VIA DE LA PLATA. Son diversos los caminos para llegar a Compostela, entre ellos destaca el conocido como Vía de la Plata

Transcripción

1 VIA DE LA PLATA Los caminos los hacen las personas con su andar, y durante siglos, miles de peregrinos han retomado cada año el Camino de Santiago, siguiendo las estrellas para acercarse a Compostela y recibir la bendición del Santo Apóstol. El hallazgo del sepulcro del primer apóstol mártir, supuso encontrar un punto de referencia indiscutible al que se dirigieron multitudes surgidas de todos los puntos de Europa, caminando en una peregrinación difícil, hacia los confines del occidente conocido, a través de una tierra áspera y dura. Visitando templos y santuarios custodios de reliquias y de esperanzas. El Camino de Santiago, es el resultado de uno de los fenómenos comunicativos más interesantes de la historia de Europa, que desde el Medievo, ha condicionado su desarrollo y su cultura, convirtiéndose en el primer elemento vertebrador del viejo continente. Aunque siempre se habla del Camino de Santiago como un itinerario único, desde el comienzo de las peregrinaciones, fueron infinidad de vías las que se utilizaron para llegar a Santiago de Compostela. Una verdadera red de itinerarios con una dimensión histórica y geográfica que abarca casi la totalidad del continente europeo; caminos de cultura, que han contribuido de forma muy notable a la integración de Europa y a la configuración de sus raíces históricas, culturales y artísticas. Son diversos los caminos para llegar a Compostela, entre ellos destaca el conocido como Vía de la Plata La Vía de la Plata, es un recorrido de prácticamente kilómetros, que partiendo de Sevilla, y atravesando Puebla de Sanabria y Orense, llega hasta Santiago de Compostela. Un camino milenario, jalonado por toda suerte de vestigios; columna vertebral de la península Ibérica, y eje que permitió y facilitó el tránsito de las divisiones romanas y más tarde de la invasión árabe. Desde la época prerromana los pueblos que habitaban la Península Ibérica buscaron los mejores accesos naturales que les permitieran viajar de unas zonas a otras. Entre estos caminos destacaban los que unían el sur con las tierras más septentrionales, rutas que permitieron, primero a los cartagineses y luego a los romanos, la colonización de la Península Ibérica. Terminadas las conquistas romanas, la importancia económica y estratégica de estos lugares empujó al imperio a la construcción de calzadas que permitieran una mejor comunicación. Así nacería el itinerario que unía el sur con el noroeste de España. Las pulidas piedras de su calzada, que en algunos tramos aún se conservan, los miliarios que salpican todo el trazado, las ruinas que dan testimonio de su inmensa cultura, iglesias, puentes, acueductos y catedrales; todo ello rodeado de paisaje de singular belleza, hacen que esta vía de legendaria se convierta en una experiencia única para el peregrino que decida disfrutarla.

2 Este camino es una prolongación de la calzada romana denominada Vía de la Plata, que comunicaba las ciudades de Emérita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga), cruzando de sur a norte el oeste peninsular. En la Alta Edad Media este camino se mantuvo vivo, primero durante el período hispano-visigodo y después incluso bajo la dominación islámica andalusí. La denominación "Vía de la Plata" no hace referencia, a nada que tenga que ver con la explotación o el comercio de este metal precioso; sino que deriva, del original árabe "Bal'atta", término con el que los musulmanes de Al-Andalus designaron a aquella ancha vía pública, empedrada y de sólido trazado, que se encaminaba hacia el norte cristiano. El pueblo tomó este sonido extraño del árabe y lo hizo suyo en la palabra homófona castellana que más se le aproximaba: plata. Esta ruta fue empleada, en parte, como camino para la infantería cordobesa en el ataque que Almanzor dirigió contra Santiago de Compostela en el verano de 997. A mediados del siglo XIII, esta vía fue reutilizada espontáneamente por los peregrinos jacobeos procedentes de Andalucía y Extremadura. Unos continuaban hasta Astorga, enlazando con el Camino Francés, otros, sin embargo, tomaban el camino a Compostela por la desviación de Puebla de Sanabria - A Gudiña - Laza/Verín - Ourense - Santiago, que