DIA DE EUROPA 2011 En primer lugar, muchas gracias a todos los presentes por haber aceptado nuestra invitación y estar aquí con nosotros para celebrar el Día de Europa. Una vez más celebramos este día, que recuerda el discurso pronunciado, el 9 de mayo de 1950, por el entonces Ministro de Exteriores francés Robert Schuman, proponiendo la creación de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero, a partir de la cual se construyó después la Comunidad Económica Europea (1957) y sucesivamente la Unión Europea (1991). La intuición de los padres de Europa fue la de la imaginar que si entrelazábamos nuestras economías de forma a volver nuestros países totalmente interdependientes, se eliminarían las causas de las guerras que nos habían dividido durante tanto tiempo y que, en el caso de las guerras mundiales, también se extendieron al resto del mundo. Siendo este el propósito inicial, sesenta años más tarde podemos decir que ese objetivo se ha cumplido con creces, y la UE se ha vuelto además una zona de prosperidad compartida sin igual en el mundo. Sin embargo, no seríamos sinceros si no admitiéramos que en este momento el modelo europeo, que tanto queremos, enfrenta grandes desafíos y está bajo discusión. Los cambios de escenario que se han producido en la economía mundial en la última década, la emergencia de grandes potencias económicas con características diferentes a los países que habían dominado la economía mundial desde la revolución industrial, y la crisis económica global nos han puesto en dificultad más allá de lo que habíamos pensado. La unión económica y monetaria y el mismo euro se han visto sacudidos por una crisis que habíamos inicialmente pensado que no nos afectaría que en mínima parte. 1
Nos costó reaccionar como bloque. Exactamente hace un año, estábamos inmersos en las discusiones previas al apoyo a Grecia, que desvelaron algunas diferencias de interpretación entre nuestros países que sin embargo se revelaron útiles para tomar medidas que se habían vuelto necesarias para afianzar nuestro modelo. Hace un año les dije que, como ciudadano europeo, me hubiera gustado que la solución financiera a la crisis pudiera ser gestionada completamente desde Europa, sin intervención de otros. Lo fue en su máxima parte, pero no integralmente. Mientras tanto, otras etapas de la misma crisis se han manifestado, y hemos creado para enfrentarlas instrumentos y garantías mucho más sólidos que los que teníamos entonces. Así que a los que argumentan que esta crisis ha puesto en evidencia una debilidad de Europa, yo me atrevo a contraponerles otra visión: a frente de tales dificultades financieras, en qué otra región del mundo se hubiera podido tomar decisiones semejantes a las tomadas para apoyar a Grecia, Irlanda y probablemente ahora Portugal? Creo que en ninguna. Este ha sido entonces un éxito de la integración europea, no un fracaso o un signo de debilidad: intervenir para que los mercados no penalicen sobremanera a un país en dificultad y de paso nos pongan en dificultad a todos es la muestra de la fortaleza de los mecanismos de cooperación que hemos creado, en el interés colectivo de los europeos. Con todo, no estamos que a mitad del camino, muchos otros desafíos vendrán, y tendremos que enfrentarlos juntos: los esperanzadores movimientos en nuestra vecina región mediterránea han abierto escenarios complejos y totalmente inesperados hasta hace pocos meses. Una parte del mundo que erróneamente había sido catalogada como impenetrable a la democracia ha demostrado, sobre todo a través de su juventud, que quiere lo mismo que los europeos y los ciudadanos de otras partes del mundo tenemos hace tiempo: democracia, estabilidad, empleos, oportunidades. 2
