Condiciones de financiamiento del sector privado Colaboración. En la Argentina ha habido una mejora en las condiciones de financiamiento respecto del 2008 y el 2009, dada la recuperación en los niveles de emisiones en el mercado de capitales y en los volúmenes de intermediación financiera del sector bancario, sumado a que se registran importantes bajas en las tasas de interés y en el riesgo país respecto de los picos alcanzados en el 2008. En esta nota, los detalles. Miguel Kiguel, Licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires y Ph. D en Economía de Columbia University. 1. Introducción El crédito en la Argentina ha veido aumentando a partir de la recuperación que siguió a la crisis financiera internacional del 2008, ya que los bancos están aumentando a tasas del orden del 35% anual los préstamos al consumo y a empresas, se ha reabierto el mercado internacional para la colocación de bonos a mediano y largo plazo por parte de empresas argentinas y hasta hemos visto después de varios años la emisión de acciones, principalmente en el exterior. A pesar de esta mejora, al mercado de financiamiento le falta profundidad ya que los volúmenes de 6
intermediación siguen siendo bajos. El desarrollo del mercado en pesos se ve limitado por la inflación, que en los niveles actuales del orden del 25% anual genera incertidumbre. Las preguntas respecto de cuánto tiempo va a seguir en estos niveles o si por caso se puede escapar cinco, diez o quince puntos como resultado de shocks externos o errores de política económica lleva a que desaparezcan los instrumentos en pesos a tasa fija a más de dos años. El segundo problema que enfrentan las empresas es el alto nivel de riesgo país, lo que hace que la mayor parte del financiamiento a largo plazo esté a costos muy por encima de los que pagan las empresas de otros países de la región como Brasil, México o Colombia. Dentro de este panorama, las mejores oportunidades han aparecido para instrumentos de corto plazo en pesos, los cuales se benefician de tasas de interés que son atractivas para los tomadores (ya que están varios puntos por debajo de la inflación) como también para los inversores (que obtienen tasas de retorno en pesos que son más altas que las que podrían obtener en dólares). Así, hemos visto un importante crecimiento de los fideicomisos financieros, de los cheques de pago diferido y de los valores de corto plazo, todos instrumentos del mercado doméstico de capitales. 2. Financiamiento bancario La Argentina sigue teniendo un sistema bancario relativamente pequeño comparado con sus pares de la región, y que sólo representa el 14% del PBI, lejos de países como Chile (64%) y Brasil (45%). A pesar de que su tamaño es chico, los bancos constituyen el principal mecanismo de financiamiento para el sector privado, dado A pesar de esta mejora, al mercado de financiamiento le falta profundidad ya que los volúmenes de intermediación siguen siendo bajos. El desarrollo del mercado en pesos se ve limitado por la inflación, que en los niveles actuales del orden del 25% anual genera incertidumbre. que el desarrollo del mercado de capitales es aún menor. Un problema adicional es que el fondeo del sistema bancario se basa casi en su totalidad en depósitos de corto plazo, con una gran participación de cuentas a la vista y en menor medida con plazos fijos que su mayoría son a menos de 90 días. Prácticamente no hay depósitos a más de un año de plazo ni tampoco obligaciones negociables a mediano plazo en pesos. Este fondeo a corto plazo repercute en la posibilidad de brindar financiamiento a largo plazo sin incurrir en riesgos importantes de tasa de interés y por descalce de plazos. Ante este escenario, los bancos se inclinan por brindar financiamiento de corto plazo. En los últimos años las líneas de mayor dinamismo han sido aquellas destinadas al consumo, principalmente a través de tarjetas de crédito y préstamos personales. De hecho, este tipo de créditos fueron los que más se expandieron en el 2010. Mientras que el crédito total creció al 35% anual, los personales lo hicieron al 31% y los de tarjetas de crédito al 48%. El crédito comercial también se concentra en el corto plazo, ya que en su mayor parte se compone de adelantos y documentos para financiar capital de trabajo, y que difícilmente exceden los 90 días. Los créditos hipotecarios de mediano y largo plazo crecieron sólo al 12% anual, ya que para los bancos no es posible conseguir fondeo a 5 o 10 años a tasa fija en pesos, al mismo tiempo que los tomadores no quieren endeudarse a tasas variables o a tasas fijas que superen el 20% anual. Dentro de este panorama se espera que los bancos sigan 7