hacía el trayecto más corto y rectilíneo, mientras que algunos atravesaban el noreste de Portugal, hacia Bragança o Chaves, entrando por el sur de la provincia de Ourense hacia Verín, para seguir por Laza o Xinzo de Limia. En su tramo final, la Vía de la Plata, o también llamada el Camino Sudeste, es la ruta jacobea gallega de mayor recorrido, que atraviesa tierras de las provincias de Ourense, Pontevedra y A Coruña, de gran diversidad, riqueza geográfica y ecológica, cruzando reservas naturales de gran belleza y con un cuantioso patrimonio histórico-artístico de inestimable valor. Por su dilatado trazado, presenta algunas alternativas con diversos accesos a Galicia, consolidando una corriente de peregrinación procedente del recristianizado sur de España, a través de una pequeña red de itinerarios jacobeos. En la provincia de Ourense se consolidó el Camino de Santiago del Sudeste, un camino en el que confluyen dos itinerarios: la continuación de la Vía de la Plata y los Caminos Portugueses de Bragança y Chaves. Desde esta capital auriense, el Camino continúa hacia San Cristovo de Cea, desde donde los peregrinos buscaban la hospitalidad monástica de la abadía de Oseira, o continuaban hasta llegar a Dozón. Desde allí, la ruta prosigue hacia Lalín, Silleda y Ponte Ulla, aproximándose a Santiago por las inmediaciones del Pico Sacro. Propuesta LOS 100 ÚLTIMOS KMS. DE LA VÍA DE LA PLATA Tramo final: Ourense- Santiago de Compostela Distancia:100 km Dificultad: Media Punto de partida peregrinación a pie: Ourense Etapas 1. Ourense Cea (25 km)

3 2. Cea A Laxe (27 km) 3. A Laxe Silleda (13 km.) 4. Silleda Ponte Ulla (16 km) 5. Ponte Ulla Santiago de Compostela (19 kms.) Etapa 1. Ourense Cea (25 km) El tramo final de esta ruta de la Plata, parte de Ourense, ciudad de fundación romana, donde antes de salir puede visitarse la magnífica Catedral dedicada a San Martín, uno de los edificios románicos más sorprendentes que encontraremos en toda Galicia, declarado monumento nacional en 1931, y edificada entre los s. XII-XIII; destacan así mismo, as Burgas, en torno a ellas se levantó el primitivo casco urbano de la ciudad, para aprovechar esta fuente de tres caños de agua caliente de los que fluyen 300 litros de agua por minuto a 67 grados, y a la que se atribuyen importantes propiedades mineromedicinales relacionadas con problemas óseos; o los paseos y puentes de la ciudad sobre el río Miño; y por último, las termas cercanas en el curso del Río Barbaña: Termas de Chavasqueira, Tinteiro y las pozas de Muiño da Veuga. La Vía de la Plata abandona Ourense enlazando una serie de pequeñas localidades como Cudeiro, Tamallancos, O Pereiro hasta llegar a Sobreira, donde se toma un desvío a la derecha (aprox. 2km), para llegar al pazo de Vilamarín, antigua fortaleza de los condes de Ribadavia, reconstruido después de la guerra irmandiña (revuelta campesina del siglo XIV).y, desde allí, a las aldeas de Faramontaos y por un camino de fuerte ascenso, Biduedo y A Casanova, para llegar tras cruzar diversos arroyos, a las puertas de San Cristovo de Cea, célebre por su monasterio y por su bien conocido pan moreno. En la parte norte de esta localidad, cuando se está a punto de abandonarla, el peregrino puede pedir protección en el Santuario de A Nosa Señora da Saleta, advocación francesa con fuerte implantación en esta zona, edificado en 1908 y de estilo neogótico. Otra visita de interés por su gran antigüedad (año 1177) es la sencilla iglesia románica de San Facundo, construida de acuerdo al esquema tradicional de una sola nave, y con las puertas lateral y principal con capiteles decorados con motivos vegetales y arcos de medio punto. Esta localidad de San Cristovo de Cea, cuenta con un albergue de peregrinos. Etapa 2.- Cea A Laxe (27 km) A la salida de San Cristovo de Cea, muchos peregrinos se desvían en dirección al monasterio de Oseira, a 9 km, cenobio cisterciense con gran tradición de acogida a los peregrinos jacobeos. Las tierras de Cea formaron parte del señorío monástico de Oseira desde el s.xii hasta la Desamortización, por lo que su historia discurre paralela a la de este Monasterio, construcción románico-gótica de peregrinación, fundada en el año 1137 por los monjes del Cister, y conocido por su grandiosidad como "El Escorial Gallego". En el interior destaca su sala capitular de los s. XV-XVI, de estilo gótico flamígero; mientras que su iglesia del s.xii es una de las más perfectas realizaciones del románico gallego con influencia en la planta de la catedral de Santiago, siendo de cruz latina con tres amplias naves separadas por pilares con columnas adosadas, la central remata en peineta y las laterales en torres, un gran arco triunfal señala el acceso a la cabecera. En

