1er Foro de Arqueología, Antropología e Historia de Colima. EL ÁRBOL Y EL BOSQUE El dato arqueológico a través de los programas de rescate.

Documentos relacionados
PROYECTO ARQUEOLOGICO VALLE DE CONCHOS, NUEVO LEON ARQLGA. ARACELI RIVERA ESTRADA CENTRO INAH NUEVO LEON

Quién es el arqueólogo/a? Obreros

Foto 211 Foto 212 Fuente: Trabajo de Campo, equipo consultor 2013 Elaborado por: CRCC14th - CONSULSUA C.LTDA. 2013

Manual de Procedimientos

DIRECCION DE SERVICIOS PUBLICOS MUNICIPALES CALENDARIO DE RECOLECCION DE BASURA DOMICILIARIA DIA DIA DIA TURNO Y HORARIO 1 ALFONSO ROLON MICHEL MARTES

Región I Noreste Contexto Estadístico y Territorial

Acerca de las estelas y altares de la isla de Flores, Guatemala, encontradas en 1975.

PROYECTO DE SALVAMENTO ARQUEOLÓGICO CARRETERA COSTERA DEL PACÍFICO 2004 TRAMO LA VENTOSA-ARRIAGA KILÓMETRO

Campañas Sociales enfocadas a Instituciones culturales

DOCUMENTOS DEL CATASTRO 2

Zimatlán. El Sabino Introducción. Alicia Herrera Muzgo T. Marcus Winter

Foto 137: Vista General del Vértice Foto 138: Prueba de Pala

Ocupación del Valle Inferior del Río Ulúa, Honduras, en el Formativo Temprano Traducido del Inglés por Alex Lomónaco

Carrera Plan de Estudios Contacto

I. Comunidad Autónoma

Programa. Ceremonia de Homenaje al Dr. Miguel Messmacher Tscherniavski.

CONCEPTO PARA LA INTERVENCIÓN DEL RECURSO CULTURAL PREHISPÁNICO EN EL NORESTE DE PETÉN

Regularización y Titulación de Predios Urbanos

Registro Estadístico Nacional. Glosario

Manual de Organización. de la Coordinación General de la. Comisión de Planeación para el. Desarrollo del Municipio

Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos. Comala, Colima Clave geoestadística 06003

DIAGNÓSTICO DEL ESTADO ACTUAL DE LA FINCA Piedras Azules

Foro VII Seminario Internacional de Urbanismo, México, D.F Abril Mitos y Realidades de la planeación urbana en la ciudad de

DIRECCION DE CATASTRO MUNICIPAL MANUAL DE ORGANIZACIÓN

Vulnerabilidad y adaptación del sector turístico al Cambio Climático. El caso de Colima, México.

Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles N.º Tesis 57 - Doctorales 2011, págs I.S.S.N.:

Proyecto Valle de Zapotitlán Salinas, Puebla Blas Román Castellón Huerta Dirección de Estudios Arqueológicos

GOBIERNO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA

Comentarios sobre la construcción el museo de Tzintzuntzan

Taller: Costea y Simplifica Trámites a través del Modelo de Costeo Estándar Modelo de Costeo Estándar (MCE)

6.5. GENERAL ROCA VILLA HUIDOBRO. Divisiones Adm. y Políticas. Cabecera Departamental Límite Departamental Pedanias

CAPÍTULO V ÁREAS DE INFLUENCIA

Planeación y vivienda en la Región Metropolitana de Guanajuato

PRESIDENCIA MUNICIPAL DE AGUASCALIENTES ECOTURISMO EL OCOTE

DICTAMEN DE COMISIONES Y PROPUESTA DE ACUERDO DEL AYUNTAMIENTO

Circunvalación Norte

TÉCNICAS DIDÁCTICAS PARA LA EDUCACIÓN

ESTUDIO TÉCNICO DEL TERRENO

Índice de Intensidad Migratoria 2010

INFORMACION SOBRE LA INVESTIGACION DE LOS DOS PROYECTOS: I. ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LOS YUGOS, HACHAS Y PALMAS 2. TRES ZAPOTES Y CERRO DE LAS MESAS

Foro de Consulta. Instituto Nacional de Antropología e Historia. 20 de julio de 2010 Mérida, Yuc.

Impacto ambiental de las obras hidráulicas y sanitarias

Distribución espacial de la vegetación

Camino Real CONSERVAR Y VALORAR EL CAMINO REAL, JESÚS MARÍAMARÍA-SINSACATE. Área temática: temática: Patrimonio, memoria, Identidad.

1 El poblamiento rural

F E D E E R R A T A S

CONCEPTO DE PAISAJE Desde el punto de vista ecológico: El paisaje es un complejo de interrelaciones derivadas de la interacción de roca, agua, aire,

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO.

En el marco del trabajo realizado por la Dirección de Vivienda y Asentamientos Humanos, nace el concepto de intervención Urbana Estratégica.

PROGRAMA DE DESARROLLO URBANO DEL CENTRO DE PLOBLACIÓN DE MANZANILLO

C1L2 009 MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN PEDRO DE PALCO FONDO CONTRAVALOR PERU ALEMANIA CONSTRUCCION DE DOS PUENTES EN EL SECTOR DE TINCO VOLUMEN I

poup 2. DEFINICIÓN DE OBJETIVOS Y METAS Municipalidad de Porteña.- SECRETARÍA DE OBRAS Y SERVICIOS PÚBLICOS

La excavación de la casa habitación proporciono datos muy interesantes sobre la economía de los habitantes del sitio. La gran cantidad de malacates

DIF ESTATAL COLIMA PROGRAMA PANNAR DIAGNOSTICO ESTATAL MALTRATO INFANTIL 2011

Contenedor del Espacio Público

INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE OCCIDENTE

INVESTIGACIONES EN LOS CUADRANTES A-1, A-2, B-1 Y B-2: INFORME PRELIMINAR 1

SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA FOTO ANEXO- INVENTARIO DE EDIFICIOS, CONJUNTOS Y ELEMENTOS DE INTERÉS HISTÓRICO-ARTÍSTICO

Un perfil de suelos frecuente en el estado: los Fluvjsoles, los cuales se encuentran en los llanos.

