Información complementaria 1. Organismos modificados genéticamente (ogms) En el debate acerca de la ingeniería genética tenemos de un lado los que pregonan que la ingeniería es el camino para salvar a la humanidad y del otro los que creen que la nueva tecnología es peligrosa e innecesaria, y que sólo servirá para incrementar la pobreza y el deterioro ambiental. De los dos lados del debate hay científicos y ambientalistas; científicos de gran renombre denuncian los peligros de los ogms mientras que algunos ambientalistas consideran que son una forma de reducir el uso de plaguicidas y la desnutrición entre los pobres. La primera generación de variedades de cultivo genéticamente modificadas son RR o Bt. Las primeras tienen un gen que les confiere resistencia a un herbicida. Se facilita el trabajo agrícola porque el cultivo no se ve afectado por las aplicaciones de los herbicidas para eliminar las malezas. Se trata básicamente del herbicida insignia de la compañía Monsanto, el Roundup Ready (RR). Cuando compran semillas RR de soya, canola u otro cultivo, la compañía obliga contractualmente a los agricultores a utilizar este agroquímico cuya patente expiró en el 2000. Uno de los riesgos es que las malezas se vuelven resistentes al herbicida. Las variedades Bt son modificadas para expresar una toxina bacteriana que las hace resistentes a los ataques de insectos. La toxina mortal para las plagas proviene de una bacteria Bacillus thuringiensis utilizada tradicionalmente por los agricultores orgánicos para elaborar un bioplaguicida que sustituye a los agroquímicos. Estos agricultores utilizan cantidades moderadas que tienen una vida corta, pero los transgénicos producen la toxina en diferentes partes de la planta lo que afecta organismos que son benéficos o inocuos mientras que las plagas van desarrollando resistencia a la toxina. El número reducido de compañías transnacionales que tienen el control de las semillas genéticamente modificadas de maíz, soya, algodón y canola y de los agroquímicos, es también dueño de las productoras de semillas no transgénic as y podría eliminar del mercado la posibilidad de obtener a nivel comercial semillas de cultivos convencionales o tradicionales. En los Estados Unidos en el año 2001 los agricultores que pretendían sembrar algodón en forma sostenible a pequeña escala, particularmente en California, Mississipi, Arkansas y sur de Missouri, tuvieron dificultades para encontrar semillas convencionales. En esos estados 99% de las semillas que ofrecía el mercado eran transgénicas; la semilla genéticamente modificada es de menor calidad que la de las variedades convencionales, los rendimientos son menores y la calidad de la fibra es más baja. La canola (canadian oil ) es una variedad de colza (planta oleaginosa) genéticamente modificada en Canadá. La compañía Monsanto, dueña de la patente de la canola RR, es decir resistente al herbicída Roundup, acusó en 1999 al agricultor canadiense Percy Schmeiser por infringir intencionalmente su patente. El granjero sembró en 1998 semillas de canola obtenida de sus propias tierras donde había sembrado el año anterior canola convencional, sin embargo los resultados de las pruebas hechas por la Monsanto en una muestra del cultivo fueron positivos en más del 95% para la presencia de la variedad patentada. Schmeiser explicó en el juicio que la canola RR o su polen podrían haber sido transportados por el viento o los animales hasta su campo en 1997 pero su razonamiento no fue aceptado. Una investigación realizada en Australia ha mostrado que el viento o los insectos pueden transportar hasta tres kilómetros el polen de canola transgénica. 1
La Secretaría de Agricultura de Canadá encontró que más del 50% de las 70 muestras de semillas certificadas de canola provenientes del oeste del país estaban contaminadas con el gen Roundup Ready; 37% tenían el gen Liberty Link y 59% tenían ambos. Los agricultores que siembran canola verán aumentar sus costos porque la mezcla de canola RR y canola convencional dificulta el tratamiento con herbicidas. Corren además el riesgo de perder más mercados internacionales porque no existen reglamentos en Canadá que exigan la segregación de los transgénicos, todo depende de la buena voluntad de las compañías. Chapela y Quist encontraron que variedades de maíz nativo de Oaxaca estaban contamin adas con maíz Bt. El caso causó mucha controversia por ser México centro de origen y domesticación del maíz. La discusión abarcó tanto los análisis de detección de la contaminación, el tipo y el posible origen de la contaminación como sus implicaciones. Análisis posteriores realizados por instituciones mexicanas y de los Estados Unidos dicen que no hay contaminación de variedades criollas de maíz por variedades genéticamente modificadas.. La industria alimentaria de los Estados Unidos ha perdido miles de millones de dólares en exportaciones desde la introducción de los ogms. Canadá exportó canola a Europa por 80 millones de dólares en 1996 y perdió este mercado en 1997. Las compañías comercializadoras de granos y semillas no segregan transgénicos de no trans génicos. En caso de hacerlo pueden