4 su interior destacan los retablos del siglo XVIII con tallas escultóricas de Santiago Peregrino. Tras la visita a Oseira y de nuevo desde San Cristovo de Cea, se retoma la ruta primitiva a Castro de Dozón, camino de Porto do Souto, de Cotelas, -con su peto das ánimas-, pasando por Arenteiro- a los pies de la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves-, por O Reino y Cargalleda. Se trata de pequeñas localidades del municipio de Piñor, un hermoso y desconocido municipio del interior orensano, situado en la comarca de O Carballiño, con numerosos y bellos paisajes, pequeñas iglesias, y hermosas rectorales entre las que destacan la de San Xoán de Barrán y la iglesia de San Paio de Loeda. Este es el camino más recto, mejor señalizado por ser el original, y de menor dificultad, además de contar con una belleza paisajística incomparable, llena de especies arbóreas autóctonas que llaman la atención por su grandiosidad y especial hermosura, así como por las riberas de los ríos Arenteiro y Mirela, dignas de ser admiradas. Una vía salteada con diversas muestras de patrimonio etnográfico y artístico que muestran la cultura tradicional de la zona. Esta ruta enlaza con un tramo final de monte bajo hasta llegar a Dozón, localidad montañosa situada en las estribaciones de las sierras de O Faro y O Testeiro, ya en la provincia de Pontevedra. La ruta prosigue por el núcleo de Castro de Dozón, y a tres kilómetros, se halla la iglesia de Dozón, del s.xii, el monumento histórico-artístico más importante del municipio y joya del románico gallego, la iglesia de San Pedro de Vilanova, en la parroquia de Santa María de Dozón. Esta Iglesia de estilo románico, formaba parte de un monasterio fundado en 1.154, concebido para albergar en él una comunidad monástica femenina. Esta construcción es de una única nave de tres tramos, cubiertos con bóveda de cañón y edificada a base de grandes sillares graníticos, en el que destaca la ornamentación de canecillos en el ábside y las portadas con arcos de medio punto. Algo más desviado, a otros 3 Km, y a 800 metros de altura, está la iglesia parroquial de Santa María de Dozón, construcción románica con elementos pertenecientes al barroco, y santuario mariano de A Nosa Señora da Pena de Francia, muy venerada por los lugareños de la comarca, y próxima a un área recreativa desde la que se divisa una bella panorámica de la zona. El Camino sigue hasta el alto de Santo Domingo, donde se levanta una humilde capilla dedicada a este santo, situada en un paraje natural de gran belleza. La etapa concluye en la localidad de A Laxe-Bendoiro, en esta parroquia que cuenta con albergue de peregrinos, se conserva un castro; además su iglesia parroquial de San Miguel de Bendoiro, es de estilo renacentista, construida sobre una antigua estructura románica. En lo que respecta a su arquitectura civil destaca el Pazo de Bendoiro, de finales del S.XVIII, amurallado con una amplia solana y una chimenea de grandes proporciones. 3.- A Laxe Silleda (13 km) A Laxe-Bendoiro, es el lugar de confluencia entre la Vía de la Plata y otro de los itinerarios jacobeos de peregrinación, el Camino Sur o Camino de Invierno. Saliendo de Laxe la ruta continúa por el por un trecho del camino rico en paisajes naturales y arquitectura, hasta la localidad de Prado. La villa de Lalín queda a la derecha, a unos 4km. desde Donsión y conserva la iglesia románica de San Martiño, muy vinculada a la hospitalidad con los peregrinos. Así mismo desde Prado, cogiendo el desvío de la derecha por la carretera de Bodaño, es posible acercarse al famoso santuario mariano de A Nosa Señora do Corpiño, (a unos 10 kms.). Este santuario pertenece a la parroquia de Santa Baia de Losón, del municipio de