Complejo Cultural Mayo-Chinchipe El Formativo Amazónico

LA MEMORA URBANA Y LA SIGNIFICACION IMAGINARIA ESTUDIO DE CASO: PANÓPTICO DE SAN PEDRO, LA PAZ

REVISIÓN DE LAS NORMAS URBANÍSTICAS MUNICIPALES DE CORDOVILLA

Tomo 102, Colima, Col., Sábado 04 de Febrero del año 2017; Núm. 10, pág. 2. ACUERDO

YURÍRIA. Fenómeno Geológico ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

COLIMA. Flores Hernández Bertha Alicia 120, 121, 124, 126, 129, 141, 146, 148 Flores Ramírez Rosa María 135, 147 Fuentes Salazar Fernando 1

Ramo 04 Gobernación Ejercicio del Gasto enero septiembre de 2014

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL PATRIMONIO PAISAJÍSTICO

INICIATIVA IIRSA PROGRAMA REGIONAL DE CAPACITACIÓN PARTE I: ASPECTOS GENERALES

4. Objetivos y metas para el municipio

Espacios rurales de Bahía de Banderas, Nayarit. Una oportunidad para la sustentabilidad y el desarrollo local

La Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia de Panamá

Guía de apoyo para presentar el Examen Extraordinario de: "Historia Universal del Cuidado"

Currículo Título de Licenciatura en Arqueología, ENAH- INAH. La Cerámica de Xoco como instrumento de explicación histórica.

Recuento de los proyectos estadísticos en materia de Ciencia y Tecnología para el periodo

Plan Estatal de Desarollo

H. AYUNTAMIENTO DE PLAYAS DE ROSARITO

UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN

PROCEDIMIENTO PARA EL MANEJO DE RECURSOS CULTURALES Y PALEONTOLÓGICOS ENCONTRADOS EN ÁREAS DEL PROGRAMA DE AMPLIACIÓN

Cuaderno de trabajo 9- EL SUELO INDUSTRIAL

MANUAL DE ORGANIZACIÓN DIRECCIÓN DE GOBERNACIÓN

PLANIFICACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA IV. TÍTULO DE LA UNIDAD Reconociendo la importancia del proceso de sedentarización en los Andes

DECRETO No LIC. MARIO ANGUIANO MORENO, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Colima, a sus habitantes sabed: D E C R E T O

Tema 4 El poblamiento

SESIÓN 12 Población: Distribución y Características socioculturales

CONSERVACIÓN Y EDUCACIÓN EN TORNO AL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL: EL NORTE DE MÉXICO Sandra Cruz Flores CNRPC INAH

Análisis de los cambios de cobertura vegetal y uso del suelo para el municipio de Jojutla, durante el periodo

XIII. Las demás que determinen otras disposiciones jurídicas aplicables o le delegue el Secretario.

Quiénes son los desaparecidos en Jalisco durante el sexenio de Calderón?

4. SITUACIÓN DEL PROYECTO

BARRIO SINAI SAN RAFAEL DE MONTES DE OCA ANALISIS GRAFICO DE POSIBLES AFECTACIONES FISICAS Y URBANAS MINISTERIO DE VIVIENDA Y ASENTAMIENTOS HUMANOS

EVALUACIÓN ECONÓMICA E INVERSIÓN (SOBRE UN CONDOMINIO HORIZONTAL EN LA DELEGACIÓN ÁLVARO OBREGÓN)

El marco conceptual del Sistema de Información Estadística Territorial.

CAPÍTULO 8 ÁREAS SENSIBLES

Sitio web: con recursos disponibles a partir del 15 de octubre

INSTITUTO: I.P.E.T. Nº 49 Domingo Faustino Sarmiento ASIGNATURA: GEOGRAFÍA. HORAS CATEDRA: 4(cuatro) CURSO: TERCERO AÑO: 2013

Obtención de modelos tridimensionales para ingeniería por medio de barredores lídar y de aeronaves no tripuladas

3.3. Zonificación forestal

Análisis Espacio-Temporal del Lago de Chalco Utilizando Imágenes Satelitales. Raúl Aguirre Gómez Instituto de Geografía, UNAM Agosto 2011

Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos. Tecate, Baja California Clave geoestadística 02003

Sistematización con enfoque de género Taller Sistematización de la experiencia de género de ICAA Lima, 3 y 4 de noviembre de 2015

Transcripción:

1er Foro de Arqueología, Antropología e Historia de Colima Juan Carlos Reyes G. (ed.) D.R. 2005 Gobierno del Estado de Colima, Secretaría de Cultura EL ÁRBOL Y EL BOSQUE El dato arqueológico a través de los programas de rescate. Mtra. Ma. Ángeles Olay Barrientos Arqlga. Laura Almendros López Centro INAH Colima Introducción La situación de la investigación arqueológica actual en el Estado de Colima es sumamente particular, ya que los trabajos arqueológicos de investigación, conservación, protección y difusión del patrimonio, que corresponden al Instituto Nacional de Antropología e Historia, se han visto limitados en los últimos años prácticamente a las tareas de protección urgente de los sitios arqueológicos, que ya fueron afectados o que se encuentran en vías de transformación más o menos inmediata, sobre todo, a causa de obras tanto públicas como privadas. Esto se puede observar al adentrarse en el estudio de los expedientes que conforman el archivo de arqueología del Centro INAH Colima, donde se aprecia el incremento desorbitado en la actividad relacionada con rescates y salvamentos desde mediados de los años noventa del siglo pasado. El acelerado proceso de modernización y los programas de desarrollo económico, al no marchar integrados a las políticas de conservación del patrimonio cultural, han provocado una grave contradicción entre el cambio y la conservación de monumentos históricos y arqueológicos. Un factor clave en este 1

