LOS PROFETAS DE ISRAEL

Transcripción

1 "ENTRE AMIGOS" Grpo de Cateqesis Centre Jdicial de Prevenció "La Model" TEMA 8 LOS PROFETAS DE ISRAEL LECTURA, COMENTARIO Y PLEGARIA El Evangelio revelado a los sencillos. 25 En aqel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porqe has ocltado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a peqeños. 26 Sí, Padre, pes tal ha sido t beneplácito. 27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aqel a qien el Hijo se lo qiera revelar. Jesús, maestro bondadoso. 28 «Venid a mí todos los qe estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. 29 Tomad sobre vosotros mi ygo, y aprended de mí, qe soy manso y hmilde de corazón; y hallaréis descanso para vestras almas. 30 Porqe mi ygo es save y mi carga ligera.» (Mateo 11,25-30) COMENTARIO En estos dos fragmentos del Evangelio qeda bien explícito qe el anncio de la Bena Noticia proclamada por Jesús solo pede ser acogida por los hombres y mjeres de corazón sencillo y hmilde. Y es lógico qe así sea por canto el orgllo está en el origen de todo pecado. Ya en el primer libro de la Bíblia, el Génesis, qeda claro qe el gran pecado de la hmanidad personificado en Adán y Eva fé y sige siendo el orgllo : la criatra planta cara a s Creador y desobedece s plan amoroso a favor del hombre. Es el pecado cya dimensión maléfica ha transtornado el órden de la creación y con ella el hombre. 60

2 El orgllo nos lleva a qerer ser deños y señores de todo. Nos lleva inclso a qerer jzgar a Dios dictándole qe es lo qe debiera hacer y reprochandole s condcta. El orglloso no acepta a n ser sperior a él. El orglloso se siente atosficiente, él es el referente último de todas las cosas. Es deño absolto de si mismo y no tiene porqé dar centa de nada a nadie. Tristemente, pesto qe todos somos pecadores en mas o menos intensidad, todos somos víctima del orgllo. Este deseo de imponernos y de dominarlo todo se convierte en na gran pobreza personal ya qe nos lleva a redcirlo todo a lo poco qe somos capaces de comprender. Horrible espectáclo : el hombre, tan débil, hecho de polvo y destinado a volver al polvo ; el hombre qe 2 Como flor, brota y se marchita se esfma como sombra pasajera. (Job 14,2), solo pone s esperanza en si mismo y así, rechazando a s Dios y Creador,de espaldas al horizonte de lz y de verdad qe le identifican y definen, comete infinidad de errores, provoca sitaciones de injstícia, de lchas, de malestar y de dolor, a sí mismo, a los hombres hermanos syos y a la misma obra de la creación 22 Pes sabemos qe la creación entera gime hasta el presente y sfre dolores de parto. (Ro. 8,22) Los cristianos debemos combatir con toda nestra ferza - aydados por la gracia del Espírit Santo - el orgllo y la soberbia como nestros únicos, reales y poderosos enemigos. Jesús nos recerda qe los hmildes qe reconocen ss límites y son conscientes de la necesidad qe tienen de Dios y de los demás, son los qe mejor peden conocer a Dios y comprender la riqeza interior de cada persona. Toda la Bíblia está llena de alabanzas a los hmildes. Pongo solo tres ejemplos del N.T. : 1 - «Dejad qe los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porqe de los qe son como éstos es el Reino de los Cielos.» (Mt. 19,14) Y dijo María: «Alaba mi alma la grandeza del Señor 47 y mi espírit se alegra en Dios mi salvador 48 porqe ha pesto los ojos en la peqeñez de s esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventrada (Lc. 1,46-48) 3-51 Desplegó la ferza de s brazo, dispersó a los de corazón altanero. 52 Derribó a los potentados de ss tronos y exaltó a los hmildes. (Lc. 1,52) Jesús, qe es manso y hmilde de corazón, invita a los fatigados y sobrecargados a segirle llevando s ygo save y así descansar en Él. El ygo, o sea el peso de la responsabilidad y las dificltades inherentes a nestra natraleza, pesa sobre el hombro de todos los hombres, tanto los hmildes como los orgllosos. Pero el descanso qe Jesús promete es solo para los hmildes pesto qe para estos la carga es ligera 61

3 ya qe aceptan el peso de la crz desde la ilsión y desde la fidelidad al Amor. El cristiano, qe por la fe lleva na vida coherente con el Evangelio, no se siente nnca solo en ss pesares. Algien está a s lado aydándole en actitd de tierna solidaridad : JESÚS. ENTRANDO EN EL TEMA El Profeta no es algien qe anncia o predice el ftro como mchos piensan, sino más bien algien qe ha sido introdcido en el proyecto de Dios (Amós 3,7), y en adelante ve todo con ss ojos. Podemos pensar en revelaciones extraordinarias? No se exclye esta posibilidad, pero parece mas bien qe descbren la palabra de Dios en dos momentos o lgares : s vocación y la vida. S vocación es determinante : es el momento en qe hacen la experiencia de Dios, en na visita al templo, como Isaias, en la oración contína como Jeremias, en n amor desdichado como Oseas Bajo esta lz, es como lego la vida,tanto en los acontecimientos políticos como en la existencia cotidiana,les descbrirá esta palabra y así leerán los signos de los tiempos. A partir de ese momento, todo les habla de Dios : na rama de almendro en flor o na olla mal asentada (Jeremías 1,11s) la vida conygal (Oseas 1,3 ; Ezeqiel 24,15s) o la invasión enemiga. Y de esta forma nos enseñan a leer en nestra vida esta misma Palabra qe sige interpelándonos a cada no de nosotros personalmente hoy y en nestra circnstancia. Los Profetas se expresan mediante la palabra : oráclos (o declaraciones hechas en nombre de Dios), exhortaciones,relatos,oraciones pero también lo hacen mediante actos. Los gestos Proféticos dicen la Palabra e inclso realizan la historia. Los Profetas se dividen en mayores y menores. Esta distinción no se hace porqé haya profetas de dos categorias en órden a s importancia sino para distingir aqellos cyos escritos son my extensos de los qe son de escaso volmen. 62

4 Profetas mayores Profetas menores ISAIAS JEREMÍAS EZEUIEL DANIEL OSEAS JOEL AMÓS ABDIAS JONÁS MIUEAS NAHUM HABACUC SOFONIAS AGEO ZACARIAS MALAUIAS Período Asirio Reino de Jdá (Sr) Período Babilónico Reino de Jdá (Sr) En Babilonia Drante el exilio Libro apocalíptico Escrito el 167 AC. Período Asírio Reino de Israel (Norte) Predica en Jersalén (capital de Jdá) Período Asírio Reino de Israel (Norte) Período Asírio Reino Jdá (Sr) Per. Babilónico Reino Jdá (Sr) Per. Babilónico Reino Jdá (Sr) Per. Babilónico Reino Jdá (Sr) 63

5 V i i e ines son estos qe,como nbe, velan como palomas a ss palomares? (Isaias 60,8) 64