5 Lalín. El imponente edificio que lo alberga, es un monumento de la arquitectura neoclásica del siglo XVIII, e impresiona por su solidez y sus dimensiones, así como por su singular diseño. La fachada principal oeste-, posee portada de jambas y dintel resaltados; separada por el espacio de un inexistente tímpano, y en un pedestal esculpido, una imagen de Virgen con el Niño. Sobre esta fachada, se alza una torre campanario de dos cuerpos. Desde Prado, se entra en el municipio de Silleda por el puente Romano de Taboada, que desemboca en la carretera para visitar, un hermoso conjunto creado por un cruceiro singular, un sarcófago y la iglesia parroquial de Taboada, del s. XII, donde se venera al Apóstol Santiago patrón de esta localidad, y visiblemente presente en uno de sus retablos barrocos y en el área del atrio. La leyenda recoge la tradición de los peregrinos de golpear con la cabeza la puerta principal, como señal de llegada y perdón. La vía continúa por el área recreativa del peregrino en Taboada, con dos monumentos al Apóstol Santiago y al peregrino anónimo, diseñados por el artista local Francisco Alen. Entramos en la localidad de Silleda, la capital municipal de la antigua tierra de Trasdeza, conocida también como capricho de la naturaleza, famosa por su recinto ferial con exposiciones de carácter internacional y por sus conocidos melindres (rosquillas). El camino pasa por delante de la casa consistorial, edificio noble con amplia balconada y campanario del s.xix, y ofrece a los peregrinos el acogedor parque de la iglesia, con cómodos bancos bajo una pérgola y una fuente de agua potable. Desde Silleda, el peregrino puede desviarse del camino para acercarse hasta la espectacular cascada del río Toxa ( a fervenza da Toxa), la más alta en caída libre de toda Galicia, donde el agua cae con tanta fuerza que forma una densa niebla en el entorno impresionante de granito y de bosque autóctono. La cascada se encuentra a pocos metros de la desembocadura del Toxa en el Deza. 4.- Silleda Ponte Ulla (16 km) Desde Silleda, o desde base de la cascada da Toxa, atravesando un bonito puente medieval el peregrino podrá acercarse hasta el convento de Carboeiro, emplazado a las orillas del río Deza entre bosques. De todos los monumentos de esta localidad, tan rica en románico, el más célebre, es sin duda este convento benedictino, uno de los edificios románicos más ambiciosos de Galicia y de toda España, que se construyó sobre los restos de una ermita dedicada a San Lorenzo, en una península formada por un meandro del río Deza. Este monasterio fundado en el s. X, vivió su mayor esplendor en los s. XI-XIII, y debe su nombre a la actividad de aprovechamiento de la densa vegetación forestal de la zona para la fabricación de carbón vegetal. Carboeiro, con planta de cruz latina, tres naves y cruceiro, es un adelanto de la catedral de Santiago para los peregrinos, ya que las figuras de la puerta principal son obra del Maestro Mateo, autor del pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela Volviendo a la ruta natural de esta vía, el perfil del camino será descendente hasta Ponte Ulla; por lo que dejando atrás Silleda la ruta se desvía a la izquierda y transcurre por las aldeas de Foxo, antigua capital municipal, que conserva una calle medieval flanqueada por destacadas construcciones históricas; Margaride y Chapa, donde un paisaje muy sugerente acogerá al peregrino pasando por otro puente medieval, hasta llegar al pueblo de Bandeira. La localidad de Bandeira, famosa por su empanada en torno a la cual se celebran importantes Ferias gastronómicas, está situada en un cruce de caminos, aprovechando

6 desde el Medievo esta situación para su desarrollo económico, ofrece al peregrino una buena ocasión de descanso, antes de continuar hasta Ponte Ulla. Dejando atrás Bandeira, el camino deja la carretera y se desvía a la derecha por un sendero con fuerte pendiente de descenso hasta llegar a un arroyo e iniciar la subida hasta Vilariño, continuando por Piñeiro hasta llegar a Dornelas. Desde Dornelas, atravesando bosques de eucaliptos el peregrino se dirige a Santa María de Loimil, en Loimil, templo románico de planta rectangular, construido durante la segunda mitad del siglo XII, con una sola nave en bóveda de cañón y ábside rectangular dividido en dos tramos por semi-columnas. Las reminiscencias jacobeas son claramente visibles en la puerta del muro sur, donde encontramos un dintel pentagonal o compostelano. Tras