proceso es el que ha desempeñado el incontrolable crecimiento demográfico de las ciudades medias del país, aunado éste a la escasa costumbre de la sociedad de acatar los programas de regulación urbana. Ello ha provocado la invasión de zonas arqueológicas, la destrucción o alteración de importantes edificios y zonas históricas, así como serias afectaciones al patrimonio cultural, en general causadas por las obras de infraestructura colaterales a dichos procesos. No debe perderse de vista, a la vez, que los intereses inherentes al mercado inmobiliario y la especulación del uso del suelo son de entrada antagónicos a cualquier programa de conservación de zonas arqueológicas y monumentos históricos. Esta situación produce toda una serie de circunstancias en las que se desarrolla el trabajo arqueológico de esta región de Colima y que merecen ser analizadas. I. El escenario y los antecedentes de investigación Es importante señalar que a pesar de que esta realidad de crecimiento urbano descontrolado ha afectado y afecta, básicamente, a la zona conurbada de las ciudades de Colima y Villa de Álvarez, se puede empezar a observar como en zonas más alejadas de estas mismas ciudades o bien en los municipios circunvecinos, como es el caso de Comala, empiezan a proyectarse grandes obras de infraestructura como libramientos o zonas habitacionales de alta densidad, entre otras. Respecto a la cuestión geográfica, esta zona conurbada se ubica, al igual que el resto de los municipios de Colima, Comala y Villa de Álvarez, y parte de los municipios de Cuahutémoc y Coquimatlán, dentro de la región fisiográfica del Valle de Colima, mismo que ocupa una superficie de 888.502 km2, lo que significa el 16% del total del estado (Síntesis Geográfica de Colima, 1981). Este valle se encuentra dominado por el Volcán de Fuego (4,200 m.s.n.m.), el cual le da una configuración geográfica y climatológica específica. El valle inicia, propiamente, al pie de dicho volcán, hacia los 1,700 m.s.n.m. en forma de abanico hacia el suroeste, sur y sureste, bajo un sistema de lomeríos suaves y 2

descendentes, con cañadas que bajan hasta los 400 m.s.n.m. El área es, en general, de brecha volcánica y, dada la disposición radial de las lomas y arroyos, presenta hacia sus periferias áreas planas cada vez más amplias. Hacia el sur se extiende un gran llano y hacia el oeste una sierra de laderas tendidas y una meseta lávica. El valle, con un clima cálido subhúmedo, ha sido desde tiempos remotos lugar propicio e ideal para asentamientos humanos, no sólo por presentar numerosos arroyos en una región donde suele llover apenas tres meses al año, sino también por la actividad del volcán de Fuego que con sus emisiones periódicas de ceniza ha fertilizado los suelos, creando una superficie más apta para la agricultura, base de la economía de los antiguos pobladores de este valle. El rango de altitud en dicho valle determina, al mismo tiempo, diferencias sensibles de clima y vegetación: en el extremo norte donde predominan los lomeríos y las cañadas existen bosques de encinos; mientras en la meseta se observan especies típicas de la selva baja caducifolia y matorral subtropical. Sin duda, esta gran posibilidad de obtener recursos y productos procedentes de diversos ambientes, pero en un espacio relativamente reducido, fue un enorme estímulo para las economías locales. Esta área del Valle de Colima ha despertado el interés de muchos, desde algunos estudiosos colimenses hasta académicos como los de la Universidad de California y muchos investigadores del INAH. Las diferencias de orientación en las investigaciones son destacables, ya que mientras los estudiosos locales tenían como intención principal la recuperación de su patrimonio, es decir, la conservación de su pasado, intención unida al coleccionismo; no es hasta la llegada de Isabel Kelly, investigadora de la UCLA cuando el estudio arqueológico de Colima, pero sobre todo del Valle de Colima, adquiere un carácter científico, académico y enfocado a la investigación e interpretación de los vestigios arqueológicos de la zona, esto con el fin de conocer el proceso histórico de la misma desde la época prehispánica, además de insertar a esta área dentro del devenir de una región más amplia como es el Occidente de México. 3

Así pues, las investigaciones de Kelly se dieron en dos etapas, primero entre 1939 y 1940 y después regresó a Colima a fines de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado. En estas estancias en Colima, la arqueóloga consiguió dar respuesta a muchas de las incógnitas de la arqueología del estado, y fue capaz de sentar las bases para trabajos futuros, aportando en aspectos tan importantes como la formulación de las catorce provincias cerámicas del Occidente de México (Kelly, 1948) y la elaboración de la secuencia cerámica y cronológica del centro de Colima (Kelly, 1980). Ella estableció esta secuencia cultural a partir de lo que denominó Eje Armería, labor lograda a través de numerosos recorridos y excavaciones cuyo objetivo concreto fue el de encontrar estratigrafías confiables a partir de las cuales poder fechar con certeza los materiales recuperados. A pesar del gran trabajo realizado por I. Kelly, sólo en su publicación de 1980 hace una meticulosa descripción de los sitios explorados, mismos que corresponden a aquellos lugares en los cuales sus exploraciones detectaron materiales referidos a una fase en específico: la fase Capacha. El croquis de localización del material Capacha incluye únicamente diez sitios, ocho de los cuales corresponden propiamente al valle, otro se ubica en la cuenca del río Salado y el décimo en las cercanías del área de Tuxcacuesco. La descripción de los lugares nos remite a espacios de lomeríos o plataformas aluviales en las que sólo se aprecia en superficie material cerámico y lítico, tal como martillos, metates, etcétera. Como la misma Kelly lo señala la clave para encontrar panteones Capacha derivó de su relación con moneros, los cuales le dieron las pistas para excavar en lugares susceptibles de contener materiales como los que buscaba. Los moneros buscaban tumbas de tiro en estas mismas lomas, de lo que se puede inferir que era también el lugar elegido por los pueblos más antiguos del valle. De esta manera, los lomeríos (hummuks o lomas tepetatosas producidas por derrames lávicos del volcán de Fuego) que abundan en el extremo norte del valle sirvieron como un elemento primordial para los asentamientos, usando éstos tanto como base para las primeras construcciones de las aldeas como para la 4