cobrar precios más altos por el certificado que garantiza la no contaminación con transgénicos. Es una situación similar a lo que sucede en la agricultura orgánica donde se paga la certificación del no uso de agroquímicos. Los Estados Unidos, Canadá y Argentina antepusieron ante la Organización Mundial de Comercio una demanda que acaban de ganar contra las restricciones al comercio de organismos modificados genéticamente en la Unión Europea. Sin embargo el poder de compra de los consumidores de los países industrializados puede modificar las tendencias del mercado. En los Estados Unidos las compañías elaboradoras de alimentos preferirían eliminar los ingredientes provenientes de organismos genéticamente modificados de sus productos si tuvieran que indicar su presencia en las etiquetas como sucede en Europa y debería ocurrir en México si se aplicara la legislación existente. Los agricultores y las comercializadoras han sido advertidos por los molineros y panificadoras de Europa que no les volverían a comprar ni un kilogramo de este cereal ni aun convencional si se llegara a sembrar trigo transgénico -ya autorizado- en los Estados Unidos porque no les podrían garantizar un nivel 0 de contaminación. Los europeos no quieren correr el riesgo de perder la confianza de los consumidores para los cuales el pan es un asunto muy serio. Japón y Europa compran 45% del trigo que los Estados Unidos exportan. Los japoneses no quieren ogms para elaborar cerveza y los europeos no los quieren en su alimento para ganado porque los consumidores no quieren carne de animales alimentados con ogms, aunque la Unión Europea haya autorizado la importación de ciertas variedades. El negociante que no obtiene productos no transgénicos en un país, los puede adquirir en otro. El acuerdo entre exportadores e importadores de granos y semillas de los Estados Unidos, Canadá y México que fija un límite de 5% de ogms en productos no modificados genéticamente como respuesta al principio precautorio, asegura la presencia de transgénicos en todas las importaciones de granos y semillas de México como maíz, soya, canola, etc. En contraste, países africanos con graves hambrunas, se han negado a recibir, a través de los programas internacionales de ayuda, maíz modificado genéticamente. Algunos de ellos exigen que el grano donado esté molido 2
para evitar que los campesinos lo planten; la contaminación de las variedades locales pondría en riesgo su capacidad de exportación. La adopción de leyes de Bioseguridad en los países en vías de desarrollo implica dedicar recursos financieros y técnicos para generar reglamentos y vigilar su cumplimiento, desarrollar capacidad de monitoreo y de evaluación de riesgos, asegurarse de que los transgénicos que no han sido aprobados no entren ilegalmente o sean liberados internamente, etcétera, rubros para los cuales difícilmente se obtiene financiamiento. 2. Productos orgánicos Si bien la venta de productos orgánicos a nivel mundial oscila entre el 1.0% y 1.5% de la venta total de alimentos, se ha estimado que la demanda alcanzará en los próximos años entre el 5% y el 10% de la demanda mundial de alimentos, especialmente en los mercados europeos, norteamericano, japonés y australiano. La agricultura orgánica en Europa es aún una actividad minoritaria que ha tenido un crecimiento rápido durante la década de los 90, especialmente impulsada por la directiva 2078/92 que promueve los subsidios a la producción de orgánicos. Estados Unidos es, a nivel mundial, el mayor exportador y consumidor de estos productos pero Japón se muestra como el país que alcanzará rápidamente el mayor consumo per cápita de este tipo de productos. Existen diferencias entre los precios de productos orgánicos y de los convencionales, lo cual se justifica desde diferentes puntos de vista; sin embargo, como lo advierte un mayorista de Estados Unidos, "la realidad es que los orgánicos no tienen sobreprecios, lo que sucede es que la oferta y la demanda determinan el precio; si la demanda aumenta y el volumen también, los prec ios bajan". Hay factores que contribuyen a que cada día se dediquen más áreas a la producción orgánica tales como el alto costo de los agroquímicos en la agricultura convencional, el crecimiento rápido en la demanda por el interés de los consumidores en productos libres de sustancias químicas y la preocupación por el medio ambiente. Se encuentran restricciones a la oferta tanto en la producción misma como en la comercialización. Durante el período de transición de agricultura convencional a orgánica, que toma entre dos y tres años, se deben asumir costos de la entidad certificadora, mientras que los precios pagados son generalmente iguales a los de los productos convencionales y no compensan los costos de la certificación; pero en el momento en que el producto cuenta con el sello de orgánico se puede vender a precios superiores. Desde la perspectiva de la comercialización, la logística es más compleja debido a que se comercializan bajos volúmenes y no es posible obtener economías de escala; salvo que los productores formen algún tipo de organización comercializadora; también hay