Gráfico Nro. 1. Composición del crédito al sector privado en %, a dic-10 Gráfico Nro. 2. Crédito al sector privado por línea variación anual, en % 8 expandiendo el crédito a un ritmo del orden del 35% anual, manteniendo el énfasis en préstamos de corto plazo. Además, de continuar la tendencia actual, seguramente habrá un mayor equilibrio entre los préstamos comerciales y los de consumo, y se retraerán aún más los préstamos hipotecarios de largo plazo. Este aumento estaría favorecido por el hecho de que los bancos aún cuentan con un nivel muy alto de liquidez (del orden del 40% de los depósitos) que hoy tienen colocado en el Banco Central en pases pasivos y en letras y notas (Lebacs y Nobacs). Los bancos preferirían poder utilizar parte de esos fondos para prestarle al sector privado, ya que los ayudaría a mejorar la rentabilidad y diversificar el crédito. En porcentajes pequeños esto debería ser factible, ya que hay señales de que las empresas tienen mayores necesidades de capital de trabajo, con lo cual comienza a aparecer una mayor demanda de crédito comercial a corto plazo. Ver gráficos Nro. 1 y 2. Las tasas de interés a la que prestan los bancos no han aumentado en estos años a pesar de la suba que se observó en la tasa de inflación. Luego del aumento en 2008/9, las tasas de interés de los préstamos a empresas están convergiendo a los niveles del 2007. En el caso de los adelantos y documentos en pesos, la tasa de interés se ubica en 16,8 y 15,1% n.a., respectivamente. Las tasas de los créditos al consumo se han mantenido en promedio en el orden del 30% anual. El hecho de que las tasas de interés son negativas en términos reales (o levemente positivas en el caso de las de consumo) no parece ser suficiente incentivo para que haya un aumento significativo en el volumen de los créditos bancarios. En resumen, aunque el sistema bancario se muestra robusto, y no se presenta como un factor de vulnerabilidad macroeconómica como hace una década atrás, el mercado de crédito se encuentra aún muy poco desarrollado. Esto es cierto, sobre todo, para el financiamiento de largo plazo, ya que los créditos a corto plazo vienen mostrando un buen dinamismo en los últimos años. 3. Mercado de capitales El mercado local de capitales ha venido achicándose durante estos años, especialmente para los instrumentos de financiamiento a largo plazo. Este hecho se explica por una serie de factores entre que se destacan la suba en la tasa de inflación y la incertidumbre que genera, la nacionalización de las AFJPs y los controles cambiarios y de capitales. De hecho el grueso de las financiaciones son
a menos de un año, en pesos y se concentran en fideicomisos financieros, cheques de pago diferido y valores de corto plazo (VCPs). Gráfico Nro. 3. Emisiones de ONs colocaciones superiores a los U$S 100 MM Los instrumentos de mercado de capitales para el financiamiento de largo plazo son principalmente las acciones y los bonos (obligaciones negociables). En la Argentina, especialmente en los últimos años, las empresas han tenido un acceso más fluido al mercado bonos que al de las acciones. De cualquier manera, no ha sido fácil acceder al mercado local dado que los bonos a más de tres años de plazo son emitidos en dólares, lo que genera dos tipos de problemas. Por un lado, la existencia de controles cambiarios hace que sea muy difícil poder colocarlos en el mercado local, lo que lleva a que se terminen emitiendo casi en su totalidad en el mercado internacional. Por otro lado, el hecho de que Argentina todavía tiene un riesgo crediticio muy elevado hace que muchas empresas no encuentren atractivo salir al mercado. El mercado accionario tampoco ha resultado muy atractivo para las empresas, ya que la demanda local prácticamente ha desaparecido a partir de la nacionalización de los fondos de pensión. De hecho ha habido muy pocas emisiones de acciones, desde el 2008, y en la mayor parte de los casos los inversores fueron en su mayoría del exterior. Luego de la caída en 2008/9, el financiamiento Gráfico Nro. 4. Obligaciones negociables en millones de U$S - totales de cada año y acumulados hasta marzo Gráfico Nro. 5. Suscripción de acciones en millones de U$S 10
