LA FERTILIDAD DEL SUELO Y EL LABOREO J.Carlos Brea Pallares Lugo, 3 febreiro 2015
LABOREO Se entiende por laboreo cualquier acción mecánica sobre el suelo, realizada para que éste ofrezca las condiciones ideales para el desarrollo de la vida vegetal. En este sentido, deberá considerarse que estas condiciones deben ser óptimas, primero, para la germinación de las semillas y, después, para el desarrollo de la actividad radical.
El clima El tipo de materiales La topografía Los seres vivos La materia orgánica del suelo Los materiales orgánicos
Objetivos del laboreo A. Preparar el suelo para la siembra B. Asegurar una buena fertilidad C.Incrementar la resistencia del suelo a los agentes ambientales (mejorar la estabilidad estructural)
Se impone, en consecuencia, caracterizar el estado adecuado de humedad del suelo para poder obtener, mediante el laboreo, la estructura grumosa que es más recomendable. Este estado de humedad se conoce como estado de tempero o sazón
El estado de tempero sea el más habitual para el laboreo, existen algunos casos concretos en los que se ha de labrar con contenidos de humedad distintos al del estado de tempero. Así, para obtener tierra fina (por ejemplo al preparar el suelo para la siembra de semillas pequeñas) puede ser necesario labrar con el suelo bastante seco. Para obtener prismas de tierra compactos, que puedan sufrir la meteorización invernal sin grandes riesgos de erosión, puede interesar un estado de humedad superior al del tempero.
Efectos del laboreo en el suelo El laboreo actúa directamente sobre diversas propiedades físicas del suelo, como la aireación, humedad, estructura y temperatura y, como consecuencia de estas acciones, influye indirectamente sobre las propiedades químicas y biológicas.
Acción sobre las propiedades físicas del suelo. Humedad: saneamiento, en los climas húmedos y suelos encharcados, mediante labores de drenaje, o conservación de la humedad, en los climas secos o estaciones áridas, aumentando la velocidad de infiltración del agua y la capacidad de retención y reduciendo la evaporación al romper la capilaridad. Aireación: el mullimiento, con el correspondiente aumento de la porosidad, facilita la aireación del suelo y favorece la difusión gaseosa entre la atmósfera edáfica y la exterior.
Temperatura: las labores reducen, en principio, las oscilaciones térmicas del suelo. Sin embargo, la destrucción de las plantas adventicias y la incorporación de los residuos de cosecha pueden tener un efecto inverso. Estructura: las labores realizadas en condiciones adecuadas deben favorecer, en general, la formación de una estructura grumosa, con agregados de tamaños variables (1 a 5 mm). Suela de labor: la realización de labores repetidas a la misma profundidad, principalmente con aquellos aperos que o bien disgregan mucho el suelo o bien presionan las capas inmediatamente inferiores a la profundidad de trabajo, conduce a la formación de una capa bastante dura e impermeable, difícil de ser atravesada por las raíces y por debajo de la cual suele faltar el aire y la humedad.
Efectos sobre las propiedades químicas del suelo. Movilización de los elementos nutritivos: la disgregación mecánica de los terrones de suelo, la mayor aireación y las condiciones más favorables de humedad aceleran los procesos de meteorización y mineralización, provocando una mayor liberación de los elementos nutritivos contenidos tanto en la fracción mineral como en la orgánica.
Las características del suelo: en los suelos arcillosos, pesados, suele interesar disgregarlos y romper estructuras compactas. Mientras que en un suelo arenoso, suelto, interesará aumentar la cohesión (evitar labores en seco, aperos poco disgregadores, incorporación progresiva de la materia orgánica en profundidad).
Consideraciones generales Sin ser normas estrictas, de forma general debemos procurar cumplir los siguientes principios: - No labrar por rutina, sino cuando sea necesario, reduciendo al máximo el número de labores. - Conservar el perfil del suelo o potenciar su formación si es necesario, evitando voltear el suelo o mezclar horizontes. - No producir alteraciones bruscas en las condiciones del suelo: profundizar de forma progresiva.
- Potenciar el laboreo natural por las raíces y los organismos del suelo: rotaciones y asociaciones con diferente profundidad radical, aportes de materia orgánica, abonos verdes, etc. - Trabajar el suelo en el momento adecuado (tempero). - No incorporar en profundidad materia orgánica fresca. - - Mantener el suelo cubierto, mediante cubiertas vivas, con acolchados o con el propio cultivo.
Tractor
arado de vertedera: formado por la reja, cuchillas y la vertedera
arado de discos: formado por discos cóncavos para abrir surcos profundos
Cultivador: para remover la capa superior del suelo
arado de subsuelo: para remover la tierra a profundidad.
Efectos del laboreo excesivo Perdida de estructura - baja infiltación agua -aumento la erosión - baja la porosidad del suelo (compactación) - baja la capacidad de desarrollo de las raíces Pérdida de MO por exceso de aireación - pérdida de estructura del suelo - pédida de vida en el suelo (los insectos) y otros organismos que se alimentan de materia orgánica -aumentan los riesgos de enfermedades producidas por hongos de suelo Creación de una suela de labor - baja la capacidad de desarrollo de las raíces - aumentan los riesgos de encharcamiento
Galiñas
Moitas grazas pola vosa atención Carlos Brea jcbreapal@gmail.com Tel. 636793390