SAM PEZZO VITTORIO GIARDINO FORMATO Cartoné TAMAÑO 19 x 26, BN ISBN 9788467928945 Nº PÁGINAS 272 páginas PVP 26,00 CUERPO: Hay obras que desde su concepción primigenia llegan a superar con creces las expectativas de sus propios creadores y que desbordan la estructura y trayectoria con las que en origen fueron concebidas. Es entonces cuando la recopilación del distinto material publicado cobra más sentido que nunca, como es el caso de la edición integral de Sam Pezzo que presenta Norma Editorial en sus novedades de marzo de 2018. El presente volumen engloba todo el material creado por Vittorio Giardino sobre el personaje Sam Pezzo ordenado cronológicamente y con referencias directas a las publicaciones donde las páginas vieron la luz por primera vez. Ello convierte a este tomo en algo más que un mero retapado y otorga coherencia y peso específico a una obra demasiado fragmentada y que llegó al público de manera algo caótica desde las cabeceras Il Mago y Orient Express. Además, la edición se acompaña de jugosos extras tales como las colaboraciones en los textos de Carlo Lucarelli, Loriano Macchiavelli y Francesco Guccini o las galerías de portadas originales y distintas ilustraciones... a todo color! Es esto digno de destacar en el tiempo de las infografías digitales y el cromatismo que otorgan los ordenadores? Lo es por dos motivos. El primero es que las tripas del tomo fueron ideadas en el blanco y negro limpio, sin sombras ni tramas, propio del estilo de Giardino. Esto, lejos de ser una contra, se suma a un trazo económico y sencillo que obliga a una secuencialidad casi cinematográfica en planificaciones de páginas que sorprenden por su carga de viñetas. Los diversos paneles se conjugan planos y contra planos de un aire tan clásico que se torna innovador y actual. El segundo es que Sam Pezzo se gestó a finales de la década de los setenta cuando el cómic europeo, y más concretamente el italiano, reservaba el lujo del color para portadas o pósteres especiales reconocibles por el acabado manual de las amalgamas de tintas duras y acuarelas o el aerógrafo. Estas ilustraciones son totalmente identificables por su carácter pulp, underground, sin el prestigio que el término indie llegase a otorgar más adelante.
Y es que Sam Pezzo es justamente eso, underground, casi marginal, de ahí lo diverso de la longitud de las distintas tramas argumentales y, sobre todo, su temática. Porque el protagonista, Sam, es un puro producto pulp, un estereotipo de detective privado creado de antecedentes directos y reminiscencias nostálgicas de personajes sacados del Hollywood de los años cuarenta. También su entorno, pues aunque Pezzo desarrolla sus aventuras en una mal disfrazada, por ser reconocible, Bolonia, las reglas del género negro clásico están presentes en todas las historias. Nos encontramos ante un detective siempre al límite de la ley, que cumple su cometido con eficacia pero con una desilusión vital que debe tornarse en cinismo para sobrevivir. Sam se enfrenta a casos sórdidos, tanto en su ejecución y resolución, como en los matices de la sociedad que reflejan. Es el arquetipo de buscavidas puro y duro que dentro del engranaje social ocupa un puesto intermedio entre las clases altas y las más marginales, lo que le otorga un punto de vista crítico hacia ambas y que al tiempo no le permite encajar en ninguna de ellas. Ahí el toque, propio y definitorio, de crítica social del género negro (es algo más que la estética del noir), que se hace presente en este retrato descarnado de los vicios de la sociedad y la hipocresía que impera en la misma. Asesinatos, robos, bandas organizadas, corrupción y brutalidad policial, carreras amañadas, violencia e intriga. Ya sólo los títulos de las propuestas son una declaración de intenciones: Plomo de propina, Nadie te echará de menos, Amargo despertar, La trampa, Merry Christmas, El último golpe, Night fire, Jukebox y Shit City, subdividida en tres partes: La Deuda, Cuchillos amarillos y Encajes chinos. En medio de todo esto, un perdedor a la vieja usanza, un tipo con su propio código de conducta que no duda en partirse los nudillos o dejarse partir la cara para defenderlo. La obra de Giardino enamora por su honestidad, por ser directa y auténtica, de ejecución y planteamiento aparentemente sencillos en su inicio, pero que crecen en calidad y atrevimiento página a página. Por último, cabe destacar el epílogo que firma el propio autor bajo el significativo título de Adiós, Sam, una forma elegante de colgar el fedora, descargar la Browning y apurar el último cigarrillo.
EL AUTOR: Nacido en Bolonia el 24 de diciembre de 1946, tras licenciarse como ingeniero electrónico y trabajar nueve años en esta profesión, la abandona para consagrarse al cómic. En 1978 aparecen sus primeras historietas, recogidas bajo el título genérico de Storie da dimenticare en el semanario La città futura. En 1979 pasa a la revista Il mago, donde crea su primer personaje de importancia, el investigador privado Sam Pezzo, que más tarde se trasladará a las páginas de Orient Express. Para dicha publicación, Giardino crea en 1982 otro personaje detectivesco, el ex-agente del servicio secreto francés Max Fridman. Su primera aventura, Rapsodia húngara, supondrá para su autor la consagración internacional, y quedará superada en las siguientes entregas: La puerta de Oriente y No pasarán!, esta última ambientada en la guerra civil española. En 1983 cambia de registro con Little Ego, revisión del Little Nemo de Winsor McCay. Giardino ha recibido numerosos premios por su carrera, incluyendo el Yellow Kid del Salón de Lucca en 1982, el Alfred del Salón de Angoulème, y el Premio Harvey concedido en la San Diego Comic Con.