empresarial en el mercado de capitales se recuperó en 2010, y ascendió a los USD 5.120 millones, lo que implicó una variación anual del 70%. A pesar de esta importante recuperación, todavía se mantiene por debajo de los niveles de emisión de 2007 (USD 6.735 millones) 1. Las obligaciones negociables representaron un 46% del nuevo financiamiento en 2010. La mayor parte de éstas fueron en dólares (82%), y el plazo promedio evidenció un aumento en el año (7,6 años versus 2,4 en 2009). La suscripción de acciones, por su parte, continuó con su marcada tendencia negativa y evidenció una nueva caída anual del 18%, pasando a explicar apenas el 5% del financiamiento. Ver gráficos Nro. 3, 4 y 5. Por fuera de los mercados de deuda corporativa y acciones, las empresas recurren mayormente a la emisión de fideicomisos (40%), los cuales son principalmente a corto plazo y en pesos. El grueso de los fideicomisos tienen como objetivo el financiamiento del consumo (87%), repartido entre préstamos personales y de consumo (74,5%) y cupones de tarjetas de crédito (12,5%). Así, se destaca la casi nula participación de fideicomisos hipotecarios (2%) y de créditos comerciales (1%), lo cual deja entrever que existe un amplio espacio de desarrollo para este instrumento. Los cheques de pago diferido son fundamentalmente utilizados por PyMEs, y vienen mostrando un buen dinamismo tanto en sus nuevas emisiones como en su volumen negociado en bolsa, aunque su participación relativa Los cheques de pago diferido son fundamentalmente utilizados por PyMEs, y vienen mostrando un buen dinamismo tanto en sus nuevas emisiones como en su volumen negociado en bolsa, aunque su participación relativa en el nuevo financiamiento es todavía pequeña (5% del total). De hecho, contrario a la tendencia general, las emisiones de CPD continuaron creciendo en 2008/9, y terminaron el 2010 con un crecimiento del 27,5%. en el nuevo financiamiento es todavía pequeña (5% del total). De hecho, contrario a la tendencia general, las emisiones de CPD continuaron creciendo en 2008/9, y terminaron el 2010 con un crecimiento del 27,5%. La mayor parte de los CPD (95%) son avalados por sociedades de garantía recíproca (SGR), frente al 5% de patrocinados. A febrero del 2011, la tasa de interés promedio pagada por los cheques avalados se ubicaba en 12,2%, mientras que los patrocinados ascendía a 18,1%. Como puede verse, la existencia de SGR permite reducir el costo de financiamiento de las PyMEs, acercándolo a las tasas que pagan las empresas de primera línea. El plazo promedio de este instrumento se ubica en torno a los 100 días. Finalmente, los valores de corto plazo constituyen otro de los instrumentos que mostró un importante crecimiento en 2010, con una variación anual del 134%, aunque su volumen es aún más pequeño que el de los CPD. A diferencia de éstos últimos, son principalmente utilizados por grandes empresas, y generalmente se emiten a tasas variables (en promedio, BADLAR + 3%) y mayores plazos (el plazo promedio en 2010 fue de 276 días). Ver gráficos Nro. 6 y 7 en página siguiente. 4. Índice de Condiciones Financieras Un índice de condiciones financieras tiene como objetivo resumir en un solo indicador la disponibilidad y el acceso al 11
Gráfico Nro. 6. Fideicomisos financieros en millones de U$S - totales de cada año y acumulados hasta marzo Gráfico Nro. 7. Valores de corto plazo y Cheques de pago diferido en millones de U$S - totales de cada año y acumulados hasta marzo crédito en un momento dado. Para esto, en general se miran tanto los volúmenes de crédito que intermedia el sistema financiero como así también el costo del mismo. La evolución del índice a lo largo del tiempo va mostrando en qué medida van mejorando o empeorando las condiciones financieras de una economía. Dado que es muy difícil resumir en un solo indicador las condiciones para préstamos a distintos plazos, en distintos mercados (bancario o de capitales, tanto local como internacional) y para diferentes monedas (peso o dólar), también se pueden utilizar varios sub-índices que buscan describir la situación específica de cada uno de estos mercados. Actualmente, en la Argentina no hay un índice de condiciones financieras al estilo de los que calculan varios bancos de inversión, bancos centrales o instituciones internaciones (como la OCDE) para la mayor parte de los países industrializados, como así también para algunos países emergentes. Si existiera algún índice para la Argentina, seguramente mostraría que ha habido una mejora en las condiciones de financiamiento respecto del 2008 y el 2009, dada la recuperación en los niveles de emisiones en el mercado de capitales y en los volúmenes de intermediación financiera del sector bancario, sumado a que se registran importantes bajas en las tasas de interés y en el riesgo país respecto de los picos alcanzados en el 2008. Referencia 1. Se excluye el financiamiento que no corresponde a emisiones genuinas del sector privado. En particular, en 2010 se llevaron a cabo colocaciones de fideicomisos con destino al financiamiento de obras públicas por un monto de USD 2.509 millones, principalmente relacionadas con la construcción de la Central Nuclear Atucha II. 12