dificultades durante el transporte y la manipulación puesto que los orgánicos tienen que estar separados de los convencionales. Durante el procesamiento una de las restricciones es que los bajos volúmenes de materia prima no permiten usar maquinaria a una escala eficiente. Sin embargo, y a pesar de que muchas veces la oferta de estos productos es insuficiente e irregular, para los comercializadores vender productos orgánicos ha venido constituyendo en Europa y los Estados Unidos una estrategia de mercadeo, de tal manera que cuanto mayor sea la variedad y la disponibilidad de productos, mayor será la ventaja frente a los competidores. El consumidor de los países desarrollados está dispuesto a pagar un sobreprecio que oscila máximo entre un 10% y 15%, siempre y cuando se le garantice una calidad excelente y uniformidad en el producto; la disposición a pagar más por un producto orgánico depende en gran medida del nivel de ingresos del cons umidor. 3
. En el caso del plátano orgánico, las importaciones a nivel mundial vienen aumentando. Aún así, este mercado de unas 300,000 toneladas sigue siendo de dimensión reducida si se compara con las importaciones de plátano convencional, que llegaron a 11 millones de toneladas en el mismo año. El 48% de la producción convencional se comercializa en Europa, siendo Inglaterra y Alemania los principales mercados; República Dominicana es su mayor proveedor (80%), seguida por Colombia (15%) e Israel (5%). Estados Unidos, por su parte, consume el 40% de la producción mundial de plátano orgánico, que equivale solamente al 0,3% de su consumo total de plátano; Canadá y Japón consumen el 12% restante. El sobreprecio en venta minorista puede oscilar entre el 50% y el 200%; en términos absolutos. Si bien las perspectivas de crecimiento son buenas en todos los mercados principales, es necesario superar obstáculos como los logísticos, ya que el volumen es casi siempre reducido y los costos del transporte son más elevados; además, con frecuencia los envíos tienen que esperar embarques de plátano no orgánico, lo cual afecta la calidad del producto. En un estudio realizado en los Estados Unidos por la Universidad de Dakota, se compararon los precios pagados por algunos cereales orgánicos: los sobreprecios más bajos corresponden al maíz mientras que los más altos son para la soya; aunque las primas varían significativamente para cada producto. En Europa, la demanda de granos orgánicos se concentra en soya, maíz, girasol y arroz, siendo Argentina uno de los principales proveedores. En 2004 este país obtuvo sobreprecios del 48% en el caso de la soya, que es comprada como materia prima para fabricar leche de soya y aceite balanceado orgánico para el ganado. 3. Plan Puebla Panamá (PPP) El Plan Puebla Panamá fue presentado por Vicente Fox al inicio de su mandato presidencial. Abarca los estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintan Roo y Chiapas en México y los países pobres de Centroamérica: Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. El documento oficial de la página electrónica dice que es "un plan de desarrollo interno para combatir la pobreza"; en la realidad vino a oficializar lo que estaba y sigue ocurriendo en el sureste. La autoría intelectual del Plan Puebla Panamá no viene de México sino del exterior, en particular del Banco Mundial y otro tanto de autoría tiene el Banco Interamericano de Desarrollo. Se sustenta en un análisis y una estrategia que no corresponden precisamente a las necesidades y requerimientos de las comunidades indígenas del sureste sino a in tereses que están en otro lado. El Plan es un conjunto de mega proyectos de inversión e infraestructura de varios miles de millones de dólares: la red caminera que conecta Coatzacoalcos con Salina Cruz, con grandes carreteras de 8 carriles, simplemente para pasar mercancía de los Estados Unidos, ya empieza a operar; la remodelación de varios puertos del Pacífico para que tengan la capacidad de traslada r mercancía que viene también de los Estados Unidos y la construcción de otra gran represa que genere electricidad. El PPP engloba también proyectos de desarrollo en los se trata de integrar el sureste al desarrollo del país : por ejemplo maquiladoras que requieran de mano de obra no calificada y aprovecha mientos de la riqueza en biodiversidad de las comunidades indígenas, la cual está subutilizada según el Banco Mundial. Según los críticos del PPP, la idea no sólo es generación de empleo sino el desplazamiento de la gente de su tierra a ciudades medias porque eso favorece los proyectos de bioprospección. 4
Esta biodiversidad es vista con mucho interés por los gobiernos de los países ricos y por sus grandes empresas transnacionales, pues consideran que en los próximos años esos recursos serán estratégicos para la supervivencia de la humanidad. Hay empresarios que aseguran que los recursos naturales y de manera especial el agua, serán las grandes armas estratégicas alrededor de las cuales girarán los grandes intereses del siglo, señalando incluso que la guerra de este siglo se dará por el agua, como en su momento se ha dado y se está dando por el petróleo. 5