ubicación de panteones, siendo el sitio indicado para la excavación de los depósitos mortuorios desde los tiempos de la vieja tradición Capacha a los pueblos pertenecientes a la tradición de tumbas de tiro, las cuales fueron reutilizadas en épocas posteriores, como reporta la misma Kelly (1978) al analizar los contextos de las tumbas que excavó en El Manchón. A través de una descripción de las características de las diferentes fases del Eje Armería, la autora señala que es, precisamente, hacia la emergencia de las fases Colima y Armería cuando se sucede un cambio visible en las formas de estos asentamientos. Ya que se comienza a observar la presencia de basamentos de planta rectangular organizados alrededor de patios de plantas rectangulares o cuadrangulares. A pesar de que estas plataformas son de poca altura y las plazas no son muy abundantes, es factible reconocer un sitio en superficie cosa que no ocurre en las etapas anteriores en donde se hace imprescindible la excavación a fin de confirmar la existencia de remanentes arqueológicos que definen un sitio. No es sino hasta el desarrollo de asentamientos de grandes dimensiones como La Campana (fase Armería) y El Chanal (fase Chanal) cuando muestran mayor complejidad constructiva mediante la existencia de plataformas de varios cuerpos, plazas con altares, juegos de pelota y barrios organizados a partir de conjuntos sucesivos de estructuras distribuidas alrededor de patios. En estos casos los sitios se observan no sólo en superficie sino incluso a través de la fotografía aérea. Un caso notable es el sitio del Potrero de la Cruz, cuya arquitectura muestra filiación con la Tradición Teuchitlán, es decir, estructuras de planta circular formando patios redondos, el cual no ha podido ubicarse cronológicamente con certeza, ya que no ha contado con ninguna intervención arqueológica. Sin embargo se sabe de la existencia de tumbas de tiro saqueadas en el sitio, lo cual deja entrever la posible existencia de arquitectura compleja para el valle alrededor de fines de la fase Comala, es decir entre 300 y 500 d.c., si fuera así se trataría del sitio con arquitectura compleja más antiguo del Valle de Colima. Así pues, a pesar de la gran aportación de Kelly a la comprensión de las primeras ocupaciones humanas de Colima, fueron muchas las problemáticas que 5

quedaron apuntadas y a las que no pudo dar respuesta, así como también muchos fueron los trabajos que planteó y que quedaron pendientes, mismos que se han ido retomando por parte de otros investigadores llegados a estas tierras atraídos por la riqueza de su arqueología y el interés por sus contextos. En este tenor surge la arqueología institucional, es decir, la que se realiza a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, misma que empezó a tener mayor presencia en esta región a partir de la creación del Centro Regional de Occidente con sede en Guadalajara, Jalisco, y del que dependían los trabajos realizados en Colima, los cuales no fueron muchos sino hasta la creación del Centro Regional de Colima a partir de 1984. La creación de estos Centros Regionales (ahora Centros INAH) buscó propiciar hacia el interior de la República los mecanismos para la coordinación entre dependencias federales, estatales y municipales, a fin de promover las acciones que se estipulan en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas de la Nación. En este ámbito se crea el Centro INAH Colima. A partir de ese momento la presencia institucional se dio de una manera más intensa, enfrentándose a una muy desagradable realidad: la de un saqueo organizado y con una larga tradición en el estado. En este sentido es que los arqueólogos del INAH, que dicho sea de paso se reducían a dos o tres investigadores, se dedicaron a una de las labores principales del Instituto, la más necesaria en ese momento en la zona, la protección de un patrimonio profundamente afectado, alterado y destruido. La intención, entonces, fue frenar lo más posible todo este dramático saqueo que aquejaba a la arqueología de Colima, dedicándose prácticamente de lleno a la protección y conservación de la gran cantidad de remanentes arqueológicos que quedaban en la región. La necesidad de conservar se torna en la principal tarea de los arqueólogos que trabajan la región y, en gran medida, esta necesaria pero absorbente dedicación actuó en detrimento de los proyectos de investigación en sí, proyectos 6

necesarios para continuar aportando respuestas a muchas de las problemáticas arqueológicas regionales. Cabe mencionar que, unido a este trabajo de protección y conservación del patrimonio, también se dieron a la labor de realizar tareas de difusión del mismo, con la apertura de museos, la realización de exposiciones, conferencias, artículos de divulgación, etcétera, cubriendo así otra de las labores propias del INAH, además de creando conciencia en la sociedad sobre la importancia de su patrimonio. Sin embargo, el aspecto de la investigación es el que quedaba siempre un tanto desequilibrado y estaba sujeto al estudio de zonas que se iban a ser afectadas por obras de infraestructura, más que a los intereses de un estudio concreto de área. Esta situación, como mencionábamos anteriormente, se vio incrementada en el estado a partir de los años finales del siglo pasado y vino de la mano de un gran crecimiento urbano debido a un considerable aumento demográfico que se tradujo en obras de construcción de fraccionamientos, infraestructuras viales, edificación de grandes centros comerciales, así como plantas de procesamiento de productos de consumo, entre otras. En este momento es cuando realmente el trabajo arqueológico del INAH en el estado queda prácticamente circunscrito a las labores de rescate y salvamento en una zona delimitada como el área conurbada de Colima y Villa de Álvarez, donde básicamente se centró este crecimiento. A la fecha la mayoría del trabajo arqueológico sigue practicándose dentro de esta misma estructura, las ciudades de Colima y Villa de Álvarez siguen creciendo y son cada vez mayores las demandas de servicios, lo que hace que los arqueólogos se encuentren inmersos en una dinámica de emergencia por proteger el patrimonio que será afectado a corto o mediano plazo, quedando así la investigación subyugada, por una parte, a la arbitrariedad de dónde se construirá la obra, y por la otra a los pequeños espacios de tiempo dedicados a las labores de gabinete, las cuales quedan rebasadas por la cantidad de material arqueológico que espera su tratamiento. 7