Sin duda, se abre en esa región una fase histórica compleja, pero también apasionante, que pueda quizás sea comparada, salvando las distancias y diferencias, a momentos fundamentales de cambio como fueron el fin de las guerras civiles centroamericanas y la caída del muro di Berlín. No sabemos exactamente cuanto durará esa transición, pero sobre una cosa no hay que dudar: la Unión Europea jugará un papel importante de apoyo a las nacientes democracias de la orilla sur del mediterráneo. Así como en su día se apostó decididamente por el apoyo a la región centroamericana en su época más difícil y a como se ofreció a los países europeos que habían quedado más allá de la cortina de acero integrarse, en un espacio de pocos años, en la familia de la Unión Europea, en lo que ha sido sin duda el más gran éxito de política exterior de nuestro bloque. Diferente será la solución para los países mediterráneos, pero confiamos que igual de provechosa. La presencia de la Unión europea en Centroamérica data de los años ochenta. El apoyo político y económico dado por la UE al proceso de salida de las guerras civiles nos ha llevado, con el tiempo, a convertirnos en un socio significativo de esta región. Quizás recuerden que, hace 365 días, en esta misma noche todavía existían dudas sobre la conclusión de un Acuerdo de Asociación entre América Central y la Unión Europea. Afortunadamente, las negociaciones prosperaron y se firmó el acuerdo hace más o menos un año en Madrid. Estamos ahora en la fase de ratificación, que esperamos sea rápida, para permitir que el acuerdo finalmente entre en vigor, dando lugar un nuevo espacio económico y político entra Europa y Centroamérica, que ofrece un gran potencial en términos de creación de oportunidades económicas, de empleos y de intercambio de experiencias. 3
Es importante que veamos este Acuerdo no como algo estático, un Acuerdo que solo modificara parcialmente flujos existentes, sino como una gran oportunidad a largo plazo de reorientar los intercambios económicos centroamericanos y salvadoreños en una situación de gana gana. Los efectos no serán inmediatos, y requerirán visión estratégica y preparación adecuada, pero ya sabemos que no son los gobiernos los que hacen fructificar estos acuerdos, sino las empresas y los individuos. Esperamos que en la fase de ratificación se desarrolle un debate abierto y constructivo sobre al acuerdo, al cual estamos naturalmente en condiciones de participar, aportando todos los elementos informativos y analíticos necesarios. El objetivo final del acuerdo es uno solo: conseguir una Centroamérica y una Europa más fuertes y más prósperas. Antes mencionamos que el modelo europeo está siendo discutido, e incluso algunos de los axiomas de nuestra integración están siendo reexaminados a la luz de las nuevas realidades. Es bueno que así sea, el debate es la sal de la democracia. Así como hay debate en Europa, estamos siguiendo con mucho interés los debates institucionales y las reformas que están teniendo lugar en este país. El mensaje que como europeos queremos pasar es claro, y hablo de parte también de los Embajadores de países europeos aquí presentes: El Salvador ha sido un ejemplo en su proceso de paz, y ha protagonizado hace poco una transición política ejemplar en plena transparencia. Es fundamental que los debates sobre el futuro de este país sigan esas pautas, sin alejarse jamás del debido respeto de las instituciones, de sus prerrogativas tal como previstas por la Constitución y de la independencia de los poderes. El interés a largo plazo del país por encima de todo interés particular debería orientar toda reforma. 4
Europa está a disposición de Vds. en lo que podamos aportar, a través d nuestra cooperación, pero también del apoyo político que podamos dar a estos procesos. Para concluir, reiterarles la satisfacción de la Unión Europea con la cooperación brindada a El Salvador, que supone un fuerte grado de confianza mutua por la modalidad escogida en su implementación, la de apoyo al presupuesto de la nación. Tanto nosotros como donantes como el gobierno de El Salvador como responsable de la ejecución de los programas acordados tenemos sin duda que mejorar ulteriormente nuestra capacidad de entrega, pero pasos significativos se han dado en estos últimos años y permiten mirar con satisfacción al camino andado, sin relajarse para el que queda por recorrer. Sin más, les deseo a todos que pasen una feliz velada con nosotros: es una noche un poco austera, las restricciones presupuestarias nos afectan y tenemos que contar con ellas. Pero no bastarán para hacerla menos agradable. Al tiempo que les invito a acudir a las funciones del I Festival de Cine Europeo, que tendrá lugar la próxima semana en el MUNA y en el cine Reforma. Muchas gracias por la atención. Stefano Gatto, Encargado de Negocios de la UE en El Salvador, 9 de mayo de 2011. 5