Dornelas, la ruta se desvía en un cruce a la izquierda hasta llegar a O Seixo, de la parroquia de Castro, donde puede visitarse la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias, fundada en 1707 y dedicada originalmente al apóstol Santiago. El camino continúa hasta San Miguel de Castro, cuya iglesia parroquial de origen románico, presenta un sencillo rectángulo, accediendo a su capilla mayor a través de un arco triunfal de medio punto doblado, sostenido por dos columnas y cubierta con una bóveda de cañón de madera. Siguiendo una pista asfaltada, con fuerte pendiente de descenso, el camino continúa hasta un paraje solitario en la margen izquierda del río Ulla, muy cerca del puente que da nombre a la localidad de Ponte Ulla, en un incomparable enclave de paz, con árboles autóctonos y dos fuentes, se encuentra la Ermita de Gundián, famosa desde el año 1850, por la romería que celebra la Natividad de la Virgen, cada 8 de septiembre. Construida en el s.xviii, lo más destacado de esta capilla es la fachada, con pórtico sostenido por cuatro columnas de piedra y grandes ventanas enrejadas a cada lado de la puerta; así como su retablo sacramental de madera. Desde esta ermita el camino continúa durante al menos tres kilómetros, para llegar al histórico puente de Ponte Ulla, por el que se atraviesa el río Ulla, entrando en la provincia de A Coruña y dejando atrás la de Pontevedra, y llegar al pié de la iglesia románica de Santa María Magdalena de Ponte Ulla, final de la etapa y que posee una Anunciación pintada al fresco en el siglo XVI en su arco triunfal. 5.- Ponte Ulla Santiago de Compostela (19 kms.) Se parte de Ponte Ulla, y la ruta se adentra en un camino arropado por frondosos árboles, atravesando varios lugares hasta llegar a la aldea de Outeiro, en la vecina parroquia de Vilanova, donde es necesario hacer un alto en el camino para observar con atención la capilla del Santiaguiño que data del siglo XVIII. En esta ermita de planta rectangular, destaca su fachada sencilla y el campanario de arco de medio punto peraltado con dos campanas, una de ellas exterior. Junto a ella hay una fuente barroca que destaca por su valor legendario, trasladada allí en el año 1724, la fuente guarda una inscripción que habla del traslado del cuerpo del apóstol Santiago, en su centro se puede ver una representación del apóstol, flanqueado por sus discípulos Teodoro y Atanasio, de la que se dice perteneció al antiguo coro pétreo de la Catedral de Santiago, obra del Maestro Mateo. El camino continúa por la ladera del Pico Sacro, - el Pico Sacro, en el municipio de Boqueixon, con sus más de 500 metros de altura preside los paisajes circundantes al camino, y está vinculado a la tradición de la "Traslatio" del cuerpo del Apóstol Santiago desde Iria Flavia hasta Compostela-. Rodeando este monte se pasa por el fondo del Coto de la Cruz y se llega al cruceiro de Castrelo, ya en Lestedo (Boqueixón).

7 Tras su paso por Rubial y Deseiro de Arriba, la ruta llega al municipio de Santiago. Desde allí el camino continúa por la Susana, Santa Lucía, Angrois y Sar, entrando definitivamente en Santiago por O Cruceiro de Sar, en los alrededores de la ciudad histórica. Dejando atrás la Colegiata del Sar, el Camino sube por la calle Castrón Douro, cruza la calle Fonte de Santo Antonio, y deja atrás el convento de las Madres Mercedarias. La entrada a la ciudad se hace por la Puerta de Mazarelos, la única que se conserva de la muralla de la ciudad, en la que hay una alusión a la recorrida tierra del Ulla, una inscripción que habla de la llegada a Santiago a través de ella, de los famosos vinos del Ulla. Tras la Puerta de Mazarelos, se llega a la Plaza de la Universidad, se continúa por la calle Calderería, descendiendo por la Cuesta de Xelmírez, para llegar a la Plaza de Platerías. En el centro de esta plaza destaca la fuente de los caballos, obra de J.Pernas en 1825, a un lado con motivos barrocos típicamente compostelanos, la Casa del Cabildo y la torre del reloj de la Catedral, -construcción gótica rematada por un cuerpo de campanas del siglo XVII-, y finalmente la Puerta de Platerías, única románica que conserva la basílica compostelana, de principios del siglo XII. A través de esta entrada meridional el peregrino accede a la catedral de Santiago de Compostela, meta del Camino.