Es destacable ver como, dentro del proyecto de evaluación que se está llevando a cabo sobre los últimos trabajos arqueológicos en el estado de Colima, se puede observar el gran desequilibrio entre los trabajos de rescate y salvamento en la entidad, los cuales ascienden, aproximadamente, a ochenta y cuatro desde la creación del Centro Regional Colima, contra los proyectos denominados específicos, de los que actualmente en proceso existen dos, El Chanal y La Campana, teniendo en cuenta que desde la instalación del Centro Regional éstos no han de haber sido más de una decena. Éste es un ejemplo claro de cual ha sido la dinámica del trabajo arqueológico en la entidad, a partir de la cual se pueden inferir diferentes aspectos que a continuación se apuntarán. II. El trabajo arqueológico en nuestros días. Muchas son las problemáticas que se derivan de este tipo de trabajo arqueológico que se da en el estado, sin embargo nos gustaría destacar sólo algunas de ellas. La escasez de investigaciones concretas y dirigidas a dar respuesta a preguntas específicas sobre los procesos culturales que acontecieron a las sociedades prehispánicas en Colima es una de éstas. La investigación dirigida mantiene una metodología en la que el objeto de estudio es definido con claridad permitiendo la postulación de hipótesis, la búsqueda de información, el análisis crítico de datos y, posteriormente, el enunciado de conclusiones. En cambio en la investigación con objeto de proteger, conservar y registrar las estrategias son distintas, ya que las variables son muchas y prácticamente ninguna depende de la propia investigación o del interés del arqueólogo por un área o época concreta. En estos casos, el arqueólogo se adapta a lo debe investigarse, convirtiéndose esta investigación prácticamente en un apéndice del trabajo de protección del patrimonio. Claro que este trabajo permite recuperar una gran información que enriquece cada día más la investigación aportando datos que se integran a esos 8

vacíos existentes en el conocimiento del desarrollo prehispánico, a pesar de estar sujeta no a los intereses específicos del trabajo arqueológico, sino a la dinámica de afectación del patrimonio. Es necesario establecer un equilibrio entre la necesidad de conservar y proteger el patrimonio mediante acciones de rescate y salvamento y la obligaciones propias de la investigación arqueológica en México. Es decir, encontrar la forma en que la protección genere investigación de calidad, que permita la integración de los estudios del estado a los que se están produciendo en regiones cercanas y relacionadas con ésta, ya que la historia de Occidente se encuentra sesgada sin una integración de las investigaciones generadas en Colima, es necesario pero se requiere que esta información tenga criterios que permitan su comparación. A partir de este desequilibrio mencionado surge otra problemática, ésta de orden metodológico, que se centraría en una falta de definición de sitio arqueológico en el estado de Colima. Respecto a este tema son muchas las variables que deben ser analizadas, ya que para empezar este tipo de trabajo con base a rescates y salvamentos hace que se restrinjan las áreas trabajadas a los límites de la obra en concreto. Gracias al Proyecto del Atlas Arqueológico en el estado, mismo que tuvo lugar en los años 1987 y 1988, se registraron 278 sitios en la entidad, de los cuales en el Valle de Colima se ubicaron 78 en el municipio de Colima, 16 en Villa de Álvarez, 10 en Comala y 41 en Cuahutémoc. Cabe señalar que la mayoría de los asentamientos registrados por el Proyecto Atlas se trata de sitios con estructuras, ya que se ubicaron mediante fotointerpretación, y como vimos este tipo de sitios que se pueden observar en superficie suelen ubicarse cronológicamente después de 500-600 d.c. Además de estos sitios, se tenían los registrados por Kelly, sobre todo para la fase Capacha, y posteriormente, en los primeros años del Centro Regional se pudieron ubicar otros sitios que se conocían tanto a través de denuncias como de recorridos propios de los proyectos específicos de los diferentes investigadores del Centro INAH Colima. 9

A partir de las acciones de rescate y salvamento es difícil identificar un sitio arqueológico ya que, como mencionamos, se restringen a los límites del predio en cuestión. El concepto de sitio arqueológico se ha definido como el área localizada que muestra signos de alteración antrópica observadas por la metodología arqueológica, además de todos aquellos lugares que se concibieron en la cosmovisión de los pueblos prehispánicos e históricos. Hay quien lo define como cualquier evidencia de uso o transformación por parte de los grupos humanos antiguos, es decir, un elemento arqueológico aislado se podría considerar un sitio ya que involucra la actividad humana. En concreto el sitio debe ser una unidad especialmente aislable. Todo esto nos lleva a una dificultad sobre la definición de sitio, básicamente en dos aspectos, el relacionado con las fases tempranas que no son observables en superficie y el sobrepasar el límite del fraccionamiento, obra de infraestructura urbana y/o cualquier otra obra que genere un rescate o salvamento, también en el caso de las fases con evidencia arquitectónica. Esto es de suma importancia ya que en la actualidad, a través del estudio de los últimos trabajos realizados en la zona conurbada, se observa cómo es fácil ubicar más de ochenta rescates elaborados, pero la dificultad aumenta cuando queremos traducir éstos en cantidad de sitios arqueológicos, entendidos como unidades culturales en espacio y tiempo concretos. (Fig. 1, 2 y 3) 10

Fig. 1 Ubicación de los rescates arqueológicos (en azul) realizados en la zona conurbada desde 1986 hasta mediados de 2004. NO. NOMBRE DEL RESCATE AÑO 1 El Moralete 1981 2 Fracc. Jardines Residenciales 1987 3 Fracc. Las Palmas 1987 4 Las Ánimas 1988 5 Fracc. Lomas del Pedregal 1989 6 Fracc. Res. Sta. Bárbara 1992 7 El Camichín (Las Guásimas) 1995 8 Fracc. Villas de los Pinos 1995 9 El Volantín 1997 10 Grupo Modelo 1997 11 Parcela 24 El Chanal 1997 12 Ex-Hda. San Cayetano 1998 13 Fracc. Res. Esmeralda 1a tem. 1998 14 Fracc. Res. Esmeralda 2a tem. 1999 15 Predio 35-43-53 R. Esmeralda 1998 11

