, 2008.
A diferencia de otras provincias inkaicas, en el Qollasuyo el Camino Real Inka se conformaba por dos rutas. Qhapaq Ñan Uma y Qhapaq Ñan Urqo. Estos caminos expresan la materialización de la organización social preinkaica y de los términos de la creación de la nueva provincia imperial (Fig. 2). En el presente debido fundamentalmente al desarrollo traído con la modernidad estos caminos han sido destruidos o remplazados por las vías asfaltadas que aprovecharon su trazo perfecto. Algunos tramos se conservan debido a situaciones excepcionales como la que se presenta en Santiago de Okhola, donde a mediados del mes de julio descubrí los restos de este importante camino conservado debido a la pendiente y el río sobre los cuales se despliega en una extensión aproximada de 4km. Fig. 2 Mapa de la ubicación de las principales localidades por donde transitarían los caminos Urqo y Uma según la etnohistoria 11. 11 Julio A. Ballivián (2011) basado en Thérèse Bouysse-Cassagne. Urco and Uma: aymara concepts of space. En: Anthropological History of Andean Polities. John Murra, Jacques Revel y Nathan Watchtel comps. Cambridge: Cambridge University Press, 1986. 201-227.
Fig. 3 Qhapaq Ñan Uma saliendo de la localidad de Sisesani (Foto Julio A. Ballivián) Fig. 4 Sector que aún conserva parte del empedrado del camino antiguo (Foto Julio A. Ballivián)
Fig. 5 Impresionante vista del camino descolgándose desde lo alto hacia la quebrada de Sisesani (Foto Julio A. Ballivián)
Fig. 6 El Dragón dormido de Okhola visto desde el Qhapaq Ñan (Foto Julio A. Ballivián) Fig. 7. El Qhapaq Ñan Uma desplazándose entre terrazas agrícolas precolombinas (Foto Julio A. Ballivián)
Fig. 8 El camino desplazándose sobre tierras llanas cerca a la localidad de Quilima (Foto Julio A. Ballivián)
Fig. 9 Mojón Inka: demarcador territorial ritual y administrativo sobre el camino y alado de un pequeño tambo (Foto Julio A. Ballivián) Fig. 10. Mojón Inka (muy bien conservado) (Fotografía Julio A. Ballivián)
Fig. 11 La Gran Ruta Uma cruzando a un costado de una casa en Quilima (izquierda) (Fotografía Julio A. Ballivián) Sin duda que las circunstancias en las cuales se ha conservado este tramo son excepcionales ya que permiten imaginarnos cómo lucía hace 500 años atrás este camino, con los miles de soldados que componían los ejércitos que marchaban para reforzar las fronteras del imperio, o las recuas con miles de camélidos que transportaban los bastimentos del Inka y sus tropas. Excepcionales son también las circunstancias en las cuales la comunidad de Santiago de Okhola se encuentra para recibir este importante descubrimiento. Okhola lleva trabajando hace varios años en un proyecto de desarrollo turístico aprovechando sus potencialidades naturales así como también por caracterizarse por ser una de las pocas comunidades que conserva un manejo tradicional de una gran variedad de especies de cultivos andinos (tubérculos y cereales, recursos genéticos). Es por eso que no sorprende la cantidad de visitantes que recibe atraídos por la atención y la experiencia de compartir con sus habitantes. El Qhapaq Ñan Uma se abre a un gran número de posibilidades de desarrollo en Okhola que dependen sin duda de los recursos y trabajo que se puedan invertir para su restauración, conservación, musealización y puesta en valor. En este marco, se espera que en un futuro cercano cualquier caminante interesado en conocer esta impresionante obra, pueda darse un paseo de cerca a 3 horas en Santiago de Okhola.