16 Predio 35-43-53 R. Esmeralda 1998 17 Fracc. Lomas Sta. Elena 1998/99 18 Hospital Universitario 1998/99 19 Tramo A 3r Anillo 1998/99 20 Prolongación Av. Constitución 1998/99 21 Casa de Piedra 1999 22 Tramo B 3r Anillo 1999 23 Tramo C 3r Anillo 1999 24 Parcela 9 Mirador de la Cumbre 1999 25 Complejo de Seguridad de GEC 1999 26 Fracc. Colinas de la Joya 1999 27 Fracc. Las Parotas 1999 28 Fracc. Real Vista Hermosa 2000 29 Libramiento Oriente de la Cd. 2000 30 Parcela 18 Ej. Villa de Álvarez 2000 31 Parcela 15 Ej. Villa de Álvarez 2001 32 Predio Sr. A. Ramos 2001 33 Complejo Edificios Administrativos 2001 34 Fracc. Prados del Sur 2a Sección 2001 35 Parcela 1 Ej. Fco. I. Madero 2001 36 PRI IVECOL 2001 37 Parcela 10Mirador de la Cumbre 2001/02 38 Parcela 11 Mirador de la Cumbre 2001/02 39 Circuitos Mexicanos de Nogales 2002 40 Parcela 19 El Chanal 2002 41 Fracc. Las Fuentes 2002 42 Colegio Alfa 2002 43 Tramo carr. Los Limones-Pueblo Juárez 2002 44 Fracc. Los Olivos 2002 45 Planta de Tratamiento de Aguas Negras 2002 46 Colegio Inglés 2002 47 Loma Sta. Bárbara 2002 48 Res. Esmeralda II Norte 2002/03 49 Ampliación 3r Anillo 2003 50 Parcela 8 Ej. El Diezmo 2003 51 Res. Esmeralda Norte 4 2003 52 Predio La Primavera 2003 53 Parcela Km.1.9 El Chanal 2004 Fig. 2: Rescates arqueológicos en el municipio de Colima. 12

NO. NOMBRE DEL RESCATE AÑO 1 Manuel M. Diéguez 1984/85 2 Col. Alfredo V.Bonfill 1986 3 Fracc. Hdas. del Centenario 1993 4 El Centenario Construyendo Patrim. 1997 5 Cajita de Agua 1999 6 La Tapatía 1999 7 Seal Loma Bonita 1999 8 Fracc. Villas de Bugambilias 1a et. 1999 9 Fracc. Villas de Bugambilias 2a et. 2000 10 Rancho San Francisco 1999/00 11 Predio La Luz 1999/00 12 Fracc. Real Bugambilias 2000 13 Lomas de la Higuera-Real de Montroy 2000 14 Predio Rústico Cobarrubias 2000 15 La Tapatía II 2000 16 Jardines del Llano 2000 17 La Tapatía III 2000 18 El Camichín 2000/01 19 Fracc. Carlos de la Madrid Virgen 2001 20 El Casco 2001 21 Fracc. Sindicato de Trabajadores H.A.V.d.A 2001 22 El Yaqui 2001 23 Fracc. Villa Flores 2001/02 24 Fracc. Campestre Torrecillas 2002 25 Puerta de Hierro 2002 26 Las Lagunas 2002 27 Lomas de la Villa 2003 28 Fracción C Fracc. Tabachines 2003 29 Fracción D Fracc. Tabachines 2003 30 Fracción B Fracc. Tabachines 2004 Fig. 3: Rescates arqueológicos en el municipio de Villa de Álvarez. El proyecto de salvamento o el programa de rescate se registran en la mayoría de casos con el nombre que llevarán las nuevas colonias, dando una impresión de denotar un espacio definido, en suma un sitio particular. Muchas de 13

estas intervenciones son colindantes entre sí y lo que se ha definido con tres o cuatro nombres realmente podría tratarse de un único sitio arqueológico. El problema, entonces, radicaría en definir lo que entendemos como sitio, existe una necesidad de especificar los criterios para considerar sitios arqueológicos en el estado de Colima. Para definir estos criterios se deberían tener en cuenta aspectos como la continua ocupación de los mismos espacios, lo que hace que en prácticamente todos los trabajos de rescate o salvamento se excaven contextos de fases culturales diferentes. Pero además, existen aspectos como que los sitios pertenecientes a las fases Capacha, Ortices y Comala (1,500 a.c.-500 d.c.) suponen una gran dificultad de definición toda vez que no se observan evidencias arquitectónicas en superficie y que los contextos que se conocen se limitan a espacios funerarios tales como panteones. Para fases posteriores a éstas es más factible la delimitación toda vez que los vestigios arquitectónicos en superficie presentan mayor evidencia. En otro tenor, es importante mencionar las diferencias de deposición de sedimentos que se da entre las dos áreas donde se han ubicado la gran mayoría de estos trabajos de excavación para protección, en concreto se trata de la parte norte donde la deposición de sedimentos es muy escasa debido a la pendiente lo que hace fácil ver arquitectura en el caso de que exista. Sin embargo, este hecho junto con el de albergar tumbas de tiro en la gran cantidad de lomas tepetatosas que caracterizan su paisaje, han propiciado que haya sido el área preferida de los moneros para cometer sus destrucciones. Por su parte, al oeste y suroeste de la zona conurbada se extienden grandes terrenos relativamente planos, donde existe una enorme acumulación de sedimentos producto del arrastre de materiales por las numerosas corrientes de agua que atraviesan el área. En esta parte los contextos no son fácilmente visibles en superficie, limitándose a material arqueológico como fragmentos de cerámica y lítica, así 14

como algunas pequeñas elevaciones de tamaños regulares y, por tanto, de origen antrópico, por todo ello esta zona prácticamente no ha sufrido saqueos. Por último, otra de las problemáticas que surge de estos trabajos es precisamente el tipo de información generada, ya que normalmente es bastante limitada, restringiéndose a pocos informes finales, algunos informes parciales y más reportes de trabajo. (Fig. 4 y 5) RELACIÓN DE TOTALES RESPECTO A INSPECCIONES Y RESCATES EN LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE COLIMA. MUNICIPIO INSPECCIONES RESCATES ARMERÍA 4 1 COLIMA 85 53 COMALA 10 4 COQUIMATLÁN 3 0 CUAHUTÉMOC 4 0 IXTLAHUACÁN 7 0 MANZANILLO 15 2 MINATITLÁN 2 0 TECOMÁN 7 1 VILLA DE ÁLVAREZ 49 30 TOTALES 186 91 INSPECCIONES EN LOS MUNICIPIOS DE COLIMA (excepto Colima y Villa de Álvarez) 24% 16% 0% 20% 40% Inspección derivada en rescate y/o salvamento Inspección derivada en necesidad de rescate y/o salvamento Inspección derivada en liberación con condicionantes Inspección derivada en no factibilidad de liberación Desconocimiento del proceso completo 15

INSPECCIONES REALIZADAS 14% 7% 6% 46% 27% COLIMA COMALA OTROS MUNICIPIOS VILLA DE ÁLVAREZ MANZANILLO Básicamente, después de los trabajos de campo, pocos son los apoyos para darle continuidad al proceso de investigación, el cual requiere del trabajo de gabinete tanto para el análisis de los materiales como para el procesamiento de la información y la generación de los tan necesarios informes finales para a partir de esto llegar a la difusión de la información. Si esta cadena operativa se pudiera dar de manera completa sería ideal para la investigación arqueológica, sin embargo el gran aumento de trabajo unido al poco personal disponible, hacen que el rezago se centre, sobre todo, en estas últimas etapas del proceso de investigación, es decir, las de gabinete, procesamiento de la información y su difusión. Ante la destrucción alarmante del patrimonio no se pueden dejar en espera las labores de campo hasta que concluya una investigación anterior, sin embargo debemos encontrar soluciones intermedias a fin de mantener un equilibrio hasta cierto punto entre el rescate físico de este patrimonio y el de su conocimiento e interpretación. Ya que recuperar estos datos y no trabajarlos hasta que lleguen a la sociedad provoca igualmente una pérdida de este patrimonio arqueológico. 16

III. Propuestas para orientar la investigación arqueológica Las propuestas se centran en la necesidad de generar trabajos arqueológicos de mayor calidad y lograr altos rangos de eficacia en las intervenciones a fin de poder extraer la mayor información posible, pero al mismo tiempo que ésta sea de calidad y con la capacidad de ser comparable, lo cual se logrará a partir de la sistematización y uniformización de las estrategias generadoras de información arqueológica para el estado. Es importante el eficiente y fácil manejo de esta información al interior de la sección de arqueología del Centro INAH Colima. Esta uniformización debe comenzar por el propio registro del sitio tanto desde la primera inspección, en caso de ser una atención a denuncia, o bien en el tiempo estipulado para recorrido de superficie dentro de un futuro proyecto específico de área, pero también la observación y el consecuente registro del sitio y sus alrededores se deben continuar durante los trabajos de excavación. Consideramos importante que cada intervención tenga como una de sus prioridades la puntual descripción no sólo del área a afectar sino, también, del entorno cercano en el cual se ubica. De la misma manera se debe llevar a cabo una recolección de materiales de superficie antes de proceder a la excavación, ésta debe ser lo más sistemática posible y diferenciando por unidades de recolección que pueden ser relativamente arbitrarias, esto con el fin de poder determinar la cronología de las distintas ocupaciones a partir de la identificación de materiales cerámicos ya definidos, pero también para poder determinar áreas de actividad por la distribución y concentración diferenciada de material arqueológico. Al mismo tiempo, se debe proceder a la realización del croquis de las posibles estructuras que se aprecien en superficie, así como de las posibles irregularidades que pueda presentar el terreno y, en este mismo croquis, se puede graficar la distribución de material. Los resultados de estas labores previas a la excavación orientarán el sentido de los trabajos subsecuentes. En el caso de que los materiales indiquen ocupaciones tardías será más factible llevar a cabo la cabal delimitación del área 17

con remanentes arqueológicos de toda índole, lo que facilitará, en cierto modo, determinar las estrategias de excavación. En el caso de ocupaciones más tempranas sería recomendable la realización de pozos de sondeo encaminados a determinar el espacio donde se concentra el material temprano, por supuesto con un buen control estratigráfico y el análisis consecuente de materiales. Por otra parte, para estas áreas con ocupaciones tempranas sería recomendable también la aplicación de técnicas geomagnéticas, como la utilización de los radares de penetración, a fin de determinar si estas técnicas, al igual que en otros contextos donde también se aplican a ocupaciones tempranas con problemáticas similares (como en contextos de la Tradición Chupícuaro en Guanajuato); nos pueden ayudar para poder determinar tanto el área de extensión de vestigios arqueológicos de esa fase, como orientar nuestras intervenciones de excavación. Otro de los aspectos importantes que hay que implementar es el mapeo de sitios una vez descritos, tanto en la distribución sincrónica de los asentamientos como en la diacrónica, para poder caracterizarlos en espacio y tiempo y así observar aspectos sobre patrón de asentamiento y funcionalidad de los sitios para las diferentes fases de la secuencia cultural prehispánica. (Fig. 6 y 7) Consideramos importante que, a la par de los trabajos de campo, se lleven a cabo investigaciones que permitan sustentar modelos metodológicos acorde al perfil de poblamiento que presenta el Valle de Colima. Dado que los sitios presentan un alto rango de dispersión consideramos de suma importancia la realización de estudios de orden etnográfico, como los realizados en los Altos de Chiapas o en la Mixteca baja, cuya población indígena ha organizado su espacio a través de parajes polarizados en los cuales ciertas poblaciones (en este caso las ciudades mestizas) desempeñan el papel de organizador regional. Mediante el análisis crítico de éstas y otras formas de organizar el espacio será posible instrumentar modelos que permitan estructurar no sólo la información recuperada sino, también, orientar las investigaciones futuras. 18

Fig. 6. Ubicación de evidencia arqueológica correspondiente a la fase Comala según los rescates realizados en la zona conurbada. Fig. 7. Ubicación de evidencia arqueológica correspondiente a la fase Chanal Según los rescates realizados en la zona conurbada. 19

Por otro lado, sería de gran interés el estudio de la cartografía antigua, por ejemplo fotografías aéreas de los años setenta a fin de observar el impacto de este crecimiento urbano, además de poder ubicar vestigios y ver la fisonomía de conjunto de algunos de los sitios que ya quedaron bajo los fraccionamientos actuales o simplemente desaparecieron. Pero también el estudio de esta cartografía antigua y de los archivos nos puede permitir la localización de los lugares mencionados en las fuentes. Es necesario hacer un llamado a la recuperación de los vestigios históricos mediante las técnicas de la arqueología histórica, la aplicación de la cual es sumamente importante y sería muy necesario un programa donde se integre el registro y excavación de algunos sitios históricos en Colima. Por ejemplo, a raíz del terremoto que afectó a la Ciudad de Colima en enero de 2003, varios de los edificios históricos se vieron afectados y/o destruidos, con lo cual se podría contemplar la posibilidad de propiciar excavaciones arqueológicas con el fin de contribuir con estos datos a los estudios históricos de la ciudad. Siguiendo con lo anterior, a estos mapas se les puede agregar información derivada de otras fuentes como la existencia de saqueos previos, datos de informantes, etcétera, que permitan ir configurando la historia del sitio y el perfil de potencialidad de cada lugar. Es obvia la necesidad de realizar trabajos conjuntos de análisis de materiales cerámicos, ya que se podría generar un trabajo tan importante como sería la afinación y/o redefinición de la tipología cerámica para la región, esto con la combinación de los datos ya existentes y los resultados de las últimas excavaciones. Lo cual permitirá a futuro el estudio comparativo de los materiales, generando tanto la ubicación temporal como la asociación cultural de los vestigios recuperados. En este sentido, otro de los aspectos que hay que tener en cuenta para proyectos a corto y mediano plazo es el de la necesidad de generar fechamientos absolutos para la arqueología de Colima, y en especial para la del valle de Colima, fechamientos sin los cuales no se podrá dar respuesta a muchas de las preguntas 20

que ya planteó Kelly en su momento, así como a otras muchas que siguen generando día con día. Por otro lado, es urgente implementar estudios de área a fin de guiar la investigación hacia la resolución de cuestiones específicas, además de poder estudiar un área desde varias ópticas así como integrar a otras disciplinas, y conseguir una visión más amplia de esta región. El valle de Colima ha sido una de las áreas más estudiadas en el estado, y a pesar de que son muchas las necesidades de investigación en ésta, a futuro sería necesario integrar el estudio de otras áreas como la costa o el área serrana, a fin de equilibrar la información referente al desarrollo prehispánico de la entidad. A través de estas líneas hemos querido esbozar la situación actual del trabajo arqueológico en el estado y las problemáticas que se generan de la dinámica del mismo, al tiempo que se plantean algunas propuestas para encaminar esfuerzos conjuntos hacia el fomento de una mayor investigación arqueológica de calidad en el estado de Colima. Concretamente, en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez donde el crecimiento desmesurado está acabando con una gran cantidad de vestigios de nuestro pasado que, difícilmente, podrá ser recuperado si no emprendemos acciones específicas e inmediatas. IV. Bibliografía ALMENDROS, L.; Informe del Proyecto de Investigación Arqueológica El periodo Formativo en Colima: una continuidad ocupacional. Archivo del Centro INAH Colima, Noviembre, 2004. KELLY, I; Ceramic provinces in Northwest Mexico en: El Occidente de México. Cuarta Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología, México, 1948, pp. 55-71. KELLY, I.; Seven Colima tombs: an interpretation of ceramic content en: Contributions of the University of California Archaelogical Research Facility, no. 36, Berkeley, University of California, Departament of Antropology, 1978. KELLY, I.; Ceramic sequence in Colima: Capacha an Early Phase, Tucson, Antropological Papers of the University of Arizona Press, 1980. MATA DIOSDADO, S Y Ma. Ángeles Olay; Un rescate arqueológico en la ciudad de Colima en: Barro Nuevo, abril-junio, INAH y H. Ayuntamiento de Colima, 1990, pp-5-17. 21

OLAY, M.A. y Samuel Mata; El Valle de Colima. Una perspectiva de salvamento en: Homenaje a Julio César Olivé Negrete. UNAM, México, 1991, pp. 275-287. OLAY, M. A.; La conservación del patrimonio arqueológico. Algunas propuestas para el Valle de Colima en: Barro Nuevo, año 2, primera época no. 6, INAH y H. Ayuntamiento de Colima, 1991, pp. 6-15. OLAY, M. A.; El Colima prehispánico. Un intento de regionalización en: Barro Nuevo, octubre, 1994, INAH, GEC y H. Ayuntamiento de Colima, pp. 17-26. OLAY, M. A.; Memoria del Tiempo. La Arqueología de Colima. Historia General de Colima, tomo I, Universidad de Colima, GEC y CNCA, 1997. SERNA, R.; Informe Atlas Arqueológico de Colima, mecanoescrito, Departamento de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas, México, 1988. SERNA, R.; Perspectivas de Investigación a través del Catálogo de Sitios Arqueológicos de Colima en: Barro Nuevo, julio-septiembre, 1991, INAH y H. Ayuntamiento de Colima, pp. 16-21. SCHONDÜBE, O.; Historia de Jalisco. Época Prehispánica. José María Muría (coord.), Gobierno del Estado de Jalisco/INAH, México, 1980. 22